Bronquitis y neumonía en el adolescente


 

Bronquitis y neumonía en el adolescente

M.A. Zafra Anta(1), C. Merchán Morales.
(1)Área de Neumología Pediátrica. Servicio de Pediatría, Hospital de Fuenlabrada, Madrid.(2)Servicio de Pediatría, Hospital de Fuenlabrada, Madrid. .

 

Fecha de recepción: 14 de septiembre 2018
Fecha de publicación: 15 de octubre 2018

 

Adolescere 2018; VI (3): 27-41

 

Resumen

La bronquitis aguda es casi siempre de causa viral y autolimitada. La tos crónica requiere una atención y seguimiento pues puede guiar al diagnóstico de enfermedad persistente o crónica pulmonar. La neumonía aguda de la comunidad (NAC) es una entidad frecuente en el niño y adolescente, la mayoría de los casos se pueden tratar de forma ambulatoria. Los principales agentes bacterianos son S. Pneumoniae (neumonía típica) y Mycoplasma p. y Chamydia p. (neumonía atípica bacteriana). La radiología simple de tórax sigue siendo básica en el diagnóstico de neumonía, aunque puede realizarse un manejo de la NAC sin ella en adolescente sano. El tratamiento de elección de la NAC será monoterapia con amoxicilina o bien un macrólido si hay datos de neumonía atípica. La decisión de hospitalizar a un adolescente con NAC es individualizada basada en problemas médicos subyacentes y factores clínicos, incluyendo la severidad de la enfermedad. En el adolescente resulta clave controlar las comorbilidades, una vacunación adecuada y promover estilos de vida saludable.

Palabras clave: Bronquitis; Neumonía; Neumonía atípica.

Abstract

AAcute bronchitis is almost always caused by virus and self-limited. Chronic cough requires attention and follow-up because it can lead to the diagnosis of persistent or chronic lung disease.

The community-acquired pneumonia (CAP) is a common infectious disease in children and adolescent and in most cases will be treated in primary care. S. Pneumoniae is the main etiologic agent (typical pneumoniae) and Mycoplasma p.K, Chamydia p. (atypical pneumoniae). Simple chest xRay remains basic in the diagnosis of pneumonia, but the CAP management can be done without it in healthy adolescent. The treatment of choice for the CAP is monotherapy with amoxicillin or a macrolide if there is data of atypical pneumonia. The decision to hospitalize an adolescent with CAP is individualized based upon underlying medical problems, and clinical factors including severity of illness. They are essential in the adolescent to control comorbidities or health conditions, an appropiate vaccination and to promote a healthy lifestyle.

Key words: Bronchitis; Pneumonia; Atypical pneumonia.

Introducción

La inflamación del tracto respiratorio inferior engloba bronquitis, bronquiolitis y neumonía, solas o en combinación. Se manifiesta por tos, dificultad respiratoria, con o sin fiebre. En este artículo revisaremos la bronquitis y la neumonía en el y la adolescente, especialmente en lo que se refiere a las adquiridas en la comunidad.

La bronquitis aguda (BA) es una enfermedad común producida por la inflamación de la tráquea, los bronquios, incluso bronquiolos, secundaria generalmente a una infección respiratoria viral.

La neumonía supone una inflamación del tejido pulmonar asociada a consolidación de los espacios alveolares (puede afectar a la pleura visceral, tejido conectivo, vías aéreas, alvéolos y estructuras vasculares). En ocasiones se usa el término neumonitis como la inflamación acompañada o no de consolidación.

La neumonía y la BA tienen una gran carga de morbilidad; sin embargo, se han investigado relativamente poco en este grupo etario del adolescente de forma diferenciada. Las diversas publicaciones incluyen niños que se estratifican por edades (<2 años, de 2 a 5, mayores de 5 años; así como adultos). En el adolescente, las actividades escolares, lúdicas, deportivas, la incorporación profesional, las comorbilidades pueden hacer variar tanto la etiología como la repercusión de esta patología.

Bronquitis en el adolescente

Bronquitis aguda viral

Etiología

Los patógenos causales, en la mayoría de los casos, son virus (>90-95%). Los virus que causan infección respiratoria tanto de la vía aérea superior como inferior, lo hacen en picos epidémicos a lo largo del año, según la climatología, con variabilidad geográfica según las zonas(1-3). Ello puede colaborar en el diagnóstico causal de las infecciones respiratorias. A destacar:

Los virus respiratorios causan frecuentemente infección respiratoria alta y baja, en forma de picos epidémicos estacionales

  • Rinovirus. Circula en todo el año, excepto en verano. Es causa importante de infección respiratoria y exacerbaciones de asma, al inicio del curso escolar-otoño.
  • Virus respiratorio sincitial (VRS). Causa epidemias anuales de noviembre a enero, incluso hasta mayo, con pico de dos meses. Causa epidemia de bronquiolitis; pero está muy en relación con bronquitis y neumonía a todas las edades.
  • Virus influenza A y B. La gripe cursa en epidemias anuales, fundamentalmente en invierno (enero a marzo). Véase más adelante.
  • Parainfluenza. Varios tipos. Hay brotes epidémicos anuales o bianuales.
  • Metapneumovirus. Picos al final del invierno y principio de la primavera (meses posteriores al VRS).
  • Otros: Adenovirus (sin patrón estacional definido), coronavirus.

Clínica-diagnóstico

Se presenta con fiebre, tos, sensación de dolor o de opresión en el tórax, disnea y expectoración en el niño mayor y en el adulto. Puede haber espiración alargada o sibilancias. La duración es desde pocos días hasta una-tres semanas. La BA puede ir acompañando a un cuadro catarral o de infección de vías respiratorias altas, o bien sucederla. Se le da poca relevancia al estudio de la BA en pediatría. Sin embargo, el espectro clínico puede ser desde relativamente leve, hasta causar dificultad respiratoria, astenia, ausencia escolar o laboral e incluso precisar ingreso por cuadro febril, decaimiento o necesidad de oxigenoterapia(4).

El diagnóstico es fundamentalmente clínico, no precisa estudios complementarios salvo que se requiera realizar diagnóstico diferencial o en el paciente ingresado, especialmente si tiene factores de riesgo o datos de gravedad. Si hay distrés respiratorio debe medirse la saturación pulsioximétrica de oxígeno (SpO2). En caso de evolución prolongada o sospecha de complicaciones, se puede realizar una radiografía de tórax para plantear diagnóstico diferencial con otras infecciones del tracto respiratorio inferior, incluida gripe, tos ferina, y sobre todo con la BA bacteriana, neumonía, tuberculosis. También con asma, y otras patologías pulmonares o cardiacas.

Tratamiento de la bronquitis aguda

Para la bronquitis aguda en el adolescente se recomienda evitar el uso de antibióticos(5) y un seguimiento clínico en Atención Primaria. Las medidas generales y sintomáticas serán: hidratación, analgésicos-antipiréticos; si hay sibilancias, broncodilatadores como salbutamol o terbutalina. Si la BA no tiene características de obstrucción al flujo aéreo, los pacientes pediátricos o adolescentes y sin patología pulmonar de base no se benefician del uso de broncodilatadores beta-2. No se usan, en general, antitusígenos, antihistamínicos, mucolíticos. Los antihistamínicos podrían tener valor en adolescentes con rinitis alérgica asociada.

Debe hacerse un seguimiento de la bronquitis aguda en Atención Primaria. Especialmente en lo que se refiere a la tos húmeda persistente en el contexto de enfermedad pulmonar de base o bien la aparición de bronquitis bacteriana persistente

Seguimiento evolutivo

Hay dos aspectos de importancia en la BA:

1.- La alteración de la microbiota de vías respiratorias altas.

2.- La posible evolución a tos prolongada.

Si la tos húmeda se prolonga más de 4 semanas hay que considerar posibilidad de complicaciones, la evolución a bronquitis bacteriana persistente (BBP) o la existencia de patología pulmonar de base(6), como asma, aspiración, bronquiectasias, apnea obstructiva de sueño o traqueomalacia, bronquiolitis obliterante, cuerpo extraño, etc.

Bronquitis aguda bacteriana

La bronquitis aguda bacteriana en pacientes pediátricos y adolescentes es poco frecuente, excepto en fumadores, pacientes inmunodeprimidos o con fibrosis quística (FQ) u otras anomalías del sistema respiratorio. En ellos, la diferenciación temprana de la bronquitis bacteriana puede ser importante para evitar la progresión a una condición más grave(7).

Si no hay enfermedad de base, las bacterias que pueden causar la BA bacteriana suelen ser Mycoplasma y Chlamydia.

Si se precisa diferenciar bronquitis bacteriana de neumonía, además de la radiografía, pueden ser de utilidad el hemograma con neutrofilia en sangre. No se alteran otros reactantes de fase aguda, véase en el apartado de neumonía(7).

Bronquitis bacteriana persistente

Etiopatogenia

La bronquitis bacteriana persistente (BBP) se produce por infección persistente o prolongada de la vía aérea inferior por bacterias patógenas, principalmente Haemophillus influenzae, S. Pneumoniae, Moraxella catarrhalis, más raramente Staphilococcus. Es una de las causas más frecuentes de tos húmeda crónica (mayor de 4 semanas), especialmente en menores de 6 años, pero puede ocurrir a todas las edades.

La BBP se produce por infección persistente o prolongada de la via aérea inferior, y es una de las causas más frecuentes de tos húmeda y crónica

Es una entidad que se lleva investigando desde la década de los 2000, incluso todavía parte de la comunidad pediátrica no la acepta. Pero las guías internacionales, americanas, australianas y europeas como la Sociedad Británica del Tórax (BTS en sus siglas en inglés), la incluyen en el diagnóstico diferencial del niño con sibilancias y tos húmeda prolongada(8).

Tradicionalmente se consideraba el pulmón como un órgano estéril, salvo si había de base una patología crónica (FQ, inmunodeficiencia, y otras). Actualmente, se sabe que la vía aérea inferior no es estéril: el tracto respiratorio inferior tiene su propia flora microbiana, su microbioma dinámico, que está en cierta relación con la colonización de la vía respiratoria superior. Muchas bacterias del microbioma no crecen con los métodos habituales para aislar los patógenos conocidos. En muchos casos los agentes se identifican por secuenciación genética (DNA) y no por cultivos tradicionales. La antibioticoterapia previa y el tabaquismo producen alteración de la flora normal de la vía aérea superior e inferior, y predispone a la emergencia de patógenos potenciales. Muchas neumonías se producen por la invasión del tracto respiratorio inferior de un único patógeno; pero en otras, la clave de la patogénesis sería la disbiosis o disbalance en la ecología microbiana normal por factores relacionados con el huésped, el medio y los microorganismos, que puede favorecer el crecimiento de un único patógeno o varios(9).

La BBP se produce por colonización y desarrollo bacterianos en la vía aérea inferior, con producción de biofilms. Esta infección determina una inflamación y una alteración en el aclaramiento de las secreciones. En la BBP es frecuente la coinfección, con más de una bacteria patógena o asociando a infección por virus respiratorios patógenos (adenovirus, rinovirus, VRS, parainfluenza, como los citados en BA). La microbiota puede variar en pacientes con asma frente a niños sanos(9). Por ejemplo, la reducción de la riqueza de la microbiota ocurre en niños con FQ, de forma que prevalecen especies como Pseudomonas aeruginosa.

Hay estudios en menores de 17 años de edad, que hablan de la diferencia de la comunidad bacteriana presente en pulmones sanos o con BBP. Haempophilus, Neisseria y Moraxella dominan en las muestras. El predomino de Moraxella se asocia a pérdida de diversidad en la microbioma(9) , sea causa o consecuencia de ello.

Actualmente está en estudio si la historia natural de la BBP puede conducir a infección pulmonar crónica y bronquiectasias al cabo de años por infección (alteración del mecanismo mucociliar y daño de la pared de las vías aéreas(10)).

Diagnóstico

Ante la sospecha de BBP, en paciente sin datos de patología crónica de base, se recomienda la realización de una radiografía de tórax (debe ser normal o inespecífica), y pruebas para descartar patología pulmonar de base: espirometría, un cultivo de esputo (aunque tiene poca sensibilidad) y estudio de inmunología basal.

La broncoscopia con lavado broncoalveolar (BAL) permite un diagnóstico preciso (neutrofilia y cultivo positivo) y descarta malacia traqueal o bronquial. El BAL se exigía en las primeras descripciones de la BBP, pero es invasivo y se considera necesario sólo en casos seleccionados, especialmente si hay recaídas frecuentes(8).

Tratamiento

La BBP no responde al tratamiento inhalado del asma, y sí a antibioterapia adecuada. Resulta útil la fisioterapia de aclaramiento respiratorio.

El tratamiento que se propone(8), es al menos 2 semanas de amoxicilina-clavulánico (amoxicilina en algunas publicaciones) oral, en 2 dosis al día. Con ello debe haber no sólo una resolución de la tos, sino un cambio “dramático” en los síntomas y en la calidad de vida del niño.

El tratamiento de la BBP es de al menos 2 semanas de Amoxicilina-Clavulánico oral, en dos dosis al día

Pero no hay que olvidar que el asma es la causa más frecuente de síntomas respiratorios recurrentes en la infancia, junto con infecciones respiratorias virales sucesivas (esto en <5 años sobre todo), y hay que evitar tratar incorrectamente el asma con antibióticos, pues la mayoría de las exacerbaciones se deben a infecciones virales.

Neumonía en el adolescente

Definición

La neumonía adquirida en la comunidad (NAC, en inglés: CAP) es una infección del parénquima pulmonar aguda, que ocurre en un paciente que no ha sido hospitalizado en la última semana (o 14 días) o bien que aparece en las primeras 48 horas desde su hospitalización.

Se caracteriza por la presencia de tos y/o dificultad respiratoria, generalmente con fiebre, y con o sin evidencia radiológica de infiltrado pulmonar agudo(1,2).

Epidemiología

La neumonía es una causa importante de morbilidad, de necesidad de atención sanitaria e ingreso hospitalario. En países de bajos o medianos ingresos es además la causa más importante de mortalidad en pediatría después del periodo neonatal. La mortalidad por neumonía en países desarrollados es muy baja (<1 por 1000 casos/año), salvo en pacientes con comorbilidades, neonatos o ancianos(1,2).

En países del llamado mundo desarrollado, la incidencia anual estimada es de unos 14,5 casos 10.000 niños de hasta 16 años. En la población general sería 10 por 1000 habitantes y año. Puesto que la mayoría de los estudios no incluyen neumonías diagnosticadas en Atención Primaria, sino sólo casos diagnosticados en Urgencias, el número podría ser mayor. La incidencia es mayor en invierno y en varones(1,2).

La incidencia de hospitalización por neumonía es un 15,6 a 23% de pacientes. La tasa de hospitalización se ha reducido tras la introducción primero de la vacuna de Haemophilus influenzae b, desde los años 90, y sobre todo desde la vacuna neumocócica conjugada, primero 7valente (desde 2001, inicialmente no financiada), más tarde en 2009 la 10valente y en 2010 la 13valente(2). Esto se refiere especialmente a los menores de 5 años, pero también se ha constatado a todas las edades, probablemente por inmunización de grupo. La vacunación neumocócica conjugada sistemática también ha disminuido la incidencia de hospitalización por neumonías por virus.

Los siguientes trastornos predisponen a tener neumonía, así como incrementan la gravedad: cardiopatía congénita, displasia broncopulmonar, FQ, asma, drepanocitosis, enfermedades neuromusculares (sobre todo las asociadas a disminución de conciencia), algunos trastornos gastrointestinales (reflujo gastroesofágico), inmunodeficiencias congénitas o adquiridas. El consumo de tabaco, alcohol y otras drogas aumentan el riesgo de neumonía, incluida la secundaria a aspiración, al alterar los mecanismos de la tos y los reflejos de la epiglotis(2).

Factores de riesgo para presentar infección del tracto respiratorio inferior o que sea de mayor gravedad: comorbilidades (asma, obesidad, inmunodeficiencias, enfermedades cardiacas, neuromusculares, drepanocitosis, etc) y estilo de vida- tóxicos (alcohol, tabaco, otras drogas)

Etiología

La verdadera prevalencia de los agentes etiológicos de la neumonía en el adolescente no es bien conocida, depende del lugar geográfico, del lugar de atención sanitaria (Primaria, Urgencias), de la estación del año y el clima, y evoluciona a lo largo de los años.

En niños mayores de 5 años se acepta que las causas, en orden de frecuencia son(1,2,11):

El Mycoplasma pneumoniae es más común en niños de 5 años o más, seguido de Streptococcus pneumoniae, el agente bacteriano típico más frecuentemente implicado en todas las edades. Después estarían los virus respiratorios (rinovirus, influenza, VRS, metapneumovirus, adenovirus, parainfluenza y coronavirus), la Chlamydia o Chalmydophila pneumoniae, Moraxella catarrhalis nontypeable, H. influenzae, Legionella pneumophila, tuberculosis y otros.

Sin embargo, en diversos estudios se destaca la implicación de los virus respiratorios, solos o en coinfección. En un reciente estudio en EE.UU. de NAC en edad pediátrica que había requerido ingreso(12), realizado con test diagnósticos múltiples, en el grupo etario de 10 a 17 años encontraron que en el 35% no se constató ningún patógeno, el 30% tenían infección viral, el 20% infección bacteriana, y el 9% coinfección bacteriana-viral. Cerca del 20% precisaron ingreso en UCIP. Los patógenos en este estudio fueron: 30% mycoplasma, 25% rinovirus, 20% gripe, seguidos de otros virus, el neumococo era el menos frecuente (menos que el VRS incluso)(12). La detección de patógenos en nasofaringe no significa que sean la causa de la neumonía, pero el estudio con controles confirma que estos virus están presentes y de alguna manera contribuyen al desarrollo de la neumonía que requiere ingreso.

En un estudio similar realizado en adultos(13), se objetivó que en las NAC con ingreso se encontró un patógeno sólo en el 38% de los casos. Los virus fueron los más frecuentes, en 23% casos (rinovirus y gripe especialmente), bacteriano en 11%, viral-bacteriano 3% y hongo o micobacteria en 1%. El grupo etario joven, que englobaba de 18 a 49 años de edad, mostró como las causas más frecuentes: rinovirus, gripe, metapneumovirus, mycoplasma, neumococo, legionella, y otros virus, incluido el VRS. De los ingresados, 21% precisó UCI, 6% ventilación mecánica y 2% de mortalidad, especialmente en ancianos o pacientes con comorbilidades.

Por tanto, urge la disponibilidad de un diagnóstico rápido, sensible y no caro para identificar a los patógenos. Ello podría colaborar en un uso más adecuado de los antibióticos en la NAC.

No hay que menospreciar la gripe(4). En el reciente estudio HOSPIGRIP, retrospectivo, de pacientes menores de 15 años con ingreso asociado a la gripe en 6 ciudades de España, de 2014 a 2016, se observa una tasa media anual de incidencia de hospitalización de 0,51 casos/1.000 niños de todas las edades (IC del 95% 0,48-0,55). La hospitalización fue por sintomatología respiratoria en el 54,2% de los casos (bronquitis 4,3% y neumonía-bronconeumonía el 12%). En el análisis por edad, el grupo de 10 años hasta 14 años fueron el 7,4% del total, de ellos el 73% tenían una enfermedad crónica asociada, con un 14,7% de ingreso en UCIP. Entre las enfermedades asociadas destacaron asma, inmunosupresión, cardiopatías, enfermedades musculares, etc.

El futuro puede aportar diagnósticos virológicos rápidos y ecografía en Atención Primaria y en Urgencias, así como la mejora en el diagnóstico rápido etiológico en pacientes hospitalizados y en el diagnóstico de neumonía complicada

Consideraciones geográficas y ambientales

Hay patógenos endémicos de ciertas áreas geográficas(2). Habría que tenerlos en cuenta en estancias recientes en estas áreas:

  • Sarampión en países en desarrollo.
  • Coccidioides immitis en parte de CentroAmérica y América del Sur.
  • Blastomycosis cerca de los Grandes Lagos, en EE.UU.
  • Histoplasma capsulatum en EE.UU. pero también Canadá, Centroamérica, Europa del Sur y del Este, partes de África, Asia. En relación a excrementos de pájaros y murciélagos.
  • Hantavirus (EE.UU.), MERS (península arábiga).
  • Chamydia psittaci en relación a pájaros domésticos y salvajes.
  • Coxiella burnetii (fiebre Q) en relación con cierto tipo de ganado y con gatos.

Clínica

Varía en función de la edad y del agente causal implicado.

Para aproximar el diagnóstico se deben tener en cuenta los siguientes datos: fiebre, dificultad respiratoria, tos, rechazo de ingesta; junto con comorbilidades y factores de riesgo, las vacunaciones, el uso reciente de antibióticos (en los 3 meses previos), las actividades laborales o lúdicas, los viajes internacionales.

Clásicamente, se establecía una diferencia entre NAC típica (lobar) y atípica (infiltrado bilateral) según la clínica y especialmente la radiografía simple, pero también la analítica (leucocitosis, neutrofilia)(1,2,11). Véase la Tabla I. En la auscultación se puede encontrar: hipoventilación, crepitantes, soplo tubárico (más en relación con condensación) o bien, sibilancias, crepitantes y roncus dispersos (más en relación con afectación peribroncovascular, difusa). Puede haber matidez a la percusión, disminución de movimientos en hemitórax o bien tiraje. En el adolescente sano, con buen estado general, en atención primaria, se puede hacer una aproximación diagnóstica por la clínica como probable NAC típica o atípica, véase más adelante, en la sección de diagnóstico radiológico.

En una revisión sistemática sobre la precisión de los signos y síntomas en la identificación de pacientes con neumonía radiográfica(14) se encontró que entre los niños con tos o fiebre, la apariencia general del paciente, el trabajo respiratorio y el nivel de saturación de oxígeno parecen ser determinantes clave en la evaluación de la presencia de neumonía, superando incluso la importancia de la taquipnea o los hallazgos auscultatorios (crepitantes) en el diagnóstico de la neumonía. En estudios con pacientes adolescentes sí se ha encontrado además asociación de dolor torácico con el diagnóstico de NAC.

Diagnóstico

Diagnóstico radiológico

En la radiografía simple de tórax, los patrones principales son: neumonía lobar, bronconeumonía, neumonía con infiltrado parenquimatoso, intersticial y peribronquial, neumonía necrotizante, granuloma caseificante.

Clásicamente se ha considerado que el diagnóstico de la NAC requería una radiografía simple de tórax, puesto que orientaría a la etiología según dos patrones radiológicos: patrón alveolar, es decir, consolidación con o sin broncograma aéreo, que se asocia a neumonía bacteriana típica. El patrón intersticial, infiltrado hiliar, peribronquial, con atrapamiento aéreo, correspondería a NAC viral o bacteriana atípica(1,2).Algunas sociedades científicas lo siquen proponiendo. Pero ningún patrón es exclusivo de una etiología concreta(1,2,11).

Desde hace unos años, publicaciones nacionales(11), y muchas guías internacionales (BTS, guías NICE, ATS, OMS y otras) no recomiendan la realización sistemática de radiografía de tórax en aquellos niños estables con diagnóstico clínico de neumonía(15), previamente sanos, que se manejen de forma ambulatoria. Sí debe realizarse radiografía en los que requieran ingreso, tengan hipoxia o baja saturación en pulsioximetría, o sospecha de complicaciones: sospecha de derrame pleural, mala evolución (no mejoría de fiebre y afectación respiratoria tras 48 h de inicio de antibioterapia), dudas diagnósticas, neumonías recurrentes(15,17).

La radiología simple de tórax sigue siendo básica en el diagnóstico de neumonía, aunque puede realizarse un manejo de la NAC sin ella en el adolescente sano, con buen estado general, que se trate de forma ambulatoria y tenga un seguimiento más cercano

En caso de realizarse, no se recomienda la sistemática de radiografía en dos proyecciones, PA y lateral. La radiografía lateral se recomiendaría si fuera relevante localizar la lesión (como podría ser el caso de neumonías recurrentes) hay dudas diagnósticas, se sospechan adenopatías o hay complicaciones.

La radiografía simple tiene limitaciones y ventajas(16,17). La realización de imagen en 2 dimensiones puede llevar a que consolidaciones, adenopatías o complicaciones sean enmascaradas por el corazón, mediastino o diafragma. La valoración puede diferir entre observadores, incluso especializados en radiología y con buenos medios técnicos. La falta de alteraciones radiográficas no excluye la neumonía, y una placa de tórax patológica puede ser interpretada como normal. La deshidratación y la leucopenia pueden dar lugar a falsos negativos en la radiografía.

Aunque en ciertos entornos geográficos puede haber dificultad de acceso rápido a su realización en Atención Primaria, esto en España no suele ocurrir. La valoración suele ser rápida si hay disponibles plataformas de historia clínica electrónica. Los gastos no son altos en nuestro medio. La radiación en el caso de radiografía de tórax, es muy baja realmente. Incluso hay posibilidad de telerradiografía en países o medios donde no esté disponible el radiólogo.

La imagen por tomografía computada es más sensible que la radiología simple; pero es más costosa y tiene radiación importante. Se reserva en pediatría y adolescencia para complicaciones (presencia de neumatocele, neumonía necrotizante, abscesos o dudas diagnósticas en neumonías de evolución inadecuada)(1,17).

Actualmente, se están desarrollando dos nuevas alternativas para aumentar la precisión diagnóstica(17): la ecografía de tórax y la secuencia rápida de resonancia.

  • La ecografía en el lugar de atención (point of care): la utilidad sería disponer en Atención Primaria o en Urgencias, necesita personal adiestrado, con sondas adecuadas. Cada vez hay menos debate sobre la realización fuera de los servicios de radiología por personal debidamente entrenado. Aporta datos sobre parénquima pulmonar, broncograma ecográfico, zonas avasculares(1). La utilidad en la hospitalización sería para descartar derrame o controlarlo y otras complicaciones. Frente a la radiografía simple, el valor predictivo positivo de la ecografía es algo menor (0,6 frente a 0,71), si bien el valor predictivo negativo es algo superior (0,86 frente a 0,8).
  • Secuencia rápida de resonancia magnética. En pacientes ingresados, la resonancia serviría para conseguir imágenes de mayor resolución en neumonías complicadas, sin tener que recurrir a la tomografía. Puede evidenciar la neumonía (imágenes de alta intensidad de señal en espacio alveolar, en secuencias T2), puede valorar derrames y abscesos. Los chicos mayores y adolescentes que cooperen pueden ofrecer buenas imágenes en resonancia con cierta colaboración. Todavía es escasa la evidencia sobre la exactitud de la resonancia en la interpretación de la neumonía.

Pruebas de laboratorio

En la mayor parte de las guías no se recomienda realizar estudios diagnósticos en pacientes ambulatorios(11,15), salvo sospecha de patógenos infrecuentes o circunstancias epidemiológicas especiales como por ejemplo en sospecha de tos ferina.

El diagnóstico causal de la neumonía sigue siendo subóptimo (hemocultivo, serologías, PCR viral, técnicas moleculares…), aunque se han realizado grandes avances en los últimos años(14), como los test de detección viral rápida múltiple en muestras nasofaríngeas, diagnóstico de DNA por Reacción de Polimerasa en Cadena, sobre todo en muestras estériles.

Véase Tabla II para la propuesta de estudios diagnósticos a considerar.

Biomarcadores. Los más utilizados son la leucocitosis (>15.000 leucos/mcL)-neutrofilia y especialmente la proteína C reactiva (PCR) y la procalcitonina (PCT). La PCR es de las más utilizadas, aunque ha mostrado tener una sensibilidad subóptima para identificar niños con neumonía bacteriana en valores sobre 6-8 mg/dl. La PCT (≥1-2 ng/mL) ha mostrado tener una cierta sensibilidad y especificidad superiores, especialmente en pacientes graves. Son útiles, pero no como único factor determinante en el manejo y tratamiento.

Los biomarcadores más utilizados son: la leucocitosis, la neutrofilia, y especialmente la PCR y la procalcitonina

El costo de la procalcitonina es alto. Otra utilidad de la PCR y sobre todo de la PCT es el seguimiento de pacientes críticos o que no presentan evolución favorable.

Otros biomarcadores están en estudio: interleucina 6 y otros(1).

Criterios de ingreso en la neumonía en adolescentes

Una vez planteado el diagnóstico de NAC, la siguiente cuestión es decidir el lugar donde debe aplicarse el tratamiento, así como hacer una orientación etiológica.

En adultos, para valorar la gravedad se han desarrollado escalas pronósticas(18) como Fine, PSI, CURB65. La escala CURB-65 es muy utilizada en clínica e investigación en pacientes con neumonía desde los 18 años de edad. Se calcula asignando un punto a los apartados: confusión, uremia, FR ≥30, TA sistólica <90 o diastólica ≤60, y edad ≥ 65 años. Esta escala indica mayor riesgo de mortalidad en los siguientes 30 días. Quizá esta escala infravalora la gravedad en el adulto joven. Además, no tiene en cuenta la SpO2, que es muy relevante para decidir el ingreso. El valor CURB-65 es orientador, la clínica, incluso la experiencia del clínico y su situación psicosocial del paciente son decisivos para ingresar a un paciente adulto con NAC.

En pediatría, se puede aplicar la escala PEWS (Pediatric Early Warning Score) sobre todo la SpO2 y el trabajo respiratorio(19). Valora la conducta, el componente cardiovascular y el respiratorio, con puntuación de 0 a 3 cada apartado, según incrementa la afectación.

Criterios de ingreso clínicos(1,11,20,21):

  • Afectación del estado general.
  • Signos de gravedad clínica inicial: aspecto tóxico-séptico. Decaimiento-somnolencia, alteración de la conciencia, inestabilidad hemodinámica, deshidratación. Trabajo respiratorio incrementado: taquipnea o tiraje importantes; pulsioximetría con Sat O2 < 92%, cianosis.
  • Apnea o respiración entrecortada.
  • Dificultad de la alimentación (vómitos, signos de deshidratación). Intolerancia a líquidos y a la medicación oral.
  • Falta respuesta al tratamiento empírico oral, correctamente utilizado, tras 48h del inicio.
  • PEWS Pediatric Early Warning Score >6.

Criterios de ingreso radiológicos:

  • Afectación multifocal en NAC de características típicas
  • Absceso pulmonar, neumatoceles
  • Afectación pleural significativa
  • Patrón intersticial grave
  • Imágenes radiológicas sospechosas de un microorganismo no habitual

Factores de riesgo a tener en cuenta:

  • Enfermedad de base: cardiopatía, fibrosis quística, inmunodeficiencia, malnutrición, drepanocitosis, bronquiectasias, nefropatía, diabetes, displasia broncopulmonar asociada a prematuridad, encefalopatía, etc.
  • Causas familiares y sociales: no sea posible garantizar una observación domiciliaria ni el cumplimiento terapéutico.

Valoracion de ingreso en UCI(20,22)

  • Shock
  • Dificultad respiratoria grave o agotamiento respiratorio, a pesar de oxígeno suplementario
  • Apneas frecuentes
  • Hipoxemia (SatO2 ≤ 90%) a pesar de oxigenoterapia con FiO2 ≥ 0,5
  • Hipercapnia progresiva (pCO2 ≥ 65-70, capilar o venosa)
  • Afectación radiológica rápidamente progresiva
  • Neumotórax
  • Alteraciones metabólicas graves
  • Afectación del nivel de consciencia

En estudios pediátricos sobre neumonías(11,20) (todas las edades y comorbilidades o no), éstas resultan ser un 1-4% de las consultas de Urgencias, y su porcentaje de ingreso es 14-25%, precisando UCIP hasta 20%.

Diagnóstico diferencial

Neumonitis o alteración radiológica pulmonar de causa no infecciosa:

  • Aspiración // Anaerobios: secundarios a aspiración. Frecuente en pacientes neurológicos. También en disfagia o alteración esofágica.
  • Aspiración de cuerpo extraño, y sus complicaciones, como infección recurrente o persistente.
  • Inhalación (hidrocarburos, tabaco, opiáceos, otras).
  • Radiación-Fármacos (citostáticos). Inflamación pulmonar que evoluciona a fibrosis pulmonar.
  • Hipersensibilidad a alérgenos.
  • Neumonitis por hipersensibilidad. Tras exposición de heno húmedo, excrementos de aves o productos químicos inhalados.
  • Neumonitis por hipersensibilidad tras “vapear” (uso de un e-cigarrillo). Neumonía lipoidea, neumonía eosinofílica.

Alteraciones anatómicas: secuestro pulmonar, enfisema lobar congénito, atelectasias, anillo vascular, quiste broncogénico…

Enfermedades pulmonares crónicas: asma, bronquiectasias, FQ, fibrosis pulmonar, déficit de alfa-1atntitripsina, sarcoidosis, histiocitosis X.

Vasculitis

Otras: neoplasias, infarto pulmonar, tromboembolismo pulmonar, edema pulmonar de origen cardiaco.

Tratamiento antimicrobiano

Una vez realizado el diagnóstico de neumonía en el adolescente, se iniciará siempre tratamiento antibiótico(11,20-22). Podría considerarse si hubiera un diagnóstico cierto de enfermedad viral en paciente inmunocompetente y no grave (test viral positivo, PCT negativa), y posibilidad de seguimiento estrecho.

El tratamiento de la neumonía en muchos casos se realiza en Atención Primaria. La afectación o gravedad, y las comorbilidades en el adolescente requieren adaptar el tratamiento empírico. Para la NAC típica en adolescente la primera indicación ambulatoria es la amoxicilina, en caso de ingreso, la ampicilina. En caso compatible con neumonía bacteriana atípica se debe elegir un macrólido. En casos no graves se usa monoterapia antibiótica

NAC de características típicas

  1. Neumonía no complicada:

    Tratamiento ambulatorio: amoxicilina oral 80-90 mg/kg/día en 3 dosis, 7-10 días.

    Tratamiento hospitalario: podría ser oral en casos seleccionados, pero suele administrarse iv: ampicilina i.v. 200-250 mg/kg/día en 3-4 dosis 2-4 días (> 24 h apirexia), seguida de amoxicilina oral a 80 mg/kg/día en 3 dosis de forma ambulatoria hasta completar 7-10 días.

    Opción válida si NAC con etiología neumocócica sospechada o confirmada: PENICILINA G SODICA IV 250.000 U/kg/cada 4h. Máximo 24 millones U al día. Si derrame hasta 400.000 U/kg/día.

    Si no hay respuesta a amoxicilina se añadirá un macrólido (Claritromicina o Azitromicina), o también si se sospecha la presencia de M. pneumoniae, Chlamydia pneumoniae o legionellosis o el paciente está grave o hipoxémico o hay sibilancias. Las resistencias a los macrólidos del neumococo en España es <25% actualmente, y no hay en bacterias atípicas.

    La alternativa al macrólido puede ser doxiciclina (4 mg/kg/día, en dos dosis, máximo 200 mg). Doxiciclina cubre bien a las bacterias atípicas, igual que las fluorquinolonas.

    En caso de alergia y sospecha de resistencia a macrólido y a doxiciclina, se puede usar levofloxacino (fuera de ficha, pues su indicación es en >18 años de edad), a 10 mg/kg/día, dosis cada 24h, máxima 500 mg/día. Las quinolonas se usan preferentemente en adolescentes si han completado desarrollo óseo. El uso de levofloxacino debe evitarse si hay dudas sobre que la neumonía pueda ser por tuberculosis hasta realizar el estudio microbiológico por ser un tratamiento de segunda línea.

  2. Neumonía con derrame pleural

    Opcional:

    • Ampicilina i.v. 250-300 mg/kg/día en 4 dosis.
    • Cefotaxima i.v. 200 mg/kg/día en 3 dosis. Máximo 12 gramos al día.
  3. Neumonía abscesificada (necrotizante):
    • Cefotaxima 200 mg/kg/día i.v. en 3 dosis + clindamicina i.v. 40 mg/kg/día en 3-4 dosis.
    • Alternativa: meropenem i.v. 60-80 mg/kg/día en 3 dosis.

NAC de características atípicas

Macrólido oral o i. (claritromicina o azitromicina) iv. Alternativa en mayores de 8 años: doxiciclina.

NAC no clasificable

Macrólidos

Grave (cualquier edad): cefotaxima/ceftriaxona i.v. + macrólido i.v.

Duración del tratamiento: en general 7 días, excepto la azitromicina (basta 3 días), levofloxacino puede ser suficiente 5 días (hasta 10), o ciertos patógenos o complicaciones como derrame pleural, neumonía necrotizante.

Se ha descrito buena evolución con tratamientos de 5 días, en adultos, pero hacen falta más estudios en pediatría.

  • Neumonías leve-moderadas: 7-10 días
  • Neumonías graves: 10-14 días
  • Neumonía atípica: 7-10 días (Azitromicina 5 días)
  • Según patógenos: C. trachomatis (14 días), Staf. aureus (3 semanas iv y 3-4 semanas vo), M. pneumoniae (7-10 días), Neumococo y Hib (7-10 días)

Dosificación de antibióticos Intravenosos

  • Ampicilina: 200 mg/Kg/día c/6 horas. Máx. 6-12 gramos/día. 300 al día si derrame
  • Amoxicilina-ácido clavulánico (10:1) 150mg/kg/día mg cada 6 h iv max 2 g cada 6 horas
  • Cefuroxima iv 150 mg/kg/día cada 6-8 horas (sensibilidad in vitro es ligeramente menor que resto de betalactámicos)
  • Penicilina G sódica iv 250.000 UI/kg/día cad 4 h.
  • Clindamicina iv 30-40 mg/kg/día cada 6 h.
  • Cloxacilina iv 150-200 mg/kg/día cada 6 h.
  • Cefotaxima: 150-200 mg/Kg/día c/8 horas. Máx. 10-12 gr.
  • Ceftriaxona: 50-75(100) mg/Kg/día c/24 horas. Máx. 2-4 gr.
  • Vancomicina: 40 (60) mg/Kg/día c/6-8 horas. Máx. 2-4 gr.
  • Claritromicina: 15-20 mg/Kg/día c/12 horas. Máx. 1 gr al dia. 7 días
  • Azitromicina: 10 mg/Kg/día c/24 horas. Máx 500 mg/dosis. Durante 3-5 días
  • Eritromicina: 40 mg/Kg/día. Máx 500 mg/dosis

Dosificación de antibióticos Orales

  • Amoxicilina: 90-100 mg/Kg/día c/8 horas. Máx. 1 gr/dosis o 4-6 gr/día
  • Amoxicilina – Ac. Clavulánico: igual dosis que Amoxicilina. Máx 1 gr de Amoxicilina y 125 mg de Ac. Clavulánico /dosis
  • Claritromicina: 15-20 mg/Kg/día c/12 horas. Máx. 500 mg/dosis
  • Azitromicina: 10 mg/Kg/día c/24 h. 3-(EE.UU 5 días, y a 5 mg/kg/día los 3-4 últimos)
  • Eritromicina: 40 mg/Kg/día. c/6h. Máx 500 mg/dosis

Alternativas: levofloxacino (quinolona, en ficha técnica en >18 años), a 10 mg/kg/día, dosis cada 24h, máxima 500 mg/día, moxifloxacino (quinolona, en ficha técnica en >18), a 7,5-10 mg/kg/día, dosis cada 24h, máxima 400 mg/día. doxicilina (>8 años) a 2-4 mg/kg/día, cada 12 o 24h, máximo 200 mg al día.

Otros: linezolid (en ficha técnica >18 años; 600 mg/dosis. Cada 12 h, iv o vo. Ceftarolina en mayores de 18 años de edad, iv (cefalosporina de 5º generación).

ANTIVIRALES

Oseltamivir en neumonía por gripe si el paciente está ingresado, concretamente si está hipoxémico, grave o presenta datos de riesgo.

Tratamiento general

Medidas generales

La medidas a plantear son(15,20,22):

Antipiréticos, analgésicos, O2 terapia para SpO2 >92 o 95, según las guías, soporte respiratorio, hidratación, nutrición. Riesgo de Secreción inadecuada de ADH (SIADH). Si hiponatremia o sospecha de SIADH, usar fluidos isotónicos en lugar de hipotónicos.

Monitorización de pulsioximetría si inestable en necesidades de O2terapia. Considerar gasometría para valorar pCO2.

Antitusígenos: deben ser evitados.

Fisioterapia: no se debe realizar en proceso agudo. Es útil si bronquiectasias, FQ, atelectasias.

Prevención de trombosis, tromboembolismo pulmonar. Considerar uso de heparinas de bajo peso molecular. A valorar en adolescentes mayores inmovilizados si hay factores de riesgo asociado: obesidad, síndrome metabólico, anticonceptivos orales, alteraciones hematológicas, oncológicas, traumatológicas, etc.

Muy importantes las Medidas de Aislamiento hospitalario:

  • VRS y parainfluenza: de contacto
  • Influenza, Bordetella, M Pneumoniae y Chlamydia: respiratorio gotas
  • Adenovirus, Staf aureus MR: contacto y respiratorio gotas

Se puede valorar la consulta con un especialista en infecciosos en caso de alergia, comorbilidades, fallo de respuesta a tratamiento, y con neumólogo si neumonía recurrente.

El uso de corticoides en el tratamiento de las neumonías en adultos se ha visto que acorta el tiempo de hospitalización, disminuye la necesidad de ventilación mecánica y el riesgo de distrés respiratorio. Todavía las guías no lo recomiendan como uso rutinario(18). En niños aún está en estudio.

Seguimiento

Revisión clínica en 48 horas de iniciado el tratamiento antibiótico(11,20-22).

En niños ingresados una vez comprobada la evolución favorable, desaparición de la fiebre y adecuada tolerancia oral, se puede sustituir la vía parenteral por la vía oral.

En la evolución sin complicaciones puede haber cierta astenia, cansancio o limitación ejercicio y esfuerzo deportivo durante 1 mes, a veces hasta 3 meses.

Control radiológico

Si la evolución de síntomas respiratorios es favorable no se recomienda radiografía de control. Si se realizara, no antes de las 4-6 semanas.

La radiografía simple está indicada en casos de síntomas persistentes (tras 48-72 h de tratamiento ab no existe mejoría clínica), neumonía redonda o con atelectasias, neumatocele, absceso pulmonar o derrame pleural(11,20-22).

Prevención

Promover un estilo de vida saludable en el y la adolescente, y la prevención de enfermedades infecciosas con medidas generales adecuadas y la vacunación según calendario vigente y con las indicaciones concretas en comorbilidades (antigripal incluida) puede evitar complicaciones y el desarrollo de enfermedad grave

Ya se mencionó la importancia decisiva de las vacunas conjugadas frente a Haemophillus influenzae, S. Pneumoniae conjugada 13 valente. En comorbilidades hay que tener presente la vacunación antineumocócica, incluida la polisacárida.

La vacuna antigripal, en sus indicaciones actuales, puede evitar gran parte de las formas graves de gripe en población infantil.

Las medidas preventivas de la infección por VRS (higiene de contacto, así como vacunación) serían muy útiles para aminorar el efecto de la neumonía en niños.

Conflicto de intereses

Miguel Zafra ha colaborado como investigador en el estudio Heracles, de Pfizer, epidemiológico sobre enfermedad neumocócica invasiva en Madrid.

Tablas y figuras

Tabla I. Diagnóstico diferencial entre la NAC típica y atípica

Neumonía típica

Neumonía atípica

Clínica

Fiebre alta, >39

Presentación brusca. Estado general afectado

Dolor costal o equivalentes

Auscultación de condensación: crepitantes, hipoventilación, soplo tubárico

Expectoración purulenta (no inicialmente)

Síntomas asociados: Herpes labial

Fiebre < 39ºC

Presentación no brusca, insidiosa. Buen estado general

Sin auscultación de focalidad, crepitantes con o sin sibilancias. Exacerbación de asma

Tos irritativa

Sintomas asociados: cefalea, mialgia, alteraciones cutáneas, articulares, otras

Radiología

Radiografía de condensación, con o sin derrame

Radiología variable, predomina el infiltrado intersticial, en ocasiones condensación

Analítica, biomarcadores

Leucocitosis con neutrofilia

PCR >6-8 mg/dl

PCT >2 ng/ml

Sin alteración

Tomado de referencias: (1, 11, 20).

Tabla II. Exploraciones complementarias en el manejo de la neumonía de la comunidad en adolescentes

NAC según lugar de tratamiento o circunstancias especiales

Exploraciones complementarias

NAC manejo ambulatorio

  • No son necesarias técnicas diagnósticas salvo sospecha de patógenos infrecuentes o circunstancias epidemiológicas especiales
  • En niños-adolescentes menores con buen estado general considerar manejo ambulatorio sin radiografía inicial (recomendación de Guías internacionales BTS, NICE, ATS)
  • En adolescentes mayores-adultos jóvenes: realizar radiografía
  • Visita de control a 48-72 h de inicio de tratamiento
  • Futuro: Ecografía en Atención Primaria

NAC que ingresa en hospital

  • Radiología simple de tórax
  • Hemocultivo
  • Hemograma. Bioquímica sanguínea. Biomarcadores: PCR/PCT
  • Gasometría (deshidratación, hipoxemia, posible hipercarbia)
  • Considerar cultivo de esputo. Para tinción de gram y cultivo bacteriano. Utilidad sobre todo si <10 células epiteliales
  • Ecografía. Estudio de líquido pleural en su caso
  • Aspirado nasofaríngeo si se sospecha gripe y está indicado
    el tratamiento
  • Test rápidos vía respiratoria alta para virus respiratorios (recomendación de algunas Guías Internacionales, o quizá futuro inmediato)
  • Test específico si sospecha: Bordetella pertussis o M tuberculosis

NAC que ingresa en UCIP-UCI

  • Hemocultivos
  • Estudio de líquido pleural en su caso
  • Ver resto de exploraciones de NAC que ingresa. PCT para control de infección
  • Detección en orina de antígeno de Legionella y neumococo
  • Serología Mycoplasma y Chlamydia
  • Muestras respiratorias de vía alta y baja, en su caso
  • Muestras invasivas (ej. Broncoscopia y BAL) si hay inmunodepresión, sospecha de ciertas etiologías o no hay respuesta a tratamiento
  • Aspirado nasofaríngeo si se sospecha gripe y está indicado
    el tratamiento

NAC que no responde al tratamiento o sospecha clínica de patógenos infrecuentes

  • Nuevos hemocultivos
  • Descartar/considerar tuberculosis (Mantoux, IGRA, cultivos)
  • Radiología, control. Ecografía
  • Ver resto de estudios de NAC que ingresa
  • Tomografía computarizada si NAC necrosante, neumatocele, absceso o fístula broncopleural
  • Muestra respiratoria invasiva (broncoscopia) si inmunodepresión o sospecha de ciertos patógenos y mala evolución-respuesta
    a tratamiento

Elaboración propia. Apoyo en referencias: (11, 18, 20).

Tabla III. Tratamiento de la neumonía de la comunidad en el adolescente en situaciones especiales

SITUACIÓN ESPECIAL

AGENTE CAUSAL

TRATAMIENTO

Inmunodeprimidos

H. influenzae

Pseudomonas aeruginosa

S. aureus

Pneumocystis jirovecii
(neumonía intersticial)

Legionella pneumophila,

Citomegalovirus

Hongos

M. Pneumoniae

C. Pneumoniae

Enterobacterias

M. Tuberculosis

Nocardia

Neumonía focal:

  • Cefepima iv con/sin Vancomicina iv

    (o Amoxicilina-Clavulánico iv)

  • Casos graves:

    Anfotericina B
    Liposomal iv

    Voriconazol

    Caspofungina

Neumonía difusa:

Cefepima iv +

Vancomicina iv

con/sin Cotrimazol iv

UCI

Neumococo resistente

S.aureus, S.pyogenes, Legionella

Cefotaxima + macrólido
con/sin cloxacilina

Abuso de drogas iv

S.aureus

Amoxicilina-ácido clavulánico

Aspiración, mala higiene dental,
enfermedad neuromuscular de base

S. aureus

H. influenzae

Anaerobios

E. Coli

S. pneumoniae

Amoxicilina-ácido clavulánico iv

Casos graves (alternativas):

  • Amoxi-Clavulánico iv +
    Gentamicina iv
  • Clindamicina iv +
    Gentamicina iv

Alcoholismo

Anaerobios, Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter spp

Infección Nosocomial (factores de riesgo: intubación, SNG, etc)

Bacilos Gram (-)

(Enterobacterias y Pseudomonas)

S. aureus

Legionella

Aspergillus

Meropenem o piperacilina/tazobactam

Casos GRAVES (alternativas):

  • Gentamicina +
    piperacilina/tazobactam
  • meropenem clindamicina

Fibrosis quística, Patología de base (cirugía, hospitalización).

Complicación de Bordetella

P. aeruginosa, S. aureus, Burkholderia,

Stenotrophomonas. H. influenzae. Aspergillus (aspergilosis broncopulmonar alérgica)

Amoxicilina-ácido clavulánico,

Ceftazidima, piperacilina-tazobactam,

meropenem, más un aminoglucósido,
o bien ciprofloxacino. Cloxacilina

No vacunados frente Haemophilus influenzae tipo b (Hib)

Hib

  • Amoxicilina-ácido clavulánico iv
  • Cefuroxima iv

Varicela, Ag neumococo negativo en liquido pleural, exantema escarlatiniforme, frotis SGA positivo, estado séptico, Mal estado general

Sospecha S.pyogenes

Penicilina G sódica iv + clindamicina iv

Grave (necrosante o shock tóxico):
Penicilina G/ o cefotaxima + Clindamicina

Neumatoceles, infección de piel o partes blandas, <2-3 años con mala evolución con antibiótico adecuado, estado séptico, mal estado general

Sospecha S.aureus meticilin-sensible (SAMS)

  • Cloxacilina iv + cefotaxima iv
  • Amoxicilina-clavulánico
  • Cefuroxima iv

Neumonía necrosante/absceso

SAMS productor de PVL, SAMR, S.pneumoniae, S.pyogenes, Nocardia o Aspergillus en inmunodeprimidos, Haemophilus, E.coli, Klebsiella, Pseudomonas, anaerobios, Candida

Cefotaxima iv + clindamicina

NAC asociada a infección gripe

S.pneumoniae, S.aureus, S.pyogenes, H.influenzae

Amoxicilina-clavulánico

Drepanocitosis.
Síndrome torácico agudo-neumonía

Bacterias atípicas y también:
S. pneumoniae, S. aureus y H. influenzae

  • Cefotaxima + macrolido
  • Si alergia: clindamicina + levofloxacino

VIH

  • S. pneumoniae, H. influenzae, S. aureus
  • Micobacterias
    Pneumocystis. CMV, VHS
  • Amoxicilina-ácido clavulánico,
    cefotaxima
  • Cotrimoxazol. Aciclovir

Elaboración propia, con apoyo en referencias: 20, 22.

Bibliografía

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21. Moreno-Pérez D, Andrés Martín A, Tagarro García A, Escribano Montaner A, Figuerola Mulet J, García García JJ, et al. Neumonía adquirida en la comunidad: tratamiento ambulatorio y prevención. An Pediatr (Barc). 2015; 83 (6): 439.e1-439.e7.

22. Moreno-Pérez D, Andrés Martín A, Tagarro García A, Escribano Montaner A, Figuerola Mulet J, García García JJ, et al. Neumonía adquirida en la comunidad: tratamiento de los casos complicados y en situaciones especiales. Documento de consenso de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) y Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP). An Pediatr (Barc). 2015; 83 (3): 217.e1-217.e11.

Bibliografía recomendada

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  • Chang AB, Upham JW, Masters IB, Redding GR, Gibson PG, Marchant JM et al. Protacted bacterial bronchitis: the last decade and the road ahead. Pediatr Pulmonol. 2016; 51. 225-42. Muy interesante para conocer la evolución del diagnóstico de la bronquitis bacteriana persistente, su diagnóstico y manejo en los últimos años.
  • Harris M, Clark J, Coote N, Fletcher P, Harnden A, McKean M, et al. British Thoracic Society guidelines for the management of community acquired pneumonia in children: update 2011. Thorax 2011;66(suppl 2):ii1-23. Artículo de lectura obligada. Revisa evidencias y manejo práctico del diagnóstico y tratamiento la neumonía.
  • Moreno-Pérez D, Andrés Martín A, Tagarro García A, Escribano Montaner A, Figuerola Mulet J, García García JJ, et al. Neumonía adquirida en la comunidad: tratamiento ambulatorio y prevención. An Pediatr (Barc). 2015; 83 (6): 439.e1-439.e7.
  • Moreno-Pérez D, Andrés Martín A, Tagarro García A, Escribano Montaner A, Figuerola Mulet J, García García JJ, et al. Neumonía adquirida en la comunidad: tratamiento de los casos complicados y en situaciones especiales. Documento de consenso de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) y Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP). An Pediatr (Barc). 2015; 83 (3): 217.e1-217.e11. Dos artículos de lectura obligada, recientes, resultado de revisión de la evidencia y consenso sobre el tratamiento de la neumonía de la comunidad y sus complicaciones o situaciones especiales.

 

 
 


Asma y adolescencia


 

Asma y adolescencia

C. Ortega Casanueva(1), J. Pellegrini Belinchón(2), S. de Arriba Méndez(3)..
(1) Doctora en Medicina. Especialista en Pediatría y Alergología. Unidad de Alergia y Neumología Infantil. Hospital Quironsalud San José. Madrid. Grupo de Trabajo de Asma y Alergia de la SEPEAP. (2) Doctor en Medicina. Pediatra de Atención Primaria. Centro Salud Pizarrales. Salamanca. Profesor Asociado de Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina. Universidad de Salamanca. Coordinador del Grupo de Trabajo de Asma y Alergia de la SEPEAP. (3) Doctora en Medicina. Especialista en Pediatría, área Alergia Infantil. Hospital Clínico Universitario de Salamanca. Profesora Asociada de Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina. Universidad de Salamanca. Grupo de Trabajo de Asma y Alergia de la SEPEAP

 

Fecha de recepción: 2 de septiembre 2018
Fecha de publicación: 15 de octubre 2018

 

Adolescere 2018; VI (3): 14-26

 

Resumen

La adolescencia es una etapa complicada y puede serlo más cuando el adolescente tiene asma. Dado que ésta es una enfermedad frecuente durante esa etapa y presenta unas connotaciones distintas al asma en otras edades, reconocer las peculiaridades propias de esta etapa de la vida permitirá al pediatra detectar las necesidades del adolescente, que lo último que desea es sentirse diferente por tener esta enfermedad. En estas edades cambia el individuo y con ello, el modo de afrontar la enfermedad, siendo frecuente la negación. La falta de cumplimento terapéutico y la aparición de nuevos factores desencadenantes, como puede ser el inicio del tabaquismo activo, complica el abordaje del problema. Si el adolescente no va asumiendo su propia responsabilidad puede ocasionar un defecto en la administración de la medicación de control, asociando, por tanto, un incremento de los síntomas y de las crisis. El pediatra debe enseñar los conceptos y técnicas precisas para que el adolescente asmático y su familia comprendan la enfermedad y participen activamente en su tratamiento. El objetivo será lograr una vida totalmente normal para su edad, lejos del absentismo escolar por enfermedad y con la práctica de ejercicio y deporte como rutina.

Palabras clave: Asma; Adolescencia; Tratamiento; Educación.

Abstract

Adolescence is a difficult stage, and it can be even more difficult when the adolescent has asthma. Since asthma is a frequent disease and has specific characteristics linked to adolescence, recognizing them will allow the pediatrician to detect the needs of the adolescent patients, so that they do not feel different for having this disease. As the individual changes during this stage, so does the way of dealing with the disease, with denial being very frequent. The lack of therapeutic compliance and the appearance of new triggers such as the beginning of active smoking make the problem more difficult to approach for both the pediatrician and the patient. What in childhood was parents’ responsibility becomes now the patient’s own. Not assuming certain commitments with the disease can result in the absence of sustained medication, relying exclusively on rescue medication and increasing the symptoms and the frequency of asthma attacks. The pediatrician must teach the concepts, skills and administration techniques so that the asthmatic adolescent and his family understand the disease and participate actively in its treatment. The aim is to achieve a totally normal life during this age, preventing school absenteeism due to illness and with the practice of routine exercise and sports

Key words: Asthma; Adolescence; Treatment; Education.

El asma es una enfermedad frecuente durante la adolescencia y presenta unas connotaciones distintas a otras edades. Reconocer las peculiaridades propias de esta etapa de la vida permitirá al pediatra realizar un adecuado seguimiento integral del adolescente asmático

Introducción

Los pediatras somos conscientes que estamos ante una etapa difícil de la vida en la que se cambia el modo de afrontar los problemas en general, cuanto más, en el caso de una enfermedad crónica como el asma, que junto a la obesidad, es la enfermedad crónica más prevalente en la adolescencia.

Hay que tener en cuenta que los adolescentes a veces tienen problemas para reconocer los síntomas, así como la gravedad de los mismos. El asma en el adolescente es una enfermedad probablemente infradiagnosticada; Siersted y colaboradores(1) encontraron que hasta un tercio de los adolescentes estaba sin diagnosticar y dos tercios de los no diagnosticados nunca había referido sus síntomas a un médico.

La Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA 4.3) de 2018(2) define el asma como una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, en cuya patogenia intervienen diversas células y mediadores de la inflamación, condicionada en parte por factores genéticos y que cursa con hiperrespuesta bronquial (HRB) y una obstrucción variable del flujo aéreo, total o parcialmente reversible, ya sea por la acción medicamentosa o espontáneamente.

Según datos del estudio “International Study of Asthma and Allergies in Childhood” (ISAAC), el asma afectaría a un 10% de los adolescentes entre 13 y 14 años. Si hablamos de deporte, el broncoespasmo inducido por ejercicio (BIE) llega hasta el 20% en este grupo(3).

La adolescencia es una etapa de transición donde el crecimiento acelerado y los cambios se combinan. Es habitual en estas edades que, a la vez que cambia el individuo, cambie el modo de afrontar la enfermedad, apareciendo con frecuencia la negación. La falta de cumplimento terapéutico y la aparición de nuevos factores desencadenantes como puede ser el inicio del tabaquismo activo complica el abordaje del problema por parte del pediatra y del adolescente.

Enseñar a vivir de forma saludable, fomentar el autocuidado, el manejo correcto de los sistemas de inhalación y conocer cómo tratar con la máxima autonomía una crisis de asma será la labor prioritaria del pediatra que trate a jóvenes asmáticos.

Asma y adolescencia: singularidades

No es lo mismo el asma en el niño que en el adolescente. El asma del adolescente presenta algunas singularidades(4):

Las infecciones respiratorias, tan presentes en la época de lactante y preescolar, tienen menos importancia en esta etapa de la vida como desencadenantes del asma y, por el contrario, la alergia a neumoalérgenos (pólenes, ácaros, hongos o epitelios de animales) cobra un papel muy importante a esta edad, aunque en muchos casos ya empezaran antes o se desarrollaran en la etapa escolar.

Las infecciones respiratorias tienen menos importancia en esta etapa de la vida y, por el contrario, la alergia a neumoalérgenos (pólenes, ácaros, hongos o epitelios de animales) cobran un papel muy importante a esta edad

Deporte y cambios de humor son propios de la adolescencia y, por tanto, se verán reflejados en el asma. El broncoespasmo inducido por ejercicio (BIE) es más prevalente en esta edad y además puede llegar a influir de forma importante y negativa en su relación con el “grupo de iguales”.

Si para un adolescente sano el proceso de cambio a la etapa adulta puede ser frustrante y difícil, para el adolescente enfermo, que es más vulnerable, puede constituir una dificultad añadida y tener efectos indeseables sobre su capacidad de independencia, desarrollo de su imagen corporal, maduración de la personalidad, búsqueda de su propia identidad e incluso en la relación con el grupo de amigos. Por tanto, los factores emocionales serán con más frecuencia la causa desencadenante en esta edad.

Los adolescentes empiezan a desarrollar tipos de asma propias de los adultos como es la relacionada con los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y el asma intrínseca.

Existe cambio físico pero el cambio de actitud frente a la enfermedad crónica es el principal problema que se plantea y el que nos encontraremos con más frecuencia los pediatras que tratamos adolescentes con asma(5). Estas actitudes de rechazo ante su enfermedad e incluso de negación del problema podrían explicarse por la necesidad del espacio propio, de distanciarse y diferenciarse de los padres (hasta ahora su apoyo fundamental), la rebeldía hacía las normas y, por último, la importancia que en esta edad tiene el “grupo de iguales”.

La necesidad de autoafirmación con rechazo de las reglas establecidas y de la autoridad de los adultos puede conducirlos a determinados hábitos (fumar tabaco, drogas) o a la adopción de conductas de riesgo(6) que pongan en peligro el control del asma.

A continuación, detallamos algunas de las actuaciones no apropiadas que podrían incrementar las crisis de asma:

  • Evitación de la medicación de base. Obvian la utilización de antiinflamatorios o corticoides inhalados ya que no observan efectos inmediatos.
  • Abuso de la medicación de rescate. Si no realizan el tratamiento de base adecuado, es normal que precisen con más frecuencia broncodilatadores de corta acción (de rescate). Procuran administrárselo en privado, para evitar que se les recuerde que no están haciendo bien el tratamiento.
  • Uso inadecuado de la medicación, tomando fármacos antiinflamatorios para la tos o para control de rinitis como tratamiento de rescate.
  • Olvido de las normas de evitación de desencadenantes. El adolescente procura evitar ser distinto de su grupo de amigos. Si todos fuman…¿por qué no voy a hacerlo yo también?.
  • Incapacidad para valorar los signos de alarma. El reconocimiento de su “nuevo cuerpo”, puede provocar que en ocasiones no sean capaces de valorar los signos de alarma, tanto de empeoramiento paulatino como la percepción de la crisis de asma.

La atención al adolescente asmático precisa de una serie de recursos en tiempo y formación de los profesionales de los que no siempre se dispone. No es fácil hacer que los adolescentes comprendan su patología sin que se sientan enfermos o menospreciados por sus amigos. Es necesario que acepten la dependencia de un tratamiento o la necesidad de acudir a nosotros, sus médicos. No es fácil y por tanto, este será nuestro reto.

Asma, adolescencia y factores de riesgo:

Existen unos factores de riesgo que más frecuentemente pueden actuar sobre el control del asma en la adolescencia: tabaquismo, obesidad y ansiedad / estrés.

La exposición del adolescente asmático a factores de riesgo (tabaco, obesidad, cambios de humor) complicará el manejo de su asma

Tabaquismo

Durante la infancia y hasta el inicio de la adolescencia, fumar tabaco es un problema que está más presente en los progenitores de los pacientes y la preocupación del pediatra se centra en evitar el tabaquismo pasivo. Pero, ahora, en la adolescencia, puede cambiar y empezar a ser activo.

Si los padres son fumadores, la tendencia del joven a imitar las conductas de los adultos puede inducirle a iniciarse en el tabaquismo. Lo mismo pasa con los amigos: si todos fuman, nuestro adolescente asmático no va a ser menos y querrá fumar también. Por eso, el pediatra deberá dejarle claro que las personas que fuman tienen más síntomas respiratorios y peor control de los mismos(7). Es mucho más fácil evitar que un adolescente se inicie en el hábito tabáquico que intentar deshabituar a un adulto.

Hay que destacar que algunos estudios encuentran que los jóvenes asmáticos tienen más riesgo de hacerse fumadores habituales, así como de fumar más número de cigarrillos que los adolescentes no asmáticos(8).

En general se considera que el tabaquismo puede influir como inicio o puerta de entrada de otras drogas como el cannabis, consumo de alcohol o conductas de riesgo.

Obesidad

La obesidad y el asma son las patologías crónicas más frecuentes en la adolescencia y, cuando coinciden en un mismo individuo hacen que el manejo y la evolución sean más complejos. Según Noal y colaboradores(9) en una población de Brasil observaron un 50% más de sibilancias en los adolescentes obesos.

La presencia de obesidad en la adolescencia también se ha relacionado con la persistencia de asma en la edad adulta, especialmente en la población femenina(10). Se ha estimado que la obesidad podría ser la responsable de un 15 a 38% de los casos de asma(11).

Factores emocionales: ansiedad

Para el adolescente con asma los problemas psicológicos son especialmente importantes e influirán decisivamente en su calidad de vida.

Existe una asociación entre el asma y la salud mental de los jóvenes, siendo claramente significativa en el caso de los problemas de ansiedad y depresión(12) y, algo menos, en el caso de los problemas de comportamiento.

Se ha visto que la ansiedad se asocia a un aumento de la gravedad del asma, del uso de recursos asistenciales y con el peor control de los síntomas(12).

Comorbilidades

Cualquier otra enfermedad crónica, como la rinitis alérgica, diabetes, reflujo gastroesofágico (RGE), depresión, que vaya asociada al asma, podría hacer más difícil el manejo de ambas enfermedades(13).

Rinitis alérgica: Dentro de la problemática asociada al asma, la rinitis alérgica es la más frecuente. Hay un reciente estudio donde se destaca el empeoramiento de la calidad de vida del adolescente con asma(14), viéndose curiosamente más afectada que en el niño o adulto con rinitis.

Broncoespasmo inducido por el ejercicio físico (BIE)

El broncoespasmo inducido por el ejercicio (BIE) se define como un estrechamiento brusco y transitorio de las vías aéreas, producido 5-15 minutos después de un ejercicio intenso y continuo. El adolescente tiene sensación de cansancio prematuro y es habitual que presente tos, disnea, sibilancias y opresión torácica(2).

Se ha publicado que en algunas zonas de España la frecuencia de BIE en adolescentes llega hasta casi el 20%(3). Por tanto, es fundamental la educación y la prevención, tanto con medidas generales como con tratamiento farmacológico, para conseguir que el adolescente pueda realizar una vida normal para su edad.

A pesar de ello, se les debe fomentar la realización de ejercicio físico. Es muy importante no evitar la práctica de ningún deporte y explicar al adolescente que un tratamiento adecuado evitará la aparición de los síntomas.

Es necesario también mejorar la forma física y capacidad aeróbica. La práctica de deportes será beneficiosa para la evolución de su asma si se realiza de forma adecuada. La natación, por ejemplo, mejora la función pulmonar en adolescentes y niños(15).

Es fundamental el calentamiento previo, la progresión del ejercicio y el uso de bufandas si el ambiente es frío y seco, así como la respiración nasal.

Si el BIE se produce de forma habitual será necesario tratar correctamente el asma de base.

El tratamiento profiláctico utilizado habitualmente son los broncodilatadores de acción corta previos al ejercicio. En ocasiones también se utilizan los antileucotrienos, los corticoides inhalados, y cuando es preciso, la combinación de ambos(16). Se les debe explicar de forma sencilla y simplificar en lo posible el tratamiento, por ejemplo, recomendándoles en una única dosis los corticoides inhalados, y mejor si es nocturna, lo cual parece favorecer la adherencia. Toda la información se dará por escrito y se debe recomendar un calendario de síntomas.

El tratamiento profiláctico utilizado en el BIE son los broncodilatadores de acción corta previos al ejercicio

Diagnóstico

El diagnóstico de asma en el adolescente no es distinto que en el niño mayor o en el adulto. Para ello, lo fundamental será realizar una historia clínica adecuada, es decir, metódica y minuciosa. Podemos encontrarnos la dificultad de que los adolescentes a veces no son nada colaboradores y en ocasiones optan por el mutismo o el “no sé” constante.

La historia clínica debe ir enfocada a valorar las características y gravedad de las crisis, los periodos intercrisis, identificar factores agravantes o precipitantes, estimar el impacto de la enfermedad en el paciente y evaluar el desarrollo de la enfermedad.

Durante la adolescencia, los signos y síntomas clínicos no son criterio suficiente para diagnosticar la enfermedad, además de una exploración física completa y correcta, son necesarias unas pruebas funcionales y, a ser posible, añadiremos la realización de un estudio alergológico.

Pruebas de función respiratoria

Para realizar un diagnóstico correcto será imprescindible llevar a cabo una espirometría forzada y un test de broncodilatación.

  • Espirometría forzada: En la espirometría se constata, en el caso de asma, un patrón obstructivo con disminución de la capacidad vital (CV), capacidad vital forzada (CVF), también disminución del FEV1, y el cociente FEV1/ CVF.
  • Test de broncodilatación: La prueba de broncodilatación se realiza tras una espirometría basal, se aportan broncodilatadores de acción corta (habitualmente 4 dosis de salbutamol con cámara espaciadora, cada una de las pulsaciones separadas 30 segundos), aunque se pueden utilizar otros broncodilatadores. A los 15-20 minutos se realiza otra espirometría, si el FEV1 aumentó más del 9% del valor teórico o más del 12% del valor basal previo, se considera una prueba de broncodilatación positiva y es muy sugestiva de asma.

En esta edad cobra un papel fundamental la realización de pruebas alergológicas, ya que si durante la infancia muchas crisis están desencadenadas por procesos infecciosos, en el adolescente los desencadenantes por excelencia son los aeroalérgenos(17).

No se podrá iniciar una pauta de tratamiento de mantenimiento sin un buen diagnóstico (anamnesis minuciosa, exploración física correcta, pruebas de función respiratoria y estudio alergológico) y una clasificación del asma correcta

Clasificar el asma

No podremos iniciar una pauta de tratamiento de mantenimiento sin un buen diagnóstico y una clasificación correcta.

Proponemos clasificar el asma en la adolescencia de la misma forma que en la edad infantil, tal y como se propone en la GEMA 4.3 (Tabla I)(2). La justificación para utilizar la clasificación empleada en niños se fundamenta en un criterio conservador que evite subestimar la gravedad.

En efecto, debido a la edad y el tipo de actividad física que realizan los adolescentes (parecida a la que han estado realizando durante la edad infantil, no reglada y en muchos casos impredecible), y que los jóvenes tienden a no reconocer bien su sintomatología, si clasificásemos la gravedad de su asma según indican la “Global Iniciative for Astma” (GINA)(18) y algunos otros consensos referidos a población adulta, estaríamos posiblemente subestimando su gravedad.

Esta clasificación se utiliza para orientar el tratamiento en un primer momento; posteriormente, los cambios de medicación dependerán de la evolución clínica y del control de la enfermedad.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial en estas edades se debe realizar fundamentalmente con la disfunción de cuerdas vocales y la tos psicógena.

  • Disfunción de cuerdas vocales: se trata de la disfunción paradójica de las cuerdas vocales en algún momento del ciclo respiratorio y que producen una obstrucción de la vía aérea. Cuando el estridor que se puede confundir con sibilancias y asma es inspiratorio es más fácil de sospechar la disfunción de cuerdas vocales que cuando es espiratorio. Es más frecuente en mujeres jóvenes y adolescentes. El diagnóstico, que no es fácil, en ocasiones lo puede sugerir una meseta típica en la espirometría, y se debería intentar realizar en pleno episodio una fibrolaringoscopia con visualización directa de las cuerdas vocales(19).
  • Tos psicógena: ausencia de clínica por la noche o cuando el sujeto está distraído o entretenido.

Tratamiento

Es importante que antes de iniciar la pauta de tratamiento se explique al paciente adolescente en qué va a consistir exactamente. Es preciso aportar medidas concretas, directas y por escrito, además de demostrar la técnica y comprobar que realiza correctamente la técnica inhalatoria.

Hemos de tener en cuenta la habilidad y preferencias del paciente. Esto último es fundamental en adolescentes ya que si no están de acuerdo o cómodos con el tratamiento, terminarán por no hacerlo.

Tratamiento farmacológico de mantenimiento

El tratamiento farmacológico es una parte más del tratamiento integral del asma, que debe incluir la educación y el control de factores que influyen en su evolución. La forma de iniciar el tratamiento de fondo del asma en el adolescente se expone en la Tabla II(2).

Una vez iniciado el tratamiento según la clasificación de gravedad del asma, el objetivo del tratamiento será conseguir un adecuado control de la enfermedad. Se considerará que el adolescente está controlado cuando puede hacer actividad física sin limitaciones, presenta nula o mínima sintomatología, no presenta reagudizaciones ni precisa medicación de rescate. La función pulmonar deberá ser normal con una variabilidad del FEM < 20%.

Herramientas para la valoración clínica del asma en adolescentes

Con el fin de facilitar y estandarizar la evaluación del control de asma se han desarrollado diversos cuestionarios sencillos y fáciles de cumplimentar por el paciente(2,18).

  • Cuestionario Control del Asma (CAN versión adolescente): consta de 9 preguntas, con 5 posibles respuestas, que se puntúan cada una de 0 a 4 puntos. La puntuación máxima es de 36 puntos y la mínima de 0 puntos. A mayor puntuación peor control. Se considera un deficiente control a partir de 8 puntos.
  • Asma Control Test (ACT): tiene una validación más detallada para su uso en la clínica diaria con puntos de corte definidos. Una puntuación igual o superior a 20 equivale al asma bien controlada, mientras que con puntuaciones iguales o inferiores a 15 el asma estaría mal controlada.
  • Asthma Control Questionnaire (ACQ): Los puntos de corte inicialmente establecidos con el ACQ son ≤ 0,75 para asma bien controlada y ≥ 1,5 para asma no bien controlada. No obstante, recientemente se han validado en la versión española del ACQ unos nuevos límites: asma bien controlada < 0,5, asma parcialmente controlada entre 0,5 a 0,99 y asma no controlada > 1.

Sin embargo, la fiabilidad de estos dos últimos cuestionarios para detectar el asma mal controlada es escasa, por lo que no se deben utilizar nunca como única herramienta de valoración del control. Las pruebas objetivas son fundamentales en estos casos.

Tratamiento según el grado de control

En la Figura 1, se expone el tratamiento escalonado según el grado de control(2).

Antes de aumentar la dosis o número de fármacos en el tratamiento de mantenimiento comprobaremos que la adherencia al tratamiento, la técnica inhalatoria y las medidas de evitación de desencadenantes sean correctas.

Es preciso hacer alguna puntualización sobre el tratamiento de mantenimiento en esta edad:

  1. Los β2 adrenérgicos de acción larga no deben utilizarse nunca en monoterapia, siempre asociados a glucocorticoides inhalados (GCI). Cuando ambos fármacos se asocian mejoran el control y permiten reducir las dosis de GCI.
  2. La efectividad de los GCI está bien contrastada a esta edad.
  3. Aunque los antileucotrienos son eficaces a estas edades, tienen menor capacidad antinflamatoria que los GCI. Cuando ambos fármacos se asocian mejoran el control(18).
  4. A cualquier edad, el control del asma moderada o grave debe hacerse siempre coordinado con otros especialistas, alergólogos infantiles o neumólogos pediátricos del hospital de referencia.
  5. El descenso de medicación se realizará de forma progresiva, pasando de un nivel al inmediatamente inferior.

Inmunoterapia como tratamiento

Se indicará la inmunoterapia como tratamiento cuando no es posible evitar la exposición al alérgeno, cuando no se consigue un adecuado control de los síntomas de asma con la medicación adecuada o cuando éste provoca efectos adversos o es rechazado por el paciente o su familia.

Se utiliza generalmente en asma episódica frecuente o moderada, cuando existe sensibilización a un único alérgeno o a un alérgeno predominante del que se disponga de extractos de alta calidad estandarizados biológicamente. Se utiliza también en asma leve con rinitis importante que afecta especialmente a la calidad de vida del paciente.

La inmunoterapia no debe prescribirse a pacientes con asma grave o no controlada, por el elevado riesgo de reacciones adversas graves, incluso mortales(2,18).La administración se puede realizar de forma subcutánea o sublingual.

Anticuerpos monoclonales como terapia del asma grave

Los fármacos biológicos con anticuerpos monoclonales dirigidos a dianas específicas del asma han supuesto un avance muy importante para el tratamiento de esta patología. El enfoque del tratamiento del asma por fenoendotipos nos hace estar cada vez más cerca de un tratamiento del asma a la carta(20).

Los fármacos biológicos con anticuerpos monoclonales han supuesto un avance muy importante para el tratamiento del asma grave en el adolescente

Actualmente existen diversos estudios en marcha con anticuerpos monoclonales que bloquean citocinas proinflamatorias que se liberan en el asma(21).

Anti Ig-E: Omalizumab

Primer tratamiento biológico desarrollado para el tratamiento del asma alérgica grave. Ha demostrado una reducción de las exacerbaciones graves en el adolescente.

Es un anticuerpo monoclonal IgG de origen murino y humanizado (más del 95% de la molécula es de origen humano) frente a la inmunoglobulina E (anti-IgE).

En España está autorizado como terapia complementaria para mejorar el control del asma en niños de 6 a 11 años, preadolescentes (mayores de 12 años) y adolescentes con asma alérgica persistente grave.

Para su uso deben cumplirse algunos requisitos como: prueba cutánea positiva o reactividad in vitro a un aeroalérgeno perenne, disminución de la función pulmonar (FEV 1 < 80%) o múltiples exacerbaciones graves documentadas a pesar de dosis altas diarias de corticoides inhalados más beta adrenérgicos de acción larga (LABA) Cada vez se están realizando más estudios sobre el tratamiento a largo plazo con omalizumab(22).

Anticuerpos monoclonales anti IL-5: Mepolizumab, Reslizumab, Benralizumab

La interleucina-5 (IL-5), principal citoquina involucrada en la activación de los eosinófilos, causa la inflamación de las vías respiratorias. Se han desarrollado anticuerpos monoclonales dirigidos contra IL-5 o su receptor (IL-5R). Estudios recientes sugieren que reducen las exacerbaciones del asma, mejoran la calidad de vida y la función pulmonar(23).

Actualmente, los datos disponibles en adolescentes de 12 a 18 años de edad son muy limitados. No se ha establecido todavía la seguridad y eficacia, por lo que no se puede hacer una recomendación.

Otros: Azitromicina

Según algunos estudios, la azitromicina podría ser útil como terapia añadida en el tratamiento del asma persistente(24).

Tratamiento de la crisis de asma aguda

Durante la adolescencia, la valoración de la crisis de asma y su tratamiento es la misma que en el niño mayor o adulto y se expone en la Figura 2(2).

Educación

Educando en asma al adolescente

La educación sobre asma en la adolescencia puede ser un tema complicado. El manejo del asma, implica un adecuado autocontrol. Y es aquí es donde se enfoca gran parte de este artículo: la educación del adolescente.

La educación no solo se basará en enseñar unos conceptos y habilidades. Será necesario aplicar técnicas de motivación precisas para que el adolescente comprenda su enfermedad y participe activamente en su control y tratamiento.

Para ello serán necesarias la motivación y habilitación para vivir de forma saludable y enseñarles a manejar su enfermedad correctamente y con la máxima autonomía. Si no se consigue este objetivo probablemente no se consiga un adecuado control de la enfermedad.

La educación no solo se basará en enseñar unos conceptos y habilidades; será necesario aplicar técnicas de motivación precisas para que el adolescente comprenda su enfermedad y participe activamente en su control

El proceso educativo del adolescente debe ser individualizado, adaptado a cada una de las situaciones y vivencias, debe ser flexible, continuo y dinámico.

Objetivos

El objetivo general es conseguir que sea capaz de controlar su enfermedad y que realice una vida normal para su edad, incluyendo la actividad física, el deporte, los estudios o trabajo y la relación con su entorno.

Para mejorar la calidad de vida, se deben formular objetivos específicos como aumentar el conocimiento sobre la enfermedad, detectar con prontitud signos de empeoramiento o alarma, reducir el número de exacerbaciones, de visitas a urgencias, evitar el absentismo escolar o laboral o mejorar la adherencia al tratamiento.

Secuencia

La educación se debe iniciar con el diagnóstico educativo, identificando y valorando las necesidades del adolescente y su familia. Hay que conocer ¿Quién es el paciente? ¿A qué se dedica, estudia, trabaja, cuáles son sus aficiones? ¿Qué sabe sobre su enfermedad? ¿Qué tipo de asma tiene? ¿Cuál es su motivación?

A partir de estas necesidades, en función de estas y dependiendo de los recursos disponibles, se determinan los objetivos, como hemos mencionado en el punto anterior en coordinación con nuestro paciente, y una vez establecidos se establece una pauta secuencial que debe ser planificada u organizada.

Es importante hacer un plan de acción (Tabla III)(2) y utilizar una metodología estructurada para aplicar y desarrollar los contenidos.

En esta etapa de la vida es preciso citarles con más asiduidad que a otros pacientes, repasar con ellos sus problemas e inquietudes e intentar llegar a acuerdos asumibles.

Contenidos

Conocer y valorar el conocimiento así como la actitud del adolescente con respecto al asma antes de planificar las intervenciones educativas será primordial. La educación no puede limitarse a trasmitir información sin más. La información y habilidades básicas que debe aprender un adolescente con asma se expresan en la Tabla IV(2).

  • Anatomía, fisiopatología

Antes de explicar la diferencia entre medicación de mantenimiento y de rescate es necesario que el adolescente tenga unos conocimientos básicos sobre la enfermedad, la anatomía y fisiopatología del aparato respiratorio. Para explicar de forma sencilla y clara la diferencia entre inflamación y broncoconstrición se pueden utilizar diversos métodos como el de los anillos concéntricos(27).

Factores desencadenantes, medidas de control y evitación

Para evitar que el adolescente tenga una crisis de asma es muy importante que él mismo comprenda cuales son los factores desencadenantes, las medidas de control y evitación.

Con el adolescente nunca se debe emplear un abordaje del tipo prohibicionista, ya que se puede provocar un efecto rebote. Si no pueden realizar alguna actividad, como salir al campo en primavera, deben comprender bien la causa e interiorizarla. Probablemente a veces será inevitable que se equivoquen y que sufran las consecuencias para aprovecharlas de forma positiva e integrante en la siguiente sesión y sacar conclusiones comunes después de la experiencia.

Se han de tratar con normalidad temas como el tabaco, la obesidad, alérgenos, ejercicio, deporte, infecciones respiratorias, alimentos, fármacos e irritantes.

Si en algún momento es necesario restringir algún tipo de actividad, aunque sea temporalmente, debemos hablarlo con él y valorar una alternativas o posponer la actividad para otro momento.

  • Educación en la percepción de síntomas y signos de alarma

El adolescente debe reconocer sus síntomas y signos de empeoramiento o de comienzo de una crisis, así, el cansancio, la tos, los pitidos, los despertares nocturnos, la opresión en el pecho o la dificultad para respirar deben valorarse con prontitud y actuar en consecuencia antes de que aumente la gravedad del proceso.

Monitorización de la enfermedad. Medidas objetivas

La percepción de la sintomatología clínica es algo subjetivo ya que puede estar modificada por otros factores como el estado de ánimo. Para ayudar al adolescente a su reconocimiento y valoración se puede realizar un “diario de síntomas”, es decir, un cuaderno donde se apunten diariamente los signos y síntomas.

Si queremos utilizar un método objetivo, se puede recurrir a la medida del Flujo Espiratorio Máxima (FEM), utilizando un aparato para medirlo de forma ambulatoria, el medidor de pico de flujo o Peak Flow Meter (PFM).

Con la medida del FEM se obtienen unos valores límites individualizados para cada paciente y que conducen al mantenimiento o cambio del tratamiento según criterios pactados entre el paciente y el médico. Es un buen sistema para adolescentes que no son capaces de reconocer los síntomas de empeoramiento, presentan asma grave o inestable, otras veces se puede utilizar en monitorizaciones cortas de 2-3 semanas, en descompensaciones o ante cambios terapéuticos, aunque hay que advertir que si no se realiza la técnica de forma adecuada el valor del FEM puede inducir a errores.

  • Automanejo del asma y plan de acción por escrito

El automanejo del asma pretende conseguir y mantener la mejor función pulmonar posible y por lo tanto la mejor calidad de vida para el adolescente, a través del control de medidas ambientales, evitación de desencadenantes, determinación de la gravedad del asma tanto clínica como basada en medidas objetivas y utilización de pautas de tratamiento farmacológico adecuado.

Para conseguirlo es preciso establecer un “plan de acción” por escrito (Tabla III)(2), que debe ser pactado con el adolescente, donde deben establecerse de forma clara, concisa e individualizada las medidas a tomar con respecto al tratamiento de mantenimiento y sus posibles ajustes, actitud ante una posible crisis y cuándo acudir a un servicio de urgencia.

El pediatra debe realizar un “plan de acción” por escrito donde se establezca de forma clara, concisa e individualizada las medidas a tomar con respecto al tratamiento de mantenimiento así como la actitud ante una posible crisis de asma

Con las habilidades de autocuidado el adolescente será capaz de:

  1. Conocer y evitar los desencadenantes.
  2. Reconocer y monitorizar los síntomas.
  3. Utilizar la medicación, especialmente la inhalada, de forma correcta.
  4. Actuar de forma temprana ante cualquier variación de su asma.

El autocontrol es conseguir la capacidad para reconocer cualquier situación clínica y tomar las decisiones adecuadas y esto no siempre es fácil con los adolescentes.

  • Técnicas y sistemas de inhalación

Si el adolescente no domina las técnicas de inhalación será imposible que consiga un adecuado control de la enfermedad.

Ningún paciente debe salir de la consulta del médico en la que se le ha propuesto una medicación inhalada sin que el profesional haya enseñado y comprobado que maneja la técnica correctamente.

Esto no será posible si en la consulta del médico/enfermera no se dispone de placebos de sistemas de inhalación y de polvo seco, cámaras, medidores de pico de flujo, etc.

El paciente debe saber cómo mantener limpios los dispositivos y cámaras, comprobar el adecuado funcionamiento y si quedan pocas dosis del fármaco cuando no tiene contador y las medidas de higiene bucal tras su administración.

  • Cumplimiento terapéutico. Adherencia y concordancia

Cuando un paciente no tiene síntomas durante largos periodos de tiempo, se “olvida” del tratamiento. Con el asma pasa igual, existe una elevada tasa de incumplimientos terapéuticos. Esta realidad se ve sobre todo en adolescentes.

Hablamos de cumplimiento terapéutico cuando la conducta y tratamiento farmacológico del paciente se acomoda a lo indicado por su médico. Esto implicaría obediencia por parte del paciente.

La adherencia al tratamiento se refiere al hecho de que el paciente acepta voluntariamente las recomendaciones del médico, después de un razonable acuerdo o negociación del plan terapéutico. La concordancia llega cuando existe noción de autonomía por parte del adolescente en relación de igualdad con su médico y se utilizan decisiones corresponsables respecto al tratamiento y manejo de la enfermedad. El paciente se implica en el manejo de su enfermedad en una alianza terapéutica médico/paciente.

Aunque en estas edades lo ideal sería la concordancia, si se consigue la adherencia al tratamiento, hablamos de éxito.

Para mejorar la adherencia en consulta, es preciso que sepamos escuchar, dar pruebas de confianza y apoyo asegurando en todo momento la confidencialidad, observando las actitudes de nuestro paciente y su lenguaje corporal y sobre todo, cumplir nuestras promesas para no defraudar su confianza.

Quién debe realizar la educación del adolescente

Todos los profesionales (médicos, pediatras, alergólogos, neumólogos, enfermeras) que tengan relación con el adolescente y su asma deben haber recibido una formación adecuada y de calidad.

Esta formación consistirá en la realización de talleres prácticos para mejorar las habilidades en educación. Es también importante formar a la familia e incluso a profesores y educadores(25).

El pediatra de atención primaria, responsable del seguimiento integral y de la promoción de autocuidados, debe ser cercano y familiar con el adolescente, buscando la adherencia al tratamiento para un buen manejo de su enfermedad, siempre coordinado con atención especializada en aquellos casos que lo requieran.

El pediatra de atención primaria debe ser el responsable del seguimiento integral y de la promoción de autocuidados del adolescente asmático, siempre coordinado con atención especializada en aquellos casos que lo requieran

Tablas y figuras

Tabla I. Clasificación de la gravedad del asma en la adolescencia

Episódica ocasional

Episódica frecuente

Persistente moderada

Persistente grave

Episodios

  • De pocas horas o días de duración < de uno cada
    10-12/semanas
  • Máximo 4-5
    crisis/año
  • < de uno cada
    5-6 semanas
  • Máximo
    6-8 crisis/año

> de uno cada
4-5 semanas

Frecuentes

Sistemas intercrisis

Asintomático, con buena tolerancia al ejercicio

Asintomático

Leves

Frecuentes

Sibilancias

Con esfuerzos intensos

Con esfuerzos moderados

Con esfuerzos mínimos

Síntomas nocturnos

≤ 2 noches por semana

> 2 noches por semana

Medicación de alivio (SABA)

≤ 3 días por semana

3 días por semana

Función pulmonar

  • FEV1
  • Variabilidad PEF

> 80%

< 20%

> 80%

< 20%

> 70% – < 80%

> 20% – < 30%

<70%

>30%

FEV1: volumen espiratorio forzado en el primer segundo; PEF: flujo espiratorio máximo; SABA: agonista
β2 adrenérgico de acción corta.

Tabla II. Tratamiento inicial de mantenimiento en el adolescente

Gravedad del asma

Elección

Alternativa

Crisis

Episódica ocasional

No precisa

No precisa

β2 adrenérgicos de acción corta a demanda

Episódica frecuente

GCI a dosis bajas

ARLT

Persistente moderada

GCI a dosis medias

GCI a dosis bajas + β2 adrenérgicos de acción larga

o GCI a dosis bajas + ARLT

Persistente grave

GCI a dosis altas + β2 adrenérgicos de acción larga

Se puede considerar una o varias:

  • +GC orales
  • +ARLT
  • Metilxantinas
  • Omalizumab

GCI: Glucocorticoides inhalados; GC: Glucocorticoides; ARLT: antileucotrienos.

Tabla III. Plan de acción en el asma

I. TRATAMIENTO HABITUAL

  1. Tomar diariamente _____________________________________________
  2. Antes del ejercicio tome _______________________________________

II. CUÁNDO DEBE INCREMENTAR SU TRATAMIENTO

  • Valoración del grado de control de su asma

    ¿Tiene más de dos veces al día síntomas de asma?

    ¿Su actividad o ejercicio físico se encuentra limitado por el asma?

    ¿Le despierta el asma por la noche?

    ¿Necesita tomar su broncodilatador más de dos veces al día?

    ¿Si utiliza su medidor de flujo (PEF), los valores son inferiores a ____?

    Si ha respondido Sí en tres o más de las preguntas, su asma no se encuentra bien controlada y es necesario aumentar su tratamiento habitual.

No Sí

No Sí

No Sí

No Sí

No Sí

  • Cómo se incrementa el tratamiento

    Aumente su tratamiento de la manera siguiente y valore su mejora diariamente:

    ___________________________(escriba el aumento del nuevo tratamiento)

    Mantenga este tratamiento durante _________ días (especifique el número)

  • Cuándo debe pedir ayuda al médico/hospital

    Llame a su médico/Hospital ________________________ (dar los números de teléfono)

    Si su asma no mejora en ____________ días (especificar el número)

    ________________________________________________ (líneas de instrucciones complementarias)

    • EMERGENCIA: pérdida grave del control de su asma
    • Si tiene intensos ataques de ahogo y sólo puede hablar con frases cortas.

      Si tiene intensos y graves ataques de asma.

      Si tiene que utilizar su broncodilatador de rescate o alivio cada 4 horas y no mejora.

      1. Tome de 2 a 4 pulsaciones ________________ (broncodilatador de rescate)
      2. Tome ______ mg de _____________________________ (glucocorticoides por vía oral)
      3. Solicite ayuda médica: acuda _____________________________ Dirección _____________________
        Llame al teléfono _________________________________
      4. Continúe usando su ______________________________ (broncodilatador de rescate) hasta que consiga ayuda médica

    Tabla IV. Información y habilidades básicas que debe aprender un adolescente con asma

    • Conocer que el asma es una enfermedad crónica y necesita tratamiento continuo aunque no tenga molestias.
    • Saber las diferencias que existen entre inflamación y broncoconstricción.
    • Diferenciar los fármacos “controladores“ de la inflamación, de los “aliviadores“ de la obstrucción.
    • Reconocer los síntomas de la enfermedad.
    • Usar correctamente los inhaladores.
    • Identificar y evitar en lo posible los desencadenantes.
    • Monitorizar los síntomas y el flujo espiratorio máximo (PEF).
    • Reconocer los signos y síntomas de agravamiento de la enfermedad (pérdida del control).
    1. Actuar ante un deterioro de su enfermedad para prevenir la crisis o exacerbación.

    Figura 1. Escalones terapéuticos del tratamiento de mantenimiento del asma del adolescente

    Figura 2. Manejo diagnóstico y terapéutico de la exacerbación asmática del adolescente

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    Tos crónica en la adolescencia


     

    Tos crónica en la adolescencia

    M. Seoane, V. Sanz, JR. Villa.
    Servicio de Neumología Pediátrica. Hospital Universitario Infantil Niño Jesús. Madrid.

     

    Fecha de recepción: 7 de agosto 2018
    Fecha de publicación: 15 de octubre 2018

     

    Adolescere 2018; VI (3): 6-13

     

    Resumen

    La tos es un síntoma común, que si se prolonga en el tiempo puede llegar a ser angustioso y tener un gran impacto en la calidad de vida del paciente y su familia. Es uno de los principales motivos de consulta médica y consumo de fármacos. En la mayoría de casos, la causa es una infección respiratoria banal, pero cuando la tos persiste más de 4 a 8 semanas se considera «tos crónica» y debe realizarse una evaluación para descartar patologías específicas. Las causas de tos en el adolescente difieren sustancialmente de los niños de menor edad, pero también de los adultos y deben seguirse protocolos específicos para su manejo. Es importante que el manejo diagnóstico-terapéutico de la tos crónica se realice en función de la etiología sospechada, para evitar tratamientos innecesarios..

    Palabras clave: Tos psicógena; Tos paroxística; Asma.

    Abstract

    Cough is a common symptom, which if prolonged can be distressing and have a major impact on the quality of life of the patient and his family. It is one of the main reasons for medical consultation and drug consumption. In most cases, the cause is a banal respiratory infection, but when the cough persists for more than 4 to 8 weeks, it is considered a “chronic cough” and should be evaluated to rule out specific pathologies. The causes of cough in adolescents differ substantially from younger children but also from adults. Therefore, specific protocols must be followed for its management. The diagnosis and treatment of cough should be based on the suspected etiology to avoid unnecessary treatment.

    Key words: Psychogenic cough; Whooping cough; Asthma.

    Introducción

    La tos es un reflejo fisiológico que pretende liberar secreciones, vencer el broncoespasmo o proteger la vía aérea frente a la inhalación de sustancias irritantes o cuerpos extraños. Los receptores de la tos están localizados a lo largo de las vías respiratorias y se estimulan por irritación química, estimulación táctil y fuerzas mecánicas. Las infecciones respiratorias de las vías altas, la hiperreactividad bronquial, el asma, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, entre otros, producen aumento de la sensibilidad de los receptores de la tos.

    La tos crónica es aquella tos que dura más de 4-8 semanas, aunque su criterio varía en las distintas guías clínicas. La “British Thoracic Society” define la tos persistente como aquella de más de 8 semanas de duración, argumentando que la mayoría de las infecciones del tracto respiratorio superior cursan con tos que se pueden prolongar hasta 4 semanas(1).

    La tos crónica es aquella que dura más de 4-8 semanas. En 3-4 semanas la mayoría de causas infecciosas de tos se habrán resuelto

    La tos crónica puede provocar una alteración importante en el entorno y en el propio paciente (impacto en la calidad de vida, alteración en la calidad del sueño, pérdida de días de colegio, gasto farmacéutico…), por lo que es un motivo de consulta muy frecuente. Además la adolescencia es un momento “crítico” del crecimiento donde se producen cambios hormonales, físicos y sobre todo psicológicos. Es una etapa vulnerable para el desarrollo de sintomatología psicosomática, por lo que debemos estar atentos a la aparición de estos procesos, para no confundirlos con otros procesos orgánicos.

    Etiología

    La tos crónica se puede clasificar desde el punto de vista etiológico en 3 grupos:

    1. Tos normal o esperada: se conoce la causa y, por lo tanto no requiere estudios específicos, por ejemplo, secundaria a una infección aguda del tracto respiratorio por aumento de secreciones….
    2. Tos específica: existen síntomas y signos que sugieren un diagnóstico específico. En este grupo entran los diagnósticos de asma, fibrosis quística, síndromes aspirativos, etc.
    3. Tos inespecífica: engloba cuadros que cursan con tos, predominantemente seca y como síntoma aislado, en ausencia de signos o síntomas que sugieran patología y en el que las exploraciones complementarias básicas (espirometría basal forzada y radiografía de tórax) son normales(2-3).

    La tos también puede clasificarse por su calidad y por el propio patrón de la tos, en húmeda o productiva que sugiere movilización de secreciones, y tos seca producida por estímulos irritativos.

    Las causas de tos crónica varían en función de la edad. En la Tabla I se exponen las causas más frecuentes en el adolescente(4).

    Gedik AH et al, realizaron un estudio prospectivo de niños remitidos a la consulta de Neumología por tos crónica, observando que en el grupo de edad de 6-17 años (n=195) el diagnóstico más frecuente era asma (23.6%), seguido de la tos psicógena (13.8%)(5). La bronquitis bacteriana persistente, aunque con menos frecuencia también está descrita en pacientes > 12 años.

    En los últimos años, en pacientes adultos se habla del término de “Síndrome de tos por hipersensibilidad” para definir el trastorno de tos crónica, reconociendo así, la existencia de un desajuste en la regulación de los nervios sensoriales. El “Síndrome de tos por hipersensibilidad” se propuso para explicar, en un subgrupo de pacientes, la presencia de tos persistente como consecuencia de un presunto desencadenante que en la mayoría de los individuos simplemente induciría una tos transitoria, autolimitada o fácilmente tratable, sin embargo, en estos pacientes la tos se prolonga en el tiempo. Los síntomas de estos pacientes son similares a los de otros desórdenes neuropáticos (hiperalgesia, alodinia). La tos exagerada suele ser desencadenada por estímulos conocidos, como olores fuertes o humo (hipertusia) y hasta no tusivos, como hablar o reír (alotusia). Son frecuentes las sensaciones de cosquilleo en la garganta (parestesia laríngea). Existen diferencias de opinión acerca de la relevancia clínica de este concepto. La investigación se vuelca actualmente en desarrollar nuevas medicaciones más específicas que mengüen la hipersensibilidad en lugares diana del trayecto del impulso nervioso de la tos(6).

    Diagnóstico

    El diagnóstico de la tos crónica, sobre todo en la adolescencia, suele ser complicado. Es fundamental una buena historia clínica, con un interrogatorio y una exploración física exhaustivos en los que basar las pruebas complementarias. Es importante tener protocolos específicos para este grupo de edad, puesto que las causas más frecuentes, difieren sustancialmente de los niños de menor edad, pero también de los adultos.

    La historia clínica detallada y el examen físico son herramientas básicas para orientar el diagnóstico y la necesidad de estudios complementarios

    Clínica

    Se debe valorar el tiempo y la evolución, el tipo de tos, el ritmo horario, los factores agravantes y los desencadenantes, la calidad de la tos (seca o productiva) y los síntomas asociados. La tos crónica productiva purulenta es siempre patológica y obliga a investigar las enfermedades pulmonares supurativas. Interrogar sobre los factores ambientales (tabaquismo personal o familiar, animales, irritantes ambientales…) y buscar síntomas/signos de alarma (tos durante la alimentación, tos de comienzo brusco, tos supurativa con expectoración, sudoración nocturna, pérdida de peso asociada o signos de patología pulmonar crónica…) que ayuden a la orientación diagnóstica (Tabla II).

    Pruebas complementarias

    En la valoración inicial siempre debe realizarse una radiografía de tórax y una prueba de función pulmonar (espirometría basal forzada con test de broncodilatación). En función de los resultados se valorará la realización de otras pruebas complementarias dirigidas según la sospecha clínica:

    En la evaluación inicial se recomienda realizar una radiografía de tórax y una espirometría basal forzada con prueba broncodilatadora

    • Función pulmonar: espirometría y prueba broncodiladora. Una prueba broncodilatadora positiva sugiere asma, pero cuando ésta es normal, se necesitan estudios complementarios (test provocación bronquial, óxido nítrico exhalado….) para llegar al diagnóstico.
    • Pruebas cutáneas: prueba de la tuberculina, test del sudor y prick cutáneo para aeroalérgenos.
    • Estudio microbiológico: cultivo de esputo o aspirado nasofaríngeo y/o serologías.
    • Pruebas de laboratorio: hemograma e inmunoglobulinas, IgE específicas para aeroalérgenos.
    • Otros estudios radiológicos: tomografía computarizada de alta resolución (TCAR) pulmonar ante la sospecha de enfermedades pulmonares supurativas, malformaciones pulmonares o infecciones graves.
    • Fibrobroncoscopia: sospecha de anomalías de la vía aérea, cambios radiológicos localizados persistentes en el tiempo.
    • pH-impedanciometría: cuando se sospeche ERGE.

    Diagnóstico diferencial de las etiologías de tos crónica más frecuentes en la adolescencia

    Las causas más frecuentes de tos crónica en la adolescencia son la tos postinfecciosa, el asma, los trastornos respiratorios funcionales y el síndrome de vía aérea superior

    Tos post-infecciosa

    Proceso que se inicia tras una infección respiratoria de vías altas, pero se prolonga en el tiempo. Las infecciones respiratorias como Mycoplasma o Chlamydia pneumoniae, y determinados virus son causa de tos prolongada que puede durar más de 3 semanas, pero generalmente menos de 8. Suele ser una tos que interfiere en la calidad de vida porque es tanto diurna como nocturna. Las infecciones por gérmenes como la Bordetella pertussis o parapertussis, pueden causar tos crónica, dando lugar a episodios espasmódicos de tos tras la infección inicial que se resuelve lentamente durante un periodo de hasta 3-6 meses. Se cree que la disrupción epitelial y la inflamación por neutrófilos y linfocitos desempeñan un papel principal en la etiología. La inflamación de la mucosa promueve la producción de moco, estimulando los receptores de la tos y la expectoración o el aclaramiento de la vía aérea(7). El cultivo de Bordetella pertussis tiene bajo rendimiento y la PCR aunque es más sensible (89% a los 4 días, 56% a los 7 días) solo tiene valor en las primeras 4 semanas. Con respecto a las serologías, su papel es limitado. la IgM no ha mostrado adecuada especificidad; la IgA aunque es más específica de infección es menos sensible que la IgG(8).

    El tratamiento puede mejorar el curso de la enfermedad si se instaura precozmente (fase catarral), pero posteriormente no varía la evolución. No hay ningún fármaco que haya mostrado eficacia en el control de la tos. Se recomienda administrar macrólidos en las primeras cuatro semanas del inicio de la infección o en las siguientes 6-8 semanas si va a tener contacto con población de riesgo (embarazadas, lactantes, ancianos), para disminuir el riesgo de trasmisión(8).

    La tosferina continúa siendo un problema de salud pública y es una enfermedad endémica en los países desarrollados, con picos epidémicos cíclicos cada 2-5 años. En los últimos años se ha observado un resurgimiento de la tosferina, que se asocia en parte con un incremento de casos en adolescentes y adultos. La inmunidad vacunal disminuye en los primeros 3 años y desaparece transcurridos 4-12 años tras la última dosis (que en la mayoría de calendarios vacunales es a los 6 años), por lo que al llegar a la adolescencia y la edad adulta se ha perdido y los individuos son de nuevo susceptibles(9). El Comité Asesor de Vacunas de la AEP (Asociación Española de Pediatría) recomienda administrar una dosis de recuerdo entre los 12-18 años y otro en las embarazadas.

    Asma

    Los síntomas clásicos de asma son tos, sibilancias y opresión torácica con o sin disnea. Estos síntomas pueden presentarse de forma combinada o aislada, de ahí que la tos crónica se haya considerado un “equivalente de asma”. Este término, derivado de los adultos, no está tan aceptado en la edad pediátrica. La mayoría de los estudios han señalado que el asma es una causa poco frecuente de tos crónica en ausencia de otros síntomas (autoescucha de sibilancias, opresión torácica, disnea…)(3). No obstante, en casos muy concretos en adolescentes, la tos como equivalente asmático debe considerarse si se asocia con uno o más de los siguientes datos: tos en respuesta a desencadenantes de asma (ejercicio, risa, exposición a irritantes de la vía aérea…), hiperreactividad bronquial demostrada en pruebas de función pulmonar, inflamación eosinofílica de la vía aérea (medida habitualmente en la clínica por la fracción espirada de óxido nítrico -FeNO-), presencia de atopia personal o familiar(7). En estos casos puede realizarse una tanda de prueba de tratamiento con glucocorticoides inhalados (GCI). Será sugestivo de asma una respuesta rápida al tratamiento, con una reaparición de los síntomas tras retirada del mismo que se controlan de nuevo al reintroducirlo. La falta de respuesta al tratamiento es suficiente para excluir el diagnóstico y suspenderlo en la mayoría de los casos.

    La tos crónica inespecífica mejora con el tiempo, con o sin tratamiento por lo que es importante no sobrediagnosticar casos de asma. Para ello, es importante realizar en todos los casos una espirometría con prueba broncodilatadora y valorar según el caso, la determinación de FeNO, pruebas de sensibilización alérgica, los test de provocación bronquial (si prueba broncodilatadora negativa),etc(10).

    Es importante no sobrediagnosticar asma en el adolescente con tos crónica inespecífica. La mayoría de adolescentes con tos crónica aislada no tendrán asma

    Trastornos respiratorios funcionales

    En esta entidad se incluyen la tos psicógena y la disfunción de cuerdas vocales.

    El término de tos psicógena es controvertido y se han propuesto numerosos cambios de nomenclatura, siendo las últimas recomendaciones utilizar Síndrome de tos somática y en el caso de la tos tipo hábito (“habit cough”) se ha sustituido por el término de tos tipo tic (“tic cough”). Un tic se define como un movimiento repetitivo que involucra grupos musculares discretos. Las características clínicas clave de los tics incluyen supresión, distracción, sugestibilidad y variabilidad. Las guías ACCP (American College of Chest Physicians) recomiendan que el diagnóstico del Síndrome de tos somática solo puede realizarse después de que se haya realizado una evaluación exhaustiva, se excluyan las causas infrecuentes de tos y el paciente cumpla con los criterios del DSM-5 para un trastorno de síntomas somáticos (incluyen uno o más síntomas somáticos que son angustiantes o que provocan una interrupción significativa de la vida diaria). Puede haber pensamientos desproporcionados y persistentes sobre la gravedad de los síntomas, los altos niveles de ansiedad sobre los mismos o el tiempo y la energía excesivos que se les dedica(11-12).

    Las características clínicas de la tos tipo tic son:

    • Tos fuerte y repetitiva (recuerda en ocasiones al graznido de un ganso canadiense). Existen variantes de esta tos, más suaves y que son tipo aclaramiento de garganta.

      La tos tipo tic se caracteriza por ser una tos seca, ruda, “en graznido”, que habitualmente desaparece en el sueño y responde bien a técnicas de sugestión. Es fundamental su reconocimiento para evitar tratamientos ineficaces y la morbilidad asociada

    • Clara disminución o desaparición de la tos durante el sueño o distracciones (no siempre).
    • Mayor frecuencia en niños escolares y adolescentes sin diferencia de sexos.
    • Puede iniciarse tras una infección viral.
    • Las pruebas complementarias y la exploración física son normales (salvo la tos).
    • No hay respuesta a los distintos tratamientos.
    • Suele ser muy alarmante para el entorno, pero el paciente muestra una sorprendente indiferencia.

    Aunque la tos es muy característica, pudiendo reconocerla en la primera visita, es un diagnóstico de exclusión. Generalmente responde a técnicas de modificación del comportamiento (en lugar de farmacoterapia) como la terapia de sugestión (Tabla III). El diagnóstico precoz es muy importante para evitar tratamientos farmacológicos innecesarios e iniciar la terapia de sugestión lo antes posible, para evitar la cronicidad del proceso. La terapia de sugestión es un medio para potenciar la capacidad del paciente de resistir el impulso de la tos e intentar romper el círculo vicioso de tos-irritación-tos. Se realiza en sesiones de unos 15 minutos, alcanzando generalmente en los 10 primeros minutos un periodo libre de tos. Se les aconseja que tras aprender a suprimir la tos, deben continuar concentrándose el resto del día en ese objetivo y se les advertirá de posibles recurrencias y como tratarlas(13). En ocasiones estos adolescentes pueden requerir derivación a un psicólogo o psiquiatra si no responden a la terapia de sugestión.

    La tos tipo hábito o tos tipo tic es un trastorno mal diagnosticado en muchas ocasiones. Su retraso diagnóstico lleva a un aumento de la morbilidad y al uso de tratamientos ineficaces por lo que es fundamental su conocimiento.

    Weinberger et al, describen en un estudio retrospectivo de 140 pacientes (4-18 años), en los que la duración media del retraso diagnóstico son 4 meses de evolución desde la visita inicial en Neumología. Hasta casi un 30% presentaban > 12 meses de evolución. La terapia de sugestión supuso un éxito del 95% en la resolución de la tos(14). Los mejores resultados se obtienen cuando el paciente está sintomático durante la visita.

    Wright MFA et al, realizaron un estudio prospectivo con 55 pacientes (3.1-16 años) analizando la eficacia de tratamiento mediante refuerzo simple. El 93% de los pacientes había recibido algún tratamiento médico previo a la primera visita, con una media de 3 pruebas terapéuticas. En un 82% la terapia de sugestión supuso la resolución de la tos (12% en el mismo día, 59% en las primeras 4 semanas y el 26% en 1-6 meses). Se obtuvieron mejores resultados en los casos en los que la familia y el paciente creían en el diagnóstico (96% vs 54%). Se observaron recurrencias de la tos (44%), sobre todo en situaciones de estrés o tras infecciones respiratorias, siendo más leve y autolimitada(15).

    No existen datos estratificados por edad en ninguno de los estudios.

    Rojas AR et al, describen la evolución natural sin tratamiento de la tos en 60 pacientes diagnosticados de “childhood involuntary cough syndrome”, con una duración media previa de la tos de 7.6 meses. La tos en el 73% de los pacientes se resolvió espontáneamente en una media de 6.1 meses, pero en el 27% restante la tos persistió durante unos 5.9 años(16).

    La disfunción de cuerdas vocales (DCV) es una entidad poco frecuente que cursa con una aducción inapropiada de las cuerdas vocales durante la inspiración, espiración o ambas. Clínicamente, se manifiesta en forma de episodios agudos, generalmente de inicio y final bruscos, que cursan con una gran variedad de signos y síntomas, desde tos seca, disnea con o sin tiraje, estridor laríngeo, disfonía y/o respiración entrecortada o superficial. Su presentación como tos crónica sin ningún otro síntoma asociado no es habitual. Predomina en las mujeres con una edad media de presentación de 14,5 años. El diagnóstico correcto de la DCV precisa la visualización directa de la laringe mediante una laringoscopia directa cuando el paciente se encuentra sintomático. Las pruebas de función pulmonar, fundamentalmente las curvas flujo-volumen de la espirometría, pueden orientar también al diagnóstico(17).

    Síndrome de vía aérea superior

    Este cuadro era previamente conocido como el síndrome de goteo nasal posterior. Es consecuencia de la estimulación mecánica de los receptores de la tos situados en la hipofaringe y laringe, debido a las secreciones que descienden de la nariz y de los senos paranasales. Característicamente empeoran al acostarse y al levantarse, a diferencia de la tos nocturna del paciente asmático que suele ser a media noche. En los adolescentes se debe a la presencia de rinitis persistente y/o hipertrofia de cornetes. El diagnóstico se basa en la historia clínica y el examen físico, no suelen ser necesarios estudios de imagen. Con respecto al tratamiento, estos pacientes pueden beneficiarse de antihistamínicos y glucocorticoides tópicos nasales(7).

    Reflujo gastroesofágico

    La relación entre la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y las manifestaciones respiratorias es muy compleja, controvertida y difícil de establecer. Varios estudios refieren que los trastornos esofágicos pueden desencadenar tos en adultos y niños, pero a su vez, la tos puede provocar reflujo gastroesofágico.

    El tratamiento con fármacos antiácidos está limitado por el gran efecto placebo. La presencia de reflujo ácido en un niño con tos crónica no es necesariamente la causa de la tos.

    Se encontró una relación temporal entre el reflujo ácido o débilmente ácido y la tos, sólo en el 15% de los episodios en adultos, lo que sugiere que la aspiración y el reflejo vagal mediado por la tos sólo son relevantes en una minoría(18).

    En un estudio de Chang AB et al, se mostró que casi el 90% de los accesos de tos en niños no se correspondían con reflujo documentado en la pHmetría(19). En el estudio de Gedik AH et al, mencionado previamente, observo que en el grupo de mayores de 6 años (n=190), la asociación entre RGE y tos crónica se dio sólo en el 0.5% de los casos(5).

    La mayoría de los pacientes con tos crónica no se benefician del tratamiento inhibidor ácido solo, lo que sugiere que otros factores además del reflujo ácido son importantes, o simplemente, el reflujo es irrelevante.

    Tratamiento y prevención

    La tos es un síntoma, no una enfermedad, por lo tanto nuestro objetivo será encontrar su causa para realizar un tratamiento etiológico, pero no podemos olvidar que:

    • Siempre hay que evitar los factores ambientales o la exposición al humo del tabaco, que pueden exacerbar cualquier tipo de tos.

      Siempre hay que evitar la exposición a irritantes e investigar sobre tabaquismo activo en los adolescentes

    • Existe un efecto periodo o resolución espontánea de la tos.
    • Existe un efecto placebo de los tratamientos que en algunos estudios es de hasta el 85%(20).

    Por lo tanto, el tratamiento de la tos específica es el tratamiento de la causa concreta de la tos.

    Si no existe sintomatología clínica de alarma ni alteraciones radiológicas o funcionales, se ha de tranquilizar al adolescente y/o los padres y realizar un seguimiento estrecho, vigilando la evolución de la tos. Se pueden producir cambios en las características de la tos y/o aparecer a lo largo del tiempo alguno de los signos o síntomas de alarma que nos orienten hacia la realización de otras pruebas complementarias específicas. Es importante pensar en este grupo de edad en las afecciones somáticas, para iniciar un tratamiento precoz y un manejo adecuado.

    Si la tos persiste en el tiempo, en función de sus características, se puede valorar un ensayo terapéutico con antibióticos en el caso de la tos húmeda, o con GCI en el caso de tos seca, y reevaluar su eficacia (1,3).

    A veces es necesario realizar un ensayo terapéutico o bien con GCI en casos de tos seca o con antibióticos en casos de tos húmeda, que en caso de buena respuesta puede orientar el diagnóstico

    No está indicado el empleo de antitusivos de acción central, antitusivos no narcóticos, mucolíticos ni expectorantes. No hay evidencia para recomendar un tratamiento empírico antirreflujo en los casos de tos crónica inespecífica.

    Existe poca evidencia respecto a que exista un tratamiento eficaz para la tos crónica inespecífica

    Tablas y figuras

    Tabla I. Etiología más frecuente de tos crónica en el adolescente

    Tos crónica en el adolescente

    Infecciones

    Asma

    Síndrome de vía aérea superior

    Trastornos respiratorios funcionales

    Tabaquismo

    Bronquiectasias

    Malformaciones pulmonares

    Modificado de Urgelles Fajardo E, et al(4).

    Tabla II. Historia clínica en la tos crónica

    ¿Cómo empezó?

    Tras IRVA

    Post-infecciosa

    Bronquitis bacteriana persistente

    Características

    Productiva

    Bronquiectasias, fibrosis quística…

    Seca, desaparece durante el sueño

    Trastorno somático de la tos, tic-tos

    Sonido: en graznido, perruna, paroxística

    Trastorno somático de la tos, tos laríngea, síndrome pertusoide

    Síntomas acompañantes

    Sibilancias

    Asma

    Gallo y/o apnea

    Síndrome pertusoide

    Hemoptisis

    FQ, bronquiectasias, TB, malformación arteriovenosa

    Predominio y desencadenantes

    Ejercicio, aire frío, risa o llanto

    Asma

    Con el decúbito

    ERGE, Síndrome de vía área superior

    Respuesta al tratamiento

    Broncodilatadores

    Mejora: hiperreactividad bronquial

    Empeora: malacia

    Antibióticos

    Mejora: bronquiectasias, bronquitis bacteriana persistente

    Modificado de Urgelles Fajardo E, et al(4).

    IRVA: infección respiratoria de vías altas, FQ: fibrosis quística, TB: tuberculosis, ERGE: enfermedad por reflujo gastroesofágico.

    Tabla III. Principales elementos de una sesión de tratamiento por sugestión

    1. Dirigirse al paciente con la certeza de que la tos se resolverá en esa visita. Es fundamental transmitirle confianza.
    2. Explique la tos como un círculo vicioso que comenzó con un irritante inicial que ahora se ha ido, y ahora la tos por si misma está provocando la irritación y más tos.
    3. Instruir al paciente a concentrarse únicamente en aguantar la necesidad de toser, por un período de tiempo inicial breve (p.ej. 1 minuto). Aumente progresivamente este período de tiempo y utilice una alternativa, como beber agua tibia para “aliviar la irritación“.
    4. Dígale al paciente que cada segundo que se aguanta la tos hace que sea más fácil suprimir más tos.
    5. Repita expresiones de confianza en que el paciente está desarrollando la capacidad de resistir la necesidad de toser.
    6. Cuando se consiga evitar la tos (generalmente durante unos 10 minutos), pregunte de una manera retórica, “estás siendo capaz de aguantar la tos, ¿no te parece?“.
    7. Terminar la sesión cuando el paciente pueda responder afirmativa y repetidamente a la pregunta:”¿sientes que ahora puedes aguantar la necesidad de toser por tu cuenta?”. Esta pregunta sólo se hace despues de que el paciente ha aguantado 5 minutos sin toser.
    8. Exprese confianza de que, si se repite el impulso de toser, el paciente puede hacer lo mismo en casa (autosugestión).

    Modificado de Weinberger M, et al(13).

    Figura 1. Algoritmo diagnóstico-terapéutico de la tos crónica en el adolescente

    Bibliografía

    1. Shields MD, Bush A, Everard ML, McKenzie S, Primhak R. BTS guidelines: Recommendations for the assessment and management of cough in children. Thorax.2008;63 Suppl 3:1–15.

    2. Lamas A, Ruize Valbuena M, Máiz L. Tos en el niño. Arch Bronconeumol. 2014;50(7):294-300.

    3. Chang AB, Glomb WB. Guidelines for evaluating chronic cough in pediatrics: ACCp evidence based clinical practice guidelines. Chest. 2006;129 (1 Suppl):260S-283S.

    4. Urgelles Fajardo E, Barrio Gómez de Agüero MI, Martínez Carrasco MC, et al. Tos persistente. Protocolos diagnósticos y terapéuticos de la AEP: neumología. Available at:

    http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/9_4.pdf.

    5. Gedik AH, Cakir E, Torun E, Demir AD, Kucukkoc M, Erenberk U, et al. Evaluation of 563 children with chronic cough accompanied by a new clinical algorithm. Ital J Pediatr. Italian Journal of Pediatrics; 2015;41(1):1–7.

    6. Chung KF, McGarvey L, Mazzone S. Chronic cough and cough hypersensitivity syndrome. Lancet Respir Med;2016;4(12):934–5.

    7. Castro Wagner JB, Pine HS. Chronic Cough in Children Pediatr Clin N Am 60 (2013) 951–967.

    8. Kimberlin DW, Brady MT, Jackson MA, Long SS, eds. Red Book: 2015 Report of the Committee on Infectious Diseases. 30th ed. ElkGrove Village, IL: American Academy of Pediatrics; 2015.p610.

    9. Moraga-Llop FA, Campins-Martí M. Vacuna de la tos ferina. Reemergencia de la enfermedad y nuevas estrategias de vacunación. Enferm Infecc Microbiol Clin. SEGO; 2015;33(3):190–6.

    10. Bush A. Paediatric problems of cough. Pulm Pharmacol Ther. 2002;15(3):309–15.

    11. Vertigan AE. Somatic cough syndrome or psychogenic cough-What is the difference? J Thorac Dis. 2017;9(3):831–8.

    12. Haydour Q, Alahdab F, Farah M, et al. Management and diagnosis of psychogenic cough, habit cough, and tic cough: a systematic review. Chest 2014; 146:355.

    13. Weinberger M, Lockshin B. When is cough functional, and how should it be treated? Breathe. 2017;13(1):22-30.

    14. Weinberger M, Hoegger M. Thecoughwithout a cause: habitcoughsyndrome. J AllergyClinImmunol 2016;137: 930–931.

    15. Wright MFA, Balfour-Lynn IM. Habit-tic cough: Presentation and outcomewith simple reassurance. PediatrPulmonol. 2018;53(4):512–6.

    16. Rojas AR, Sachs MI, Yunginger JW, et al. Childhoodinvoluntarycoughsyndrome: a long-termfollow-up study. Ann Allergy 1991; 66: 106.

    17. Montaner AE. Disfunción de las cuerdas vocales. AnEspPediatr 2002; 56 [Supl 2]: 59-63.

    18. De Benedictis FM, Bush A. Respiratory manifestations of gastro-oesophageal reflux in children. Arch Dis Child. 2018;103(3):292–6.

    19. Chang AB, Connor FL, Petsky HL, et al. An objective study of acid reflux and cough in children using an ambulatory pHmetry-cough logger. Arch Dis Child 2011;96:468–72.

    20. Eccles R. The powerful placebo in cough studies? Pulm. Pharmacol. Ther. 15(3),303–308 (2002).

    Bibliografía recomendada

    • Chang AB, Glomb WB. Guidelines for evaluating chronic cough in pediatrics: ACCp evidencebased clinical practice guidelines. Chest. 2006;129 (1 Suppl):260S-283S.
    • Weinberger M, Lockshin B. When is cough functional, and how should it be treated? Breathe. 2017;13(1):22-30.
    • Vertigan AE. Somatic cough syndrome or psychogenic cough-What is the difference? J Thorac Dis. 2017;9(3):831–8.
    • De Benedictis FM, Bush A. Respiratory manifestations of gastro-oesophageal reflux in children. Arch Dis Child. 2018;103(3):292–6.
    • Gedik AH, Cakir E, Torun E, Demir AD, Kucukkoc M, Erenberk U, et al. Evaluation of 563 children with chronic cough accompanied by a new clinical algorithm. Ital J Pediatr. Italian Journal of Pediatrics; 2015;41(1):1–7.

     

     
     


    El adolescente con asma

     

     

    El adolescente con asma

    Mª Inés Hidalgo Vicario

    Mª Inés Hidalgo Vicario
    Pediatra. Doctora en Medicina. Acreditada en Medicina de la Adolescencia. Directora de Adolescere. Centro de Salud Universitario Barrio del Pilar. DAN. SERMAS. Madrid.

     

    El adolescente con asma

    El asma es la enfermedad crónica más frecuente en la edad infanto-juvenil con un gran impacto en toda la población. En los países desarrollados constituye un problema de salud pública ya que disminuye la calidad de vida tanto de los pacientes como de sus familias con elevados costes sanitarios y sociales. La adolescencia, debido a sus características peculiares, es una época de riesgo para un buen control del asma.

    Diferentes parámetros muestran el importante impacto del asma en la población:

    • La prevalencia: La Encuesta Nacional de Salud(1) publicada en 2014, ofrecía un porcentaje de asma, en los últimos 12 meses por diagnóstico médico en España, del 4,5% para los niños de edades entre 0 y 4 años, del 5,8% en los de cinco a nueve años y del 5,6% si tienen entre 10 y 15 años. En el estudio ISAAC fase III(2) se observaron importantes variaciones geográficas en la población infanto-juvenil, con una alta prevalencia en el área atlántica y otra zona de menor prevalencia en el área mediterránea e interior de la península. Hay grandes diferencias a nivel internacional y nuestro país se encuentra en el área de prevalencia media. En cuanto a la gravedad, el asma episódica es la más frecuente, y solo el 2-4% de los niños y adolescentes presentan asma persistente grave.
    • La morbilidad. Se observan problemas emocionales y de conducta, con una menor adaptación escolar. Discapacidad, ya que uno de cada ocho niños con asma presenta limitación de sus actividades, sobre todo en el caso de los adolescentes con notorio absentismo escolar. Alteración en la dinámica familiar tanto en los aspectos físicos, emocionales y económicos. Igualmente se produce un aumento del uso de los servicios de salud: acuden 1,9 veces más a Atención Primaria, 2,2 veces más a los servicios de urgencias y tienen 3,5 veces más hospitalizaciones.
    • Los factores implicados en la mortalidad del asma son el infratratamiento o el incumplimiento terapéutico, la etiopatogenia alérgica y los factores psicosociales. Según los datos del INE(1) la Tasa total de mortalidad es de 2,04/100.000 habitantes y la tasa pediátrica de 0,7/1.000.000. A nivel mundial según la OMS, la tasa de mortalidad es de 3,73/100. 000 habitantes y la tasa pediátrica de 3,5/1.000.000.
    • La carga económica tanto del asma como de las enfermedades asociadas es elevada, sobre todo en la población infantil y en los países desarrollados representando el 1-2% del gasto sanitario(3).

    Son muchos los adolescentes que tienen un mal control del asma, lo cual está directamente relacionado con una peor calidad de vida. El mal control del asma con frecuencia es atribuido a la falta de adherencia al tratamiento que puede explicarse por varias razones como: las características propias de la adolescencia; la falta de confianza del paciente en el tratamiento continuado de base o en establecer una buena relación con el profesional; a una alta tolerancia, durante esta edad, a los síntomas del asma; a la dificultad del adolescente para comprender la cronicidad del asma y a un pobre manejo de la técnica de inhalación.

    Durante el desarrollo adolescente se producen cambios físicos, cognitivos y psicosociales, y el tratamiento del asma puede constituir un importante desafío según el estadio de desarrollo en que se encuentre el joven.

    La adolescencia media (14-17 años) es un periodo muy vulnerable ya que los jóvenes tienden a separarse de los padres y a incluirse en el grupo de amigos de capital importancia para ellos. No quieren ser diferentes de sus compañeros y pueden negar, ocultar o ignorar los síntomas del asma así como de la necesidad de tomar medicación; este fenómeno es evidente en los adolescentes con enfermedades crónicas que tienen una menor adherencia al tratamiento. Además el pobre desarrollo del pensamiento abstracto, el sentimiento de omnipotencia e invulnerabilidad, la necesidad durante esta época de trasgredir las normas para así reafirmar su autonomía e identidad y la dificultad para considerar las consecuencias futuras, -ya que, a nivel cerebral maduran antes los circuitos de recompensa que los de la corteza prefrontal-, pueden afectar a su capacidad para considerar las consecuencias negativas del infratratamiento del asma.

    Por otro lado es conocido que durante esta época, los adolescentes acuden menos a la consulta médica y en el caso del asma, generalmente, suelen acudir solo ante las exacerbaciones (crisis).

    En este periodo debe cambiarse el cuidado del asma dirigido hasta entonces por los padres, al cuidado realizado por el propio joven; es preciso para ello que éste adquiera habilidades para su autocuidado, disminuyendo progresivamente el nivel de supervisión de los padres y del médico. En ocasiones se producen problemas entre el joven y sus padres ya que estos tratan de mantener el control y los jóvenes sienten que no les comprenden sus sentimientos. El pediatra de Atención Primaria puede dirigirlo comenzando con las
    visitas de padres y adolescente para posteriormente excusar a los padres y estar en la visita más tiempo con el joven. Esta aproximación facilita el traspaso del cuidado de los padres al joven y provee confidencialidad para que el joven pueda consultar y hablar de otras conductas y problemas que tenga como, por ejemplo, el uso de tabaco y otras drogas, revisar la técnica inhalatoria y desarrollar un plan de acción del asma compatible con los objetivos personales diarios del joven.

    Además en esta etapa, existe una considerable diferencia entre la percepción del concepto de control de asma por parte del paciente y la definición clínica médica. Algunos pacientes no reconocen la severidad de sus síntomas como la presencia de sibilancias y la obstrucción a la entrada del aire. Los adolescentes parecen tolerar bien los síntomas de asma, cuando un profesional lo encontraría inaceptable y asumen las exacerbaciones leves como algo “normal” o atribuyen, equivocadamente, sus síntomas a otras causas (como obesidad o no estar en forma).

    Otros factores que contribuyen durante esta edad, al mal control del asma son: el desconocimiento de otras causas de los síntomas de asma, tales como alergias, desencadenantes (infecciones, irritantes, medicinas, ejercicio…) y un limitado conocimiento de las opciones de tratamiento incluyendo un correcto uso de la medicación, además tienen unas expectativas muy bajas de recibir un tratamiento apropiado o establecer una buena relación con el médico. En aquellos pacientes que no consiguen el control del asma, siempre debe considerarse la posibilidad de una mala técnica inhalatoria. El tratamiento adecuado del asma también compite con otras prioridades de los jóvenes como repartir su tiempo entre la escuela, los amigos, los deberes escolares, el deporte y otras actividades. Por otro lado los adolescentes tienen miedo a una dependencia al tratamiento del asma, y de los posibles efectos adversos que conllevan el uso de corticoides tanto sistémicos como inhalados.

    El término calidad de vida, en general, incluye la capacidad del funcionamiento personal, la calidad en las relaciones sociales, y también el bienestar psicológico, la felicidad y la satisfacción en la vida. Más específicamente, la salud relacionada con la calidad de vida incluye la evaluación del nivel de funcionamiento del paciente y su satisfacción con ello. La OMS lo define como un estado de completo bienestar físico, psicológico y social, no solo la ausencia de enfermedad o cualquier dolencia. En la literatura médica se usan indistintamente ambos términos. Es preciso tener en cuenta que los diferentes aspectos que se incluyen en la calidad de vida no pueden separase ya que están relacionados entre sí. Ejemplo: la participación de un paciente asmático en actividades sociales (dominio social) está disminuida debido a su capacidad limitada en completar las actividades físicas (dominio físico), esto incrementa el aislamiento del adolescente lo cual conduce a un aumento del riesgo de depresión, ansiedad y baja autoestima (dominio psicológico).

    Estudios realizados sobre calidad de vida en adolescentes(4) revelan que lo más importante para estos es tener muchos amigos, ser populares y pertenecer a un grupo; también se ha observado que una autoimagen positiva y la autoconfianza son factores predictores para tener una buena calidad de vida.

    El pediatra de Atención Primaria tiene un papel crucial tanto en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento del adolescente con asma para conseguir un buen control y una buena calidad de vida, es decir, que pueda vivir como si no tuviera asma y con las mínimas limitaciones; para ello es imprescindible una buena educación sobre el asma tanto al paciente como a la familia implicando al ámbito escolar. Educar en asma no es solo dar información, sino aumentar los conocimientos, habilidades así como modificar comportamientos y se debe realizar en cada contacto con el adolescente, tanto en los controles periódicos de salud, como de forma oportunista y en la visitas por enfermedad. Se hará de manera progresiva y adaptada a cada paciente y a su familia.

    Los aspectos que se deben abordar son:

    • Informar y educar sobre la enfermedad. El profesional debe aclarar las creencias erróneas de los jóvenes, concienciarles sobre su enfermedad, explicarles las razones de la medicación y eliminar sus preocupaciones.
    • Enseñar cómo detectar precozmente las crisis o exacerbaciones ya que cuanto antes se trate, mejor será el pronóstico. El adolescente debe aprender a reconocer sus síntomas (tos nocturna, menor tolerancia al ejercicio, problemas con el sueño, aumento el uso de medicación de rescate…etc.).
    • Explicar cómo usar las medidas ambientales y a evitar los alérgenos, así como el uso del tabaco.
    • Fomentar hábitos de vida saludables en cuanto a realizar actividad física, una alimentación equilibrada y evitar la obesidad.
    • Adquirir conocimientos y habilidades sobre la Inmunoterapia, el tratamiento preventivo antiinflamatorio y de rescate así como las técnicas correctas de inhalación.
    • Igualmente el autocontrol para el manejo de sus síntomas con un plan de acción personalizado por escrito con revisiones periódicas.

    Durante la adolescencia el joven adquiere un mejor conocimiento de su enfermedad y es responsabilidad del profesional identificar y reconocer las aptitudes, dificultades y el potencial de todos los implicados en el tratamiento del asma: el propio adolescente, la familia, los amigos y la escuela/universidad.

    Bibliografía

    1. Instituto Nacional de Estadística (INE). Estadísticas de salud.: [en línea]. Disponible en: http://www.ine.es/dynt3/inebase/index.htm?type=pcaxis&path=/t15/p419/a2006/p01/&file=pcaxis [consultado el 24/07/2018].

    2. The International Study of Asthma and Allergies in Childhood ISAAC [en línea]. Disponible en: http://isaac.auckland.ac.nz/ [consultado el 24/07/2018].

    3. Blasco Bravo AJ, Pérez-Yarza EG, Lázaro y de Mercado P, Bonillo Perales A, Díaz Vazquez CA, Moreno Galdó A. Coste del asma en Pediatría en España: un modelo de evaluación de costes basado en la prevalencia. An Pediatr (Barc). 2011;74:145-53.

    4. Helseth S, Misvaer N. Adolescents’ perceptions of quality of life: what it is and what matters. J Clin Nurs. 2010 May; 19 (9-10): 1454-1461.

     

     

    Comunicaciones Orales y Posters 2018 nº2

    Comunicaciones Orales y Posters 2018 nº2

    COMUNICACIONES PRESENTADAS EN EL XXIV CONGRESO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA (SEMA)

    COMUNICACIONES PREMIADAS

    1er PREMIO

    ESTUDIO RETROSPECTIVO DE CARCINOMA DE TIROIDES EN LA ADOLESCENCIA: CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS Y TRATAMIENTO

    Ortega Navaridas, M.; Jerónimo Dos Santos, T.; Girón Del Río, R.; Muñoz Calvo, MT.; Argente Oliver, J.

    Hospital Universitario Niño Jesús. Madrid

    Introducción: El cáncer de tiroides es una patología poco frecuente en la infancia y adolescencia, representando del 1.5 al 3% de todas las neoplasias. Objetivo: Estudiar las características clínicas, tratamiento, efectividad del mismo y pronóstico del cáncer de tiroides en niños y adolescentes. Material y métodos: Estudio descriptivo retrospectivo de 17 casos de cáncer de tiroides, diagnosticados durante los últimos 20 años, en un hospital pediátrico terciario. Se analizaron las variables clínicas e histológicas, extensión de la enfermedad al diagnóstico, así como tratamiento y tipo de respuesta al mismo. Resultados: De los 17 casos estudiados, el 58.8% eran varones y el 41.1% eran mujeres, existiendo un predominio femenino en el grupo de pacientes puberales (55%) y masculino en el grupo de pacientes prepuberales (83%). La edad media fue de 12.4 ± 3.7 años. En el 52.9% de los casos la forma de presentación fue asintomática, detectándose como hallazgo ecográfico casual, siendo la ecografía tiroidea y la PAAF las técnicas diagnósticas iniciales de elección. El 41.1% de los casos tenían antecedente de neoplasia previa, siendo el linfoma la más frecuente, y el 29.4% tenían antecedente de exposición a radiación en el contexto del tratamiento oncológico. La media del diámetro tumoral fue de 22 ± 16 mm. El 23.5% presentaban metástasis linfáticas al diagnóstico y ninguno de los casos presentaba metástasis a distancia. De los casos analizados, 12 fueron carcinoma papilar (70.6%), 2 carcinoma folicular (11.7%) y 3 carcinoma medular (17.6%). El 100% de los casos fueron sometidos a tiroidectomía total y recibieron, posteriormente, a excepción de los carcinomas medulares, dosis ablativa con I131. El 46.1% recurrieron tras el tratamiento inicial, presentando una respuesta bioquímica incompleta el 18.2% y estructural incompleta el 36.3% (según la clasificación del tipo de respuesta de la ATA). La supervivencia fue del 100% durante el seguimiento hasta los 18 años de edad. Conclusiones: El cáncer de tiroides es poco frecuente en la edad pediátrica, presentándose en la mayoría de los casos en la adolescencia, siendo el tipo histológico más frecuente el papilar. El cáncer de tiroides infantil tiene un buen pronóstico, siendo la cirugía el tratamiento más efectivo.

    2º PREMIO

    BIENVENIDOS A LA AUTORIDAD PACTADA ENTRE LOS ADOLESCENTES Y SUS PADRES

    Liquete Arauzo, L.; Pérez Ruiz, E.; Rodríguez Molinero, L.; Marugán de Miguelsanz, JM.; Tríguez García, M.

    Centro de Salud “Eras del Bosque” Palencia. H. Recoletas Campo Grande. Valladolid H. Clínico Valladolid

    Introducción: La autoridad parental se constituye para que un adulto ayude a su hijo a desarrollarse como persona. Objetivos: Conocer cómo los adolescentes perciben la autoridad parental y la permisividad en el cumplimiento de las normas. Material y métodos: Estudio descriptivo transversal de período. Muestra de 3.343 adolescentes (13-18 años) de Castilla y León. Se estimó una proporción del 50% en las respuestas, margen de confianza del 95,5% y error en contraste bilateral del 1,7%. Encuesta telemática. Gestión automatizada y externa de los datos con SSPS v.15 y Epidat℗. Se han utilizado preguntas análogas a las empleadas en estudios sobre adolescentes a nivel nacional e internacional. Resultados: Los adolescentes reconocieron, como figura de autoridad para ellos, a su padre, el 42,1%; a su madre, el 19,5% y a ambos el 11,8%. Se considera “figura de autoridad” en su familia hasta el 31,7% de los adolescentes. Esta percepción de autoridad parental entre los adolescentes no cambia cuando conviven con uno u otro de los progenitores. Sin embargo, el 54,7% de los adolescentes que conviven con un solo progenitor afirman que en su casa “se hace lo que ellos dicen” (frente al 27,7% de los que viven con ambos progenitores). La autoridad compartida entre ambos padres disminuye las discusiones de pareja por los hijos (OR=1,8; IC95%: 1,63-2,07), pero no la tendencia a discutir delante de ellos. El sexo del adolescente, además, modifica la frecuencia de insultos entre los padres en una discusión [OR hijo varón/mujer=2,1 (IC 1,8-2,3)]. Tan sólo el 50,7% de los adolescentes afirman que sus padres se preocupan de que se cumplan las normas básicas de la casa (horarios de llegada, comidas…). Conclusiones: Los cambios sociales y educativos que han acontecido en las familias no han ido acompañados de un empoderamiento de la figura materna, sino de una pérdida de autoridad de ambos progenitores sobre los hijos. Hay una duda razonable sobre lo que significa una figura de autoridad para nuestros hijos.

    COMUNICACIONES PRESENTADAS COMO POSTERS

    MÁS ALLÁ DE UNA HIPOCALCEMIA

    Izurieta Pacheco, AC.; Urraca Camps, S.; Launes Montaña, C.; Vallejo Matavera, V.

    H. Sant Joan de Deu. Barcelona

    Introducción: La vitamina D se obtiene por la ingesta directa y mediante su síntesis en la piel. Por este último motivo, es sabido que por la gran cobertura de piel, las mujeres musulmanas presentan un riesgo aumentado de hipovitaminosis D. Por otro lado, existen prácticas aceptadas en determinadas culturas, que favorecen la escasa exposición solar. Caso clínico: Adolescente de 17 años, originaria de Paquistán y en seguimiento por Infectología por tuberculosis pulmonar diagnosticada en 2015. Refiere hormigueos en las extremidades de dos semanas de evolución y rigidez dolorosa en los miembros superiores en los últimos 3 días. En la exploración física destaca rigidez del miembro superior derecho. Se realiza analítica sanguínea en la que destaca hipocalcemia grave, por lo que recibe corrección de calcio. Ante tetania por hipocalcemia, se ingresa para estudio. Durante el ingreso se extrae analítica sanguínea que confirma déficit de vitamina D, ácido fólico, vitamina B12, calcio, así como elevación de fosfatasa alcalina y de PTH. Se realiza radiografía de muñecas y tobillos en las que destaca concavidad en radio distal. Ante el diagnóstico de raquitismo carencial, se mantiene tratamiento con calcio y vitamina D orales. Durante el ingreso, la paciente refiere haber estado retenida en su domicilio durante los 8 meses previos a raíz de una discusión con el padre por tener relación con un chico. Se contacta con mediación cultural, sin obtener predisposición real de la familia para colaborar en la situación, y con servicios de protección de infancia, que deciden la retirada de la custodia. Discusión: La importancia de este caso clínico va más allá del diagnóstico de la etiología de la tetania. A raíz de un problema médico se detecta una situación de maltrato por aislamiento social. Además, desde el equipo asistencial se plantea la duda ¿se trata de un hecho cultural o un delito sobre la libertad de una adolescente? Si bien este tipo de castigos en algunas culturas pueden estar permitidos, en nuestro medio no es así. Es interesante trabajar con la mediación cultural, aunque no se puede olvidar la obligación de protección de la menor.

    AMENORREA PRIMARIA: A PROPÓSITO DE DOS CASOS DE DISTINTA ETIOLOGÍA

    Gacimartín Valle, P.; Pérez España, A.; González-Lamuño Sanchís, C.; Fernández Provencio, V.; Bahillo Curieses, P.

    H. Clínico Universitario Valladolid

    Introducción: la amenorrea primaria se define como la ausencia de menarquia a los 14 años acompañada de falta de desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, o a los 16 años, si éstos se han desarrollado adecuadamente. Presentamos dos adolescentes con amenorrea primaria. Caso 1: paciente de 16,1 años con pubarquia prematura aislada con test de ACTH normal e inicio de telarquia a los 9,5 años. Ausencia de menarquia. Antecedente de retraso puberal en rama materna. l. Exploración física: Talla 169,1 cm (+0,7 DS), IMC 21,5 kg/m2 (-0,6 DS). Tanner V. Genitales externos normoconfigurados. Olfato normal. Pruebas complementarias: hemograma, bioquímica, función tiroidea y prolactina normales. Estradiol 45,6 pg/ml. Androstendiona 4,79 ng/ml, testosterona 45,8 ng/ml. Test de LHRH: LH basal 7,31 mU/ml, pico 17,5 mU/ml; FSH basal 5,89 mU/ml, pico 7,38 mUI/ml. Cariotipo normal. Ecografía ginecológica normal. Test de progestágenos positivo. Evolución: ante sospecha de anovulación / síndrome de ovario poliquístico se prescribieron anticonceptivos orales presentando menstruaciones regulares. Caso 2: Paciente de 13 años remitida para estudio de obesidad. Se constata edad ósea de 14,6 años, talla final y ausencia de desarrollo puberal completo (S3, P4, Ab). Ausencia de antecedentes familiares de retraso puberal. Exploración física inicial: Talla 170,3 cm (+2,13 DS), IMC 28,9 kg/m2 (+1,9 DS). Olfato normal. Acantosis nigricans cervical. Tanner III. Pruebas complementarias: hemograma y bioquímica normal. T4 libre normal, hipertirotropinemia leve. Insulina 32 mcU/ml. HbA1c 5,2%. LH basal 0,23 mUI/ml, FSH basal 0,83 mUI/ml, estradiol 26,47 pg/ml. AMH 0,34 ng/ml, leptina 41,7, SHBG basal 16,5 mmol/l, inhibina B 10 pg/ml. Cariotipo normal. Eco ginecológica: normal, sin línea endometrial visible. Densitometría ósea normal. RM craneal: normal. Evolución: ante sospecha de hipogonadismo hipogonadotropo se inició tratamiento con estrógenos transdérmicos en pauta ascendente con introducción posterior de progestágenos, presentando menarquia a los 16,7 años. Comentarios: La amenorrea es un síntoma que puede estar producido por alteraciones en el aparato genital, a nivel del eje hipotálamo-hipofisario-gonadal, o como expresión de una enfermedad sistémica, habiéndose relacionado la obesidad y la insulinorresistencia con la aparición de hipogonadismo hipogonadotropo debido, entre otros, una disminución de los pulsos de hormona luteinizante.

    EXPERIENCIA EN NUESTRO CENTRO DE TRANSICIÓN A ADULTOS DE ADOLESCENTES DIABÉTICOS TIPO 1 Y CON OTRAS ENDOCRINOPATÍAS

    Carmona Ponce JD.; Geniz Díaz I.; Espino Aguilar R.; López Rubio E.; Ruiz Navajas M.

    H. Virgen del Rocío. Sevilla

    Introducción y objetivos: Según la normativa vigente, el paso de las unidades de especialidades pediátricas a unidades de adultos se establece a partir de los 14 años. La adolescencia supone un periodo clave de la vida caracterizado por múltiples cambios, lo cual hace que sea un momento especialmente crítico para realizar esta transición. Este dato cobra especial relevancia cuando hablamos de adolescentes con enfermedades crónicas como la diabetes mellitus tipo 1, ya que la adolescencia aumenta el riesgo de aparición y progresión de las complicaciones crónicas. Por ello, en nuestro centro se empezaron a convocar reuniones multidisciplinares mensuales (endocrino, pediatras, enfermeros, nutricionistas…) para optimizar la transición de pacientes diabéticos, añadiéndose posteriormente otros pacientes seguidos en nuestra consulta de endocrinología pediátrica. Material y métodos: Se presenta la experiencia en nuestro centro de estas reuniones para consensuar los casos de pacientes que realizan transición desde julio 2016 a Enero 2018. Resultados: Se realizó la transferencia a adultos de un total de 44 pacientes (52% varones y 48% mujeres). Las patologías más frecuentes fueron DM tipo 1 (29%), hipotiroidismo autoinmune (25%), retraso constitucional de crecimiento y desarrollo (25%). También se realizó transición de pacientes con síndrome metabólico, hiperplasia suprarrenal congénita, síndrome de ovario poliquístico, insuficiencia suprarrenal y pubertad retrasada. El 47% de los pacientes recibían seguimiento en otras consultas de especialidad pediátrica (digestivo, cardiología, dismorfología,…) en el momento de la transferencia. El 59% de los pacientes había alcanzado un desarrollo puberal completo. Para pacientes diabéticos la demora de consulta en adultos fue de 71 días desde la última revisión en pediatría. En la última revisión en pediatría la hemoglobina glicosilada media fue 7,4%. Los pacientes pediátricos realizaron su última vista en pediatría a la edad promedio de 14 años y 2 meses (rango 13,9 a 14,3 meses). Sólo 1 paciente (2%) no acudió a su primera revisión en consultas de adultos. Conclusiones: La transición de los adolescentes a consultas de adultos debe ser planificada, programada y coordinada, dirigida al adolescente y a su familia. Una adecuada planificación evita pérdidas en el seguimiento y favorece un mejor control de la enfermedad en cuestión.

    IMPLICACIONES DE LA OBESIDAD EN LA ADOLESCENCIA

    Rodríguez Sánchez, C.(1); González Rodríguez, P.(2); Hidalgo Vicario, M.I.(2); Barrios Machaín, U.(1); Ochoa Fernández, B.(1).

    Hospital Universitario Infantil La Paz(1); Centro de Salud Barrio del Pilar(2)

    Introducción: Chica de 15 años con obesidad mórbida y comorbilidades asociadas, que subraya la importancia del pediatra en la coordinación asistencial y del seguimiento durante las etapas del desarrollo. Caso clínico: Antecedentes: embarazo normal a término con cesárea por macrosomía, PRN 4.500 g con neurodesarrollo normal. Antecedentes familiares de obesidad. Con 21 meses tiene IMC 26.66 y ante la evolución tórpida, se inicia seguimiento por endocrinología que inicia metformina, dieta, ejercicio y control analítico. Con 7 años se presenta IMC >p95. Es valorada por psiquiatría, que confirma componente ansioso y función ansiolítica de la comida. Durante la adolescencia presenta empeoramiento y desarrollo de comorbilidades. Tiene desarrollo puberal normal pero la obesidad se agrava (IMC 35.71 y peso +4.73 DE) a los 15 años. Comienza con cefalea persistente y edema papilar que motiva valoración por neurología y realización de RMN, no patológica. Afectación femoropatelar intervenida con limitación de movilidad posterior. Hidrosadenitis supurativa controlada por dermatología. Ingresa en nutrición para control intensivo de peso. Actualmente, con control nutricional intensivo mantiene pérdida de peso. Se ha diagnosticado de obesidad mórbida, hiperinsulinismo reactivo, esteatosis hepática leve, hipercortisolismo analítico, cefalea por hipertensión intracraneal idiopática e hidrosadenitis supurativa. Discusión: Este es un caso que ejemplifica la importancia que tiene el papel del pediatra en la coordinación de la atención sanitaria en la edad pediátrica, especialmente con la obesidad, una alteración cada vez más frecuente con repercusiones enormes en la salud global de la población. Esta es una patología frecuente que según el estudio ALADINO 2015 de escolares de 6 a 9 años, la obesidad tiene una prevalencia del 18,1%, según los estándares de la OMS. Nuestra paciente, con 15 años ha requerido coordinación por el pediatra de AP de 6 especialistas (Psiquiatría, Endocrinología, traumatología, dermatología, neurología, psicología), multitud de estudios (analíticas sucesivas, ecografía, RMN, ingreso programado, cirugía) por patologías derivadas de obesidad, con graves repercusiones en la calidad de vida en una etapa clave del desarrollo como es la adolescencia. Con este caso se pretende remarcar la importancia del pediatra de AP en la valoración, control y coordinación de la asistencia de adolescentes con obesidad.

    HIPERHIDROSIS EN EL ADOLESCENTE. A PROPÓSITO DE UN CASO

    Martín Talavera M.; Espinos Martínez A.; Díaz-Cano Carmona E.; Coronel Rodríguez C.; González Soria MD.

    H. Universitario Virgen del Rocío. Sevilla

    Introducción: La hiperhidrosis se caracteriza por un exceso en la producción de sudor. La hiperhidrosis focal primaria se considera actualmente de etiología idiopática y parece ser el resultado de una hiperactividad del sistema nervioso simpático. Ha sido clásicamente considerada un problema de la edad adulta, sin embargo, ésta afecta aproximadamente al 1,6% de los adolescentes y el 0,6% de los niños prepuberales. Las localizaciones afectadas en los adolescentes son palmas, plantas y axilas siendo frecuente que ello afecte psicológica y socialmente a los mismos. Caso clínico: Presentamos el caso de una paciente de 10 años de edad que acude a consulta por hiperhidrosis palmar con signos de sobreinfección. Refiere que cada vez es más intensa y continua, asociando prurito de forma intermitente. Al ampliar la historia clínica apreciamos que ello afecta cada vez más a su calidad de vida, ya que le dificulta la realización de tareas comunes como manejar elementos para la escritura o sujetar el manillar de la bicicleta. Sus compañeros rechazan darle la mano o tocar elementos que ella ha utilizado debido al exceso de sudor por lo que refiere sentirse acomplejada por este problema. Como antecedentes familiares destaca una prima hermana intervenida por la misma patología a los 18 años y como antecedentes personales una ictiosis presente desde el nacimiento, asintomática desde los 2 años de edad. La sobreinfección se trató con mupirocina y prednicarbato con evidente mejoría en una semana. Respecto a la hiperhidrosis, comenzó tratamiento con clorhidrato de aluminio al 20% y se derivó a dermatología pediátrica para estudio y tratamiento. Por parte de dermatología se han realizado diversas terapias con mejoría transitoria, pero sin obtener resultados eficaces. Discusión y conclusiones: La hiperhidrosis en el adolescente frecuentemente conlleva un impacto en la vida de los mismos, lo que puede suponer un estrés emocional y social añadido. El diagnóstico y tratamiento precoz puede mejorar significativamente la calidad de vida de estos pacientes.

    INSUFICIENCIA SUPRARRENAL POR CORTICOIDES INHALADOS. LA ASTENIA COMO SÍNTOMA VS DISTIMIA EN ADOLESCENTE

    Espejo Díaz,

    Centro Hospitalario de Mérida

    Introducción: Los corticoesteroides inhalados (CI) son fármacos habituales en el tratamiento de las enfermedades pulmonares crónicas. El avance en los dispositivos de inhalación y los nuevos fármacos permiten aumentar la concentración del fármaco en el pulmón. Sin embargo, aumenta también el riesgo de absorción sistémica, y los efectos secundarios comienzan a asemejarse a la corticoterapia oral (CO). Caso clínico: Antecedentes: 29 semanas de edad gestacional. Dermatitis atópica. Asma persistente grave. Sensibilizado neumoalérgenos. Tratamiento: Salmeterol/fluticasona 100/500mcg y Montelukast (Escalón 5-6 GEMA) Anamnesis: 12 años. Se mantiene estable, sin crisis de broncoespasmo ni tos nocturna. No CO en el último año. Buena adherencia al tratamiento crónico. Refiere astenia y baja tolerancia al ejercicio leve-moderado, sin tos. Cuando realiza educación física en el instituto, necesita que le recojan en coche. Refiere bajo ánimo y escasa vida social. Pruebas complementarias: Espirometría forzada normal. Hemograma: eosinofilia 530/c. Bioquímica: normal salvo cortisol basal: 1.46mcg/dl (6.2 -19.4), ferritina: 21.6ng/ml e IgE total: 726kU/L. TC tórax: Normal. Exploración física: Peso: 46kg; Talla 148cm. ACP: Sibilancias aisladas. Resto normal. Diagnósticos: Asma grave, sensibilización neumoalérgenos, insuficiencia suprarrenal (is) secundaria a CI. Evolución: Inicia tratamiento con Omalizumab (uso compasivo) para disminuir dosis de CI y tratamiento sustitutivo con hidraltesona. Buena evolución, camina 10-15 minutos/día y practica deporte dos días a la semana con buena tolerancia. Discusión: En nuestro medio, la causa más frecuente de IS pediátrica es secundaria a corticoides exógenos. Si la IS se instaura lentamente la sintomatología puede ser sutil e insidiosa. En nuestro caso, se ralentizó el diagnóstico por confundir la astenia sintomática con la actitud adolescente. El principal riesgo son las crisis suprarrenales agudas ante situaciones de estrés, que puedan comprometer la vida del paciente. No existe consenso sobre el método ideal y/o la necesidad de un seguimiento del funcionamiento suprarrenal en pacientes con corticoterapia crónica. La creciente prevalencia de supresión del eje en pacientes con CI, generalmente con altas dosis pero también con moderadas-bajas, hace que el pediatra deba tenerlo en cuenta tanto en el seguimiento como en el diagnóstico diferencial.

    VARIABILIDAD EN LA PREVALENCIA DE SÍNDROME METABÓLICO EN PEDIATRÍA, SEGÚN LOS CRITERIOS DIAGNÓSTICOS EMPLEADOS

    Bermúdez Guerrero JA.(1); Otero Aguilar P.(1); Guisado Rasco C.(1); Martín Talavera M.(2); Bermúdez De la Vega JA.(2)

    (1)CS Mercedes Navarro, Sevilla,(2)H.Universitario Virgen del Rocío, Sevilla

    Introducción: La obesidad constituye el principal problema de salud pública de los países desarrollados. Los adolescentes obesos pueden presentar síndrome metabólico, entendido como un conjunto de FRC que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus. La definición de síndrome metabólico en los adolescentes resulta controvertida y existen diferentes sistemas de puntuación para diagnosticarlo. Objetivos: 1. Averiguar la prevalencia de síndrome metabólico (SM), según tres definiciones del mismo, en obesos púberes. 2. Identificar, en una población de obesos púberes de raza caucásica, factores de riesgo cardiovascular (FRC) “clásicos” y “emergentes” (ácido úrico, fibrinógeno y PCR-ultrasensible). 3. Estudiar si existe correlación entre la aparición de FRCV con edad, IMC (DE, %), perímetro abdominal y estadio puberal. Material y métodos: Estudio descriptivo transversal de pacientes púberes, con obesidad exógena (IMC>2 SDS, 120%). Estudiamos a 60 pacientes púberes obesos, de 10 a 15 años de edad, con estadío de desarrollo puberal II a V de Tanner, de ambos sexos, durante un período de inclusión de 4 meses. Resultados: En cuanto a la aparición de factores de riesgo cardiovascular clásicos, el 98.3% presentó un perímetro abdominal de > 2 SDS (media, 4.49 + 1.5 SDS), el 20% hipertensión arterial sistólica, el 11.7% un perfil lipídico alterado, el 13% una glucemia basal alterada y el 15% una intolerancia a la glucosa. Entre los factores de riesgo cardiovascular “emergentes”, un 91.6% de pacientes estudiados, una fibrinogenemia de > 300 mg/dl (media, 379.7 + 47.5). La PCR-ultrasensible > 3 mg/l, se detectó en un 36.6% de los obesos púberes. Se constató hiperuricemia en el 2.4% de los casos, aunque en el 36.6% los valores de uricemia se hallaban en el cuartil superior de la normalidad. Sólo tres niños presentaron valores de homocísteína > 15 μmol/L (5%). La incidencia de SM fue del 10% según los criterios IDF 2007, del 20% según los ATPIII modificados 20% y del 32.8% según los de la OMS adaptada. Conclusiones: En una población de adolescentes púberes con obesidad moderada-intensa, de componente abdominal marcado, se detectó una alta prevalencia de factores de riesgo cardiovascular. El SM apareció entre el 10 y el 30% de los casos, según la definición empleada. Sería deseable un consenso internacional para decidir los criterios definitorios de síndrome metabólico durante la pubertad. El grado de obesidad y perímetro abdominal guardaron relación entre sí y con las cifras de tensión arterial sistólica, HbA1c, ácido úrico y fibrinogenemia.

    ASOCIACIÓN DE DIABETES MELLITUS TIPO 1, HIPERTIROIDISMO Y ENFERMEDAD CELIACA: A PROPÓSITO DE DOS CASOS

    Gacimartín Valle, P.; Pérez España, A.; González-Lamuño Sanchís, C.; Fraile García, L.; Bahillo Curieses, P.

    H. Clínico Universitario Valladolid

    Introducción: La diabetes mellitus tipo 1 a (DM1a) se asocia con frecuencia a otras enfermedades autoinmunes (EA), siendo la enfermedad tiroidea (ETA) la más prevalente. Hasta un 50% de los pacientes con DM1a presentan anticuerpos antitiroideos, progresando a ETA hasta el 50% (con claro predominio de hipotiroidismo primario sobre hipertiroidismo primario). La prevalencia de enfermedad celiaca (EC) es también mayor en sujetos con DM1a. Presentamos dos adolescentes con asociación clínica de DM1, hipertiroidismo autoinmune y EC. Caso 1: Paciente de 15,8 años diagnosticada de DM1a a los 5 años (Ac anti GAD positivos). Tratamiento con múltiples dosis de insulina (MDI), iniciando tratamiento con infusión continua subcutánea de insulina (ISCI) a los 11,7 años, con aceptable control metabólico (dosis insulina 1 UI/kg/día, HbA1c media 7%). EC diagnosticada a los 9 años. Autoinmunidad tiroidea positiva en los últimos años, con diagnóstico reciente de hipertiroidismo ante presencia de temblor distal (TSH 0.01 mcU/ml, T4 libre 1,73 ng/dl, Ac antiTGB 231 U/ml, Ac antireceptor TSH 4,73 UI/l), iniciando tratamiento con metimazol (0,15 mg/kg/día), con buena respuesta. Caso 2: Paciente de 14,2 años diagnosticada de DM1a a los 7,3 años (Ac anti GAD y anti IA2 positivos). Diagnóstico concomitante de EC. Tratamiento con MDI, iniciando tratamiento con ISCI a los 13,1 años. Buen control metabólico (dosis insulina 1,1 UI/kg/día, HbA1c media 6,6%). Autoinmunidad tiroidea positiva en últimos controles con diagnóstico de hipertiroidismo a los 12,5 años al constatarse temblor y pérdida ponderal (TSH 0,01 mcU/ml, T4 l 3,23 ng/dl, Ac antiTPO 314 U/ml, Ac antiTSHR 14,4 U/L), iniciando tratamiento con metimazol a 0,3 mg/kg/día. Discusión: Es fundamental un despistaje sistemático de EA en pacientes con DM1a, incluso en ausencia de signos clínicos característicos. La enfermedad tiroidea no diagnosticada empeora el control metabólico de la DM1 y aumenta el riesgo cardiovascular. El hipotiroidismo primario es la ETA que se asocia con más frecuencia a DM1, siendo importante prestar atención a la presencia de signos de hipertiroidismo, ya que, aún siendo infrecuente, es otra de las asociaciones descritas en estos pacientes.

    ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO Y DE LA SED

    Girón del Río R.(1); Ortega Navaridas M.(1);Márquez Rivera M.(1); Gacimartín Valle P.(1); Argente J.(1,2,3).

    (1)Servicio de Endocrinología. Hospital Infantil Universitario Niño Jesús; (2)Departamento de Pediatría. Universidad Autónoma de Madrid; (3)CIBER Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición. Instituto de Salud Carlos III. Madrid

    Introducción: La patología psiquiátrica es muy prevalente en la adolescencia y por tanto es imprescindible realizar una buena anamnesis y exploración física para descartar organicidad. Caso clínico: niña de 10 años y 9 meses que presenta astenia, hiporexia, y pérdida ponderal de 11 kg de 7 meses de evolución, asociado a poliuria, polidipsia y nicturia. Sin historia de cefaleas ni alteraciones visuales. Antecedentes personales: TDAH diagnosticado a los 8 años en tratamiento con metilfenidato. A los 11 años y 2 meses comienza con cefaleas y vómitos, atribuidos a origen psicógeno. Asocia alteración del comportamiento con auto y heteroagresividad, iniciándose tratamiento con fluoxetina. Ingresa en Psiquiatría de nuestro hospital a los 11 años y 5 meses. Exploración física: aspecto desnutrido, palidez cutánea. Peso 25,7 Kg (-1,6 DE), talla 140 cm (-1,8 DE), IMC: 13,1 kg/m2 (-1,9 DE). Estadio puberal Tanner II. Como parte del estudio para descartar organicidad, se realiza una resonancia magnética craneal (RMC) objetivándose una tumoración selar-supraselar (39 x 35 x 25 mm) con hidrocefalia de los ventrículos laterales y edema transependimario. Se interviene para implantación de válvula de derivación ventrículo-peritoneal, septostomía y biopsia. Anatomía patológica: germinoma puro. Pruebas complementarias: test de restricción hídrica compatible con diabetes insípida central. T4L: 0,55 ng/dl, TSH: 1,85 mcUI/ml (compatible con hipotiroidismo central). Se inicia tratamiento sustitutivo con levotiroxina y desmopresina sublingual. Por parte de Oncología recibe tratamiento con radioterapia craneal estereotáxica fraccionada (40 Gy) durante los dos meses posteriores a la cirugía. RMC de control: sin restos de la lesión descrita previamente, sin poder descartar restos tumorales. A la edad de 13 años y 3 meses (edad ósea: 13 años) en ausencia de progresión del desarrollo puberal (test de LHRH: hipogonadismo hipogonadotropo), comienza tratamiento con estrógenos transdérmicos (0,1-0,2 µg/Kg) incrementándose la dosis progresivamente hasta obtener un adecuado desarrollo mamario y uterino, asociando posteriormente progestágenos. Comentarios: Se debe descartar organicidad en los trastornos que impresionan de patología psiquiátrica, y vigilar la asociación de poliuria, polidipsia y alteraciones del comportamiento. El 68% de los tumores germinales se diagnostican entre los 10 y los 21 años, siendo el síntoma inicial una diabetes insípida, con poliuria y polidipsia como síntomas aislados durante meses. Ante la posible aparición de alteraciones hormonales y metabólicas en el futuro, estos pacientes precisan un seguimiento exhaustivo por parte del endocrinológico pediátrico.

    NÓDULO TIROIDEO Y DISNEA

    Márquez Rivera M.; Girón Del Río R.; Ortega Navaridas M.; Corredor Andrés B.; Pozo Román J.

    Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. Madrid

    Caso clínico: Niña de 14 años y 6 meses, sin antecedentes personales de interés, salvo “tics” motores. Acude a Urgencias por palpación de tumoración cervical, ligeramente dolorosa, sin fiebre ni signos inflamatorios, sin disnea ni disfagia. Se realiza ecografía cervical urgente, donde se objetiva un nódulo tiroideo heterogéneo de 43x23x33 mm. El hemograma, los reactantes de fase aguda y la función tiroidea fueron normales, siendo dada de alta con cita en Endocrinología, indicando los signos de alarma que justificarían una nueva visita a Urgencias. Esa misma tarde consulta nuevamente en urgencias por presentar disfagia y disnea. La exploración y las constantes respiratorias fueron normales, pero ante la sospecha de un rápido crecimiento con infiltración y compresión de la vía respiratoria, datos sugerentes de posible malignidad del nódulo tiroideo, se realiza nueva TAC cervical urgente, que muestra: nódulo tiroideo izquierdo de 25x28x32 mm, sin características sugestivas de malignidad, que desplaza mínimamente la tráquea y comprime parcialmente la vena yugular interna. Tras administración de corticoide i.v. es trasladada a la UCIP para una adecuada vigilancia. Durante su ingreso en UCIP y, posteriormente, en planta de Endocrinología, continúa refiriendo disfagia y sensación de disnea. La ausencia de estridor, tiraje y sialorrea, con auscultación y constantes hemodinámicas y respiratorias normales, así como la aparición de la sintomatología sólo unas horas después de conocer el diagnóstico de nódulo tiroideo, hizo sospechar la posibilidad de una base psiquiátrica. Al rehistoriar a la paciente, reconoció estar “algo nerviosa y preocupada” y presentar antecedentes de personalidad con bajo umbral para la ansiedad. Se realizó nueva ecografía que descartó compresión de la vía aérea, siendo diagnosticada de cuadro de ansiedad secundario al diagnóstico de nódulo tiroideo y con mejoría espontánea de la sintomatología. Conclusión: Ante la presencia de síntomas subjetivos, no corroborados por la exploración y pruebas complementarias, se debe tener en cuenta la posibilidad de sintomatología psiquiátrica acompañante que artefacte la forma de presentación de una enfermedad, especialmente en la pubertad, donde el narcisismo y la preocupación por el “yo” son ejes centrales de la personalidad.

    ADOLESCENTE CON HIPERTENSIÓN. ¿COMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ?

    Ramos Contreras, A.; Lupiani Castellanos, MP.; Balboa Jiménez, AL.

    UGC. Joaquín Pece. San Fernando. UGC Casines. Puerto Real. Cádiz

    Vivimos en una sociedad obesógena. La obesidad es ya una epidemia en los países desarrollados, representando un 20-30% de la población pediátrica. Multicausalidad: dieta hipercalórica, sedentarismo, excesos de horas de “pantallas”… Sus consecuencias empiezan a ser devastadoras. Caso clínico: Anamnesis: Paciente de 13 años, mujer, acude a revisión por obesidad, con su pediatra. Su núcleo familiar está formado por el padre, con sobrepeso e HTA, madre con sobrepeso e hipotiroidismo y una hermana, sana, más pequeña, que ya empieza a ganar peso. En la exploración observamos cifras de TAS y TAD, por encima del P99 para su edad, sexo y talla, que se corrobora en sucesivas consultas. Es mala estudiante y le encanta comer, ver la TV y no hace ejercicio. Fue derivada a Endocrinología a los 7 años, sin lograr cambiar sus hábitos de vida. Exploración: Peso: 107 kg (P99, 5.17 DE) Talla: 157 cm (P33) IMC: 43.41% (P99, 6.17 DE). ACR: normal. Abdomen: blando, depresible, no masas ni megalias. No rasgos dismórficos. Estrías rojo vinosas en abdomen y muslos. Acantosis en cuello y axilas. Tanner V. No bocio. TA: 140/106. Pruebas complementarias: Analítica: hiperinsulinismo e hiperandrogenismo ovárico. Ecografía abdominal: Esteatosis hepática… Estudio renal, EKG, fondo de ojo y ecocardiograma normales. Diagnóstico: Obesidad Exógena Mórbida (IMC: 43.41% P>99 +6.17 DE). HTA. Hiperinsulinismo. Hiperandrogenismo ovárico. Tratamiento: Dieta+ ejercicio (gimnasio)+ metformina. Evolución: En 3 meses ha perdido 15 kg, controles tensionales normales y mejoría importante en su rendimiento escolar. Discusión: La paciente y su familia reaccionaron ante la aparición de la HTA y sus posibles consecuencias. Existe escasa concienciación social de que la obesidad infantojuvenil es un serio problema de salud y de la gran repercusión en su calidad de vida a corto/medio plazo. Debemos hacer un recordatorio activo en todas las consultas de Pediatría y Medicina de Familia de la necesidad de hábitos saludables, felicitando los logros y negociando nuevos objetivos. Los padres han de ser referente/modelo de estilo de vida. Nuestra lucha contra la obesidad debe ser incansable, no olvidemos que mata más que el hambre.

    ADOLESCENTE CON BOCIO MULTINODULAR

    Lastra Martínez, LA.; Rubín de la Vega, E.; Monsalve Saiz, M.; Pérez Gil, E.; Naranjo González, C.

    CS de Rubayo. Cantabria CS Solares, Cantabria

    Introducción: El bocio multinodular es un bocio con estructura nodular y normofunción tiroidea que generalmente se diagnostica en el adulto a partir de la tercera o cuarta década de la vida. Es una patología muy poco común durante la infancia y los casos descritos hasta el momento son en su mayoría en adolescentes. Caso clínico: Anamnesis: Adolescente mujer de 15 años de edad que presenta desde hace 1 mes abultamiento en cuello que ha aumentado en las últimas 48 horas y varía de tamaño durante el día. Refiere disfonía con pérdida de voz en alguna ocasión, molestias con opresión de vías respiratorias cuando gira la cabeza con sensación de disnea. Madre y abuela materna con enfermedad de Graves-Basedow. Exploración física: Bocio visible a distancia (grado 3 de la OMS) con aumento irregular, de consistencia blanda y nódulo de mayor tamaño ligeramente doloroso a la palpación en istmo y lóbulo izquierdo. Pruebas complementarias: El tiroides se muestra normofuncionante con TSH de 1.19 mIU/ml y T4L 1.01 ng/dl, Ac anti-tiroglobulina y anti-peroxidasa negativos. En la ecografía de cuello el tiroides está aumentado difusamente de tamaño, observándose múltiples nódulos en su interior. El estudio gammagráfico presenta hallazgos compatibles con bocio multinodular con áreas frías de morfología nodular. Diagnóstico y evolución: Con el diagnóstico de bocio multinodular eutiroideo y dada su sintomatología compresiva se decide intervenirle mediante tiroidectomía total. El informe anatomopatológico muestra hiperplasia nodular tiroidea con ausencia de signos de malignidad. Actualmente se mantiene con 125 mcg diarios con cifras normales de TSH. Discusión: Desde los años 80 son muy pocos los casos de bocio multinodular publicados en edad pediátrica, y la mayor parte de ellos, como el caso que nos ocupa se producen en adolescentes. Nuestra paciente manifestaba frecuente disfonía asociada a disnea en determinadas posiciones de la cabeza por lo que se decidió el tratamiento quirúrgico. En las dos últimas décadas se realiza tiroidectomía total puesto que reduce de forma importante la posibilidad de recurrencia en los siguientes años a la vez que disminuye las complicaciones asociadas a otras técnicas: hipoparatiroidismo y parálisis de nervio recurrente.

    DOLOR TORÁCICO COMO DEBUT DE LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO

    Gómez-Limón Rivera, MC.

    Centro Salud Párroco Julio Morate. Madrid

    Caso clínico: Anamnesis: niña de 12 años que acude por dolor torácico de 3 días evolución localizado en zona costal inferior derecha, que aumenta en la inspiración. No antecedente traumático. No otros síntomas asociados. Exploración: Auscultación cardio-pulmonar con buena ventilación bilateral sin ruidos patológicos, ni soplos, ni arritmias. Resto normal. Pruebas complementarias: Radiografía de tórax: leve derrame pleural derecho confirmado por ecocardiografía. Se pautan antiinflamatorios, persistiendo la sintomatología, añadida a dolor en la pierna izquierda e inflamación de la misma. Se remite de urgencias al hospital donde completan las pruebas de laboratorio con trombocitopenia, tiempo de protrombina alargado, fibrinógeno de 482 mg/dl, anticuerpos antinucleares (ANA) fuertemente positivos, antiDNA positivo, anti-SSA positivo, X-ANCA positivo y anticuerpo lúpico positivo. Ecodopler de miembros inferiores: trombosis venosa poplítea izquierda. Angiotomografia: tromboembolismo pulmonar bilateral. Diagnóstico: lupus eritematoso sistémico + trombosis venosa poplítea izquierda + tromboembolismo pulmonar. Conclusión: El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad reumática autoinmune de causa desconocida, caracterizada por anticuerpos dirigidos frente a antígenos propios de órganos diana. La historia natural es impredecible, siendo de predominio femenino. Las manifestaciones clínicas más frecuentes son fiebre, astenia, artralgias y erupción malar siendo muy raras en la infancia las lesiones discoides. Otras manifestaciones son artritis, serositis, miositis, tendinitis, vasculitis con afectación del corazón, riñón, pulmón y neurológicas. Diagnóstico: Combinación de clínica y laboratorios. Existen criterios diagnósticos (11 criterios, 4 o más para diagnostico). Anticuerpos: ANA, antiDNA bicatenario (marcadores de actividad de enfermedad), antiSSA, antiSSB, antifosfolipidos, antihistonas. Tratamiento: Dependerá de la gravedad y del órgano afectado: antinflamatorios no esteroideos, anticoagulación, corticoides orales (prednisona, prednisolona), hidroxicloroquina y citostáticos (azatriopina, metotrexate).

    ¿SON FUNCIONALES LAS FAMILIAS DE NUESTROS ADOLESCENTES?

    Liquete Arauzo, L.; Pérez Ruiz, E.; Rodríguez Molinero, L.; Marugán de Miguel Sanz, JM.; Riquelme García, J.

    Centro de Salud “Eras del Bosque” Palencia. H. Recoletas Campo Grande. Valladolid H. Clínico Valladolid

    Antecedentes: La adolescencia es una etapa en que la intelectualización y la búsqueda de la identidad personal modifican las demandas que el joven hace al núcleo familiar, a la vez que abre la puerta a nuevas influencias. En este período, la funcionalidad de la familia es crucial, pudiendo constituir un factor de protección que favorezca una integración social exitosa o, por el contrario, siendo un factor limitador. Objetivo: Conocer la funcionalidad familiar medida por el Apgar Familiar en adolescentes entre 13 y 18 años escolarizados en Castilla y León (curso 2014-15). Material y Métodos: Estudio descriptivo transversal de periodo. Muestreo aleatorio bietápico por conglomerados. Estimando una probabilidad del 50% en las respuestas, margen de confianza del 95,5% y probabilidad de error en contraste bilateral del 1,7%, obtuvimos una muestra de 3.343 adolescentes. Se utilizó un cuestionario estandarizado, telemático y anónimo que incluía el Apgar familiar. Resultados: la funcionalidad familiar (Apgar familiar) en la población adolescente castellanoleonesa es de 8,1±1,99. El 82,1% de los hogares son funcionales, el 14,7% moderadamente disfuncionales y el 3,2% son disfuncionales. La funcionalidad familiar se ve disminuida por los problemas económicos, los cambios en la estructura familiar, las extensas jornadas de trabajo y la falta de formación académica de los padres, una relación conflictiva entre la pareja y por el fallecimiento de alguno de los progenitores. Conclusiones: la funcionalidad familiar en adolescentes es, en general, buena. Sin embargo, hay agentes intra y extrafamiliares que la modifican Conocer la naturaleza e impacto de dichos factores sobre la funcionalidad familiar, es una invitación a la reflexión sobre nuestra sociedad.

    PATOLOGÍA PSICODERMATOLÓGICA EN UNA UNIDAD DE MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA DE UN HOSPITAL TERCIARIO. ¿Qué nos dice la piel de nuestros adolescentes?

    Ribes Hernández, P.; Guerrero Alzola, F.; Nieto Serrano, A.; Casas Rivero, J.; Salmerón Ruiz, MA.

    Hospital Infantil universitario La Paz. Madrid

    Introducción y objetivos: La psicodermatología es una nueva forma de entender la interacción entre mente y piel, mediante la cual los trastornos psicológicos causan enfermedades dermatológicas y éstas causan trastornos psicológicos. Clasificación de los trastornos psicodermatológicos: •Trastornos psicofisiológicos. •Trastornos psiquiátricos primarios con síntomas dermatológicos •Trastornos dermatológicos con síntomas psiquiátricos. •Miscelánea. El objetivo de nuestro estudio fue determinar la prevalencia del segundo bloque de la clasificación (Trastornos psiquiátricos primarios con síntomas dermatológicos) y su evolución en los adolescentes de una unidad de Medicina de la Adolescencia. Material y métodos: Estudio retrospectivo en el que se recogieron datos de pacientes con diagnóstico de un trastorno psiquiátrico primario con manifestación cutánea moderada/grave en nuestro servicio en los últimos 3 años. No se recoge el tratamiento psicológico. Se excluyeron las autolesiones por cortes. Resultados: Recogimos 11 casos de los cuales 9 (82%) eran mujeres. La edad media al diagnóstico fueron 13,5 años. Diagnósticos: • 5 casos de tricotilomanía (45%) • 2 trastornos por excoriación • 1 Trastorno obsesivo compulsivo con dermatitis por lavado de manos • 1 urticaria crónica refractaria • 1 pseudonódulos en nudillos • 1 trastorno dismórfico corporal (TDC). 6 pacientes tenían comorbilidad psiquiátrica asociada y 2 problemas sociales graves. Recibieron tratamiento farmacológico 10 pacientes: • 9 con ISRS, • 1 clomipramina (posteriormente se cambió a ISRS), • 2 benzodiacepinas, junto con ISRS, • 2 N-acetilcisteína, •.1 Risperidona. El paciente con TDC rechazó tratamiento. Evolución: • 7 pacientes han mejorado tras el tratamiento con ISRS con intervalos de exacerbación. • El paciente con urticaria crónica refractaria se curó. • Una tricotilomanía perdimos el seguimiento, • El caso de los pseudonódulos lleva poco tiempo de tratamiento. La N-acetilcisteína fue ineficaz. La risperidona hubo que retirarla por aumento de peso. Conclusiones: • El médico que atiende e adolescentes recibirá a este tipo de pacientes por una patología dermatológica, con poca respuesta a tratamiento habitual y/o sin objetivar patología de base. Será en la anamnesis, realizando un abordaje integral/biopsicosocial, donde será capaz de diagnosticar la patología psiquiátrica de base, pudiendo tratar ambas entidades. • El tratamiento debe focalizarse en disminuir el estrés, detectar y tratar comorbilidades psiquiátricas como depresión y ansiedad, manejar el aislamiento social y mejorar la autoestima.

    DETECCIÓN PRECOZ DE DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES

    Sánchez González, A.; Tapia Trujillo, E.; Jiménez Cabeza, S.; Cabezas Berdión, C.; Sánchez López, Á.

    Pediatría del HUVR (Sevilla),CS El Greco (Sevilla)

    Introducción: La prevalencia de depresión en adolescentes oscila entre el 4-8%. Presenta una alta tasa de cronicidad y unos costos económicos elevados; pudiendo originar problemas académicos, abuso de drogas, y en algunos casos suicidio, segunda causa de muerte en este grupo etario. Por todo esto es fundamental la detección precoz del problema. Caso clínico: Paciente de 13 años con antecedentes familiares de depresión y trastornos de la conducta alimentaria, convive con abuela materna tras la separación de sus progenitores, ambos con familias reconstituidas. Como antecedentes personales destacan obesidad e hipertiroidismo autoinmune, con bocio y exoftalmos a la exploración, en tratamiento con antitiroideos. Comienza con un cuadro de trastorno del estado de ánimo apareciendo síntomas de disforia, anhedonia, insomnio y disconformidad con su imagen corporal, asociando ansiedad que calma con la comida. Presenta ideas de muerte y lesiones con fines autolíticos. En el colegio mantiene un aceptable rendimiento escolar, pero sufre las burlas de sus compañeros. Diagnosticada de trastorno depresivo, precisa psicoterapia y tratamiento farmacológico con antidepresivos (fluoxetina). Discusión: Nuestro caso pone de manifiesto el origen multifactorial de la depresión en adolescentes. El género constituye un factor de riesgo, encontrándose el doble de prevalencia en el sexo femenino. Los acontecimientos traumáticos en la niñez temprana, como la separación de los progenitores o el acoso escolar, pueden influir en su desarrollo. Los antecedentes de depresión en la familia u otros trastornos psiquiátricos comórbidos también son predisponentes. No debemos olvidar el examen físico exhaustivo, pues existen causas orgánicas como la obesidad y los trastornos tiroideos que se asocian a un mayor riesgo de trastornos depresivos, ambos presentes en nuestra paciente. Se han descrito los efectos beneficiosos de los programas de cribado, siendo fundamental la comunicación abierta y la colaboración tanto de la familia como del personal educativo. Por ello, los pediatras de atención primaria deben estar alerta para identificar los factores anteriormente expuestos y propiciar así una intervención temprana del problema, a pesar de lo cual se estima que cerca de la mitad seguirán teniendo problemas de depresión en la edad adulta.

    EXPERIENCIA CON GUANFACINA-XR EN EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)

    Rodríguez Sánchez, C.; Ochoa Fernández, BM.; Guerrero Alzola, F.; Casas Rivero, J.; Salmerón Ruiz, MA.

    Hospital Infantil universitario La Paz. Madrid

    Introducción: Guanfacina de liberación retardada [GXR] es un fármaco aprobado en España desde enero/2017 para tratamiento del TDAH de 24 horas de efecto. Es un agonista selectivo de los receptores α2A. Ha demostrado utilidad en monoterapia y tratamiento combinado, especialmente cuando existe respuesta insuficiente con estimulantes o se acompaña de comorbilidades (ej.: trastorno negativista desafiante, tics). Los efectos adversos se presentan en más del 5%, y consisten principalmente en somnolencia, cefalea, disminución de apetito, dolor abdominal, náuseas y xerostomía. Objetivos y metodología: Los objetivos fueron: – Estudiar la tolerancia y efectividad clínica de GXR en pacientes diagnosticados de TDAH. – Valorar la reducción de dosis de antipsicóticos en pacientes tratados con GXR. Se recoge una serie de casos de pacientes tratados con GXR, que se diagnostican y siguen de TDAH en la Unidad de Adolescentes. Resultados: Se recogen 28 pacientes, 70% varones. Los diagnósticos al iniciar el tratamiento fueron: – 78% TDAH con trastornos de conducta. -11% TDAH, tics y trastornos de conducta. 11% TDAH como único diagnóstico. En el 41% de los casos se retiró el fármaco por falta de tolerancia (80%) o por falta de respuesta (20%). Los pacientes que toleraron la GXR (59%) alcanzaron una dosis media de 0.08 mg/kg.

    El 68% de los pacientes (19 casos) estaba tratado con antipsicóticos previamente a la introducción de GXR y el 100% con psicoestimulantes. Con el tratamiento con GXR se pudo reducir la dosis de antipsicóticos en 9 pacientes (47%) y retirar totalmente en 6 (32%). En el 21% restante no pudo reducirse dosis, coincidiendo con los pacientes que no mantuvieron el tratamiento con GXR. Conclusiones: GXR ayuda a estabilizar algunos de los comportamientos disruptivos de los pacientes con TDAH con trastornos asociados permitiendo en ocasiones disminuir o retirar la dosis de antipsicóticos. En nuestra experiencia, no ha sido posible disminuir la dosis de estimulante. La dosis media es de 0.08mg/kg por la no tolerancia a dosis mayores, no siendo posible alcanzar en algunos casos la dosis efectiva recogida en la bibliografía de 0.12mg/kg por aparición de efectos adversos. La suspensión del tratamiento ha sido en su mayoría por efectos adversos.

    DUDAS ANTE UN POSIBLE MALTRATO O EL DEBUT DE PSICOPATOLOGÍA EN EL ADOLESCENTE.

    Armenteros Cortés G.(1); Jiménez Guerrero J.(2); Sampedro Abascal C.(1); Fernández Molina C.(1), García Saldaña P.(1)

    (1)Centro de Salud de Tomares. Tomares. Sevilla.(2)Servicio de Urgencias Hospital San Juan de Dios del Aljarafe. Bormujos. Sevilla

    Introducción: La sola sospecha de maltrato, con independencia de la edad de presentación es de vital importancia por lo que debemos actuar en consecuencia ante cualquier atisbo del mismo. Caso clínico: Anamnesis: Adolescente mujer de 13 años llevada al servicio de urgencias por sus padres refiriendo que la insultan y le pegan. Sus padres comentan actitud desafiante habitual, rabietas frecuentes, impulsividad y negativa a la higiene diaria, estando desbordados por la situación. Antecedentes Personales: Episodio ansioso que fue valorado por Salud Mental, alta del proceso. No tratamiento médico habitual. Ante la sospecha de posible maltrato se contactó con Juez de Guardia. Se indicó continuar con procedimiento médico habitual enviándose policía judicial para entrevista y elaboración de informe propio. Exploración: Poco colaboradora. Discurso estructurado y coherente. No ideas delirantes aparentes. No alteraciones formales del pensamiento. No alucinaciones. No fenómenos de difusión del yo. Ánimo no explorable. No ideación suicida. No alteraciones psicomotrices. Exploración física Normal. No se evidencian lesiones externas ni datos sugestivos de maltrato a la exploración. Diagnóstico: Trastorno de conducta a filiar. Problemática familiar. Tratamiento: Observación domiciliaria, seguimiento con su Pediatra a valorar derivación a Salud Mental. Evolución: Se descartó la posibilidad de maltrato con la intervención de la policía judicial y la ausencia de datos de alarma. Se derivó a Salud Mental de zona descartándose patología orgánica cerebral con Resonancia Magnética de cráneo normal, analítica normal. Diagnóstico de probable trastorno psicótico a filiar, se inicia tratamiento con aripiprazol y fluoxetina con necesidad de ajuste de dosis por reagudizaciones, sin requerir ingresos pero si valoraciones frecuentes por Psiquiatría. Discusión: Ante la duda de un posible maltrato debemos siempre seguir la normativa y los cauces propios establecidos a tal efecto. La adolescencia es una etapa con características específicas debido a los cambios que se producen en este periodo, siendo motivo en ocasiones de crisis individuales. Es importante actuar en consecuencia sin perder la visión global del paciente y descartar patología incipiente que en muchos casos puede verse enmascarada por las características inherentes en esta etapa de la vida.

    TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO Y DE LA IMAGEN CORPORAL EN LA PRE-ADOLESCENCIA.

    Mate García, MA.; Urgellés M.; Tomasini, R.; Molina, F.; Cilveti, R.

    Cap. Terrassa Sud, Mutua Terrassa

    Introducción: La prevalencia de la Anorexia Nerviosa es de 2.2-3.6%, con una relación hombre /mujer de 1/10. El 85% aparece entre los 14-18 años, pero los Trastornos de la Imagen corporal y del Comportamiento Alimentarios son cada vez más frecuentes a una edad más precoz en la pre-adolescencia. Exponemos 3 casos recientes. Casos clínicos: 1) Niña de 12 años: Consulta por astenia y pérdida de 13 kg de peso en los últimos 6 meses y amenorrea. Está triste y ha disminuido rendimiento escolar. Vómitos autoinducidos en la comida, las 2 últimas semanas. Se autolesiona en brazos, cortes, como conducta ansiolítica. Ha consultado en redes sociales, y pertenece a un grupo de Instagram, página pro-Ana. Se pesa antes y después de cada comida, y hace ejercicio en casa y fuera. IMC 18. Inicio por pérdida de peso por gastroenteritis y refuerzo positivo por su imagen posterior en su clase, Analítica normal, excepto cortisol elevado. Test CDI de depresión: 26. Se deriva a Psicología, 2 visitas y visita en 1 mes, si no evoluciona bien, Hospital de día. 2) Niña de 12 años. Consulta por disminución de la ingesta la últimas semanas, no menarquia. No vómitos. IMC 18, quiere perder peso por debajo de los 40 kg, Se pesa 5 veces al día y viste ropa ancha. Analítica normal, excepto ferritina baja. Test CDI: 19. Pendiente primera visita psicología. 3) Niña de 11 años con preocupación excesiva y distorsión de la imagen corporal. IMC correcto, Se pesa y mira al espejo varias veces. Enfado y crisis de ansiedad al vestirse por las mañanas y al comprar ropa, En el colegio el año previo comentarios sobre su peso, y actualmente amigas hablan sobre peso e ideal de imagen. Intervención psicológica precoz y mejora. Discusión: Dado que esta patología está en ascenso en la edad pediátrica, los pediatras de primaria deberíamos formarnos, para la prevención primaria y secundaria, detección precoz de los casos, valoración de la gravedad y actitud a seguir para tratar o derivar a centros especializados, ya que su atención precoz mejora el pronóstico.

    ANOREXIA NERVIOSA – RETRATO DE UN CASO DE PRESENTACIÓN PRECOZ

    Fernandes, M.(1); Moleiro, P.(2); Soares, M.(3); Luz, A.(2).

    (1)Serviço de Pediatria, Centro Hospitalar Cova da Beira; (2)Unidade de Saúde e Medicina do Adolescente, Serviço de Pediatría, Centro Hospitalar de Leiria; (3)Unidade de Pedopsiquiatria, Serviço de Pediatría, Centro Hospitalar de Leiria

    Introducción: La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria asociada a una importante morbilidad y un gran impacto en la vida de los pacientes y sus familias. Su presentación es rara antes de los 12 años de edad. El tratamiento de la anorexia nerviosa en edades tempranas es desafiante, necesitando un seguimiento multidisciplinario estrecho. Caso clínico: Adolescente de 11 años del sexo femenino, enviada a la consulta de paidopsiquiatría por su médico de familia por reducción extrema de la comida asociada a pérdida de peso abrupta. En la evaluación inicial se confirmó este comportamiento asociado a pérdida de peso de 17 kg en 6 meses, distorsión de la imagen corporal y miedo a ganar peso. También había intensificado su actividad física, sin comportamientos de purga. Tenía un carácter perfeccionista y un alto rendimiento escolar. Fueron identificados factores de estrés familiar (con separación parental conflictiva y alteración del hogar), y diagnóstico de una enfermedad oncológica en un familiar. Se presentaba adelgazada, con Índice de Masa Corporal (IMC) 13.5 kg/m2 (peso 28 kg; altura 1.44 m), extremidades frías, acrocianosis y bradicardia. Fue internada en el Servicio de Pediatría durante dos días, efectuado electrocardiograma (bradicardia sinusal) y evaluación analítica (sin alteraciones relevantes). Se estableció un plan alimenticio con apoyo de nutricionista, e inició intervención psicoterapéutica. Después del alta hospitalaria mantuvo seguimiento multidisciplinario (pedopsiquiatría, nutrición, medicina del adolescente y psicología), con terapéutica farmacológica (olanzapina) e intervención familiar y escolar. En ambulatorio se observó un progreso lento con avances y retrocesos en el peso. Recuperó, en total, 7.65 kg teniendo un IMC de 16.3 Kg/m2 en la última evaluación (9 meses después del diagnóstico). Discusión: Una intervención adecuada y oportuna fue indispensable para la buena evolución de la paciente. Se subraya la gravedad de la presentación, decidiéndose un internamiento breve inicial, y la importancia del trabajo multidisciplinario, con intervención en la familia y en la escuela. La disponibilidad del equipo multidisciplinario para un seguimiento regular (a veces semanal) ha tenido particular importancia para una evolución y pronóstico favorables. Se enfatiza también la necesidad de identificar y enviar precozmente a estos pacientes, importante para el éxito terapéutico.

    CASO CLÍNICO: EL SUEÑO EN LA ANAMNESIS, EL GRAN OLVIDADO

    Gavela Pérez, T.; Lopez Carnero, J.; Mejorado Molano, FJ.; Losada del Pozo, R.; Soto Insuga, V.

    Fundación Jiménez Díaz. Madrid

    Introducción: un sueño de calidad es fundamental para un adecuado rendimiento en actividades físicas, aprendizaje, conducta y estado anímico. Aunque los síntomas de hipersomnia son generalmente secundarios a privación crónica de sueño (especialmente entre adolescentes), existen trastornos de hipersomnia idiopática que suelen infradiagnosticarse. Presentamos el caso de un adolescente donde reflejamos la importancia de una adecuada anamnesis sobre los trastornos de sueño. Caso clínico: adolescente de 14 años derivado a consulta pediatría por hiperbilirrubinemia y “astenia”, esta última atribuida a ferropenia crónica. Se había realizado hasta 10 analíticas en los últimos años y recibió ferroterapia en 6 ocasiones sin mejoría clínica. Destacaba bilirrubina total <2 mg/dl, predominando la fracción indirecta, hemoglobinas normales, VCM 73-76fl, ferritinas 20-30ng/ml, hierro 50-110µ/dl e índices de saturación 15 y 19%. Anamnesis sobre alimentación normal, ausencia de patología digestiva y destacaban síntomas de inatención y sensación de cansancio crónico sin limitación para actividades deportivas (colegio, natación y triatlón) y escolares. Al preguntar por el sueño lo definen como “niño que dormita” en casa y colegio, con mayor somnolencia desde los 10 años, con valores alterados en escalas específicas como Pediatric Daytime Sleepiness Scale 18 (<16). En agenda de sueño se comprueba tiempo de sueño nocturno de 8-10 horas y siestas habituales (hasta 3 al día coincidiendo con desplazamientos o clases). Frecuentes despertares (2-5 por noche), asociando ocasionalmente episodios de parálisis del sueño y sueños vívidos. No cataplejía ni roncopatía. Antecedentes: madre con enfermedad de Addison y tiroiditis de Hashimoto y padre con hipersomnia diurna sin filiar. Se comprobó que el paciente portaba HLA DQ-A1*0501 y DQB1*0201, test de latencias múltiples con latencia disminuida (6 minutos, 29 segundos), sin entradas precoces en REM. La RM craneal y valores de hipocretina-1 en LCR fueron normales. Con diagnóstico de hipersomnia idiopática se pautaron siestas regulares y tratamiento con metilfenidato (0,93mg/kg/dia) con mejoría de somnolencia, astenia, inatención y global de calidad de vida. Discusión: los trastornos del sueño en adolescentes son frecuentes y están infradiagnosticados, repercutiendo en la vida diaria de los niños. Deberían integrarse de forma sistematizada preguntas sobre los horarios y patrones de sueño en las historias clínicas.

    ADOLESCENTE CON ALUCINACIONES AUDITIVAS Y DELIRIO PERSECUTORIO: PRESENTACIÓN DE UN CASO.

    Meleiro Pascual, R.; Villatoro Pérez, M.; Mesian Pérez, I.; Faya Barrios, M.

    H. U. Virgen del Rocío Sevilla

    Introducción: La encefalopatía hepática es un síndrome neuropsiquiátrico que puede afectar a pacientes con hepatopatía crónica. El interés de este caso reside en la sintomatología psicótica que presentó el paciente, en especial a una edad en la que la incidencia de la esquizofrenia aumenta. Caso clínico: Paciente de 16 años que acude a urgencias por síntomas psicóticos. Desde hace una semana siente que “le persiguen” y que por eso “tiene mucho miedo”. Explica que tiene la sensación de haber hecho algo malo y tener que resolver algo pero no es capaz de concretar el qué, cómo, ni por qué. Su abuela refiere que nota conductas extrañas, “tenso, con miedo, a veces no quiere entrar en casa”. Le define como un niño asustadizo y temeroso desde siempre, pero niega la presencia de estos síntomas similares en el pasado. El paciente también expresa que escucha voces insultantes dirigidas hacia su persona, de las que no elabora una estructuración delirante, refiriendo no encontrar explicación a las mismas. Tienen una duración recortada en el tiempo y no siempre le producen repercusión afectiva o conductual. AP: -Epilepsia en tratamiento con Valproico desde hace 10 años. -Hipertensión portal pre-hepática por trombosis hepática. Derivación esplenorrenal lateral en 2014, con trombosis de la misma en el postoperatorio tardío. Tratamiento con propranolol por varices esofágicas. En lista de trasplante hepático. -Retraso madurativo. CI límite –NAMC -Calendario vacunal actualizado EF: Sin alteraciones salvo hepatomegalia. Exploración neurológica: sin alteraciones salvo temblor distal en manos, y discreta dismetría en la prueba dedo-nariz. Exploración psicopatológica: consciente y orientado auto y alopsiquicamente. Abordable, colaborador. Contacto visual esquivo. No inquietud psicomotriz. No alteraciones mnésicas reseñables. Discurso entrecortado, parco, con aumento de latencia de respuesta. Bloqueos del pensamiento. Ideas autorreferenciales sin estructurar de las que no es capaz de elaborar un discurso consistente. Pensamiento desorganizado. Alteraciones sensoperceptivas en forma de voces insultantes Embotamiento afectivo. Ansiedad referida y manifiesta. No ideas de muerte ni autolisis. No auto ni heteroagresividad. Juicio de la realidad alterado. Pruebas complementarias realizadas en urgencias Hemograma normal. Bioquímica con transaminasas normal. Gasometría venosa normal. Amonio: 88,5 μmol/L Tóxicos en orina negativos ECG normal El paciente es ingresado en planta para continuar estudio y tratamiento. Se realiza diagnóstico diferencial con: -Encefalopatía hepática secundaria a la hiperamoniemia, -Intoxicación por ácido valproico -Trastorno psicótico. Se inicia tratamiento con lactulosa oral y dieta hipoproteica, disminuyendo los niveles séricos de amonio en sucesivos controles. No vuelve a presentar durante el ingreso semiología psicótica ni alteraciones sensoperceptivas. Se realizan además EEG y RMN que son normales. Al alta no presenta alucinaciones auditivas ni ninguno de los síntomas por los que fue ingresado. Continúa controles en consultas de gastroenterología y neurología. Discusión: como en toda enfermedad psiquiátrica, es preciso realizar una evaluación clínica detallada, realizando las pruebas complementarias dirigidas para descartar una potencial causa orgánica causante del cuadro, teniendo en cuenta las enfermedades de base, como ocurrió con el paciente de nuestro caso.

    “NECESITO DESPEDIRME DE ELLA”

    Otero Aguilar, P.(1); Bermúdez Guerrero, JA.(1); Durán González, VM.(2); Martín Talavera, M(3); Guisado Rasco, MC(4).

    (1,4)CS Mercedes Navarro; (2)CS Alamillo; (3)Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla

    Introducción: El duelo es una reacción natural ante una pérdida, cada persona puede vivirlo de forma distinta y, además, varía a lo largo de las diferentes etapas de la vida. En adolescentes pueden aparecer alteraciones de conducta, aislamiento, fracaso académico, miedo a enfermar y a la muerte y conductas de riesgo. En nuestro entorno existe la costumbre de mantener apartado al adolescente del proceso de muerte de un ser querido con la falsa creencia de que estamos protegiéndole. En cambio, varios estudios destacan la importancia de incluir al adolescente de manera adecuada a su madurez cognitiva y afectiva al proceso o rito de despedida de un familiar cercano. Caso Clínico: Anamnesis: Mujer de 16 años, sin antecedentes personales de interés, que consulta en su Médico de Familia por cuadros repetitivos desde hace 3 meses de temblor, sudoración, disnea y llanto. Duran entre cinco y seis minutos. Aparecen en reposo y ceden espontáneamente. Han ocurrido tanto en el colegio como en casa. Viene acompañada de su madre, quien refiere que estos episodios se han repetido en torno a 3-4 veces al mes. Además, ha observado un cambio de actitud desde que falleció su abuela, hace 3 meses coincidiendo con el inicio de los episodios, mostrándose apática, menos conversadora y aislada de relaciones sociales y familiares. En entrevista dirigida a la paciente, admite que piensa demasiado en su abuela fallecida a quien le unía un gran lazo afectivo. Compartían aficiones y pasaban mucho tiempo juntas: “supe que falleció después de su entierro, necesito despedirme de ella y no pude hacerlo”. Exploración: TA: 110/65. ACR: Sin hallazgos patológicos. Diagnóstico: Ansiedad Vs Depresión Vs Duelo. Tratamiento: Acordamos que la paciente se tomará unos días para escribir una carta de despedida que será depositada en un lugar importante para ambas. Evolución: Citamos a la paciente en unas semanas quien nos refiere que el haber expresado todo lo que se había quedado en su interior le sirvió para cerrar esa etapa, persistiendo desde aquel entonces asintomática.

    CONSUMO DE TÓXICOS ENTRE ADOLESCENTES DE UN BARRIO DE SEVILLA: ESTUDIO DESCRIPTIVO

    Díaz-Cano Carmona E.; Martín Talavera M.; Coronel Rodríguez C.; González Soria MD.

    H.I. Virgen del Rocío Sevilla

    Introducción: Según el Plan Nacional sobre Drogas de 2016 la edad de inicio del consumo de alcohol y tabaco se sitúa por debajo de los 14 años. Respecto a los hipnosedantes, oscila de los 14,6-14,9 años. Los que han consumido cocaína se inician a los 15 años. Nuestro objetivo es conocer estos datos en nuestra población. Material y método: Este trabajo se ha realizado mediante la elaboración de una encuesta de 21 preguntas sobre hábitos de vida y salud en adolescentes. La encuesta fue rellenada anónimamente por 233 alumnos de entre 13 y 14 años de 1ºy 2ºESO de dos centros educativos de la zona básica de salud. Resultados: De los 233 alumnos encuestados el 2.58% declara ser consumidor habitual de tabaco, mientras que los de cachimbas ascienden al 18.54%. El 9.01% declara consumo habitual de alcohol, siendo el 9.45% los que han tenido un consumo tóxico del mismo. Respecto a las drogas, el 21.45% refiere haber recibido propuestas para su uso. Sin embargo, estos resultados varían significativamente en el análisis por aulas, donde el ofrecimiento de drogas alcanza el 45.45%, el consumo tóxico de alcohol el 27.27%, y el consumo habitual de cachimbas el 36.37%. Discusión y conclusiones: Tras analizar los resultados y compararlo con la bibliografía publicada, se concluye que el consumo de tabaco en nuestra población es menor que el nacional (2.58% respecto a 18.6%). Sin embargo, creemos necesario analizar el consumo de cachimbas, cada vez más frecuente y con menos estudios realizados tanto para valorar prevalencia como para analizar las consecuencias de su uso. Respecto al consumo de alcohol, en nuestro trabajo el resultado es del 9.01%, mientras que los datos publicados detectan consumo entre el 57.4%. Destaca el aula donde hasta el 27% ha realizado un consumo tóxico, estimando necesario potenciar las campañas para su prevención. Como conclusión más importante la elevada frecuencia con la que los adolescentes reciben propuestas para el consumo de drogas. El consumo de hipnosedantes como droga ilegal más consumida, se sitúa en el 7.3% a nivel nacional, pero son el 21.45% de los encuestados los que refieren haber recibido ofertas, alcanzando en un grupo el 45.45%.

    USO DE TECNOLOGÍA ENTRE ADOLESCENTES DE UN BARRIO DE SEVILLA: ESTUDIO DESCRIPTIVO

    Díaz-Cano Carmona E.; Martín Talavera M.; Coronel Rodríguez C.; González Soria MD.

    H.I. Virgen del Rocío Sevilla

    Introducción: Según el Instituto Nacional de Estadística, el uso de tecnologías entre adolescentes (10-15 años) es muy elevado. Casi el 100% ve la televisión a diario, siendo el 14% los que la ven más de 3 horas entre semana y el 37% los fines de semana. El uso de ordenador alcanza el 95,1%, y el móvil un 83,2% a los 13 años y un 92,8% a los 14 años. Material y método: Este trabajo se ha realizado mediante la elaboración de una encuesta de 21 preguntas sobre hábitos de vida y salud en adolescentes. La encuesta fue rellenada anónimamente por 233 alumnos de 13 y 14 años de 1º y 2ºESO de dos centros educativos de la zona básica de salud. Resultados: De los 233 alumnos encuestados el 54.93% pasa dos horas o más viendo la televisión al día, siendo el 43.45% los que lo emplean con videojuegos. Preguntados respecto a la sensación de necesidad de productos tecnológicos como el móvil o la Tablet, y respondiendo de 0 a 9, sólo el 5.58% refieren no precisarla, mientras que el 81.11% la puntúan en 4 o más. En el análisis por aulas es significativo el grupo en el que el tiempo frente al televisor es 68.18%, y con videojuegos el 59.09%. Respecto a la necesidad de tecnología, se alcanza el 89.6%. Discusión y conclusiones: Dado el análisis de los resultados y la comparación con los publicados, concluimos que nuestros adolescentes consumen más horas de televisión al día (54.93% dos horas diarias o más) pero menos con videojuegos (43.45%), a pesar de lo cual, continúan siendo cifras altas. Creemos interesante la bibliografía referida a la implicación de los padres en el ocio electrónico (que aumenta el rendimiento escolar), puesto que un 40% de los adolescentes consume esta tecnología en solitario y sin conocimiento paterno sobre el tipo utilizado, llegando al 70% los padres que desconocen qué videojuegos usan sus hijos. Respecto a la necesidad de tecnología, hasta el 81.11% la puntúan alta, dato que nos lleva a concluir la necesidad de proyectos en esta área dado el riesgo de futuras adicciones que pudiera conllevar.

    VÓMITOS INCOERCIBLES ANTE CONSUMO DE CANNABIS

    García Manga, A.; Fariñas Díaz de Guereñu, S.; Zurbano Araiz, M.

    Centro de Salud Gamonal Antigua Burgos

    Introducción: El cannabis es la droga ilegal más extendida en España y con un consumo muy temprano. Presenta un efecto paradójico en consumidores crónicos susceptibles, consistente en náuseas y vómitos recurrentes, que desaparece con la abstinencia. Caso clínico: Anamnesis: Paciente de 18 años sin antecedentes de interés, salvo un ingreso en Medicina Interna a los 14 años para estudio de vómitos y dolor abdominal con diagnóstico de gastroenteritis, que acude a consulta por vómitos incoercibles, febrícula, y dolor abdominal difuso desde hace 12 horas. Sin asociar cambios en ritmo intestinal, ni otra clínica a ningún otro nivel. No relaciona el cuadro con ninguna comida ni consumo de hábitos tóxicos. Ha tenido dos episodios similares previos a diferentes edades que cedieron con primperán. Exploración Física: Consciente y orientado, con regular estado general, nauseoso y con vómitos. Resto de exploración normal. Pruebas Complementarias: se solicita analítica de rutina (hemograma y bioquímica) con perfil hepático, función renal y pruebas de coagulación, con parámetros normales. La radiografía de abdomen no presentó hallazgos significativos. Se solicitan tóxicos en orina, positivos para cannabinoides. Ante dichos hallazgos y sin la mejoría del paciente se vuelve a incidir en hábitos tóxicos, terminando el paciente por declarar consumo de años de evolución de cannabis, incluido el día previo a la clínica. Diagnóstico: Hiperemesis por cannabinoides Tratamiento: se prescribe Primperán, ante la falta de mejoría, se pauta Clorpromazina, con mejoría del cuadro. Al alta se recomiendan duchas de agua caliente y abstinencia de consumo. Evolución: tras cesar el consumo, el paciente no vuelve a presentar vómitos. Discusión: Debido a la alta prevalencia del consumo de cannabis es importante, ante vómitos cíclicos, valorar este diagnóstico y preguntar consumos/año. Además de recordar que el tratamiento sintomático en este cuadro es antipsicóticos típicos o dexametasona y sobre todo, duchas de agua caliente. Y que el único tratamiento definitivo es abstinencia del consumo, para lo cual podemos ofrecer apoyo con técnicas psicoterapéuticas, sobre todo motivacionales y cognitivo-conductuales.

    DETERMINANTES FAMILIARES Y EMOCIONALES EN EL CONSUMO DE TABACO (PIPAS DE AGUA Y CIGARRILLOS) Y ALCOHOL EN ADOLESCENTES

    Sáenz-Lussagnet JM.; Hernández Soto MR.; Luque-Romero LG.

    Distrito Sanitario Aljarafe Sevilla Norte

    Introducción: Diversos trabajos han señalado que el consumo de pipas de agua (cachimba, narguila) puede ser precursor del consumo de cigarrillos en adolescentes. Según la encuesta “la Población Andaluza ante las Drogas (2015)” el consumo de cigarrillos en el grupo etario de 14-15 años era del 12,5%. Objetivo: Analizar los determinantes del consumo de pipas de agua, cigarrillos, alcohol y drogas en estudiantes de enseñanza secundaria de Sevilla. Material y método: Estudio descriptivo transversal realizado en Atención Primaria de Salud (ámbito escolar y comunitario). Población: Estudiantes de 3º y 4º de Enseñanza Secundaria Obligatoria en 3 IES públicos de San José de la Rinconada. Muestra: 185 individuos. Variables: sexo, edad, curso, edad de inicio de los consumos (cigarrillos, pipas de agua, cigarrillo electrónico, alcohol y otras drogas), prevalencia de los consumos, convivencia con familiares fumadores, síntomas emocionales (cuestionario SDQ). Análisis estadístico: Análisis descriptivo y bivariado. Contraste bilateral y nivel de confianza del 95% (IBM-SPSS y EPIDAT-3.1). Consideraciones bioéticas: Aprobado por el CEI-Hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío de Sevilla. Resultados: Se analizaron 185 adolescentes de 3º y 4º de ESO. La edad mediana (RIC) 15.4 (14.7-15.8) años. El 51.4% eran mujeres. El 76.8% convivían con fumadores y 73.0% con algún familiar bebedor habitual. La prevalencia de consumo de tabaco (pipa de agua y/o cigarrillo) fue del 28.1%. El 35.1% habían experimentado con el cigarrillo, 63.8% con pipa de agua, 73.0% con alcohol y 14.1% con drogas. El alcohol ha sido la primera sustancia consumida a los 13.2 años de edad, seguida de la pipa de agua (13.5), el cigarrillo (13.8) y el cannabis a los 14.6 años. En cuanto a los síntomas emocionales (SDQ) 18 (9.7%) alumnos tuvieron una puntuación límite y 20 (10.8%) puntuación en rango patológico. Conclusiones: El consumo de tabaco se está infravalorando al no contarse con el de pipas de agua. No se ha encontrado asociación estadísticamente significativa entre la presencia de síntomas emocionales y el consumo de sustancias en los adolescentes. Los modelos familiares incrementan el consumo de sustancias aunque no se alcanza la significación estadística.

    EXPLORANDO F.A.C.T.O.R.E.S. DE RIESGO Y DE PROTECCIÓN EN ADOLESCENTES

    Tobarra Sánchez E.; Cabrera Jiménez L.; Azurmendi Funes ML.; Cárceles Álvarez A.; Sánchez Sauco MF.; Ortega García JA.

    H.C.U. V. de la Arrixaca. Murcia

    Introducción y Objetivos: Cada vez con más frecuencia los jóvenes pasan más tiempo en espacios cerrados alejados de experiencias en la naturaleza. Las cifras de consumo de alcohol y drogas entre adolescentes son alarmantes. Según cifras estatales, en el último mes un 38% han consumido tabaco, un 7% cannabis y un 64% alcohol, la mayoría en atracón (ESTUDES, Plan Nacional de Drogas, 2013). Tan sólo un 15% de los encuestados realizaba actividades físicas el contacto con la naturaleza (Ministerio de Educación, 2010). Con este trabajo se pretenden analizar factores de riesgo y de protección respecto a los estilos de vida en un grupo de adolescentes. Material y Método: Se seleccionaron 2 aulas de 4º de la ESO en un municipio del sureste español. Se entregó un cuestionario autocumplimentado sobre estilos de vida. Se realizó estadística descriptiva usando el programa SPSS V19. Resultados: Se encuestaron 139 adolescentes, siendo 61,2% chicas y 38,8% chicos. Un 14% fuman tabaco (54% exposición pasiva), un 28% toma alguna vez alcohol los fines de semana y un 59% ha estado expuesto al humo del cannabis en los últimos meses. Existen diferencias de género en estas exposiciones. La percepción sobre el consumo de los compañeros de instituto de tabaco, cannabis y alcohol es del 34%, 16% y 55% respectivamente. Un 58% tiene contacto con la naturaleza menos de una vez por semana. El 64% refiere que no hay alternativas de ocio en la comunidad. El % de fumadores es menor en los jóvenes con mayor número de experiencias en la naturaleza (ANOVA, p=0,002). Conclusiones: Las cifras son alarmantes: casi la mitad están expuestos a humo de tabaco y cannabis y hasta un 28% al alcohol de forma ocasional. El contacto con la naturaleza puede comportarse como un factor protector. La perspectiva debe ser integrativa, abordando de los factores de riesgo y el estímulo de los factores de protección.

    CONSUMO DE DROGAS LEGALES E ILEGALES EN ADOLESCENTES SUPERVIVIENTES DE CÁNCER PEDIÁTRICO

    Cárceles Álvarez, A.; Tobarra Sánchez, E.; Azurmendi Funes, ML.; Sánchez Sauco, MF.; Ortega García, JA.

    H.C.U. V. de la Arrixaca Murcia

    Introducción y objetivos: las tasas de supervivencia del cáncer pediátrico han aumentado espectacularmente en las últimas décadas, situándose en los países de nuestro entorno alrededor del 80%. Al mismo tiempo, ha aumentado la incidencia de efectos tardíos derivados de los tratamientos utilizados, estimándose que, hasta el 70% de los supervivientes de cáncer pediátrico (SCP) presentarán algún efecto tardío a lo largo de su vida. La adolescencia es una etapa determinante en la adquisición de hábitos saludables que puedan perdurar en la edad adulta. Promover un estilo de vida saludable, evitando hábitos tóxicos, principalmente durante la adolescencia, será crucial para disminuir la aparición de efectos tardíos y conseguir una mejor calidad de vida en los SCP. El objetivo de nuestro trabajo es presentar la prevalencia de consumo de drogas legales e ilegales en un grupo de adolescentes SCP. Material y métodos: estudio transversal descriptivo. Se analizaron los patrones de consumo de alcohol, tabaco y drogas ilegales en un grupo de adolescentes (14 – 18 años) que acudieron a la consulta de largo seguimiento de supervivientes de cáncer pediátrico. Resultados: se entrevistaron 52 SCP (57,7% masculinos) con una edad media de 15,9 años. El 48,1% habían consumido algo de alcohol en el último año y el 33,5% en el último mes. Hasta el 75% habían presentado algún atracón de alcohol en el último año, siendo del 20,8% en los últimos 30 días. El 22,3% de los hombres y el 8,3% de las mujeres tenían un consumo de riesgo según el cuestionario AUDIT-C. El 7,7% eran fumadores, siendo el porcentaje de fumadores diarios del 5,8% con un consumo medio de 10 cigarrillos / día. Finalmente, el 3,8% eran consumidores de cannabis. Conclusiones: aunque las prevalencias de consumo son menores que en la población general de su misma edad, al tratarse de un grupo de alto riesgo, con mayor sensibilidad a los efectos perjudiciales de drogas legales e ilegales, es esencial desarrollar intervenciones intensivas para disminuir los consumos y promover estrategias de prevención en adolescentes que no consumen.

    CONOCIMIENTO Y USO DE ANTICONCEPTIVOS EN LA POBLACIÓN ADOLESCENTE DE IBIZA

    Torné Torres, S.; Bagase Rejón, V.; Di Bernardo Delgado, FT.; Molina Gutiérrez, P.; Molina Mirazu, M.

    C. Hospital Can Misses Ibiza

    Introducción y objetivos: Conocer la información y uso de los métodos anticonceptivos (MAC) en aquellos adolescentes que consultan en la Unidad de Atención a la Mujer (UAM) de Ibiza. Por ejemplo, saber cuál es el MAC que utilizan, si quieren cambiar y a cuál. Material y Métodos: Estudio descriptivo mediante encuestas anónimas a mujeres entre 14-23 años que consultan en la UAM, el día de Atención al Adolescente, en un periodo de 45 días. Resultados: La muestra fue N=165, siendo el motivo de consulta: 67% información y solicitud de MAC; 21% control del MAC y 12% solicitud de Interrupciones Voluntarias de Embarazo (IVE). La media de edad de inicio de las relaciones sexuales (RS) es de 15,8 años. El MAC más utilizado en su primera relación (un 75%) es el preservativo, 11% no utilizó MAC, 1% píldora y 13% no había iniciado relaciones sexuales. En el momento de consulta un 77% utilizan MAC: 45,5% preservativo (28,5 siempre y 17% ocasional); 17,5% píldora; 14,6% métodos naturales; 4,8% implante subcutáneo; 2,4% anillo vaginal; 1,8% Dispositivo Intrauterino (DIU); 0,6% doble método y un 10% no usa ningún MAC. Un 50% seguirán con el mismo MAC, mientras que un 20,6% cambiará a la píldora, 9% al DIU, 7% implante, 3% preservativo, 1,2% doble método y un 0,6% parche transdémico. El 90% de las adolescentes conoce la píldora postcoital. De las adolescentes que solicitaron IVEs: 75% utilizaba MAC (40% preservativo: 20% siempre y 20% ocasional; 27% coito interruptus; 20% píldora y 13% anillo vaginal). Conclusiones: La mayoría de las adolescentes del estudio conocen y utilizan los MAC, incluido la píldora postcoital. Destaca el uso del preservativo en su primera RS, pero de uso ocasional en sus RS actuales. No conocen ni usan doble método para evitar ITS. Se observa un bajo uso de los MAC de larga duración (LARC) que contrasta con el número de adolescentes que tras la encuesta e información cambiarán a DIU o implante, sobre todo en pacientes que habían consultado por IVEs, informando su alta efectividad así como la alta seguridad del método anticonceptivo.

    EL ADOLESCENTE Y LA NECESIDAD DE UNA ATENCIÓN INTEGRAL: A PROPÓSITO DE UN CASO

    Rodríguez Martínez EM.; Sánchez Sauco MF.; Martínez García C.; Vicente Calderón C.

    Hospital Univ. V Arrixaca Murcia

    Introducción: La adolescencia es un periodo de gran vulnerabilidad para los individuos. Las transformaciones biológicas, psicológicas y sociales, inundan sus pensamientos y acciones, generando en múltiples ocasiones; crisis, conflictos y contradicciones. Aunque sus límites se inician con referentes biológicos, pueden terminar evolucionar en procesos psicológicos. Caso Clínico: Paciente de 13 años diagnosticado de displasia ectodérmica hipohidrotópica ligada a X. El desarrollo psicomotor inicialmente fue normal. Al inicio del periodo escolar precisa adaptación curricular por retraso cognitivo leve, lo que ocasionó la repetición del curso académico en varias ocasiones. Con el inicio de la adolescencia aparecen cambios en su conducta, con patrones de agresividad (bullying) hacia sus compañeros y profesores suponiendo varias denuncias policiales. La gestión del caso la realizó su pediatra pero precisando de otras disciplinas para su intervención: unidad de salud medioambiental pediátrica, trabajo social, asociaciones, escuela… El fin del abordaje, fue encontrar espacios donde el paciente se encontrara cómodo y pudiera desarrollar todas sus habilidades: escuela, gimnasio, piscina, contacto con la naturaleza…Tras la intervención, el paciente ha experimentado una gran mejoría a nivel psicosocial, sobre todo familiar y de integración social. Discusión: El cuidado y la prevención de los factores de riesgo de los adolescentes en la práctica clínica diaria en muchas ocasiones quedan relegados al “altruismo” del profesional sanitario. Los adolescentes necesitan interlocutores que comprendan sus miedos y estimulen sus habilidades. Nuestro caso muestra la complejidad del abordaje y la necesidad de formación y sensibilización del personal sanitario en la atención integral del adolescente.

    A SOLAS CON EL PEDIATRA

    Espinós Martínez A.; Martín Talavera M.;, Coronel Rodríguez C.; González Soria MD.; Begara De La Fuente M.

    H.I. Virgen del Rocío Sevilla

    Introducción: La adolescencia es un periodo durante el cual la percepción de la imagen corporal toma gran importancia para el individuo, en un momento en el que la autoestima es frágil y la personalidad está formándose. Muchos de los cambios físicos tienen lugar en zonas socialmente consideradas como más pudorosas, como las mamas o los genitales, y que llevan a que estos pacientes tarden en consultar, cuando les surgen preocupaciones, tanto a sus padres como a los profesionales de la salud. Resumen de los casos: Presentamos el caso de dos adolescentes con patología testicular, que consultaron en varias ocasiones en Atención Primaria, en teoría por problemas banales, antes de desvelar el verdadero motivo de consulta, principalmente por pudor, hasta que coincidieron con el pediatra, en este caso varón, a solas sin residentes mujeres. Se trata de un adolescente de trece años y medio con un bultoma en el teste derecho, que finalmente resultó ser un quiste de epidídimo, sin mayor trascendencia clínica; y un adolescente de doce años con un varicocele izquierdo, actualmente en lista de espera quirúrgica. En contraposición, en esta consulta concreta, al haber a menudo residentes mujeres, las adolescentes han podido ser exploradas en condiciones de mayor comodidad para ellas. Conclusiones: La tendencia actual a la ampliación de la edad de atención por parte de los pediatras, de catorce a dieciséis —o incluso dieciocho— años, lleva a que tengamos que aprender a abordar a estos pacientes, favoreciendo un clima de confianza, en el que ellos se sientan capaces de expresar sus dudas y preocupaciones, tanto a nivel de patología, como en cuanto a prevención y promoción de la salud. A menudo nuestras consultas en Atención Primaria están enfocadas a pacientes de menor edad, no sólo en cuanto a decoración, sino también a organización, con puertas que se abren indiscriminadamente, ausencia de cortinas para la exploración física y de profesionales del mismo sexo que el paciente, tal y como señalan las guías internacionales de práctica clínica. Es nuestro deber mejorar en todos estos aspectos para que no se nos escape patología potencialmente grave, especialmente por motivos de vergüenza.

    NO TODO SON FÁRMACOS EN EL CONTROL DEL ASMA DEL ADOLESCENTE

    Pérez España, A.; Marcos Temprano, M.; Gacimartín Valle, P.; Bahillo Curieses, MP.; Bermúdez Hormigo, I.

    H.C. U. Valladolid

    Introducción: En el manejo del asma grave resulta imprescindible identificar comorbilidades como reflujo gastroesofágico, obesidad, o síndrome de apnea/hipopnea. En la adolescencia se suman otros factores como mala adherencia terapéutica, alteraciones del estado de ánimo o abuso de sustancias, que dificultan el control del asma. Caso clínico: Caso 1. Varón, 16 años. Seguimiento por asma persistente moderada con sensibilización a ácaros, en tratamiento con formoterol/budesonida. Recibió inmunoterapia específica, suspendida por mal control del asma. Empeoramiento en el último año, precisando broncodilatador de rescate frecuentemente y hospitalización en una ocasión. Se aumentó dosis de corticoide inhalado, asociando bromuro de tiotropio. Presenta rinitis e hiperemia conjuntival persistente, astenia e hiporexia. Regular adherencia terapéutica por mala autopercepción de los síntomas. Estudios complementarios: hemograma normal con eosinofilia 990/mm3; bioquímica, TSH y alfa1 antitripsina normales; IgE total 623kU/L, IgE Dermatophagoides pteronyssinus >100UI/ml, Dermatophagoides farinae 96.30UI/ml, rDer p1 >100; espirometría con FEV1 2,74L (78%), FVC 3,18L (85%); cannabis positivo en orina. Mejoría clínica tras refuerzo de adherencia terapéutica y abandono de drogas. Caso 2. Mujer, 12 años. Seguimiento por asma persistente grave. Asocia TDAH, obesidad y RGE. Estudios complementarios: hemograma normal; bioquímica, TSH, alfa 1 antitripsina y estudio de inmunidad normal; mantoux negativo; IgE total 589kU/L, IgE Lepidoglyphus destructor 95.3UI/ml, TACAR tórax normal; espirometría FEV1 2,83L (84%), FVC 3,03L (77%); pletismografía: TLC 4,35L (101,6%), VR 89%, difusión DLCO 87,1%. Mal control clínico pese a tratamiento escalonado con corticoides inhalados a dosis altas + LABA, tiotropio y omalizumab. Desde el inicio del curso asocia enuresis nocturna y ansiedad, reconociendo acoso escolar. Mejoría clínica tras pérdida de peso y seguimiento en Psiquiatría. Discusión: El abordaje del asma en el adolescente supone un reto debido a la elevada prevalencia de comorbilidades así como a las características socio-emocionales inherentes a este grupo de edad. Un mal control del asma conlleva no poder seguir el mismo ritmo de vida que el resto de sus compañeros, apareciendo sentimientos de tristeza y riesgo de bullying, perpetuando así la mala evolución de la enfermedad. Por ello, debe realizarse un seguimiento interdisciplinar para ofrecer un adecuado manejo integral.

    SALUD REPRODUCTIVA Y SEXUAL EN EL ADOLESCENTE VARÓN. UNA CONSULTORÍA DE PREVENCIÓN, DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO

    Martínez Villares, AR.

    H. Pediátrico Docente Juan Manuel Màrquez Marianao La Habana Cuba

    Resumen: Habitualmente los programas de salud sexual y reproductiva se focalizan en la atención de la salud de las mujeres lo nos hace pensar que, en general, los hombres consultan menos que las mujeres en estos servicios .Esto ¿Es el resultado de una dificultad inherente a los varones pues sus conductas y actitudes son acordes a las características de un modelo de masculinidad dominante?. ¿Es que no existen servicios de salud que consideren en su programación a la población masculina como un actor social relevante a la par de las mujeres? La equidad de género en materia de salud sexual y reproductiva exige políticas que garanticen que las mujeres y varones sean tratados por igual por tener necesidades en común y en los casos en que sus vulnerabilidades sean diferentes se las aborde en forma equitativa. Objetivos: Se creó una consultoría, de atención integral al adolescente varón, donde, desde una visión de equidad de género se hace prevención, para lograr un impacto positivo en la salud reproductiva. Objetivos específicos: Caracterizar los adolescentes varones según edad, historia personal o familiar y datos positivos al examen físico. Capacitarlos para hacer el Auto examen del testículo, el pene y las mamas. Tratar desde el punto de vista clínico y quirúrgico a aquellos que presenten enfermedades testiculares, peneanas o mamarias que puedan influir en la futura salud reproductiva. Hacer promoción de salud abordando temas como sexualidad responsable, anticoncepción, embarazo en la adolescencia, enfermedades de trasmisión sexual, adicciones, violencia y maltrato a la pareja Metodología: Se mostrará un estudio de serie de casos con los pacientes que han acudido a la consulta de Salud Reproductiva del adolescente varón, previa voluntariedad del adolescente, evaluando las variables que se proponen en los objetivos, en el periodo comprendido entre abril del 2015 y abril del 2017, y así valorar eficacia del proyecto.

    ¿SON HOMOFÓBICOS LOS ADOLESCENTES CUBANOS?

    Martínez Villares, AR.(1); Hernández Martínez MC.(2) (1)Hospital Pediátrico Docente “Juan Manuel Márquez”;

    (2)Facultad Victoria de Girón. La Habana: Cuba

    Introducción: El término homofobia hace referencia a la aversión contra hombres o mujeres homosexuales. En la adolescencia acontecen serias y profundas transformaciones, donde las personas establecen su sentido de identidad individual. Objetivo: Identificar el grado de prevalencia de la homofobia en los adolescentes. Diseño Metodológico: Se realizó un estudio observacional descriptivo-transversal. El Universo estuvo constituido por 187 estudiantes de 10mo y 11no grado pertenecientes al Pre-Universitario “Arístides Viera González”. Resultados y Discusión: Se observó un ligero predominio del sexo femenino con un total de 103 estudiantes (55,08%) sobre el masculino con un total de 84 estudiantes (44,91%). Las edades entre los encuestados fueron casi similares, el 70,5% de estudiantes consideran normales las relaciones entre homosexuales y el 75,6% de ellos se relacionan con homosexuales. Hubo un 19% de estudiantes que no consideran a los homosexuales como una buena influencia. El 81,36% de los estudiantes no rechazarían a un familiar si fuera homosexual. El 18,64% resultaron homofóbicos, en el 65,96% de los casos no hubo manifestación de homofobia y el 15,4% no estaban ni a favor ni en contra de la homosexualidad. Conclusiones: En el estudio predominó el sexo femenino con respecto al masculino y fue más frecuente la edad de los 16 años. La mayoría de los estudiantes se relacionan con homosexuales a pesar de que un por ciento bajo plantea de que son una mala influencia. Aunque el índice de homofobia es bajo en el estudio se sigue considerando que la homofobia aún predomina.

    ABUSO SEXUAL A MENORES EN UNA UNIDAD DE MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA DE UN HOSPITAL TERCIARIO

    Barrios Machain, U.; Guerrero Alzola, F.; Casas Rivero, J.; Salmerón Ruiz, MA.; Nieto Serrano, A.

    Hospital Infantil Universitario La Paz

    Introducción y Objetivos: El abuso sexual contra niños y adolescentes (NyA) se entiende como la participación de éstos en actividades sexuales o el sometimiento a cualquier conducta sexual sin su consentimiento. En España entre un 10-20% de la población ha sido víctima de abuso sexual en su infancia. El objetivo es conocer las características de los abusos sexuales en una Unidad de Medicina de la Adolescencia de un hospital terciario. Materiales y Métodos: Se recogen de forma retrospectiva los pacientes con diagnóstico de abuso sexual en una Unidad de Medicina de la Adolescencia de un hospital terciario acontecido los últimos 3 años. Se excluye grooming, sexting y las relaciones “consentidas” entre un menor de edad mayor de 13 años y un mayor de edad en el contexto de una relación sentimental. Resultados y Conclusiones: Se recogen 20 pacientes, siendo el 95% mujeres. Dos de las pacientes sufrieron maltrato sexual siendo menores y mayores de 13 años por distintos agresores.

    <13 AÑOS (N=15) 68%

    ≥ 13 AÑOS (N=7) 22%

    Relación con el agresor

    Padre

    33%

    Familiar/amigo/profesor

    67%

    71%

    Desconocido

    29%

    Persona a la que la víctima cuenta el abuso

    Madre

    54%

    57%

    Personal sanitario

    33%

    43%

    Otros (diario, w.app)

    13%

    ¿Hubo violencia?

    27%

    57%

    No

    60%

    43%

    No podemos precisar

    13%

    ¿Hubo penetración

    53%

    43%

    No

    33%

    57%

    Desconocido

    14%

    Psicopatología asociada

    73%

    85%

    Trastorno de la conducta alimentaria (TCA)

    20% (3 casos)

    57% (4 casos)

    Ansiedad/depresión:

    • Autolesiones
    • Intento autolítico

    53% (8 casos)

    37% (3 casos)

    25% (2 casos)

    85% (6 casos)

    33% (2 casos)

    Otros

    33%

    14%

    – En nuestra casuística se observa cómo en los menores de 13 años el padre es frecuentemente el abusador, mientras que en los mayores de 13 años el padre no lo es en ningún caso registrado. – Asimismo, el personal sanitario puede ser un receptor de estas confidencias, por lo que debemos estar en disposición de escucha y atentos. – El trauma psíquico que experimentan estos pacientes se potencia con el paso del tiempo, cuando la consciencia de lo sucedido es mayor. Como muestra esta pequeña serie de casos donde la psicopatología es frecuente, especialmente la ansiedad, depresión y TCA.

    PROGRAMA “FORMA JOVEN”. REVISIÓN DE UNA CONSULTA DE PLANIFICACIÓN FAMILIAR JUVENIL

    Navarro Domínguez, M.; Guisado Rasco MC.; Candón Ballester M.; Rodríguez Yoldi M.

    Centro de Salud Mercedes Navarro. Distrito Sanitario de AP Sevilla.

    Introducción: El Programa Forma Joven está dirigido a adolescentes entre 12 y 18 años, desarrolla áreas fundamentales como estilos de vida saludables, sexualidad y relaciones afectivas, salud mental y convivencia. Entre sus objetivos destacan la promoción de la salud y favorecer la elección de conductas saludables. Objetivos: Los objetivos en el área de sexualidad y relaciones afectivas son: * Promover relaciones sanas, seguras, satisfactorias y en igualdad. * Prevenir embarazos no deseados * Evitar infecciones de transmisión sexual (ITS). Material y Método: Estudio retrospectivo de las consultas a demanda realizadas en nuestras consultas de planificación juvenil desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2017, exceptuando los periodos vacacionales donde se suspenden los programas de salud. Resultados: Hemos revisado 35 historias de salud de adolescentes con una media de EDAD de 16.5 años. La FRECUENCIA de las relaciones sexuales es entre 1-3 de relaciones por semanas. El MÉTODO ANTICONCEPTIVO preferido por las jóvenes es la terapia hormonal, siendo los anticonceptivos orales (ACHO) los de primera elección (57%). Un 36% refiere el uso de preservativo y un 6% utilizaban el coito interruptus como método anticonceptivo. El HÁBITO TABÁQUICO no estaba registrado en 24 de las historias revisadas (68,5%), y el 28% de las mujeres que toman ACHO refieren fumar al menos 5 cigarros al día. Respecto al número de EMBARAZOS, una adolescente con uno y otra con dos. Una solicitud de PÍLDORA POSTCOITAL registrada. El RIESGO DE ITS solo estaba registrado en 14 pacientes (37.4%) y de éstas solo una era de alto riesgo. Conclusiones: 1.- La edad media de las adolescentes que acuden a planificación familiar es de 16,5 años. 2.- El método anticonceptivo de elección son los ACHO, seguidos del preservativo. 3.- Es importante el registro en la historia de salud del hábito tabáquico debido a la relación entre el tabaco y la aparición de eventos adversos en las mujeres que toman ACHO. 4.- La información a nuestros adolescentes en este campo es fundamental para que puedan tener prácticas sexuales responsables y prevenir así los riesgo como el embarazos no deseados o ITS.

    ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LA DETECCIÓN Y ACTUACIÓN FRENTE LAS VIOLENCIAS DE GÉNERO QUE AFECTAN LOS Y LAS ADOLESCENTES DE NUESTRO CENTRO

    Fuentes Lloveras, A.; Mazo Ancochea, MV.; Pérez Manyà, N.; Uriach Timoneda, V.; Jiménez Muñoz, B.

    CAP Roger de Flor. EAP Dreta Eixample. Barcelona

    Introducción: Las violencias de género (VG) son una problemática que afecta gravemente la población, causando un importante aumento de morbimortalidad. Existen pocos datos epidemiológicos en adolescencia. En el “Plan de intervención con adolescentes que viven relaciones afectivas-sexuales abusivas del 2015” realizada por los servicios sociales de nuestra ciudad proponen la creación de guías de detección/actuación frente las VG. Objetivo: Inicialmente se realizó un estudio descriptivo para conocer el grado de conocimiento/sensibilidad de los/las profesionales en relación a la detección/actuación frente la VG en adolescentes atendidos en un centro urbano que da cobertura 48.000 habitantes. Posteriormente, se elaborará una guía para la detección/actuación frente VG para ofrecer una respuesta adecuada. Material y Métodos: Análisis descriptivo de una encuesta anónima sobre VG en adolescentes realizada ad hoc para este estudio, estructurada en 3 dimensiones: construcción social del amor (CSA), construcción social del género (CSG), valoración VG (VVG). Muestra: todos los/las profesionales de los estamentos del CAP con trato con pacientes de 15-18 años: personal sanitario (PS), personal administrativos (PA), trabajo social (TS), resto profesionales (RP). Resultados: N=59 (78,6%del total profesionales). Para garantizar la confidencialidad no se registró edad ni sexo. Estamento profesionales: PS (62,7%), PA (18,6%), TS (3,4%), RP (15,3%). Años ejercicio (media):12,9(DS: 8,36).Rango:2-39 El 61,8% del personal cree que las VG causan más morbimortalidad que la muerte súbita recuperable con RCP, por lo contrario el 82,5% ha recibido >1 formación en RCP y únicamente el 19% ha recibido >1 formación en VG (27,6% ha asistido a 1). Respuestas correctas dimensión CSA (media): PS: 11,2(DS: 2,90), PA: 12,3(DS: 2,70), TS: 15(DS: 1,41), RP: 8,22(DS: 4.65). Análisis entre medias (ANOVA) de TS/RP (p=0.008). Respuestas correctas dimensión CSG (media): PS: 15,8(DS: 2,31), PA: 13,5(DS: 2,11), TS: 18(DS: 1,41), RP: 13,5(DS: 3.28). Todas las diferencias de puntuación entre grupos (ANOVA) estadísticamente significativas (p=0.005). Respuestas correctas dimensión VVG(media): PS:16,2(DS:2,90), PA:15(DS:2,75), TS:20(DS:0,70), RP:15,5(DS:2.78).Diferencias entre grupos (ANOVA)(p=0,085). Respuestas correctas según nº formaciones VG (media): 0 formaciones: 44,74, 1formación:45,56, >1formación:51,73. El 96,6% querría recibir formación en detección/actuación frente VG. Conclusiones: La encuesta realizada entre profesionales del CAP sobre el conocimiento/sensibilidad en relación a las VG en adolescentes, muestra buenos resultados globales, siendo Profesionales TS los que puntúan mejor, seguidos de PS y PA. Los/las profesionales del centro quieren recibir formaciones para la detección/actuación frente a las VG. Precisamos elaborar una guía de actuación transversal (socio-sanitaria, legal y comunitaria) para poder responder adecuadamente a las VG en adolescentes.

    ADOLESCENTE PLURIPATOLÓGICO: UNA LLAMADA DE SOCORRO

    Acebes Puertas, R; Sanz Fernández, M; Fierro Urturi, AM.

    Centro de Salud Pisuerga (Valladolid)

    Introducción: El adolescente con patología orgánica y social es un reto para el médico al poder derivar en intento autolítico.2. CASO CLÍNICO: Anamnesis Paciente de 13 años pluripatológico: • Familia desestructurada: padre alcohólico encarcelado por violencia de género. • Víctima de acoso escolar. • Patología psiquiátrica: bulimia y depresión moderada-grave con intento autolítico. • Sobrepeso. Acude a urgencias con incoordinación motora, inestabilidad, lenguaje lento y escasa reacción a estímulos. Exploración física SNC: Glasgow 13 (O3, V4, M6). Somnoliento, con apertura ocular al dolor, obedece lentamente órdenes. Orientado. Habla lentamente. Pares craneales N. Ataxia. Nistagmo (-). ROT presentes. Fuerza y sensibilidad de extremidades conservada. Resto de exploración por aparatos N. Exploraciones complementarias Analítica sanguínea: gasometría venosa (N), iones (N), etanol en plasma (N). Tóxicos en orina: Benzodiacepinas (+). TAC craneal y EEG N. Diagnóstico: Diagnóstico diferencial: 1. Convulsión previa. Estado post-crítico. 2. Infección del SNC. 3. Disfunción del SNC: intoxicación 4. Lesión intracraneal: traumatismo, lesión ocupante de espacio Tratamiento de soporte con mantenimiento de vía aérea permeable y ventilación adecuada. Flumazenil no necesario si vía aérea permeable, ventilación adecuada y estabilidad hemodinámica. Monitorización cardio-respiratoria continúa incluyendo capnografía (dg. precoz de hipoventilación): posible depresión respiratoria. Evolución Recuperación completa en 1 hora. Se realiza intervención social y sanitaria diversa: Se programan visitas supervisadas con el progenitor. Nueva adopción de medidas de supervisión en el centro escolar. Se programa cambio de centro para el nuevo curso escolar. Controles cada 15 días en A.P. donde se sigue un control dietético y se valora emocionalmente al paciente. Valoración mensual por Psiquiatría Infantil: – Psicoterapia para tto depresión y bulimia – Antidepresivos orales: Fluoxetina 15mg/d (al no existir respuesta a terapia psicológica tras 4 sesiones y depresión severa). Discusión: En la actualidad la patología social en el adolescente es tanto o más importante que la orgánica y el médico debe aprender a reconocerla y tratarla.

    ¿ARTE O SALUD? LAS PRÁCTICAS ARTÍSTICAS PARA LA PROMOCIÓN DE LA SALUD COMUNITARIA

    García Martin, R.; Siles Moriana, S.; Álvarez Sánchez, B.; Rosa Lorenzo, C.; Nieto Ocaña, E.

    CMS Villaverde Madrid

    Introducción: -Se detecta la necesidad de trabajar contenidos relacionados con la salud, con niños/niñas y adolescentes que participan en campamento urbano de Secretariado Gitano durante el mes de Julio de 2017. Se diseñan talleres en los que se conjuga el arte y la salud para buscar nuevas metodologías de trabajo. Objetivos: -Trabajar hábitos saludables para la mejora de su salud integral. -Sensibilizar a sus familias sobre la necesidad de que sus hijos/as tengan hábitos de vida saludables. Material y métodos: -Diversos materiales utilizados desde cajas, papel, cartón, pegamento,etc hasta azúcar, materiales audiovisuales , música para el baile, push up, gomas elásticas,etc. -Metodología participativa, reflexiva y basada en las artes. -Recursos humanos: monitoras, monitor de baile, jóvenes del barrio que hacen calistenia, becaria de Arte y médica y enfermera de Centro de Prevención y Promoción de la salud. Resultados: -La mayoría de los niños y niñas mejoraron sus hábitos relacionados con la alimentación, el ejercicio. -Se establecieron normas y límites para la convivencia durante las actividades que en su mayor parte respetaron. -Construcción de un espacio común de trabajo entre las entidades involucradas en el diseño del proyecto. Conclusiones: -El uso de nuevas metodologías a través de prácticas artísticas ha fomentado la participación de la población diana de los talleres y de los/as profesionales implicados en el proyecto. -Ha impulsado el desarrollo de la conciencia crítica en torno a los hábitos saludables.

    LAS HERIDAS TORACO-ABDOMINALES PENETRANTES POR OBJETO PUNZO-CORTANTE (ARMA BLANCA). CONSIDERACIONES TENIENDO EN CUENTA EL INCREMENTO DE LA VIOLENCIA EN LOS ADOLESCENTES CUBANOS

    Martínez Villares, AR.

    Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez. La Habana. Cuba.

    Resumen: El cirujano pediátrico -intensivista, está habituado a tratar a lactantes y niños. Superar la barrera asistencial de los 15 años, ha planteado algunas dificultades que aumentan a medida que el paciente va creciendo, hasta llegar a los 18 años, edad pediátrica máxima, vigente en nuestro país. La atención a los adolescentes involucrados en actos de violencia y demás lesiones intencionales constituyen un reto al personal médico que debe realizarla, contando que la mayoría de estos pacientes son sujetos sanos antes del evento traumático y deben incorporarse lo antes posible y de la mejor manera a la vida social. El aumento de la violencia y la indisciplina social y las lesiones que desde la urgencia nos vemos obligados a enfrentar, hacen que debamos estar preparados para este tipo de eventos que antes no eran frecuentes en Pediatría. Pretendemos con este trabajo caracterizar los adolescentes con lesiones penetrantes toraco-abdominales que han necesitado atención quirúrgica y cuidados intensivos, en un periodo de 10 años en el Centro de referencia para el trauma Pediátrico, en La Habana. Cuba.

    EL ADOLESCENTE LESIONADO GRAVE…. UN RETO AL CIRUJANO PEDIÁTRICO

    Martínez Villares, AR.

    Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez. La Habana. Cuba.

    Resumen: El cirujano pediátrico está habituado a tratar a lactantes y niños, y superar la barrera asistencial de los 14 años planteo algunas dificultades que aumentan a medida que el paciente va cumpliendo años hasta llegar a los 18, edad pediátrica máxima, que existe en nuestro país, para las enfermedades agudas y crónicas. El fenómeno de la violencia es entendido como un proceso social que comprende las más variadas formas de agresión y que se caracteriza por tener un efecto multiplicador y expansivo que no solo afecta a las víctimas, sino a la sociedad en pleno. Un aspecto que se observa con creciente preocupación es la violencia (asaltos, robos a mano armada, atentados contra la propiedad, peleas, homicidios y suicidios), y que es un problema que requiere de una adecuada y urgente atención por parte de padres, maestros y todos los que trabajamos con estas edades para sembrar una cultura duradera y prevenir la violencia. La atención a los adolescentes involucrados en accidentes de tránsito y demás lesiones intencionales o no, que pueden aparecer en este grupo etario constituyen un reto al personal médico que debe realizarla, contando que la mayoría de estos pacientes son sujetos sanos antes del evento traumático y deben incorporarse lo antes posible y de la mejor manera a la vida social. Ponemos a su disposición una revisión de las principales lesiones graves en adolescentes, que han sido diagnosticadas y tratadas en los últimos 10 años en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, Centro de referencia para la atención al paciente politraumatizado, y que por su magnitud han necesitado Cuidados Intensivos.

    ÚLCERA DE LIPSCHÜTZ: UNA CAUSA INFRADIAGNOSTICADA DE ÚLCERAS GENITALES EN ADOLESCENTES

    Aboza García, MR.; Pareja Bosh, A.; Martín Blázquez, JL.

    H. Virgen del Rocío Sevilla

    Introducción: La úlcera de Lipschütz es una entidad descrita a comienzos del siglo pasado consistente en la aparición de úlceras agudas vulvares en adolescentes mujeres de causa no venérea y en la que no se puede encontrar tampoco una causa no venérea claramente identificable. Es por tanto un diagnóstico de exclusión. Es una entidad con una incidencia baja y por tanto poco conocida, causa de que pueda ser una patología infradiagnosticada en el adolescente en edad pediátrica. Caso Clínico: Mujer de 11 años que acude al servicio de urgencia por aparición aguda una úlcera genital que inicialmente producía prurito y que en la actualidad produce dolor. Presenta previo a la aparición de la úlcera cuadro de fiebre de hasta 39,5ºC, cefalea y odinofagia. La paciente niega relaciones sexuales previas. No ha presentado menarquia. No aftas en otras localizaciones ni clínica sistémica recurrente. A la exploración se objetiva faringe hiperémica con exudado amigdalar izquierdo adenopatías laterocervicales rodaderas de mediano tamaño e inguinales bilaterales. Úlcera única en el lado izquierdo de la horquilla posterior de los labios menores, con fibrina y escaso edema circundante. Se realizó analítica general con transaminasas, PCR y VSG. Se realiza sedimento de orina, frotis faríngeo y de la lesión genital y serología para VIH, lúes, VEB, CMV, VHS tipo 1 y 2 no aportando una etiología evidente. Se trató con antiinflamatorios orales y tópicos con evolución hacia la resolución completa en 2 semanas sin dejar cicatriz. Discusión: El diagnóstico de este tipo de úlcera es fundamentalmente clínico y de exclusión ya que es necesario descartar la etiología infecciosa de la misma o que esté relacionada con una enfermedad sistémica (Enfermedad de Behçet, enfermedad de Crohn…) Aunque se ha relacionado con la primoinfección por VEB en nuestro caso no se ha podido identificar un patógeno con el que relacionarlo, lo que es habitual en los casos descritos en la bibliografía. Dada la baja incidencia es necesario un alto grado de sospecha para no infradiagnosticar esta patología.

    SÍNDROME DE SECRECIÓN URETRAL EN UN ADOLESCENTE

    Simões, AS.; Fernandes, C.; Luz, A; Moleiro, P.

    H. Santo André, Leiria Coimbra Portugal

    Introducción y objetivos: Los adolescentes sexualmente activos tienen un mayor riesgo de adquirir una infección de transmisión sexual (ITS) por la combinación de factores conductuales, biológicos y culturales. Describimos un caso clínico de una infección por Neisseria gonorrhoeae en un adolescente. Caso clínico: Adolescente de 17 años, sexualmente activo, observado en un Servicio de Urgencia Pediátrica por prurito peneano, disuria y secreción uretral amarilla, con una semana de evolución. Sin fiebre, úlceras o vesículas anogenitales. A la observación fue objetivada secreción uretral amarilla, espesa y sin olor característico. Se estableció una terapia empírica con cefixime 400mg per (po), azitromicina 1g po y metronidazol 2g po, dosis única. De la investigación complementaria realizada se destaca el examen bacteriológico y la amplificación de ácidos nucleicos (NAAT) del exudado anogenital positivo para Neisseria gonorrhoeae. Serologías para el VIH, VHC, VHB y VDRL negativas. En D7 post-tratamiento, se mantuvo sin relaciones sexuales y con persistencia de la disuria, habiendo sido realizada prueba de cura que fue positiva para N. gonorrhoeae. Hizo azitromicina 1mg PO y ceftriaxona 250 mg IM, dosis única, con control de curación posterior negativo. Mantuvo seguimiento en consulta con enfoque en la educación sexual y control serológico de las restantes ITS. Discusión: La infección gonocócica es la segunda ITS más documentada a nivel mundial, con un aumento reciente del 5,2% en adolescentes de 15 a 19 años. Su identificación y tratamiento tempranos reducen la transmisión en la comunidad. La resistencia de las ITS, en particular la gonorrea, a los antibióticos, ha aumentado rápidamente. Se han descrito resistencias a las cefalosporinas de tercera generación, como el cefixime. El fallo terapeútico, debe ser considerado cuando hay persistencia de síntomas y una prueba de curación positiva, habiendo las relaciones sexuales sido suspensas, como en el caso clínico anteriormente mencionado.

    ENTEROCOLITIS INDUCIDA POR PROTEÍNAS ALIMENTARIAS: UNA PATOLOGÍA TAMBIÉN PRESENTE EN ADOLESCENTES

    Pérez España, A.; Bellón Alonso, S.; Gallardo Padilla, P.; Bracamonte Bermejo, T.; Echeverría Zudaire, LA.

    H. Clínico. U. Valladolid

    Introducción: La enterocolitis inducida por proteínas alimentarias, conocida como FPIES (Food Protein-Induced Enterocolitis Syndrome), es un tipo de hipersensibilidad alimentaria no IgE mediada, poco conocido, que afecta principalmente a lactantes y escolares, persistiendo en algunos casos durante la adolescencia. Cursa con vómitos profusos y diarrea, con afectación del estado general, pudiendo desembocar en shock. La leche es el alimento más frecuentemente implicado ganando cada vez más importancia el pescado. El diagnóstico suele retrasarse debido a la ausencia de síntomas clásicos de alergia IgE. No existen biomarcadores diagnósticos específicos, por lo que la provocación oral con el alimento implicado es el gold estándar aunque ésta puede evitarse cuando hay antecedente de cuadros graves o reiterados e historia clínica compatible. El tratamiento, basado en fluidoterapia endovenosa, debe ser precoz. Material y Métodos: Estudio descriptivo de los pacientes diagnosticados de FPIES en nuestro hospital del 2000 al 2017. Describimos porcentaje de pacientes adolescentes, alimentos implicados, pruebas diagnósticas realizadas y tolerancia actual a dichos alimentos. Resultados: De los 30 pacientes diagnosticados de FPIES, 5 (16,7%) han superado actualmente la enfermedad. Entre los 25 pacientes restantes (83,3%), 4 (16%) son adolescentes. La proporción de varones/mujeres es 3:1. El pescado ha sido el alimento implicado en 3 de ellos (75%); el caso restante se trata de un FPIES por gluten (25%). Todos presentaron pruebas cutáneas e IgE específica en suero negativas. Se realizó prueba de provocación oral con resultado positivo en 4 de ellos, presentando vómitos repetidos, palidez cutánea y decaimiento intenso y en uno de ellos, además, diarrea. La clínica se resolvió en las siguientes 24 horas. Conclusiones: El FPIES precisa de un diagnóstico precoz para evitar cuadros potencialmente graves. A diferencia del FPIES inducido por proteínas de leche de vaca, en el FPIES por pescado la adquisición de tolerancia suele ser más tardía persistiendo hasta la adolescencia o edad adulta, como se presenta en nuestra serie. Incidir en el conocimiento de la enfermedad de los adolescentes y en la evitación de trasgresiones dietéticas resulta imprescindible dado el grado de autonomía que éstos alcanzan en esta etapa de su vida.

    TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA CON BASE ORGÁNICA

    Amaya Lautz, A.; Valero Flores, N.; Violadé Guerrero, F.

    H. Virgen del Rocío Sevilla

    Introducción: Los trastornos de la conducta alimentaria son relativamente frecuentes en la adolescencia, pero ante la sospecha de uno de ellos con afectación nutricional significativa, no podemos conformarnos y debemos descartar patología orgánica subyacente. Caso clínico: Anamnesis: Niña de 12 años que ingresa por desnutrición grave y sospecha de TCA. Refiere inapetencia de 5 meses de evolución con pérdida de peso de 10 kilogramos. Refiere menor apetito, cefalea frontal y dolor abdominal periumbilical de tipo cólico que cede sin analgesia y tras evacuación fecal. No despertares ni sudoración nocturna. No fiebre. No exantemas, no artralgias/artritis. Alterna heces formadas con heces blandas, no voluminosas, no dolorosas y sin productos patológicos. Es valorada y seguida por Salud Mental. Refiere que deja de comer por saciedad. No claro rechazo de la imagen corporal. Los familiares refieren disminución del apetito de forma gradual, sin acontecimiento desencadenante. No refieren astenia, sí conducta más ansiosa. Exploración: Ligera palidez cutánea, no de mucosas. Escaso panículo adiposo. No adenopatías. ACP: normal. Abdomen blando y depresible, no doloroso a la palpación profunda, ruidos intestinales presentes. Peso: 34 kg (P14). Talla: 157.5 cm (P83). IMC: 13.71 kg/m2 (P4). Índice de Waterlow (peso): 66.86%. Índice de Waterlow (talla): 103.78%. Índice Nutricional (Shukla): 72.48%. Pruebas complementarias: Hemograma: Trombocitosis (616x10e9/mm3). Serie roja y blanca normales. PCR: 41,9 mg/L. VSG 25 mm/h. Proteinograma: Albúmina 2,9 g/dl. Prealbúmina 12,3 mg/dl. Inmunoglobulinas normales. Calprotectina: >2100 mcg/g. Sangre oculta: Positiva. Resto de pruebas complementarias normales. Evolución: Ante los resultados de las pruebas complementarias iniciales sugerentes de patología orgánica, se realiza gastrocolonoscopia con resultados compatibles con enfermedad inflamatoria intestinal. Se inicia inducción a la remisión con nutrición enteral exclusiva, adecuadamente tolerada por vía oral y con ganancia ponderal durante el ingreso. Se acuerda alta domiciliaria y control ambulatorio, pendiente de iniciar tratamiento de mantenimiento. Diagnóstico: Enfermedad Inflamatoria Intestinal (confirmada posteriormente por histología). Discusión: El interés de este caso es que la paciente se ingresó por la desnutrición que presentaba por un supuesto TCA, no por una sospecha inicial de patología orgánica.

    SÍNCOPE EN ADOLESCENTE CON SÍNDROME QT LARGO CONGÉNITO, LA COMPLEJIDAD DEL DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

    Galiano Ávila, C.; Portillo Márquez, M.; Real Terrón, R.

    Hospital de Mérida

    Introducción: El síncope en la adolescencia es una patología importante por su frecuencia (hasta un 50% ha presentado al menos un episodio) y su dificultad a veces para llegar a un diagnóstico claro. La mayoría son de etiología benigna, siendo el más frecuente el síncope vasovagal (85% de ellos) ocasionado por hipoxia cerebral secundario a los cambios posturales o la bipedestación prolongada. En algunos casos la sintomatología es similar a la epilepsia, de ahí la importancia del diagnóstico diferencial. Caso clínico: Niña de 13 años con antecedente personal de síndrome QT largo congénito tipo 1 en tratamiento con nadolol (40 mg en toma única matutina) que inicia cuadros repetidos (un episodio al mes) de cefalea, mareo y palidez facial seguidos de pérdida brusca de tono y conocimiento junto con una somnolencia posterior muy prolongada, logrando la recuperación completa a las 2 horas del inicio del cuadro. En algunos episodios presenta clónias de miembros. Se realiza estudio cardiológico completo normal en repetidas ocasiones, así como electroencefalograma de vigilia normal. Dado sus antecedentes se coloca un Holter implantable, sin registrar arritmias ni otras anomalías del ritmo cardiaco, con frecuencias cardiacas normales durante los episodios. Ante la dificultad de descartar completamente una epilepsia se solicitó video-electroencefalograma (aún pendiente de realizar). En este punto, y tras excluir la posible causa cardiogénica, se realizó el test de mesa basculante, que resultó positivo a los 15 minutos con caída de presión arterial (vasopresor puro) sin modificaciones significativas de la frecuencia cardiaca. Discusión: En nuestro caso presentamos una niña con un síndrome QT largo congénito con síncopes de repetición por lo que lo más importante, dado su pronóstico vital y tratamiento, era descartar la causa cardiogénica (síncopes secundarios a arritmias cardiacas). La clínica con características también compatible con una epilepsia y atípica para un síncope vasovagal por la prolongada recuperación posterior dificultaron el diagnóstico diferencial. En base a los estudios complementarios fue diagnosticada de hipotensión ortostática y síncope vasovagal. Se decidió pautar la dosis de betabloqueante en dos tomas diarias y se aconsejaron medidas de prevención ante ortostatismo, sin nuevos episodios.

    PROGRAMA DE TRANSICIÓN DESDE NEFROLOGÍA PEDIÁTRICA A LA MEDICINA DEL ADULTO: “CONDUCE TU SALUD”

    Vicente Calderón, C.; Martínez Jimenez, V.; Piñero Fernández, JA.; Sánchez Sauco, MF.; Grupo de transición (Saura Luján IM.; de los Reyes García Terres J.; Luján Villaseca R.; Gambín Caja I.; Rodriguez EM.

    Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia.

    Introducción: El paso del paciente pediátrico a un servicio de adultos no está bien organizado y en la mayoría de los hospitales es un simple traslado de expediente. Además sucede en una etapa crítica como es la adolescencia. Objetivo: Presentar el diseño del programa de transición de Nefrología: “Conduce tu salud” elaborado en un hospital de tercer nivel, resaltando la importancia del abordaje multidisciplinar y los cuestionarios utilizados incluyendo los aspectos psicosociales y ambientales. Material y Métodos: Los pacientes incluidos son adolescentes seguidos en la consulta de nefrología pediátrica y comienzan a partir de los 15-16 años. Se realiza valoración médica conjunta (nefrólogo pediatra y de adultos), se utiliza un cuestionario (conduce tu salud) que tiene tres versiones evolutivas (bicicleta, moto y coche). Realizamos valoración psicosocial y medioambiental (hábitos tóxicos, salud sexual, redes sociales). El proceso de transición finaliza tras haber alcanzado el último nivel evolutivo y el equipo interprete que el paciente está preparado para el cambio. Resultados: Han iniciado el programa de transición 45 pacientes. La edad media de inclusión ha sido de 16 años. La mayoría tienen buen conocimiento de su enfermedad pero poca autonomía y autocuidado. El 85% utilizan un red social, hemos detectado un 20% de problemas psicosociales (“cutting”, alcoholismo familiar, baja autoestima…). En el último año un 20% ha fumado, un 70% ha tomado alcohol y un 10% marihuana. Conclusiones: El programa”conduce tu salud” establece un proceso planificado, coordinado y multidisciplinar que se realiza de forma individualizada, progresiva y consensuada con el paciente, la familia y el equipo médico. Este permite una adecuada transferencia de una unidad pediátrica a una de adultos. Los diferentes cuestionarios permiten evaluar la madurez del paciente y abordar diferentes esferas que pueden afectar a su enfermedad.

    ANAFILAXIA INDUCIDA POR EJERCICIO: ¿POR QUÉ ES MÁS FRECUENTE EN LA ADOLESCENCIA?

    Pérez España, A.; Marcos Temprano, M.; Gacimartín Valle, P.; Carranza Ferrer, J.; Justo Vaquero, P.

    H.C.U. Valladolid

    Introducción: El incremento gradual de prácticas deportivas conforme avanzan las etapas del desarrollo junto con la alta prevalencia de la patología alérgica, ha supuesto la aparición de síndromes de trasfondo alérgico, que sólo se manifiestan con el ejercicio. Destaca la anafilaxia inducida por ejercicio (AIE), cuyo único factor físico desencadenante es el ejercicio pero existen cofactores que aumentan la reactividad a un determinado alérgeno alimentario actuando como inductores de la anafilaxia. Entre estos cofactores encontramos fármacos (AINES), alcohol, menstruación o estrés emocional. Caso clínico: Varón de 12 años con antecedente de asma y urticaria inducida por ejercicio y SAO con leguminosas. Dieta de exclusión de frutos secos y legumbres. Pruebas cutáneas previas positivas para lenteja, guisante y cacahuete, negativas para resto de legumbres, frutos secos y soja. En el último año presentó dos episodios consistentes en hiperemia conjuntival, rash facial, angioedema labial y palpebral, abdominalgia, nauseas, disnea, opresión torácica y mareo, que iniciaron media hora después de comenzar a montar en bici, tras una hora de ingerir salsa de soja. Precisó adrenalina intramuscular, corticoide y antihistamínico sistémico y salbutamol inhalado. Un año antes había sufrido dos episodios de idénticas características tras ingesta de chocolate con trazas de frutos de cáscara y coincidiendo con realización de ejercicio. En ninguno de los casos utilizó el autoinyector de adrenalina a pesar de estar instruído en su uso. Triptasa sérica: 7ug/l. Espirometría basal normal. Prick positivo a guisante, lenteja, garbanzo, cacahuete, judía blanca y soja. IgE total 89kU/l. Guisante 44.2UI/ml, lenteja 43.6UI/ml, garbanzo 44.3UI/ml, cacahuete 11.2UI/ml, soja 9.85UI/ml, avellana 1.1UI/ml, judía blanca 0.66UI/ml. Se indicó evitación de leguminosas y realización de ejercicio 4-6 horas tras la ingesta. Discusión: Las características socio-emocionales así como el incremento en la ingesta de alcohol o AINES y la práctica de deportes entre los adolescentes, facilitan el desencadenamiento de anafilaxia en pacientes predispuestos. Para evitar cuadros potencialmente graves es imprescindible incidir en la identificación y en la evitación de los alimentos y cofactores implicados y sobretodo en la educación sobre el uso del autoinyector de adrenalina.

    PÉRDIDA DE PESO Y VÓMITOS, ¿TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA?

    Gómez-Carpintero García, A.; Ceñal González-Fierro, MJ.; Gómez de Pablos Romero, M.; Román Gómez, M.; Bermejo Gómez, A.

    Hospital Universitario de Móstoles

    Introducción: Los vómitos son un motivo de consulta frecuente e incluyen un diagnóstico diferencial muy amplio desde alteraciones digestivas a trastornos neurológicos, endocrinos, psicógenos, etc. Una causa grave es la presencia de hipertensión intracraneal. Caso clínico: Niña de 11 años que acude a Urgencias tras realizar 8 vómitos de contenido alimenticio, en horas. Lleva 3 meses realizando vómitos diarios (sin patrón claro y sin ocultarlos), se acompañan de dolor abdominal, que empeora con la ingesta y mejora con la deposición (no cambios con el omeprazol). No pirosis. Ha perdido 7 kilos durante este tiempo, ha disminuido la ingesta por miedo a vomitar. Cefalea ocasional. Presenta exploración física normal. Se realiza analítica completa, tránsito gastroesofágico, ecografía abdominal, fondo de ojo, ACTH, cortisol, perfil tiroideo, FSH y LH, estando todas las pruebas dentro de la normalidad. Se realiza interconsulta a psiquiatría para descartar trastorno de la conducta. Durante el ingreso realiza un vómito (asociado a la realización del tránsito). Ante la duda, se solicita una resonancia craneal, en la que se observa una tumoración infratentorial sólido-quística de 5cm en vérmix cerebeloso (compatible con astrocitoma pilocítico) con hidrocefalia triventricular y edema transependimario. Se traslada a neurocirugía. Discusión: Siempre se debe descartar una causa orgánica antes de diagnosticar un trastorno de la conducta alimentaria. Los tumores primarios del sistema nervioso central (SNC) representan el segundo tipo de cáncer más frecuente en niños (el primero si hablamos de tumores sólidos), sólo por debajo de las leucemias. La mortalidad se aproxima al 30%, siendo los tumores infantiles con más morbimortalidad. Los astrocitomas representan el 40% de los tumores del SNC en niños, siendo la variedad más frecuente el pilocítico, típicamente localizado en cerebelo. El diagnóstico de realiza mediante la resonancia magnética donde se observa un nódulo en el interior de una masa quística. La clínica se suele presentar como 3-6 meses de ataxia de extremidades (a diferencia del meduloblastoma que da ataxia troncal) asociado a síntomas de hipertensión intracraneal. El abordaje terapéutico de estos tumores es multimodal, siendo la cirugía con resección completa de elección.

    RINORREA Y PROPTOSIS OCULAR EN ADOLESCENTE CON ANTECEDENTE DE LEUCEMIA AGUDA BIFENOTÍPICA

    Gil Cardona R.; Lebrón Martín J.; Llempén López M.

    H. U. Virgen del Rocío Sevilla

    Introducción: Dentro de la población pediátrica y adolescente, el cáncer cobra una relevancia excepcional al ser la primera causa de muerte por enfermedad. A pesar de las altas tasas de curación, la vigilancia debe mantenerse, ya que puede reaparecer de forma totalmente inesperada. Caso clínico: Paciente de 13 años que presenta rinorrea clara persistente y obstrucción nasal, así como dos episodios de epistaxis autolimitados coincidiendo con realización de piercing en el septo nasal. Tras aproximadamente dos semanas, sus familiares perciben proptosis de ojo derecho. No refieren fiebre, pérdida de peso, sudoración ni dolor óseo. Sí cefalea ocasional, autolimitada. Como antecedentes personales, la paciente sufrió una leucemia aguda bifenotípica a los 6 años de edad que requirió trasplante de progenitores hematopoyéticos de sangre de cordón umbilical no emparentado, en resolución en el momento de la consulta. Exploración: proptosis de globo ocular derecho con desviación del mismo hacia región temporal, edema palpebral inferior y leve limitación de la elevación de la mirada. El fondo de ojo es normal y en la rinoscopia se objetiva una masa en fosa nasal derecha a 0,5-1 cm de la narina. Pruebas complementarias: Hemograma y bioquímica normales salvo discreta elevación del ácido úrico. LDH, VSG, PCR y ferritina en rango. Frotis de sangre periférica: sin hallazgos. Pruebas de imagen: se llevan a cabo TC y RM craneal, objetivándose masa con epicentro en fosa nasal derecha con remodelación y destrucción ósea que se extiende a órbita derecha y presenta componente intracraneal (diámetro aproximado de 7×3.8×4 cm). El PET no muestra indicios de enfermedad diseminada. Aspirado de médula ósea: no se objetivan linfoblastos B patológicos ni otras alteraciones mieloides. Anatomía patológica: marcadores compatibles con neuroblastoma olfatorio. Discusión: El neuroblastoma olfatorio o estesioneuroblastoma es un tumor maligno raro que se origina en el bulbo olfatorio. A diferencia de la población adulta, los muy anecdóticos casos entre niños y adolescentes presenta un buen pronóstico con excelente respuesta a tratamiento combinado con cirugía y quimioterapia.

    PATOLOGÍA ÓSEA EN EL ADOLESCENTE. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

    Iglesias Barroso, M.; Díaz Fernández, F.; Martín Talavera, M.; Jiménez Cabeza, S.; Martínez Fernández, M.

    H.I. Virgen del Rocío

    Introducción: Las infecciones óseas tienen una incidencia de 4-10/100.000 niños. Aunque esta patología presenta un pico en la primera década (la mayoría de los casos en menores de 3 años), debemos sospecharla ante clínica sugerente en pacientes adolescentes. A continuación abordamos el diagnóstico diferencial entre la patología ósea infecciosa y la tumoral a propósito de un caso. p Paciente de 11 años con síndrome de Williams-Beuren que acude a urgencias por impotencia funcional de miembro inferior izquierdo tras caer de una escalera. Como antecedentes personales destacan otitis media supurativa en semana previa a episodio actual, linfoma de Burkitt abdominal en remisión y estenosis valvular pulmonar sin repercusión hemodinámica. A la exploración se aprecia inflamación y eritema en maléolo tibial y tercio distal de tibia. Se realiza radiografía de miembro afecto en la que no se visualizan hallazgos patológicos. Tras tres semanas con férula suropédica y tratamiento con AINES se reevalúa al paciente que presenta marcada inflamación de partes blandas. Se solicitan nuevas pruebas de imagen (Rx y TAC) en las que se observa patrón apolillado con destrucción de la cortical y se extrae analítica (recuento y formula leucocitaria normal PCR 7,1 mg/ dl). Ante los hallazgos en las pruebas complementarias y teniendo en cuenta los antecedentes del paciente se plantea diagnóstico diferencial entre sarcoma de Ewing, osteomielitis, granuloma eosinófilo y osteosarcoma y se decide ingreso para estudio. Durante su estancia en planta se realiza seguimiento multidisciplinar (infectólogos, traumatólogos y oncólogos) y se administra antibioterapia intravenosa empírica. Se realiza RMN que no es concluyente, gram de punción ósea en el que no se observan gérmenes y finalmente biopsia ósea que muestra alteraciones histológicas atribuibles a osteomielitis. Tras tres semanas de antibioterapia intravenosa con cloxacilina se completa tratamiento por vía oral y se decide limpieza quirúrgica de la zona. Evolución posterior favorable, logrando bipedestación y deambulación a los tres meses de la intervención. Discusión: Las infecciones osteoarticulares son difíciles de reconocer en fases precoces en especial cuando el paciente se encuentra afebril o presenta clínica insidiosa. Una historia clínica detallada es fundamental para establecer la sospecha diagnostica. Ante la misma, debemos iniciar antibioterapia intravenosa empírica de forma precoz. La radiología nos ayuda a realizar el diagnóstico diferencial con la patología tumoral, aunque no siempre es concluyente. En estas ocasiones se requiere la realización de biopsia para llegar al diagnóstico.

     

     

     

     

    Forma Joven. Sexualidad y relaciones igualitarias


     

    Forma Joven. Sexualidad y relaciones igualitarias

    M.C. Guisado Rasco
    Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Mercedes Navarro. Distrito Sanitario de AP de Sevilla. J. Gil Castellano. Enfermera de Familia. Centro de Salud Mercedes Navarro. Distrito Sanitario de AP de Sevilla.

     

    Adolescere 2018; VI (2): 78.e7-78.e10

     

    Resumen

    Dentro de los problemas prioritarios de salud en la adolescencia estamos observando un incremento de los relacionados con las relaciones sexuales debido al cambio en la conducta sexual de éstos, con un modelo de sexualidad más abierta y con inicio de relaciones coitales más precoces. Los problemas más prevalentes son los embarazos no deseados, el incremento de las interrupciones voluntarias de embarazo, el uso inadecuado de la anticoncepción de urgencia, el bajo uso de métodos preventivos eficaces (como el preservativo) y las infecciones de transmisión sexual. Los centros de Educación Secundaria son las instituciones educativas creadas específicamente para procurar el desarrollo intelectual, afectivo y social de los adolescentes. Se convierten, por ello, en espacio idóneo para la intervención promotora y preventiva de la salud en los adolescentes.

    Palabras clave: Adolescencia; Planificación familiar; Violencia género.

    Abstract

    Amongst the priority of health problems in adolescence, there is an increase of those related to sexual activity due to the change in sexual behavior of adolescents, who have a more open model of sexuality and with earlier beginning of coital relationships. The most prevalent problems are unwanted pregnancies, increased numbers of voluntary pregnancy interruptions, inadequate use of emergency contraception, low use of effective preventive methods (such as condoms) and sexually transmitted diseases. Secondary Education centers are educational institutions created specifically to procure the intellectual, emotional and social development of adolescents. They become, therefore, an ideal space for the promotion and preventive intervention of health in adolescents.

    Adolescence; Family planning; Gender violence.

     

    Introducción

    FORMA JOVEN(1) (FJ) es una estrategia de salud dirigida a promover entornos y conductas saludables entre la gente joven de Andalucía (Figura 1). Los objetivos de dicho programa son:

    FORMA JOVEN (FJ) es una estrategia de salud dirigida a promover entornos y conductas saludables entre la gente joven de Andalucía

    • Acercar la promoción de salud a los lugares que frecuentan habitualmente los adolescentes.
    • Dotar a los adolescentes de recursos y capacidades para afrontar los riesgos.
    • Incentivar la posibilidad de compatibilizar salud y diversión.
    • Favorecer la elección de las conductas más saludables.

    Hoy, los problemas de salud de la población juvenil en Andalucía no son diferentes a los de otras comunidades autónomas y cualitativamente a los de los países desarrollados de nuestro entorno.

    Los principios que definen las actuaciones de FJ son comunes a otros proyectos de promoción de salud:

    1.- Respecto a los derechos individuales:

    Fomentando la adopción de conductas saludables, pero siempre como una elección personal, sin discriminar a las personas que no adopten las conductas que se fomentan.

    2.- Priorizar los problemas de mayor impacto:

    Según el programa FJ son:

    • Estilos de vida saludable: cuyo objetivo es la promoción de la alimentación equilibrada, actividad física y seguridad en la conducción y el ocio (accidentalidad).
    • Área de sexualidad y relaciones afectivas: promocionando relaciones seguras, satisfactorias y en igualdad.
    • Área de socio-emocional: que contempla el desarrollo de competencias para favorecer el ajuste psicosocial en esta etapa.
    • Uso positivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TICS).
    • Prevención del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.

    3.- Acción intersectorial y coordinación:

    El equipo de FJ lo forman sectores de salud, educación, bienestar social, tráfico, consumo, etc., además de asociaciones locales y la propia gente joven en el papel de mediadores/as.

    Los centros de Educación Secundaria son las instituciones educativas creadas específicamente para procurar el desarrollo intelectual, afectivo y social de los adolescentes. Se convierten, por ello, en espacio idóneo para la intervención promotora y preventiva que caracteriza a FJ(1).

    Dentro de los problemas prioritarios de salud en la adolescencia son los derivados de las relaciones sexuales los que van en aumento, debido al cambio en la conducta sexual de éstos, con un modelo de sexualidad más abierta y con inicio de relaciones coitales más precoces. Los problemas más prevalentes son los embarazos no deseados, el incremento de las interrupciones voluntarias de embarazo (IVE), el uso inadecuado de la anticoncepción de urgencia, el bajo uso de métodos preventivos eficaces (como el preservativo) y las infecciones de transmisión sexual (ITS). Pocos adolescentes consideran que es necesario prevenir las ITS. El uso tan extendido del preservativo no se debe tanto al miedo al VIH/Sida y a otras ITS, como al embarazo(2).

    Los preservativos son el único método que previene tanto los embarazos no deseados como las ITS, incluida el VIH, por lo que son el método anticonceptivo de elección. El método de doble protección consiste en la utilización de preservativo por el hombre y de la píldora por la mujer y proporciona una eficacia muy elevada asociada a la protección de las ITS, siendo éstas un problema de salud pública mundial tanto por su morbilidad como por sus complicaciones y secuelas si no se realiza un diagnóstico y tratamiento precoz(3).

    Por otro lado, vivimos en la era de las comunicaciones; el adolescente recibe múltiples informaciones desde distintos ámbitos y paradójicamente presenta grandes incógnitas, miedos, inseguridades y prejuicios(3). La información que los adolescentes poseen sobre sexualidad es insuficiente y en muchos casos equivocadas, asociándose con gran frecuencia a mitos y creencias existentes(4), dando lugar a conductas erróneas.

    Vivimos en la era de las comunicaciones; el adolescente recibe múltiples informaciones desde distintos ámbitos y paradójicamente presenta grandes incógnitas, miedos, inseguridades y prejuicios

    Otro aspecto preocupante en la adolescencia es la violencia de género y su prevención. Ésta empieza a aparecer desde que se establecen las primeras relaciones de pareja (la mayoría de ellas en la adolescencia), no siempre como comportamientos agresivos (más evidentes y detectables), sino como comportamientos que favorecen la desigualdad, el dominio y el abuso(5).

    Hay jóvenes que consideran aceptable o normales circunstancias como “controlar los horarios de la pareja”, “control por la vestimenta”, “fiscalización a través de las nuevas tecnologías”, “impedir a la pareja que vea a su familia o amistades”, etc.

    Es importante enseñar a los jóvenes a que aprendan a “distinguir los afectos tóxicos del verdadero amor”, porque la adolescencia es una etapa de la vida en la que se aprenden las pautas de interacción que luego se consolidan en la vida adulta y además a base de vivir y mantener una relación afectiva en la que hay violencia, aunque que sea de baja intensidad, ésta se normaliza, se banaliza y se convierte en algo habitual(5).

    Por todo ello, la adolescencia es un momento adecuado para proporcionar una información veraz sobre la sexualidad(3) y facilitar una educación sexual adecuada en todos los niveles (familiar, educativo y sanitario) debe ser una prioridad.

    Según la OMS, la SALUD SEXUAL se define como:

    Un estado de bienestar físico, mental y social. Con una actitud positiva y respetuosa ante las relaciones sexuales. Para obtener el placer con seguridad (evitando las infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados), sin coacción, discriminación, ni violencia.

    Las relaciones sexuales tienen sus propias REGLAS DE JUEGO, no todo vale:

    Las relaciones sexuales tienen sus propias REGLAS DE JUEGO, no todo vale

    • Relaciones consentidas “No es no”.
    • El placer tiene que ser compartido.
    • Relación saludable, evitando las ITS y embarazos no deseados.
    • Lealtad: no tengo que contar lo que hago, con quién lo hago, dónde lo hago, grabar y publicar lo que hago….
    • Siempre en condiciones de igualdad.

    Premisas legales

    En la práctica diaria, los profesionales que trabajamos con adolescentes nos hemos visto enfrentados con aspectos éticos y legales involucrados en la atención. Como profesionales debemos tener presente los principios del derecho del paciente a la confidencialidad y a recibir una atención digna y de calidad(4).

    Según el art. 183 del Código Penal, la edad del consentimiento sexual (edad por debajo de la cual el consentimiento prestado para tener relaciones sexuales no resulta válido a efectos legales) es a partir de los 16 años. Sin embargo, en el art. 183 quáter se especifica que “el consentimiento libre del menor de dieciséis años, excluirá la responsabilidad penal por los delitos previstos en este capítulo, cuando el autor sea una persona próxima al menor por edad y grado de desarrollo o madurez”(6).

    La Ley Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente establece la mayoría de edad médica en los 16 años y, además, reconoce a los menores de 16 años “maduros” (capaces de comprender y evaluar las consecuencias de un asunto determinado) el derecho a la asistencia sanitaria sin necesidad de autorización de sus representantes legales y la capacidad para prestar un consentimiento válido y eficaz(7).

    Por todo lo comentado, y en el contexto de la celebración del XXIV Congreso de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), nos planteamos organizar un taller para adolescentes al que llamamos “Desarrollo de la sexualidad en la adolescencia”. El taller lo impartimos en un instituto de enseñanza secundaria obligatoria (ESO) de nuestra área de referencia, dirigido a alumnos de 3º ESO (14-15 años) (Figura 2).

    Para conocer las inquietudes y dudas de los adolescentes habilitamos unas urnas en las clases, unos días antes, para que los alumnos de forma anónima, depositen sus dudas y preguntas sobre los temas que posteriormente trataremos.

    Estructuramos el taller en charlas de unos 20 minutos por parte de los ponentes y unos 10 minutos para resolver las dudas previamente planteadas por los alumnos.

    Enviamos al instituto un documento informativo del taller (Figura 3) para los padres y madres de los alumnos, así como también realizamos carteles informativos (Figura 4).

    Tablas y figuras

    Figura 1. Programa de Forma Joven

    Figura 2

    Figura 3

    TÍTULO DEL TALLER: DESARROLLO SEXUAL SANO EN EL ADOLESCENTE

    LUGAR DE CELEBRACIÓN: I.E.S Pablo Picasso. Sevilla

    DÍA CELEBRACIÓN: 1 DE Marzo de 2.018

    CURSO: 3º DE EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA

    MODERADOR DEL TALLER:

    Dra. M. Cinta Guisado Rasco

    Doctora en Medicina por la Universidad de Sevilla. Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Salud Mercedes Navarro del Distrito Sanitario de Atención Primaria de Sevilla.

    PONENTES:

    1.- Dra. Concepción Martínez Díaz de Argandoña. Doctora en Medicina por la
    Universidad de Sevilla. Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Infecciones de Transmisión Sexual de Sevilla.

    2.- Dª Mª Carmen Rodríguez de Soto. Matrona Asistencial en el Distrito Sanitario de Atención Primaria de Sevilla. Presidente de la Asociación Andaluza de Matronas. Docente del Distrito Sanitario de Atención Primaria de Sevilla Centro en la realización de cursos para la Sensibilización y Formación en el Abordaje Sanitario del Maltrato contra las mujeres.

    3.- Dª Josefina Gil Castellanos. Enfermera en el Centro de Salud Mercedes Navarro del Distrito Sanitario de Atención Primaria de Sevilla. Referente del Programa Forma Joven el Centro de Salud Mercedes Navarro.

    OBJETIVOS:

    En el contexto de la celebración del XIV Congreso de la Sociedad Española de
    Medicina de la Adolescencia (SEMA) que se celebrará en Sevilla los días 2 y 3 de marzo 2.018 vamos a organizar este taller para adolescentes.

    En este taller vamos a abordar temas, que creemos, pueden ser de interés para ellos, con el fin de conseguir que nuestros adolescentes tengan un desarrollo sexual saludable:

    • Programa de Forma Joven, ¿Qué es y cómo funciona?
    • Prevención, signos y síntomas del las infecciones de transmisión sexual (ITS) más prevalentes en la adolescencia. Cómo contactar con la consulta de ITS de Sevilla.
    • Violencia de género: “Amor verdadero o afectos tóxicos”. Sensibilización al
      Maltrato contra las mujeres adolescentes.

    Figura 4

     

    Bibliografía

    1. Programa Forma Joven. Consejería de Salud Junta de Andalucía.

    2. Quintana Pantaleón C. Sexualidad y anticoncepción en la adolescencia. Pediatr Integral 2013, XVII (3): 171-184.

    3. Martínez Pérez R. Guía de Atención al adolescente. Grupo de estudio del adolescente. SAMFYC 2015.

    4. Montero Vega, A. Anticoncepción en la adolescencia. [REV MED CLIN CONDES – 2011; 22(1): 59 – 67.

    5. Guía para madres y padres con hijas adolescentes que sufren violencia de género. Instituto Andaluz de la mujer.

    6. Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Publicado en BOE núm. 281 de 24 de Noviembre de 1995. Revisión vigente desde 28 de Octubre de 2015.

    7. Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. BOE núm. 274, de 15 de noviembre de 2002.

     

     

     
     


    El amor y el desamor en la adolescencia


     

    El amor y el desamor en la adolescencia

    P. Horno Goicoechea.
    Psicóloga y consultora en infancia, afectividad y protección. Palma de Mallorca.

     

    Adolescere 2018; VI (2): 78.e1-78.e6

     

    Resumen

    El amor y el desamor son dos experiencias que determinan el desarrollo afectivo de las y los adolescentes. El amor puede ser considerado un vínculo afectivo positivo, que debe diferenciarse del apego, la intensidad emocional y la dependencia emocional. El desamor puede ser considerado como un duelo o como un vínculo afectivo destructivo. El artículo analiza los elementos clave de estas experiencias afectivas y desarrolla pautas educativas para los adultos que acompañen los procesos afectivos de las y los adolescentes.

    Palabras clave: Vínculo; Relación de pareja; Adolescencia; Intimidad.

    Abstract

    Love and heartbreak are two experiences that determine the affective development of adolescents. Love can be considered a positive affective bond, which must be differentiated from attachment, emotional intensity and emotional dependence. Heartbreak can be considered a grief or a destructive affective bond. This article analyzes the key elements of these affective experiences and elaborates educational guidelines for adults that accompany the affective processes of adolescents.

    Key words: Affective bond; Couple Relationship; Adolescence; Intimacy.

     

    Introducción

    Hablar del amor y el desamor en la adolescencia implica aceptar el reto inicial de definir a qué podemos llamar amor y a qué vivencia respondería esa palabra en la adolescencia. No es el propósito de esta ponencia revisar todas las definiciones que se han dado históricamente sobre el amor, pero sí es necesario destacar, desde la perspectiva de la psicología, algunos elementos clave de la vivencia amorosa.

    A qué podemos llamar amor

    El amor desde esta perspectiva vendría a ser lo que técnicamente llamamos un vínculo afectivo positivo. Una relación afectiva que se establece entre dos personas en la que se dan varios elementos clave: reciprocidad, apertura emocional, una inversión de tiempo y recursos personales, una intimidad compartida y un compromiso público. Un vínculo único en el que las dos personas se sienten elegidas, importantes para la otra persona y reconocidas.

    Se puede llamar amor a un vínculo afectivo positivo

    En este sentido es importante resaltar que cuando hablamos de vínculo afectivo, no estamos hablando sólo de apego. El apego es el vínculo afectivo que se establece con la primera figura de crianza y cuidado en el primer año de vida, aquel vínculo que garantiza la supervivencia del niño o niña y cuya calidad condiciona tanto su forma de aproximarse a nuevos vínculos, como la posibilidad de desarrollo pleno del niño o niña. Por lo tanto, en el apego, el vínculo está unido a la supervivencia, es una necesidad. Posteriormente a lo largo de todo su desarrollo, la persona irá generando nuevos vínculos afectivos con otras personas no ya sólo desde la necesidad, sino como una opción personal. El ser humano se construye desde un otro a través de una relación de apego creada por necesidad y a lo largo de su desarrollo se desapegará en una ganancia gradual de autonomía, para volver a construir otros vínculos como deseo y proyecto de vida, que incluirán ser figura de apego para los niños y niñas que decida criar.

    Cuando hablamos de vínculo afectivo, no estamos hablando sólo de apego

    Todas esas experiencias de relación vincular que la persona va acumulando, especialmente en su infancia y adolescencia, pero a lo largo de toda la vida, generararán un modelo vincular interno dentro de la persona, un esquema cognitivo sobre las relaciones que determinará su modo de verse a sí misma y ver a los demás. Pero el modelo vincular se construye partiendo de inputs variados, uno de ellos es la experiencia de apego, pero no es el único. Y cuanto más variado sea ese modelo, más adaptativo le resultará a la persona. Un modelo vincular muy rígido, dificulta a la persona contemplar modelos de relación diferentes y vivencias en las relaciones que no encajen en ese patrón de expectativas. Por lo tanto, es deseable que la persona tenga varios vínculos profundos a lo largo de su desarrollo, especialmente en su infancia, que le proporcionen apertura emocional.

    Del mismo modo, desde la perspectiva del conocimiento técnico de la psicología del vínculo, es imprescindible distinguir entre la intensidad emocional y el vínculo. Un vínculo es una relación que se construye entre dos personas. No es la persona la que tiene un vínculo, sino que entre dos personas construyen una relación afectiva que cuando cumpla determinadas características, podremos llamar vincular. Por lo tanto, aunque una persona sienta enormemente, eso no garantiza que construya un vínculo si no existe la reciprocidad. Una persona no construye un vínculo con quien quiere, sino con quien quiere construirlo con ella. Por ello, el amor como vínculo afectivo positivo conlleva la reciprocidad.

    Una persona no construye un vínculo con quien quiere, sino con quien quiere construirlo con ella. Por ello, el amor como vínculo afectivo positivo conlleva la reciprocidad

    Del mismo modo, un vínculo afectivo positivo ha de ser integrado públicamente en la red afectiva de cada persona. Un elemento clave de los vínculos afectivos positivos es que ambas personas integran a la otra persona en su red afectiva. Pensemos en los padres cuando tienen un hijo, o en la pareja cuando se consolida, o en los amigos que acaban compartiendo tiempo con los otros amigos. Mantener escondido un vínculo debe valorarse como un indicador de vínculo destructivo. Los padres, cuando su hijo o hija nace con discapacidad, a menudo viven un duelo que les lleva a tardar en introducir al niño o niña en su red afectiva. Una pareja cuando se mantiene oculta, por muy intensa que sea la relación, acaba siendo destructiva. Incluso a nivel interno, los elementos constitutivos de la identidad de una persona, han de ser públicos para poder estar integrados emocionalmente dentro de la propia persona y en su entorno. Pensemos en las identidades sexuales minoritarias o en las enfermedades crónicas cuando se mantienen ocultas o en las historias de trauma severo en la infancia y cómo mantenerlas ocultas, incrementa el daño en el desarrollo de la persona, más allá de la propia vivencia traumática. Y el ejemplo más claro justamente se da en el maltrato, como ejemplo extremo de vínculo afectivo destructivo. El maltrato, cuando se da en el contexto de una relación afectiva, tiene un elemento clave de relación escondida, sobre la que se ha de mantener un grado de secreto, bajo el argumento de que no va a ser comprendida, la amenaza o el chantaje. La dimensión afectiva de la persona es esencial comprender que ha de ser pública, en el sentido no de hacer publicidad sobre ella, sino de integrarla emocionalmente en los espacios de intimidad, en la red afectiva de cada persona.

    Un vínculo afectivo positivo ha de ser integrado públicamente en la red afectiva de
    cada persona

    Y en este sentido y de cara a la adolescencia es especialmente importante distinguir entre enamoramiento y amor, entre la emoción y el vínculo. Un adolescente puede estar muy enamorado de otra persona, pero nunca va a generar un vínculo con esa persona, si esa persona no quiere crearlo con él o con ella. Las vivencias emocionales pueden ser muy intensas, pero pueden quedar en el nivel del pensamiento, de la proyección, de la imaginación incluso. El amor sólo se da en un contexto relacional: existe un otro al que amar. Un otro u otra que en el caso del amor, le corresponde. Por el contrario, en el desamor no le corresponde o no lo hace como la persona desea que lo haga.

    Por lo tanto, la profundidad del amor no lo define la intensidad de la vivencia emocional, sino el nivel de apertura emocional al otro, de conexión emocional con la otra persona, el calado y duración de las vivencias compartidas y el compromiso que se asume con su cuidado y supervivencia. El amor que siente una madre o un padre por sus hijos, o el que se siente en una pareja o el que se siente en una amistad, no es una vivencia que se pueda vivir en soledad, sino en el contexto de la relación.

    Del mismo modo es importante diferenciar el amor del amor consciente. Se puede establecer un vínculo afectivo con otra persona y hacerlo de forma inconsciente. El amor consciente, implica una opción llevada al cuidado cotidiano, a la presencia consciente, al cuidado del otro y al dar valor a las vivencias compartidas. Implica un compromiso. Hay que “querer querer” a la otra persona por encima de las dificultades y del coste personal que suponga. De nuevo en la adolescencia, esta diferencia es importante, porque la consciencia en las relaciones afectivas es algo que se educa, se promueve y se adquiere conforme se va logrando la maduración personal, porque conlleva asumir el compromiso del cuidado del otro, y situarse en la relación desde la corresponsabilidad y la autonomía personales, aspectos que en la infancia tienen un margen más limitado.

    Y un último aspecto clave para comprender el amor desde la perspectiva psicológica sería que el amor debe estar unido al autocuidado de la persona. No es posible generar un vínculo positivo si la persona no tiene un equilibrio personal. No se puede amar bien a otra persona sin estar bien internamente. La capacidad de autorregulación emocional es esencial para ajustarse emocionalmente a otra persona y conectar. De esa forma, el autocuidado es parte del vínculo afectivo, es parte del amor. Concebir la experiencia del amor sólo vinculada a la entrega, la generosidad y el cuidado del otro es un error. El amor ha de conducir también a la persona a su propia conexión interior, a la consciencia de sus necesidades y a la necesidad de cuidarse internamente para poder cuidar y amar al otro. Esta clave es esencial para distinguir el amor de la dependencia emocional, o vínculo ambivalente, que es uno de los vínculos inseguros.

    La vivencia del amor, el construir una red de vínculos afectivos positivos profundos es garantía de la fortaleza emocional de la persona y de su capacidad de resiliencia. La protección de una persona se construye desde dos pilares clave: su consciencia interior de sus propias sensaciones, emociones y pensamientos para poder detectar el peligro que esté viviendo, y el tener una red afectiva consciente a la que poder pedir ayuda. Y estas dos claves son necesarias no sólo en la infancia, sino a lo largo de toda la vida. Una red de vínculos afectivos positivos hace fuerte a la persona más allá de sus propias capacidades, se convierte en un espacio de cuidado y seguridad y en un espacio de legitimidad en el que puede validar y dar coherencia a sus decisiones.

    Por lo tanto la experiencia del amor va a permitir a los adolescentes lograr los tres elementos clave de la salud emocional:

    • Auto regulación emocional: la persona ha de lograr un equilibrio entre la vinculación y su protección, el cuidado a los demás y su auto cuidado, entre el pensamiento, las emociones y el instinto.
    • Integración emocional: ha de ser capaz de aceptar su historia y sobre ella construir un futuro, un proyecto de vida propio.
    • Habilidades de resiliencia: sea cual sea su historia, ha de poder construir un relato con sentido y consistente de la misma, que le permita afrontar las dificultades y sentirse fuerte ante el sufrimiento.

    A qué podemos llamar desamor

    Pero además del amor, está la experiencia del desamor, que forma parte de la construcción de la identidad de la persona también. Definamos entonces qué significa desamor, desde la perspectiva psicológica, porque es un concepto mucho más amplio y variado.

    Desamor puede ser un vínculo afectivo que se rompe por el motivo que sea: abandono, ruptura, muerte etc. Estamos hablando entonces técnicamente de una vivencia de duelo. El desamor sirve a las y los adolescentes para aprender a integrar duelos, las pérdidas y situarse ante ellas. Los procesos de duelo requieren un tiempo para elaborarse, una red de apoyo afectivo que ayude a la persona a sostener el proceso y una conexión emocional con la tristeza. La chica o el chico han de aprender a transitar la tristeza sin evadirse de ella ni evitarla. Las rupturas de los vínculos afectivos pueden suponer un cuestionamiento de la identidad de la persona, de su lugar de pertenencia en el mundo, y en algunos casos la ruptura de un proyecto de vida ya definido.

    Desamor puede ser un vínculo afectivo que se rompe

    Los procesos de duelo tienen varias fases. No tienen por qué ocurrir de forma lineal, se pueden sobreponer o darse avances y retrocesos pero conviene tenerlas presentes. La negación de la pérdida, que puede llevar al adolescente a perseguir el mantenimiento del vínculo y a no aceptar los límites que el otro le ha marcado. La rabia, primer paso para aceptar la pérdida, donde surge el enfado con quien ha roto el vínculo (sucede tanto si la ruptura del vínculo ha sido voluntaria, como si ha sido involuntaria por una muerte, o por un traslado impuesto por ejemplo). Desde esa rabia se logra conectar con la tristeza cuando se comienza a aceptar la ruptura del vínculo y por último llega la integración emocional de la experiencia vincular, que llamamos aceptación.

    Fases de duelo: negación, rabia, tristeza y aceptación

    En esta última fase es especialmente importante que los adultos ayuden a los y las adolescentes a lograr dar una forma lo más positiva posible de la experiencia, a estructurarla y a posicionarse dentro de la vivencia de una forma realista pero lo menos dañina posible consigo mismos. Si este proceso no se da, la integración de la pérdida puede dañar el modelo vincular previo de la persona al integrarlo desde la culpa, la falta de valía personal o la traición, entre otras.

    Y en ese sentido, uno de los elementos clave del proceso educativo es no evitar los procesos de duelo a los niños, niñas y adolescentes, acompañarles en la vivencia del dolor y permitirles conectar con la frustración, la impotencia y la tristeza. De ese modo, cuando llegue el momento de las rupturas vinculares, podrán vivirlas sin sentirse sobrepasados o bloqueados por la ansiedad, el miedo y la tristeza.

    Pero desamor puede ser también la vivencia de un vínculo que no llega a construirse por no ser correspondido. Como vimos anteriormente, la intensidad emocional no es lo mismo que el vínculo, y uno puede sentir emociones muy profundas hacia otra persona que no dejan de ser propias y que incluso pueden llevar a distorsionar la realidad por una vivencia emocional, de forma que se intente adecuar la vivencia real a las expectativas emocionales. Es posible quedarse enganchado a una emoción e incluso sentir una adicción a la intensidad emocional. De esta forma se rompe la capacidad de auto regulación emocional, básica para lograr el equilibrio entre el cuidado al otro y el autocuidado, entre la entrega y el miedo, llevando a la persona a tener conductas de riesgo desprotectoras por lo poco ajustadas a la realidad que están.

    Las y los adolescentes deben lograr integrar la razón, la emoción y la vivencia así como el funcionamiento de los dos hemisferios cerebrales, el izquierdo centrado en la lógica, el lenguaje y el derecho más centrado en las sensaciones corporales y emocionales. El adulto que los acompaña debe favorecer esa integración e incluir las actividades corporales y físicas en la relación, fomentando que pueda poner consciencia en la vivencia, la emoción y el cuerpo y narrarla.

    Y por último desde la perspectiva psicológica, desamor vendría a ser todas las relaciones definidas como vínculos afectivos destructivos. Técnicamente, dentro de los vínculos inseguros, se diferencian los vínculos evitativos, vínculos ambivalentes y vínculos desorganizados. No vamos a describir cada tipología aquí, porque no es el objeto de la ponencia. Pero cuando se trata de la forma de afrontar el desamor en las y los adolescentes, nos interesa especialmente poner consciencia en las dos últimas tipologías. Y comprender que estos vínculos vienen condicionados por los modelos vinculares que cada adolescente trae integrado fruto de su historia personal. Esa historia previa se convierte en condición de riesgo para replicar patrones de relación inadecuados en la adolescencia, aunque no es una condena. Justamente en la adolescencia, los chicos y chicas pueden establecer vínculos afectivos profundos que modifiquen sus modelos vinculares previos por la profundidad que llegan a alcanzar.

    Los y las adolescentes que tienen un modelo víncular desorganizado son aquellos que crecieron con figuras de apego que no pudieron o supieron darles estructura y regularidad en la crianza. De este modo, alternaron la presencia con la ausencia, la afectividad con la agresión, y la negligencia con la sobreprotección. Impiden al niño o niña poder anticipar lo que va a ocurrir, produciéndoles un alto nivel de ansiedad. Esa falta de regularidad y estructura impidió generar un modelo vincular estable internamente a estos niños y niñas. En ese caso, se dice que construyen un modelo vincular desorganizado. Son adolescentes que difícilmente pueden mantener la concentración, la continuidad en las secuencias de tareas complejas, con altos niveles de ansiedad, una gran labilidad emocional o lo contrario, desconexión y frialdad emocional, conductas disociativas y pueden presentar también altos niveles de agresión o autolesión.

    Las y los adolescentes que presentan un modelo vincular inseguro ambivalente/preocupado, crecieron con figuras de apego que dificultaron su autonomía, estableciendo lazos de dependencia emocional y sobreprotección, donde no se permitía la diferenciación de la vivencia del adulto y la del niño, y se tenían pautas de interacción muy invasivas con el niño o niña. De esta forma, los y las adolescentes con modelos vinculares preocupados, se muestran inseguros y celosos en sus relaciones afectivas, necesitan constantemente validar el afecto y la incondicionalidad de los otros, al mismo tiempo que no son capaces de ofrecerla. Cuando hablan, tienden a dar mucha importancia a su historia personal y a describir a sus padres o cuidadores con una falta considerable de equilibrio.

    El proceso de la intimidad en el amor y el desamor

    Además del acompañamiento afectivo en la vivencia, los adultos pueden guiar educativamente a las y los adolescentes en su forma de afrontar dicha vivencia. Una de las cuestiones clave que condiciona la vivencia de los y las adolescentes tanto del amor como del desamor es la forma y la consciencia con la que han llegado a la vivencia.

    Es importante que los adultos enseñen a los niños, niñas y adolescentes los diferentes niveles de afectividad que uno puede compartir dentro de una relación como uno de los elementos clave para su protección. Son niveles de relación donde la apertura emocional va siendo cada vez mayor y con ella llegan mayores niveles también de disfrute, placer, aprendizaje y ganancia evolutiva. Pero al mismo tiempo, llega también un mayor riesgo de daño. Cuanto más se abre una persona en una relación, más gana porque a través de esa relación se va a transformar de formas que nunca lograría en soledad, pero también permite mayor entrada a su interior, a sus emociones, sus modelos y esquemas cognitivos y sus sensaciones corporales. Y desde ahí surge la posibilidad del daño.

    Es importante que los adultos enseñen a los niños, niñas y adolescentes los diferentes niveles de afectividad que uno puede compartir dentro de una relación como uno de los elementos clave para su protección

    No se trata de que teman las relaciones vinculares, ni que rechacen el amor por miedo al desamor, sino de vivirlas con consciencia para poder conservar la capacidad de autorregulación emocional, que les permita entregarse y protegerse al mismo tiempo, cuidar al otro y cuidarse a sí mismos.

    En la construcción de un vínculo positivo, la persona podrá ir profundizando el nivel de apertura emocional en una relación cuando y como lo desee. De esa forma irá pasando por niveles cada vez más profundos de apertura e intimidad. Comenzará interactuando con otra persona. Es un nivel de relación que se establece con personas con quienes realizan algún tipo de intercambio: el panadero, la taxista, el portero de casa…

    De entre todas las personas con las que interactúe, habrá varias con las que comparta afectividad, que es el nivel de relación que se establece con aquellas personas con las que hay una sintonía intuitiva, de “tripas”, un cierto nivel de conexión emocional que viene derivado de su historia personal, su memoria corporal y que casi siempre se produce de forma inconsciente. Son esas personas a las que si les encuentran, les da una alegría, cuando les ven sonríen, si les piden un favor, lo hacen… pero no necesariamente tienen una relación vincular con ellos.

    De toda la gente por la que sienta esa conexión, con algunas de esas personas comenzará a compartir intimidad, el nivel de relación que se establece, cuando con algunas de las personas por las que se siente afecto, se empieza a compartir los espacios privados, más íntimos de la vida con otra persona. Se comienza a compartir información sobre uno mismo, espacios de relación, datos de la historia personal.. y de esa forma se proporciona, de forma gradual, poder a la otra persona sobre uno y se construyen las relaciones vinculares. Partiendo de una cierta conexión emocional, se ha dado el siguiente paso que es cultivar la relación y abrirse a ella de forma que se pueda construir un vínculo.

    Del mismo modo, con algunas de las personas con las que ya ha compartido afectividad e intimidad, compartirá también su sexualidad, que es el nivel de relación que se comparte con algunas de las personas con las que se han creado espacios de intimidad. Implica el contacto físico en toda su variedad. Es interesante poner consciencia en que tener un vínculo con alguien, no necesariamente implica el contacto físico y viceversa, se puede tocar a gente con la que no tengo vínculo afectivo, sólo esa conexión afectiva. Pero como regla general, es bueno que las y los adolescentes vinculen el contacto físico a los espacios de intimidad protectores. Y no sólo es la sexualidad genital, sino los besos, las caricias, los abrazos… que son niveles de intimidad que nunca se pueden forzar (los padres lo hacen a menudo cuando obligan a los niños y niñas a dar besos y abrazos a quienes no quieren) y que conviene compartir con personas con las que ya hay generado un vínculo de intimidad y confianza.

    Y por último, con algunas de las personas con las que ha compartido su sexualidad, la persona compartirá también la genitalidad, que es un nivel de relación que se establece con algunas personas de todas con las que se ha compartido sexualidad. Las relaciones genitales son una pequeña parte de las relaciones sexuales, pero de nuevo es protector para las y los adolescentes, compartir su genitalidad con personas que previamente ya ha habido una sintonía afectiva, espacios de intimidad compartidos y otras formas de sexualidad compartidas previamente. Si se acelera el proceso, una relación genital, aunque fuera deseada, se puede convertir en dañina. De hecho, una de las formas más habituales de abuso sexual entre adolescentes es obligar a otra persona a tener relaciones genitales antes de lo que él o ella querían. No es que no quisieran tenerlas, es que aún no.

    De este modo en el proceso de profundización gradual de una relación afectiva, el paso de cada nivel de relación al siguiente ha de cumplir varias características fundamentales:

    En el proceso de profundización gradual de una relación afectiva, el paso de cada nivel de relación al siguiente ha de cumplir varias características fundamentales: ser un paso libre, consciente, pausado y seguro

    • Ser un paso libre. Cualquier nivel de relación ha de ser voluntario. El maltrato se basa justamente en utilizar una posición de poder forzar a otra persona a hacer algo que no quiere. Una de las claves más interesantes a nivel educativo en el trabajo sobre el amor y el desamor es enseñar a las y los adolescentes que el amor es una forma de poder, que da opción a la otra persona de hacerle feliz y de hacerle daño al mismo tiempo. Aquellas personas con las que la persona construye vínculos afectivos pasan a tener poder sobre la persona. Por eso nunca se debe dar un paso de intimidad de forma forzada. Ahí empieza la violencia.
    • Ser un paso consciente. En la medida que el paso a otro nivel de relación se da con consciencia, se mantiene la conexión interior con las propias necesidades, se comprenden los beneficios y costes emocionales de permitir esa relación y se dota a la relación de mayor nivel de profundidad.
    • Ser un paso pausado. Es necesario permitir el tiempo suficiente para la conexión emocional y corporal interior. En un vínculo afectivo positivo se dará el ajuste mutuo a los procesos, necesidades y gustos de las dos personas. Cuando esos tiempos y procesos se aceleran, se merma la capacidad de percibir, sentir y pensar, y por tanto, de protegerse.
    • Ser un paso seguro. Las y los adolescentes deben aprender a no abrirse a mayor profundidad de relación si no es en un contexto seguro, con personas que ellos conozcan y en entornos donde puedan protegerse en caso necesario. La intensidad emocional como se ha visto previamente, conduce a la desconexión de la realidad y desde ahí a las conductas de riesgo. Como pauta de protección es esencial entrar en el amor en la medida de lo posible desde la seguridad y la confianza. Primero es confiar, luego abrirse a amar y ser amado.

    El desamor como vínculo dañino se caracterizará y se construirá desde la falta de respeto a estos criterios: forzará conductas de riesgo, no respetará los ritmos y tiempos de la otra persona, impedirá su consciencia interna invadiéndole a nivel emocional o generándole confusión sobre lo que siente y desde luego no respetando su voluntariedad en las decisiones.

    Como conclusión, es necesario que las y los adultos acompañen a las y los adolescentes en el proceso de conocer y vivir tanto el amor como el desamor. Necesitan comprenderlo como parte esencial del proceso de construcción de la identidad de la persona. Han de enseñarles a integrar el amor y el cuidado dentro de sí mismos, equilibrando su entrega con su protección. Pero esa tarea requiere a su vez tiempo y consciencia en las personas adultas. No olvidemos que educamos desde nuestra propia vivencia del amor y el desamor que las y los adolescentes con los que convivimos perciben y asimilan también.

    Como conclusión, es necesario que las y los adultos acompañen a las y los adolescentes en el proceso de conocer y vivir tanto el amor como el desamor

     

    Bibliografía

    1. Gonzalo, J.L. (2016). “Vínculate”. Bilbao: Descleé de Brouwer.

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    3. Horno, P. Romeo, J. y Ferreres, A. (2017). “El acogimiento como una oportunidad de vida: referentes de buena práctica en la atención a niños, niñas y adolescentes en acogimiento familiar y residencial”. Madrid: Unicef Comité Español.

    4. Main, M. The Organized Categories of Infant, Child, and Adult Attachment: Flexible vs. Inflexible Attention Under Attachment-Related Stress. Journal of the American Psychoanalytic Association, 2000, 48:1055-1095.

    5. Siegel, D. (2014). “Tormenta cerebral: el poder y el propósito del cerebro adolescente”. Barcelona: Alba.

     

     
     


    Problemas ortopédicos


     

    Problemas ortopédicos

    J.A. Conejero Casares, M.D. Romero Torres.
    Médicos rehabilitadores. Unidad de Rehabilitación Infantil. Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla.

     

    Adolescere 2018; VI (2): 66-77

     

    Resumen

    La ortopedia infantil, ya sea en su vertiente conservadora-rehabilitadora o quirúrgica, ha experimentado un enorme desarrollo en los últimos tiempos gracias al perfeccionamiento de las técnicas de cribaje, al mejor conocimiento de la historia natural de la mayoría de las alteraciones más prevalentes, a la eficacia de los métodos no quirúrgicos (ortesis, corsés …) y, sin duda, al continuo avance en la cirugía de los problemas más severos (osteosíntesis vertebral, cirugía tumoral, técnicas de fijación externa, …) La patología del aparato locomotor supone el 20-30% de las consultas en atención primaria. En la adolescencia más de la mitad se refieren a la presencia de dolor músculo esquelético y en segundo lugar a las deformidades vertebrales.

    Palabras clave: Problemas ortopédicos; Adolescencia; Dolor musculoesquelético, Deformidades vertebrales.

    Abstract

    Children’s orthopedics, whether in its conservative-rehabilitating or surgical approach, has undergone enormous development in recent times thanks to the improvement of screening techniques, the better knowledge of the natural course of the most prevalent alterations, the effectiveness of non-surgical methods (orthoses, corsets …) and, undoubtedly, to the continuous progress in surgery of the most severe problems (vertebral osteosynthesis, tumor surgery, external fixation techniques, …). The pathology of the locomotor system means 20-30% of consultations in the primary health care setting. In adolescence more than half complain of musculoskeletal pain and in second place, of vertebral deformities.

    Key words: Orthopedic problems; Adolescence; Musculoskeletal pain; Vertebral deformities.

     

    Introducción

    La adolescencia es el período de la vida humana que sigue a la niñez y precede a la juventud (DRAE). Tanto la palabra adolescente como adulto derivan del latín adolescere (crecer) y no de la segunda acepción también del latín estar carente de algo. En la adolescencia se produce el segundo pico de crecimiento del aparato locomotor y es debido a este motivo y al aumento de la actividad física y deportiva por el que se produce la mayor parte de la patología en esta edad.

    La patología del aparato locomotor supone el 20-30% de las consultas en atención primaria. En la adolescencia más de la mitad se refieren a la presencia de dolor músculo esquelético y en segundo lugar a las deformidades vertebrales

    De forma global la patología del aparato locomotor supone el 20-30% de las consultas en atención primaria. En la adolescencia más de la mitad se refieren a la presencia de dolor músculo esquelético y en segundo lugar a las deformidades vertebrales.

    Presentamos una orientación sencilla para que el pediatra de atención primaria mejore el diagnóstico y el tratamiento en los casos más comunes y realice derivaciones bien razonadas tanto a Rehabilitación como a Cirugía Ortopédica Infantil.

    Deformidades vertebrales

    Escoliosis

    La escoliosis está definida radiológicamente como una curvatura de la columna vertebral con un ángulo de Cobb de 10 o más, con rotación

    Es una deformidad tridimensional del raquis, en la que se asocia una curvatura o flexión lateral en el plano frontal con una rotación vertebral en el plano transversal, y a veces con desviaciones en el plano sagital (cifosis y lordosis). La escoliosis está definida radiológicamente como una curvatura de la columna vertebral con un ángulo de Cobb de 10 o más, con rotación.

    La escoliosis se puede clasificar según su etiología, edad de la persona, tipo de curva, localización y valor angular

    La escoliosis se puede clasificar en base a la etiología (idiopática, congénita, neuromuscular, sindrómica, toracógena y otras), la edad (infantil en menores de 3 años, juvenil de 3 a 10 años, del adolescente, en mayores de 10 años y del adulto), el tipo de curva (simple y doble), la localización de la curva (cervical, cérvico-dorsal, dorsal, dorso-lumbar, lumbar y lumbo-sacra) y según el valor angular (leve: menores de 20º, moderada: entre 20 y 40º y grave: mayores de 40º).

    La escoliosis idiopática representa el 80-85% del total. Se considera como una enfermedad hereditaria, con base genética, ligada al sexo, con penetrancia incompleta y expresividad variable, con una forma de herencia multifactorial

    La escoliosis idiopática representa el 80-85% del total, Se considera como una enfermedad hereditaria, con base genética, ligada al sexo, con penetrancia incompleta y expresividad variable, con una forma de herencia multifactorial, en la que podría haber varias posibles causas o factores que actuarían alterando el frágil equilibrio que mantiene un raquis normal durante el crecimiento. La escoliosis idiopática del adolescente es asintomática, aparece a los 10-11 años en las niñas y 12-13 en los niños, con una prevalencia del 2% para curvas mayores de 20º. Después de alguna polémica sobre su utilidad, se recomienda el despistaje escolar de la escoliosis idiopática del adolescente ya que la detección en la consulta médica es poco probable.

    El diagnóstico incluye la anamnesis (circunstancia que determinó su descubrimiento), el examen físico (test de Adams con escoliómetro de Bunnell en bipe, sedestación y prono) (Figura 1) y una exploración neurológica y ortopédica básica. Se solicitará telerradiografía póstero-anterior y lateral de columna vertebral completa en bipe, cuando la giba sea mayor de 5º en prono. En la radiografía se valorará: tipo y localización de la curva, vértebras límite y vértice, valor angular según el método de Cobb, rotación vertebral con el método de Perdriolle/Maguelone, test de Risser y factor de progresión de Lonstein. La RM será necesaria en escoliosis juvenil, curvas torácicas izquierdas, presencia de dolor y progresión importante.

    El tratamiento depende del valor angular y riesgo de progresión. En curvas menores de 20º se recomienda controles clínicos cada 3 meses; entre 20 y 40º la reducción ortopédica enyesada y el uso de corsés. La cirugía se recomienda en aquellos casos que superen los 40º al final de la madurez esquelética

    El tratamiento depende del valor angular y del riesgo de progresión. En curvas menores de 20º se recomienda controles clínicos cada 3 meses; en curvas entre 20 y 40º la reducción ortopédica enyesada y el uso de corsés han demostrado ser eficaces en el control de la evolución (corsé de Milwaukee, si la vértebra vértice es superior a T6; corsé lyonés, de Málaga o de Cheneau en curvas dorsales o dorso-lumbares y corsé de Boston o Michel en las lumbares). En relación al riesgo de empeoramiento se decidirá el uso nocturno (8h/día), tardes y noches (16h/día) o a tiempo completo (23h/día). La cirugía se recomienda en aquellos casos que superen los 40º al final de la madurez esquelética.

    Cifosis

    El aumento de la cifosis dorsal (superior a 45º medida clínicamente con inclinómetro de burbuja o radiológicamente) denominada como cifosis simplemente y no hipercifosis puede ser angular (cifosis congénita, espondilo-discitis y postraumática) o regular/armónica (cifosis postural, cifosis idiopática, enfermedad de Scheuermann, osteogénesis imperfecta, mucopolisacaridosis,…). La actitud cifótica es común en adolescentes y se relaciona, habitualmente con vicios posturales. No produce dolor y se corrige de forma activa. La cifosis idiopática es una deformidad que no se corrige pasivamente y debe tratarse mediante fisioterapia y ortesis.

    La enfermedad de Scheuermann es una cifosis rígida que afecta al 1-8% de la población y que se caracteriza por un valor angular superior a 45º, acuñamiento > 5º al menos en 3 vértebras, irregularidades en los platillos vertebrales y disminución del espacio discal (Sörensen, 1964). Puede cursar con dolor mecánico e hiperlordosis flexible cervical y lumbar. El diagnóstico es claro cuando se aprecian los signos radiológicos y no suelen ser necesarios otros estudios de imagen. El tratamiento depende de la magnitud de la deformidad: cinesiterapia aislada en menores de 50º, cinesiterapia, reducción ortopédica y corsés (Swan o kyphologic brace) entre 50 y 70º y cirugía en mayores de 70º.

    Espondilolisis / Espondilolistesis

    La espondilolistesis es el deslizamiento de una vértebra sobre otra (la más frecuente L5 sobre S1) (Figura 2). Es la causa más frecuente de dolor lumbar en el adolescente cuando se consigue establecer la causa. Se clasifica en 5 tipos:

    • I Displásica: deficiencia congénita de la faceta superior se S1 o del arco de L5,
    • II Ístmica: fractura de estrés en la pars interarticularis o espondilólisis,
    • III Traumática: fractura aguda del pedículo o la lámina,
    • IV Degenerativa: pseudoespondilolistesis, afecta a adultos y es más frecuente entre L4 y L5 y
    • V Patológica: con afectación de la estructura ósea en osteogénesis imperfecta, neurofibromatosis o neoplasias.

    En los adolescentes, la espondilolisis o espondilolistesis son más frecuentes las de tipo II o ístmica y se relaciona con movimientos repetidos de extensión de la columna lumbar como ocurre en la gimnasia rítmica o el piragüismo

    En los adolescentes son más frecuente las de tipo II o ístmica y se relaciona con movimientos repetidos de extensión de la columna lumbar como ocurre en la gimnasia rítmica o el piragüismo.

    Cursa con dolor lumbar aislado o con irradiación aunque hay casos asintomáticos que se descubren por un aumento de la lordosis lumbar o una escoliosis leve asociada. El examen físico de la estática y movilidad vertebral, la presencia de rigidez de isquiotibiales (signo de Bado) y una exploración neurológica convencional asociada a la medición del deslizamiento (grados de Meyerding) con una radiología simple son suficientes para establecer el diagnóstico con certeza.

    El tratamiento depende de la presencia de espondilólisis, el porcentaje de deslizamiento, la estabilidad de la deformidad y la sintomatología. En casos asintomáticos y con escaso deslizamiento se recomienda fortalecimiento de la musculatura paravertebral, abdominal y glútea, higiene postural y recomendaciones sobre actividad física y deporte (evitar la hiperextensión). Si hay espondilolisis y dolor se recomienda un corsé lumbar con lordosis corregida. Si el deslizamiento es grave y hay dolor o clínica neurológica está indicada la fijación quirúrgica in situ.

    Dolor vertebral

    El dolor vertebral es frecuente en niños y sobre todo en adolescentes (27-71%)

    Desde la afirmación clásica de King en 1984: “El dolor vertebral en el niño no es frecuente. Debe emprenderse un método diagnóstico agresivo para evitar que graves problemas pasen desapercibidos” han cambiado mucho las cosas. El dolor vertebral es frecuente en niños y sobre todo en adolescentes (27-71%). Se ha relacionado con diferentes factores, algunos claros (adolescencia, sobrepeso, deporte competitivo, sedentarismo, rigidez de isquiotibiales y cuádriceps, tabaquismo y factores psicosociales) y otros no tanto (edad, acarreo de peso).

    Se manifiesta, habitualmente, por dolor difuso en la región dorsal y lumbar de evolución variable, de escasa intensidad, que aparece con posturas mantenidas y que no produce limitación funcional. El examen físico no muestra datos de interés; no hay actitud antiálgica, la movilidad está conservada (ritmo lumbo-pélvico normal) y no hay puntos dolorosos localizados. Si no se cumplen estas características hay que pensar en una causa específica (en ocasiones grave). (Tabla I).

    Para establecer el diagnóstico hay que realizar una minuciosa anamnesis del dolor: localización, forma de comienzo, tiempo de evolución, ritmo del dolor, presencia de dolor nocturno, rigidez matutina y factores desencadenantes y paliativos. El examen físico incluye la valoración de la actitud espontánea, la marcha, la movilidad espontánea, la evaluación de la estática vertebral, la movilidad pasiva segmentaria, la realización de signos clínicos (Schöber, Lasègue, Bado, Thomas,…) y una exploración neurológica básica.

    Se solicitará analítica básica y un estudio radiológico cuando el dolor sea persistente (mayor de 2 meses), localizado, nocturno o con síntomas constitucionales, gammagrafía ósea cuando la radiología sea normal y sospechemos tumor, infección o fractura de estrés, resonancia magnética cuando el examen neurológico sea anormal y TAC para precisar lesiones óseas.

    El tratamiento del dolor “mecánico” incluye control del sobrepeso, la realización de actividad física aeróbica regular, control postural adecuado y evitar hábitos tóxicos. En pocos casos hay que recurrir a la fisioterapia o al uso de corsés de forma temporal.

    Deformidades de miembros inferiores

    Las deformidades de los miembros inferiores presentes en la adolescencia son aquellas que aparecieron en la infancia y en la pre-adolescencia.y que no se han corregido con tratamiento conservador, no han sido relevantes clínicamente o, por el contrario necesitan un tratamiento quirúrgico. Afectan sobre todo a la rodilla.

    Deformidades rotacionales de miembros inferiores

    La anteversión femoral se controla evitando la postura de sedestación en W, fortaleciendo la musculatura abductora y rotadora externa de la cadera y, excepcionalmente, con cirugía

    La marcha convergente o divergente es un motivo de consulta muy frecuente. Staheli ha estudiado con profundidad este problema, ha diseñado un protocolo riguroso de exploración (perfil rotacional) y ha establecido las pautas del tratamiento a seguir. Lo cierto es que se ven muchos niños con estos problemas y se tratan pocos; la anteversión femoral se controla evitando la postura de sedestación en W, fortaleciendo la musculatura abductora y rotadora externa de la cadera y, excepcionalmente, con cirugía (osteotomía derrotadora subtrocantérea) y la torsión tibial patológica responde bien a la ortesis tipo INMOYBA.

    La desalineación fémoro-tibial (subluxación tibial externa) que puede presentarse aislada o secundaria al síndrome de mala alineación torsional (anteversión femoral más torsión tibial externa) puede relacionarse con dolor por incongruencia articular. Se trata con KAFO de termoplástico nocturna con presiones en tres puntos siempre que se verifique una corrección manual pasiva. En el adolescente la corrección es poco probable y hay que recomendar control del peso, fortalecimiento isométrico de cuádriceps y consejos de ergonomía articular.

    En los casos de deformidad torsional hay que valorar además, si origina discapacidad, si se trata de deformidades aditivas o compensadoras y si existe empeoramiento progresivo (hay que descartar una enfermedad neurológica subyacente).

    Deformidades angulares de la rodilla

    Genu varo

    No es frecuente en el adolescente. Las causas más comunes son la enfermedad de Blount y las lesiones fisarias, también se aprecia en diferentes osteocondrodisplasias y el raquitismo hipofosfatémico. Puede cursar con dolor en la cara interna de la rodilla y sensación de inestabilidad. A largo plazo produce gonartrosis fémoro-tibial interna. La exploración clínica incluye la medición del ángulo fémoro-tibial (AFT) con goniómetro con y sin carga, la medida de la distancia intercondílea y de la línea de carga. En la radiografía se mide el ángulo fémoro-tibial y el ángulo metafiso-diafisario (mayor de 11º en la enfermedad de Blount). El tratamiento conservador es muy limitado (control del peso, FO con cuña externa, fortalecimiento del cuádriceps): La cirugía es la opción de elección tanto en la enfermedad de Blount como en las osteocondrodisplasias.

    Genu valgo

    El genu valgo se presenta a partir de los 2 años, alcanza un pico de 8.10º a los 3-4 años y luego desciende paulatinamente hasta los 5º de un adulto normal. En el adolescente se suele asociar a hiperlaxitud articular y a sobrepeso

    El genu valgo se presenta a partir de los 2 años, alcanza un pico de 8.10º a los 3-4 años y luego desciende paulatinamente hasta los 5º de un adulto normal. En el adolescente se suele asociar a hiperlaxitud articular y a sobrepeso. Las medidas son las mismas que en el genu varo y raras veces necesita tratamiento: casos severos – distancia intermaleolar superior a 10 cms, angulación mayor de 15º o casos unilaterales secundarios a lesión fisaria de diversa etiología.

    Genu flexo

    El genu flexo nunca es fisiológico por encima de los 6 meses y su presencia es común en la parálisis cerebral, el mielomeningocele, las artritis o la artrogriposis múltiple congénita. Determina una marcha agazapada poco funcional. El tratamiento incluye medidas posturales (sentarse con la rodilla estirada con o sin peso encima de la rodilla), fortalecimiento de cuádriceps, fisioterapia y ortesis (KAFO); si el flexo sobrepasa los 20º en el niño deambulante, está indicada la cirugía.

    Genu recurvatum

    El genu recurvatum es anodino en niños sin otra patología articular, pero supone un grave problema para un niño con enfermedad neurológica u ortopédica. En el genu recurvatum se producen presiones excesivas sobre los cartílagos y las epífisis de crecimiento con posible destrucción articular. El control ortopédico del genu recurvatum no es fácil: se recurre a ejercicios de fortalecimiento de isquiotibiales y bíceps femoral y al uso de ortesis nocturna (KO: ortesis sueca); en los casos graves también se adaptan rodilleras durante el día.

    Dolor en miembros inferiores

    El dolor en los miembros inferiores es un motivo frecuente de consulta en el adolescente

    El dolor en los miembros inferiores es un motivo frecuente de consulta en el adolescente. Los elementos clave a valorar son: número de articulaciones involucradas y su localización (oligo o poliarticular), características del dolor (intensidad, frecuencia, duración, ritmo, presencia de edema o eritema, interferencia con las actividades cotidianas, incapacidad para la carga, progresión a lo largo del tiempo), posibles factores desencadenantes (traumatismos, enfermedades previas, periodos de inactividad, incremento de la actividad física), presencia de otros síntomas o signos (fiebre, erupción cutánea, pérdida de peso, dolor abdominal, diarrea, síntomas oculares, entre otros), y el patrón de presentación (agudo o crónico, con o sin rigidez matutina, dolor errático o episodios recurrentes de artralgia y edema).

    Cadera

    Epifisiolisis femoral proximal

    La epifisiolisis femoral proximal es uno de los trastornos de la cadera más comunes en la adolescencia. La presentación clásica es la de un adolescente obeso con dolor sordo en la cadera, ingle, muslo o rodilla, que ocasiona cojera, y sin antecedentes de traumas previos

    Se caracteriza por un desplazamiento de la epífisis capital femoral desde el cuello femoral a través de la placa fisaria. Es uno de los trastornos de la cadera más comunes en la adolescencia. La presentación clásica es la de un adolescente obeso con dolor sordo en la cadera, ingle, muslo o rodilla, que ocasiona cojera (Tabla II), y sin antecedentes de traumas previos. El dolor aumenta con la actividad física y puede ser crónico o intermitente.

    La edad promedio de presentación es de 12 años en niñas y de 13.5 años en niños, con una relación hombre-mujer de aproximadamente 1.5: 1. La obesidad es un factor de riesgo significativo.

    Para el diagnostico se precisan radiografías simples, que revelan un desplazamiento posterior aparente de la epífisis femoral con alteración de la línea de Klein. Los primeros cambios radiográficos son ensanchamiento e irregularidad de la fisis, con adelgazamiento de la epífisis proximal, más visibles en la proyección lateral. Si la radiografía es normal, pero la sospecha de epifisiolisis precoz es alta, se solicitará una resonancia magnética. La presencia de ensanchamiento de la fisis con edema circundante, es diagnóstico de la enfermedad.

    El tratamiento es quirúrgico. Se evitará la carga de peso hasta entonces y se mantendrá hasta 6-8 semanas tras la cirugía. El pronóstico está relacionado con la severidad del deslizamiento.

    Rodilla

    La localización del dolor es útil para reducir las posibles causas y determinar qué maniobras diagnósticas provocadoras se deben realizar. Básicamente debemos precisar la localización del dolor ya que supone una guía extraordinariamente útil para establecer la etiología con precisión (Tabla III).

    Síndrome del dolor femoropatelar

    En el dolor femoro-patelar los pacientes se quejan de dolor al subir y bajar escaleras, al correr o ponerse en cuclillas, así como al levantarse de la posición de sentado (signo del “teatro” o “aficionado al cine”)

    El dolor fémoro-patelar (DFP) se considera una de las formas más comunes de dolor crónico de rodilla, que afecta tanto a adultos como adolescentes físicamente activos. Algunos prefieren el término dolor anterior de rodilla porque no siempre es reconocido el origen anatómico en la articulación fémoro-patelar. En una revisión de Smith BE et se estimó que la prevalencia anual del dolor fémoro-patelar en la población general fue del 22.7% y la del adolescente del 28.9%. En cuanto a la incidencia encontraron en un estudio sobre mujeres atletas adolescentes una tasa de incidencia (para una temporada) de 0.97-1.09 por 1.000 atletas, en otro estudio con adolescentes que participaron en educación física durante dos temporadas (sexo desconocido) una tasa de incidencia de 42.6 casos por 1.000 años-persona y otro estudio sobre corredores de la escuela secundaria (sexo mixto) informó que la tasa de incidencia en una temporada fue del 5.1%.

    Los pacientes con DFP se quejan de dolor al subir y bajar escaleras, al correr o ponerse en cuclillas, así como al levantarse de la posición de sentado (signo del “teatro” o “aficionado al cine”). En los pacientes deportistas el inicio de los síntomas puede estar relacionado con un cambio en la rutina de entrenamiento. El dolor puede ocurrir en una o ambas rodillas, y a menudo está mal localizado “debajo” o “alrededor” de la rótula. El diagnóstico es clínico, obligando a descartar otras causas de dolor anterior de rodilla.

    En este momento, no hay consenso ni suficiente evidencia científica para guiar el manejo de los pacientes con DFP. El tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden aliviar el dolor a corto plazo. Existen pruebas contradictorias acerca del efecto del glucosaminoglicano polisulfato. El esteroide anabolizante nandrolona, podría resultar eficaz, pero los riesgos asociados exigen sumo cuidado si se utiliza para el dolor fémoro-patelar, especialmente en los deportistas.

    Existe evidencia de muy baja calidad, pero consistente de que la terapia mediante ejercicios puede resultar en una reducción clínicamente importante del dolor y una mejora en la capacidad funcional, así como también en la mejora de la recuperación a largo plazo, aunque no hay pruebas suficientes para determinar cuál es la mejor forma de terapia. Existen pruebas de muy baja calidad, de que los ejercicios de cadera y rodilla, pueden ser más efectivos para reducir el dolor que el ejercicio solo de rodilla.

    No existe evidencia para recomendar el uso de las ortesis de rodilla para el tratamiento de DFP, ni sobre el modo o la duración del uso de la ortesis de rodilla.

    Un plan terapéutico debería empezar con la modificación de la actividad que desencadena el dolor, medidas antinflamatorias con frío, medicación vía oral con antiinflamatorios no esteroideos, y en alguna ocasión inyección intra-articular con corticoides. La terapia física debe realizarse siempre sin dolor, por el contrario, podría ser contraproducente.

    Enfermedad de Osgood-Schlatter

    El diagnóstico de la enfermedad de Osgood-Schlatter es clínico y sólo será necesario un estudio de imagen mediante radiografía, si se sospecha avulsión del tubérculo o si las características del dolor son atípicas

    Es una lesión por sobreuso causada por la tensión repetitiva y tracción crónica en el centro de osificación secundario (apófisis) del tubérculo tibial que ocurre en adolescentes activos. El dolor en la cara anterior de la rodilla aumenta gradualmente con el tiempo y puede verse agravado por un traumatismo directo, correr, saltar o arrodillarse. El hallazgo físico característico es el dolor a la palpación, tumefacción y aumento de la temperatura sobre el tubérculo tibial con un examen de rodilla por lo demás completamente normal. Usualmente se trata de un proceso benigno y autolimitado, cuyos síntomas se resolverán cuando finalice la osificación de la tuberosidad anterior de la tibia. El curso habitual es de 6 a 18 meses, durante el cual los síntomas pueden aumentar y disminuir. El diagnóstico de la enfermedad de Osgood-Schlatter es clínico y sólo será necesario un estudio de imagen mediante radiografía, si se sospecha avulsión del tubérculo o si las características del dolor son atípicas.

    El tratamiento suele ser conservador incluyendo medidas para el control del dolor (frío, analgésicos y/o antiinflamatorios no esteroideos) así como el mantenimiento de la actividad deportiva siempre que el dolor sea tolerado y se resuelva en 24 horas (la inactividad puede conducir a un desacondicionamiento y aumenta el riesgo de recurrencia u otra lesión después de regresar a la participación deportiva). Están contraindicadas las inmovilizaciones de rodilla. Se aconseja terapia física para el fortalecimiento y estiramiento de cuádriceps e isquiotibiales.

    El tratamiento quirúrgico se plantea en aquellos casos en los que han fallado las medidas conservadoras y una vez cerrada la fisis proximal de la tibia. Parece que la escisión de la tuberosidad puede reducir los síntomas.

    Osteocondritis disecante

    La osteocondritis disecante es una necrosis del hueso subcondral en el que se produce la separación de un segmento de hueso subcondral y cartílago articular del hueso subyacente, dejando un fragmento más o menos libre

    La osteocondritis disecante (OCD) es una necrosis del hueso subcondral en el que se produce la separación de un segmento de hueso subcondral y cartílago articular del hueso subyacente, dejando un fragmento más o menos libre. Su etiología es desconocida, relacionándose en determinados casos con factores de tipo constitucional, hereditario, vascular o traumático.

    El dolor de rodilla suele ser anterior o medial, y puede presentarse relacionado con una lesión específica o desarrollarse durante varios meses en paciente muy activos. En fases precoces o lesiones pequeñas el dolor es inespecífico, mal definido y relacionado con la actividad. A medida que avanza el proceso o cuando las lesiones son mayores, el paciente puede experimentar síntomas de bloqueo o inestabilidad, especialmente si hay un desprendimiento del fragmento.

    A menudo existe dolor en el cóndilo femoral medial y la presencia del signo de Wilson puede ser útil, aunque en ocasiones no está presente en pacientes con OCD. La prueba de Wilson implica la reproducción del dolor a la exploración, rotando internamente la tibia durante una extensión de rodilla entre 90° y 30°, desapareciendo al realizar la rotación externa.

    En la radiografía simple, se puede observar la lesión como un fragmento óseo subcondral rodeado por una zona radiotransparente en forma de media luna. La resonancia magnética será necesaria en pacientes con radiografía normal y síntomas sugestivos y persistentes.

    Se definen 4 estadios:

    • I – pequeño fragmento comprimido, no desplazado;
    • II – fragmento parcialmente separado;
    • III – fragmento completamente desprendido y no desplazado y
    • IV – fragmento completamente desprendido y desplazado.

    El tratamiento quirúrgico está justificado en aquellos pacientes en estadio IV o que no han respondido al tratamiento conservador al menos durante 4-6 meses. Las medidas conservadoras comprenden la limitación de la actividad deportiva de 6 a 8 semanas, con o sin inmovilización con yesos u ortesis (preferiblemente yesos en aquellos pacientes potencialmente no cumplidores del tratamiento), junto con un programa de fortalecimiento y estiramiento muscular con el fin de evitar la atrofia y las contracturas derivadas de la inmovilidad. El paciente podrá incorporarse paulatinamente a la práctica deportiva cuando esté asintomático y no tenga dolor al correr o saltar.

    Tobillo y pie

    El dolor en tobillo o pie en niños y adolescentes esqueléticamente inmaduros puede deberse a lesiones agudas o por sobreuso, o ser secundario a enfermedades sistémicas, infecciosas o neurológicas o estar relacionado con deformidades óseas. La anamnesis y el examen físico detallados, a menudo son suficientes para identificar la causa de dolor, no siendo necesarias las pruebas de imagen para establecer el diagnóstico (Tabla IV).

    Enfermedad de Sever

    El tratamiento de la Enfermedad de Sever es conservador: reposo deportivo, medidas antiinflamatorias, estiramiento y fortalecimiento del complejo gemelo-soleo, elevación del talón para relajar el tendón de Aquiles y una talonera blanda y elástica (5 mm) para amortiguar la marcha

    La apofisitis posterior del calcáneo es una de las causas más frecuentes de dolor en el talón en niños y adolescentes físicamente activos. Es más frecuente en pacientes que practican deportes que implican carrera o salto o choque anormal en el talón que pueda dar lugar a microtraumatismos repetitivos y tracción excesiva en el área por el tendón de Aquiles.

    La apofisitis posterior del calcáneo (Enfermedad de Sever) es una de las causas más frecuentes de dolor en el talón en niños y adolescentes físicamente activos. Es bilateral en los dos tercios de los casos. Provoca cojera, molestias en el talón y, en ocasiones, tumefacción

    De inicio insidioso, afecta más a niños entre los 10-15 años. Es bilateral en los dos tercios de los casos. Provoca cojera, molestias en el talón y, en ocasiones, tumefacción.

    La radiografía no es necesaria salvo para descartar otras causas de dolor en el talón. Podrá apreciarse un aumento de la densidad y fragmentación de la epífisis posterior del calcáneo, pero esta imagen también es compatible con la normalidad, por lo que el diagnóstico de esta enfermedad es siempre clínico. La enfermedad de Sever ocurre en un rango muy estrecho de madurez esquelética en las etapas 1,2 y 3 (1: la apófisis cubre <50% de la metáfisis, 2: la apófisis cubre ≥50% de la metáfisis, pero no se ha extendido al borde plantar y 3: extensión completa sobre la superficie plantar, la apófisis se extiende a 2 mm del borde plantar). Si un paciente está en la etapa 0 (sin osificación visible), 4 (se observa fusión de la apófisis, pero todavía hay intervalos visibles entre la apófisis y la metáfisis) o 5 (la fusión de la apófisis está completa) y, por lo tanto, no tiene hueso apofisario o tiene fusión parcial o completa de la apófisis, deben considerarse otros diagnósticos.

    La resonancia magnética es útil cuando el dolor es severo y persistente, se acompaña de una radiografía normal y no mejora tras 4-8 semanas con las medidas habituales.

    El tratamiento es conservador: reposo deportivo y de aquellas actividades que desencadenen dolor, medidas antiinflamatorias (frío local y antinflamatorios no esteroideos vía oral si se precisan), estiramiento y fortalecimiento del complejo gemelo-soleo, elevación del talón para relajar el tendón de Aquiles y una talonera blanda y elástica (5 mm) para amortiguar el choque del talón con el suelo durante la marcha.

    Coalición tarsal

    Es la fusión congénita de uno o más huesos del tarso. La unión puede ser ósea (sinóstosis), cartilaginosa (sincondrosis) o fibrosa (sindesmosis). La incidencia es del 2% de la población aunque algunos casos pueden pasar desapercibidos. Las más frecuentes son la calcáneo-escafoidea (Figura 4), la talo-calcánea y la talo-escafoidea.

    Se manifiesta en la adolescencia como pie plano rígido y con dolor progresivo, con contractura dolorosa de peroneos y limitación de la eversión e inversión. El diagnóstico se realiza por la radiología simple, el TAC y la RM. El tratamiento es quirúrgico.

     

    Tablas y figuras

    Tabla I. Características del dolor vertebral mecánico y de causa específica en el adolescente

    Dolor vertebral mecánico

    Dolor vertebral de causa específica

    1. Dolor:

      Discontinuo , ligero

      No repercusión funcional

    1. Dolor:

      Dolor continuo / persistente (más de 2 meses)

      Repercusión funcional clara

    1. Factores de riesgo:

      Mujer

      Adolescente

      Sedentarismo

      Deporte competitivo

      Tabaco

    2. Factores de riesgo:

    Varón

    Historia familiar positiva

    Edad < 4 años

    Antecedente traumático

    Sobrecarga mecánica evidente

    1. Exploración física:

      Sin hallazgos significativos

      Diagnóstico

    3. Exploración física:

    Rigidez

    Síndrome constitucional

    1. De exclusión : radiología / analítica
    1. Pruebas complementarias orientadas al diagnóstico de sospecha

    Tabla II. Causas comunes de cojera en el adolescente

    Cojera no dolorosa

    Cojera dolorosa

    • Parálisis cerebral
    • Miopatías congénitas
    • Distrofia miotónica de Steinert
    • Polineuropatías
    • Ataxia de Friedreich
    • Discrepancia de longitud de miembros inferiores
    • Enfermedad de Perthes
    • Epifisiolisis femoral proximal
    • Lesión de Osgood-Schlatter
    • Enfermedad de Sinding-Larsen-Johansson
    • Dolor fémoro-patelar
    • Coalición tarsal
    • Osteocondritis disecante
    • Fractura de estrés
    • Traumatismo
    • Tumor

    Tabla III. Causas de dolor crónico (> 6 semanas) en la rodilla en pacientes activos y esqueléticamente inmaduros

    Dolor anterior

    Dolor medial

    Dolor lateral

    Dolor posterior

    Difuso

    • Síndrome de dolor fémoro-patelar
    • Inestabilidad de rótula
    • Fractura de rótula
    • Osteocondritis disecante
    • Dolor de cadera referido
    • Dolor lumbar referido
      (radiculopatía L2/L3/L4)
    • Tumores

    Localizado

    • Osgood-Schlatter
    • Sinding-Larsen-Johansson
    • Tendinitis rotuliana y
      cuadricipital
    • Síndrome de compresión de la grasa de Hoffa
    • Lesión del ligamento
      cruzado anterior
    • Rótula bi o tripartita
    • Bursitis
    • Osteocondritis disecante
    • Plica sinovial
    • Tendinitis anserina
    • Meniscopatia medial
    • Lesión del ligamento
      colateral medial
    • Fractura de estrés de la meseta tibial medial
    • Dolor de cadera referido
    • Tumores
    • Menisco discoideo (Figura 3)
    • Síndrome de la cintilla ilio-tibial
    • Meniscopatia lateral
    • Lesión del ligamento colateral lateral
    • Tendinitis del biceps femoris
    • Dolor de cadera referido
    • Dolor lumbar referido
    • (radiculopatía L5)
    • Tumores
    • Quiste de Baker
    • Tendinitis de isquiotibiales
    • Tendinitis poplítea
    • Dolor de cadera referido
    • Dolor lumbar referido
    • (radiculopatía S1)
    • Lesión del ligamento
      cruzado posterior
    • Trombosis venosa profunda
    • Tumores

    Tomado de Hergenroeder AC

    Tabla IV. Patología del tobillo y pie en la adolescencia

    Lesiones agudas

    Lesiones por sobreuso

    Sistémicas / infecciosas/
    neurológicas / deformidades

    Localización posterior

    • Fractura de calcáneo

    • Sever: apofisitis del calcáneo
    • Bursitis retro-calcánea
    • Tendinitis aquilea
    • Ampollas por fricción
    • Tendinopatía tibial posterior (medial)

    • Entesitis inflamatoria
    • Osteomielitis calcáneo
    • Coalición tarsal

    Localización dorsal

    • Fractura del maléolo peroneo
    • Fractura maléolo tibial
    • Fractura metatarsiana
    • Esguince lateral
    • Esguince medial

    • Freiberg: osteonecrosis 2ª cabeza MTT
    • Köhler osteonecrosis escafoides
    • Escafoides accesorio
    • Tendinitis extensores
    • Tendinopatía tibial anterior
    • Tendinitis peroneos
    • Fractura por estrés metatarsal

    • Síndrome de túnel tarsiano (medial)
    • Hallux valgus
    • Hallux valgus inter-falángico
    • Juanetillo

    Localización plantar

    • Fractura metatarsianos
    • Esguince 1MTF

    • Fascitis plantar
    • Sesamoiditis
    • Iselin: apofisitis base 5º metatarsiano
    • Tendinitis flexor largo del primer dedo
    • Tendinitis flexor largo de los dedos
    • Ampollas por fricción

    • Neuroma de Morton
    • Verrugas plantares

    Figura 1. Valoración clínica de la escoliosis mediante el test de Adams con escoliómetro de Bunnell

    Figura 2. Espondilolistesis L5-S1 con deslizamiento grado II de Meyerding

    Figura 3. Imagen de RM de menisco discoideo

    Figura 4. Imagen en 3D de coalición tarsal
    calcáneo-escafoidea

     

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    Dislipemias. Situación actual


     

    Dislipemias. Situación actual

    J. Dalmau Serra.
    Director-Editor de Acta Pediátrica Española. Excoordinador del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría.

     

    Adolescere 2018; VI (2): 65.e7-65.e13

     

    Resumen

    La dislipemia es uno de los factores de riesgo mayores para el desarrollo de la arteriosclerosis, la cual se inicia en la infancia. Por ello su identificación y tratamiento constituye uno de los pilares de la pediatría preventiva actual. En el presente artículo se revisa las recomendaciones sobre su cribado, diagnóstico de las enfermedades que cursan con dislipemia, fundamentalmente la hipercolesterolemia familiar, su tratamiento dietético y farmacológico, la promoción de la actividad física y de hábitos de vida saludables, como medidas básicas para evitar la progresión de la arteriosclerosis. Sin embargo sigue habiendo cuestiones no resueltas y que abarcan desde las medidas para conseguir una buena adherencia a la dieta, edad de inicio del tratamiento farmacológico, valoración de la eficacia de cada estatinas en su potencial efecto para la reducción del C-LDL y en sus efectos pleyotrópicos. Asimismo faltan datos sobre su eficacia a largo plazo en la prevención primaria no sólo en la reducción de la mortalidad en el adulto sino también en la morbilidad y en la efectividad coste-beneficio.

    Palabras clave: Dislipemias; Hipercolesterolemia familiar; Hipercolesterolemia familiar combinada; Hipercolesterolemia poligénica; Tratamiento dietético; Tratamiento farmacológico.

    Abstract

    Dyslipidemia is one of the major risk factors for the development of arteriosclerosis, which begins in childhood. Therefore, its identification and treatment is one of the pillars of current preventive pediatrics. In the present article we review the recommendations about its screening, diagnosis of diseases associated with dyslipidemia, mainly family hypercholesterolemia, its dietary and pharmacological treatment, as well as the promotion of physical activity and healthy lifestyle habits, as basic measures to avoid the progression of arteriosclerosis. However, there are still unresolved issues such as measures to achieve a good diet adherence, age to start pharmacological treatment, assessment of the efficacy of each statin to reduce LDL-C and its pleiotropic effects. Likewise, data on its long-term efficacy in primary prevention are lacking, not only in the reduction of mortality in adults but also in morbidity and cost-benefit effectiveness.

    Key words: Dyslipidemia; Familial hypercholesterolemia; Combined family hypercholesterolemia; Polygenic hypercholesterolemia; Dietary treatment; Pharmacotherapy.

     

    Introducción

    El colesterol y los triglicéridos son lípidos insolubles en agua que son transportados en sangre unidos a unas proteínas (apoproteínas), formando unas macromoléculas llamadas lipoproteínas. Su concentración sanguínea viene determinada fundamentalmente por factores genéticos y dietéticos. Las alteraciones en las concentraciones de estas macromoléculas se denominan dislipemias o dislipoproteinemias.

    Existe relación entre las dislipemias, especialmente la hipercolesterolemia, y el desarrollo y progresión de la aterosclerosis

    Existe relación entre las dislipemias, especialmente la hipercolesterolemia, y el desarrollo y progresión de la aterosclerosis. Este proceso empieza en la infancia con la aparición de las estrías lipídicas en la pared arterial, puede progresar en la adolescencia y juventud con el desarrollo de las placas de ateroma, y se expresa clínicamente en adultos con la enfermedad cardiovascular (ECV). Dado que la arteriosclerosis es la principal causa de morbi-mortalidad en los países desarrollados, su prevención debe iniciarse cuando se inicia el proceso, es decir, en la edad pediátrica. Para ello debe definirse los niveles de colesterol total (CT) y de baja densidad (C-LDL) adecuados y patológicos, identificar a los niños y adolescentes de riesgo y establecer unas normas preventivas y terapéuticas.

    Dado que la arteriosclerosis es la principal causa de morbi-mortalidad en los países desarrollados, su prevención debe iniciarse cuando se inicia el proceso, es decir, en la edad pediátrica

    Clasificación de las concentraciones de C-Total y C-LDL en base a su riesgo aterogénico

    Para evaluar el riesgo de ECV en función de los niveles de C-Total, C-LDL, C-HDL y triglicéridos, el Programa Nacional de Educación en Colesterol de EE.UU ha propuesto una clasificación para niños mayores de 2 años y adolescentes con antecedentes familiares de hipercolesterolemia o ECV precoz (Tabla I). Existen diferencias en las concentraciones de colesterol en función de la edad, sexo, desarrollo puberal. De modo práctico debe considerarse como hipercolesterolemia concentraciones de CT y C-LDL superiores al percentil 95: C-Total ≥ 200 mg/dl y C-LDL > 130 mg/dl. Estos valores percentilados se establecieron en 1981 antes del incremento de la prevalencia de la obesidad en todos los países desarrollados, por lo que en presencia de obesidad muy probablemente estos puntos de corte deberían ser inferiores.

    Existen diferencias en las concentraciones de colesterol en función de la edad, sexo, desarrollo puberal. De modo práctico debe considerarse como hipercolesterolemia concentraciones de CT y C-LDL superiores al percentil 95: C-Total ≥ 200 mg/dl y C-LDL > 130 mg/dl.

    Además de los valores reseñados para el CT y el C-LDL, deben considerarse anormales en niños y adolescentes los niveles de triglicéridos mayores de 150 mg/dl y los niveles de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (C-HDL) menores de 35 mg/dl.

    Identificación de la población pediátrica de riesgo aterogénico

    Sigue habiendo controversia sobre cómo efectuar el cribado para la identificación de riesgo. Existen 3 posibilidades: universal; en cascada a partir de un familiar de primer grado con diagnóstico genético de hipercolesterolemia familiar, independientemente de las cifras de C-Total; selectivo en niños con historia familiar de ECVP y/o hipercolesterolemia en uno de los progenitores.

    Sigue habiendo controversia sobre cómo efectuar el cribado para la identificación
    de riesgo

    El Panel de Expertos de National Heart, Lung, and Blood Institute de EEUU ha hecho las siguientes recomendaciones:

    1. No cribado en menores de 2 años.
    2. Cribado universal: de 9 a 11 años y en mayores de 17 años, ya que a estas edades las concentraciones de CT son estables.
    3. De 2 a 8 años y de 12 a 16 años, no cribado excepto si existe alguno de los siguientes factores de riesgo:
      • Padres o abuelos (hombres menores de 55 años y mujeres menores de 65 años) que hayan padecido angor, infarto de miocardio, enfermedad vascular cerebral o periférica o muerte súbita.
      • Uno o ambos padres con CT ≥ 240 mg/dl.
      • Niños con diabetes, hipertensión, sobrepeso u obesidad, y/o tabaquismo.

    Hay que tener presente que si se hace cribado sólo por historia familiar se pierde más del 30% de los casos de hipercolesterolemia familiar.

    En cualquier caso, sobre todo si no se dispone de historia familiar, el pediatra debe valorar el realizar cribado si existe una dieta muy desequilibrada mantenida durante largos periodos, o existen otros factores de riesgo: tabaquismo, hipertensión, dietas con alto contenido en grasa, diabetes y/o sedentarismo

    En cualquier caso, sobre todo si no se dispone de historia familiar, el pediatra debe valorar el realizar cribado si existe una dieta muy desequilibrada mantenida durante largos periodos, o existen otros factores de riesgo: tabaquismo, hipertensión, dietas con alto contenido en grasa, diabetes y/o sedentarismo.

    En caso de coexistir sobrepeso u obesidad con dislipidemia, debe realizarse cribado de otros componentes del síndrome metabólico, como resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, hipertensión o adiposidad de predominio central.

    Pauta diagnóstica

    A los niños y adolescentes en los que esté indicado el cribado se debe determinar el C-Total, y si éste es inferior a 200 mg/dl se les debe repetir el estudio analítico cada 5 años, dado que son población de riesgo.

    A los niños y adolescentes en los que esté indicado el cribado se debe determinar el C-total, y si éste es inferior a 200 mg/dl se les debe repetir el estudio analítico cada 5 años, dado que son población de riesgo

    Si la concentración de CT es superior a 200 mg/dl, se debe repetir el análisis en condiciones estandarizadas (con dieta normal, tras 12 horas de ayuno) con determinación de C-HDL, C-LDL, triglicéridos y, si es posible, apoproteínas B y AI. Si el C-LDL es inferior a 110 mg/dl, se debe controlar analíticamente cada 5 años. Si el C-LDL está entre 110 y 129 mg/dl, se debe hacer unas recomendaciones dietético-nutricionales y aumentar la actividad física; controlar anualmente. Si es superior a 130 mg/dl, se debe revaluar al paciente excluyendo otras causas de hipercolesterolemia, siendo las más frecuentes en la edad pediátrica el hipotiroidismo, consumo de alcohol, ciertos medicamentos (contraceptivos, corticoides, anabolizantes, etc.); otras enfermedades que cursan con hipercolesterolemia suelen dar sintomatología evidente de la enfermedad primaria y la hipercolesterolemia no es el principal problema: diabetes, hepatopatías, síndrome nefrótico, enfermedades de depósito, etc. Una vez confirmado que se trata de una hipercolesterolemia primaria, se debe diagnosticar la enfermedad causante de la misma, lo cual es importante puesto que el riesgo de arteriosclerosis y ECV es diferente para cada enfermedad (Tabla II). Las enfermedades más frecuentes que cursan con hipercolesterolemia primaria detectables en la edad pediátrica son:

    Una vez confirmado que se trata de una hipercolesterolemia primaria, se debe diagnosticar la enfermedad causante de la misma, lo cual es importante puesto que el riesgo de arteriosclerosis y ECV es diferente para cada enfermedad

    • Hipercolesterolemia familiar heterocigota. Es autosómica dominante, con riesgo elevado de enfermedad vascular. Su diagnóstico requiere C-LDL del paciente y de uno de los progenitores en percentil mayor de 98 (aproximadamente ≥ 150 y ≥ 170 mg/dl, respectivamente), y otro familiar (tíos, abuelos) con CT > 300 mg/dl y/o antecedentes de ECV. Se debe sospechar hipercolesterolemia familiar homocigota con C-LDL ≥ 500 mg/dl o si tras tratamiento farmacológico es ≥ 300 mg/dl, especialmente si existen xantomas antes de los 10 años. Es recomendable el estudio genético para establecer un diagnóstico inequívoco, dar pronóstico y poder efectuar el cribado familiar.
    • Hiperlipemia familiar combinada. Herencia mendeliana dominante, con expresión incompleta en la infancia. Riesgo aumentado de enfermedad vascular, aunque menor que en caso anterior. Su diagnóstico requiere C-LDL y triglicéridos en percentil mayor de 95 (aproximadamente > 130-140 mg/dl, y > 110 mg/dl, respectivamente), pudiendo estar ambos elevados, o sólo uno de estos parámetros, y pudiendo ir cambiando este patrón. Las lipoproteínas de uno de los progenitores deben tener igual comportamiento (C-LDL y triglicéridos superiores a 160 y 170 mg/dl, respectivamente). Suele haber historia familia de obesidad, diabetes tipo 2 o gota.
    • Hipercolesterolemia poligénica. Es la más frecuente de las hipercolesterolemias primarias y la de riesgo menos elevado. Se caracteriza por C-LDL discretamente elevado, mayor de 130 mg/dl, con padres y hermanos con concentraciones similares (agregación familiar).

    Tratamiento de las dislipemias primarias

    El objetivo inicial del tratamiento de la hipercolesterolemia es la reducción de los niveles de lípidos plasmáticos por debajo de las cifras de partida. El objetivo del tratamiento se muestra en la Tabla II. Esta meta es aplicable tanto en el caso de abordaje con dieta y cambios en el estilo de vida, como si se realiza además tratamiento farmacológico.

    Recomendaciones dietéticas

    Tras el diagnóstico debe instaurarse una dieta dirigida a conseguir un estilo de vida saludable desde el punto de vista de la prevención cardiovascular cuyas características no difieren de las de una dieta prudente recomendable para toda la población pediátrica sana:

    Debe instaurarse una dieta dirigida a conseguir un estilo de vida saludable desde el punto de vista de la prevención cardiovascular cuyas características no difieren de las de una dieta prudente recomendable para toda la población pediátrica sana

    • Calorías adecuadas para mantener el crecimiento
    • Aporte lipídico del 30-35 % de las calorías totales
    • Ácidos grasos saturados <8-10% de las calorías totales
    • Ácidos grasos monoinsaturados de 10-15 % de las calorías
    • Ácidos grasos poliinsaturados entre el 6 y 10 % del total de calorías
    • Colesterol máximo diario de 300 mg, aunque quizás sería más aconsejable la recomendación de 100 mg/1.000 calorías
    • Restricción de ácidos grasos con isómeros trans (< 1 % de calorías)
    • Fibra dietética de 8 a 28 g (dependiendo de la edad)

    Estas son las características generales de la dieta más comúnmente aceptadas aunque existen algunas diferencias en las recomendaciones hechas por diferentes entidades científicas, fundamentalmente con respecto al aporte de lípidos. Por ello se ha ideado diferentes estrategias para optimizar la ingesta de grasa y aumentar la calidad de la misma. Asimismo, aunque se dispone de pocas evidencias en pediatría, basándose en datos de adultos se recomienda que la dieta aporte alimentos ricos en antioxidantes, esteroles y estanoles (a partir de los 6 años 1,5 a 2 g/día), prebióticos, etc.

    Dadas las características de la dieta actual de la población española, las recomendaciones a realizar son:

    1. Disminuir la ingesta total de grasa y especialmente de grasa saturada: disminuir consumo de carne, embutidos, mantequilla/margarina, quesos cremosos, etc.
    2. Aumentar la calidad de la grasa consumida: aumentar aporte de pescados (que debe ser superior al de carnes) y de aceite de oliva.
    3. Disminuir consumo de colesterol: disminuir aporte de huevos, vísceras y bollería industrial.
    4. Aumentar el aporte de frutas, ensaladas y verduras.

    Esta dieta saludable sirve para la población general y para los pacientes afectos de cualquier dislipemia. La hipercolesterolemia familiar responde muy parcialmente a la dieta por lo que suele ser necesario una dieta que difiere de la anterior en el aporte de ácidos grasos saturados (<7%) y de colesterol
    (< 200 mg/día). A efectos prácticos se deben extremar las medidas de la dieta indicada en lo referente a alimentos ricos en grasa saturada (utilizar alimentos lácticos desnatados, carnes magras, pollo sin piel, procesos culinarios sencillos, etc.), así como restringir los alimentos ricos en colesterol (yemas, vísceras, etc.). Asimismo hay que mejorar la calidad del aporte lipídico con alimentos como pescados y aceite de oliva ayuden a aumentar el C-HDL por su contenido.

    Siempre que se paute un tratamiento dietético que incluya limitación de la ingesta de algunos alimentos, se requiere una planificación cuidadosa para asegurar una ingesta adecuada y correctamente proporcionada de calorías, vitaminas y minerales. El aporte calórico debe controlarse en la medida necesaria para lograr o mantener el peso deseable. Con respecto a los micronutrientes, debe vigilarse especialmente el aporte de vitaminas liposolubles, hierro, zinc y calcio.

    Siempre que se paute un tratamiento dietético que incluya limitación de la ingesta de algunos alimentos, se requiere una planificación cuidadosa para asegurar una ingesta adecuada y correctamente proporcionada de calorías, vitaminas y minerales

    El gran problema de la dieta es lograr la adherencia a la misma, mantenida en el tiempo, en cualquier edad pero especialmente en adolescentes.

    Actividad física

    Además de la dieta, el papel de la actividad física como factor independiente protector frente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, ha sido ampliamente estudiado. Hay que educar al niño en una vida activa en la que se practiquen habitualmente una serie de movimientos cotidianos como andar, pasear, subir escaleras, etc. Los niños mayores de 5 años deben hacer 1 hora, 3 días por semana, y los mayores de 11 años, 1 hora cada día de una actividad física moderada (andar más de 2,5 km a una velocidad mayor de 5 km por hora) o intensa (andar más de 5 km a una velocidad mayor de 5 km por hora), dependiendo del grado de riesgo individual que tengan. En todos los casos se debe disminuir las actividades sedentarias (televisión, juegos de ordenador, etc.) a menos de 2 horas al día.

    Los niños mayores de 5 años deben hacer 1 hora, 3 días por semana, y los mayores de 11 años 1 hora cada día de una actividad física moderada o intensa, dependiendo del grado de riesgo individual que tengan

    Tratamiento farmacológico

    La hipercolesterolemia familiar heterocigota responde parcialmente al tratamiento dietético y muy a menudo de manera insuficiente, por lo que hay que plantear el tratamiento farmacológico. En la hipercolesterolemia familiar homocigota es siempre necesario este tratamiento.

    Si tras un mínimo de 6-12 meses con tratamiento dietético, la concentración de C-LDL es superior a 190 mg/dl, o a 160 mg/dl y además existen otros dos factores de riesgo, debe valorarse el tratamiento farmacológico (Tabla III). El paciente debe ser evaluado individualmente y a poder ser con el máximo de datos, por lo que es recomendable la realización de factores de riesgo “emergentes” identificados más recientemente, tanto en adultos como en niños (fibrinógeno, homocisteína, lipoproteína (a), PAI 1, parámetros hemorreológicos, etc.), e insistir en otros factores que pueden haber pasado desapercibidos (consumo de alcohol, contraceptivos, tabaquismo…), etc., además de los factores de riesgo clásicos (historia familiar de ECV precoz, hipertensión, obesidad, CHDL <35 mg/dl, diabetes, sedentarismo).

    Si tras un mínimo de 6-12 meses con tratamiento dietético, la concentración de C-LDL es superior a 190 mg/dl, o a 160 mg/dl y además existen otros dos factores de riesgo, debe valorarse el tratamiento farmacológico

    Se recomienda no iniciar tratamiento farmacológico antes de los 10 años, aunque cada caso debe ser valorado individualmente, para lo que puede ser de utilidad la evolución de la medida del grosor de la íntima-media de la carótida, así como los otros factores de riesgo citados. Otra técnica no invasiva que se está desarrollando para la valoración de la progresión de la arteriosclerosis es la dilatación de la arteria radial mediada por flujo. En función de la historia familiar, los factores de riesgo clásicos y emergentes, y los datos proporcionados por las técnicas citadas, el especialista puede decidir el inicio más temprano del tratamiento farmacológico.

    Se recomienda no iniciar tratamiento farmacológico antes de los 10 años, aunque cada caso debe ser valorado individualmente

    Los fármacos más empleados actualmente en el tratamiento de las dislipemias son las estatinas. Clásicamente se recomendaban las resinas fijadoras de ácidos biliares (colestiramina y colestipol) pero por su menor eficacia y por sus efectos secundarios (malabsorción de vitaminas liposolubles, estreñimiento, dolor abdominal) así como por su baja palatabilidad, estos medicamentos han caído en desuso. Un nuevo fármaco de este grupo, el colesevelam, tiene muchos menos efectos secundarios aunque la experiencia pediátrica es limitada.

    Los fármacos más empleados actualmente en el tratamiento de las dislipemias son las estatinas

    Las estatinas son los fármacos de primera línea por su capacidad de disminuir los niveles de C total y de C-LDL en torno a 18-40%. El tratamiento no se debe iniciar antes de los 10 años en niños y, preferiblemente, después de la menarquia en niñas. Las estatinas utilizables en pediatría son la lovastatina, simvastatina, atorvastatina, pravastatina y rosuvastatina. La pitavastatina no está indicada en pacientes menores de 18 años (según la ficha técnica del producto). Existen diferencias entre las diferentes estatinas tanto en su capacidad de disminuir las concentraciones de C-LDL como en otros efectos (antiinflamatorios, inmunomoduladores, antitrombóticos, etc.), actualmente en estudio, por lo que en el futuro estos efectos pleyotrópicos deberán tenerse en cuenta al escoger una estatina. Las dosis iniciales son de 10-20 mg en dosis única diaria, variando según la estatina y la respuesta bioquímica.

    Las estatinas son los fármacos de primera línea por su capacidad de disminuir los niveles de C total y de C-LDL en torno a 18-40%

    Previamente al inicio del tratamiento con estatinas debe realizarse una determinación de los niveles basales de transaminasas y fosfocreatinquinasa (CPK), que debe ser repetida, junto con el análisis de lipoproteínas, a las 4 semanas de iniciada la terapia. Las estatinas están contraindicadas en el embarazo, lo que debe advertirse a las adolescentes.

    Los efectos adversos de las estatinas son más frecuentes en los adultos e incluyen trastornos gastrointestinales, elevación de las transaminasas hepáticas, elevación de la CPK, mialgias y, más raramente, episodios de rabdomiolisis.

    A la población de alto riesgo, que con estatinas no se le consigue disminuir de manera importante la concentración de C-LDL, existe la posibilidad de añadir ezetemibe, inhibidor de la absorción intestinal del colesterol tanto el dietético como el de origen biliar, autorizado por la EMA a partir de los 10 años a la dosis de 10 mg/día. Utilizado conjuntamente con una estatina los efectos se potencian. En los estudios publicados hasta el momento que han incluido población pediátrica, la tolerancia y la seguridad han sido buenas.

    En la hipercolesterolemia familiar homocigota se debería empezar el tratamiento farmacológico en cuanto se diagnostique al paciente. Suele haber una mala respuesta al tratamiento farmacológico por lo que se debe valorar la efectuar una LDL-plasmaféresis a partir de los 6 años.

    Actualmente existen nuevos fármacos para el tratamiento de la hipercolesterolemia familiar homocigota y heterocigota grave con mala respuesta al tratamiento convencional como el lomitapide y mipomersen. Su mecanismo de acción es mediante la reducción de la producción de VLDL hepática, independientemente de los receptores-LDL hepáticos. Su uso en pediatría está aún en fase de ensayo clínico.

    En pacientes con hipertrigliceridemia grave (triglicéridos > 50 mg/dL), con riesgo de pancreatitis, especialmente con historia familiar positiva, se debe valorar tratamiento con fibratos, aunque la experiencia pediátrica es limitada. Antes de empezar el tratamiento se debe pedir consentimiento informado.

    Referencia a un centro especializado

    Debe realizarse en pacientes con C-LDL mayor de 150-160 mg/dl tras tratamiento dietético en los que exista: a) historia familiar positiva importante (angor, infarto, enfermedad vascular cerebral o periférica en padres o abuelos menores de 55 años); b) patrón lipoproteico cambiante; c) indicación de tratamiento farmacológico; d) coexistencia de dos o más factores de riesgo clásicos (citados anteriormente); e) posibilidad de que se trate de una hipercolesterolemia secundaria, para estudio. Estas indicaciones deben haber sido consensuadas entre los pediatras de Atención Primaria y su Centro de Referencia.

     

    Tablas y figuras

    Tabla I. Concentraciones de lípidos plasmáticos (mg/dL)

    aceptable

    límite

    alto

    C-Total

    < 170

    170 – 199

    ≥ 200

    C-LDL

    < 110

    110 – 129

    ≥ 130

    C-HDL

    > 45

    40 – 45

    Triglicéridos

    < 75

    75 – 99

    ≥ 100

    – 0-9 años

    – 10-19 años

    < 90

    90-129

    ≥ 130

    Apoproteína B

    < 90

    90 – 109

    ≥ 110

    Tabla II. Riesgo de arteriosclerosis en diferentes enfermedades

    1. Alto riesgo

    1.1. Enfermedades:

    Hipercolesterolemia familiar homocigota

    Diabetes mellitus tipo 1

    Enfermedad renal crónica, insuficiencia renal

    Tras trasplante cardíaco

    Enfermedad de Kawasaki con aneurismas coronarios

    1.2. Objetivo del tratamiento:

    C-LDL ≤ 100 mg/dL

    IMC ≤ 85% para la edad y sexo

    Tensión arterial ≤ 90% para la edad y sexo

    Glucemia en ayunas < 100 mg/dL, Hb A 1c < 7%

    2. Riesgo moderado

    2.1. Enfermedades:

    Hipercolesterolemia familiar heterocigota

    Enfermedades inflamatorias crónicas: lupus eritematoso, artritis reumatoide, etc.

    Enfermedad de Kawasaki con regresión de aneurismas

    Diabetes mellitus tipo 2

    2.2. Objetivo del tratamiento:

    C-LDL ≤ 130 mg/dL

    IMC ≤ 90 % para la edad y sexo

    Tensión arterial ≤ 95 % para la edad y sexo

    Glucemia en ayunas < 100 mg/dL, Hb A 1c < 7%

    3. Riesgo medio

    3.1. Enfermedades:

    Cardiopatías congénitas

    Tras tratamiento de cáncer

    Enfermedad de Kawasaki sin afectación de arterias coronarias

    3.2. Objetivos del tratamiento

    C-LDL ≤ 160 mg/dL

    IMC ≤ 95% para la edad y sexo

    Tensión arterial ≤ 95 % para la edad y sexo

    Glucemia en ayunas < 100 mg/dL, Hb A 1c < 7%

    Tabla III. Concentraciones de C-LDL indicativas de tratamiento farmacológico

    CARACTERÍSTICAS DEL PACIENTE

    TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

    NO OTROS FACTORES DE RIESGO DE ECV

    LDL-Colesterol > 190 mg/dl
    a pesar del tratamiento dietético

    OTROS FACTORES DE RIESGO DE ECV PRESENTES:

    • Obesidad
    • Hipertensión
    • Tabaquismo
    • Historia familiar de ECV en menores de 55 años

    POSIBILIDAD DE VALORACIÓN INDIVIDUALIZADA*

    Valoración de la progresión de la aterosclerosis:

    • Medición del espesor del grosor de la
      íntima- media de la carótida

    Valoración de factores de riesgo emergentes:

    • Fibrinógeno
    • Homocisteína
    • Lipoproteína (a)
    • PAI 1
    • Parámetros hemorreológicos

    LDL-Colesterol > 160 mg/dl
    a pesar del tratamiento dietético

    ECV: Enfermedad cardiovascular; C-LDL: colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad.
    PAI-1: (Inhibidor del activador del plasminógeno-1).

    *Sólo en los pacientes que lo requieran, y dependiendo de la disponibilidad de efectuar estos estudios.

     

    Bibliografía

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    Tecnologías de la información y de la comunicación


     

    Tecnologías de la información y de la comunicación

    L.S. Eddy Ives.
    Autora y co-coordinadora de la Guía clínica sobre el ciberacoso para profesionales de la salud. Centre Mèdic Sant Ramon (CMSR), Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). Pediatra especializada en psiquiatría infanto-juvenil, Directora médico CMSR.

     

    Adolescere 2018; VI (2): 65.e1-65.r6

     

    Resumen

    La utilización de las tecnologías de la información y de la comunicación por parte de los niños y adolescentes ocasiona problemas personales de conductas adictivas y riesgo de sufrir ciberacoso, sexting o grooming. Se expone un caso clínico de ciberacoso y se revisa dicho tema.

    Palabras clave: Tecnologías de la Información y la Comunicación; Ciberacoso; Sexting; Grooming.

    Abstract

    The use of information and communication technologies by children and adolescents leads to addictive behavior problems and risk of cyberbullying, sexting or grooming. A clinical case of cyberbullying is presented and the topic is reviewed.

    Key words: Information and communication technologies; Cyber bullying; Sexting; Grooming.

     

    Introducción

    Laia, de 14 años (3º ESO), acude a consultar en el servicio de psiquiatría-infanto juvenil en noviembre de 2015, acompañada por su madre. Es derivada desde psicología para valorar la conveniencia de añadir tratamiento farmacológico a la intervención psicológica que estaba llevando a cabo desde hacía más de un año y que no acababa de proporcionar una mejoría en su estado de ánimo. A través de la anamnesis y de la observación clínica se constata una niña insegura, con baja autoestima, poca capacidad comunicativa y con sintomatología ansiosa-depresiva. Su máxima preocupación era tener una mejor relación con sus iguales dentro del ámbito escolar. Niega sufrir acoso escolar o acoso a través de las redes sociales.

    Antecedentes familiares: nada a destacar. Antecedentes personales: intervención psicológica a los 9 años de edad por presentar miedos, falta de confianza en sí misma, y baja autoestima. Recibió terapia cognitivo conductual, primero semanal y luego quincenal, durante un año.

    Se inicia tratamiento con Fluoxetina 20 mg (primeros 10 días, 10 mg). A los dos meses se evidencia una mejoría parcial en el estado de ánimo. Se le recomienda acudir al taller de habilidades sociales para adolescentes, pues seguía siendo evidente su preocupación por sus relaciones con los compañeros del instituto.

    Cada 1-2 meses se realiza controles en psiquiatría y quincenal/mensual en psicología, siendo estable el cuadro clínico. En la visita de diciembre de 2016 se constata un cambio evidente en su estado de ánimo. Laia se muestra mucho más comunicativa y alegre. Según la madre, volvía a ser la Laia de siempre. Nos comunica que hubo una mediación en el instituto por orden judicial que permitió evidenciar que Laia había estado sometida a acoso escolar y ciberacoso a través de la red social WhatsApp. La adolescente que le estuvo realizando el ciberbullying a ella y a varias compañeras más, era nueva en el instituto habiendo sido trasferida por petición de los padres por haber sufrido a su vez acoso escolar en su anterior instituto.

    Cabe resaltar de este caso, la no verbalización de la causa de su malestar anímico. Es un hecho frecuente, tanto en el bullying como en el ciberbullying, pero más en el segundo ya que muchas veces el adolescente tiene restringido el uso del móvil y si además reconoce que está siendo intimidado, suele temer que sus padres le restrinjan aún más su uso, por lo que habitualmente optan por el silencio.

    Cabe resaltar de este caso, la no verbalización de la causa de su malestar anímico. Es un hecho frecuente, tanto en el bullying como en el ciberbullying

    Definiciones

    Tecnologías de la Información y de la Comunicación

    Las nuevas tecnologías de la Información y de la comunicación (TIC) se refiere a todos los medios digitales que disponen los niños y adolescentes para conectarse de forma virtual: móvil, iPad, portátil, ordenador. Las generaciones actuales son denominados nativos digitales al estar en contacto con las mismas desde edades muy tempranas por lo que el riesgo de sufrir consecuencias negativas (adicción y acoso) es más elevada (Paniagua H., 2013).

    Un estudio europeo con recopilación de datos de adolescentes de 14-17 años, entre 2011 y 2012, pone en evidencia que un 22,8% de los mismos tienen una conducta disfuncional respecto a internet; concretamente 21,3% en riesgo de adicción y 1,5% con conducta adictiva, la cual se manifiesta en forma de pérdida de control con aislamiento y descuido de las relaciones sociales, académicas, recreativas y de higiene personal (Tsitsika A. et al, 2012).

    Ciberacoso

    Se habla de ciberacoso o ciberbullying cuando un menor acosa a otro menor con amenazas, insultos, coacciones, chantajes, vejaciones, o calumnias, haciéndolo a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como es el móvil, ordenador, o Tablet, e utilizando WhatsApp, SMS, email, chats en línea, redes sociales, etc. El ciberacoso se define como un daño intencionado y repetido infligido por parte de un menor o grupo de menores hacia otro menor mediante el uso de los medios digitales (Guía Clínica de ciberacoso para profesionales de la salud, 2015). La víctima irá sufriendo un deterioro en su autoestima y dignidad personal, provocándole victimización psicológica, estrés emocional y rechazo social. Hay que tener en cuenta que el daño es intencionado, no accidental, pero el adolescente agresor muchas veces no es consciente del daño real que le va ocasionar a su víctima.

    Ciberacoso o ciberbullying cuando un menor acosa a otro menor con amenazas, insultos, etc…, a través de las TICs

    El acoso, tanto presencial como virtual, que es el caso que nos ocupa, siempre es repetido en el tiempo, no es un hecho aislado. Ahora bien, el ciberacoso debido a la característica de ser digital, con una única acción por parte del agresor puede representar una experiencia de victimización prolongada en el tiempo para la víctima debido a que la agresión persiste de forma continuada en la red 365 días al año. Por tanto, puede haber un efecto repetido a pesar que la conducta del que agrede no lo había sido (Protocolo de actuación escolar ante el ciberbullying, 2011).

    Las víctimas y acosadores son de edades similares y tienen relación o contacto en el mundo físico. Muchas veces el acoso comienza en el mundo real para luego pasar al mundo virtual. A igual que en el acoso presencial, existirá el acosador, la víctima y los observadores. El ciberbullying representa una amenaza clara para la víctima pudiendo crearle situaciones de riesgo psíquica y física, pudiendo llegar a ser constitutivo de un delito. Los métodos que utilizan para realizar este acoso pueden ser a través de:

    El ciberbullying representa una amenaza clara para la víctima pudiendo crearle situaciones de riesgo psíquica y física, pudiendo llegar a ser constitutivo de un delito

    • Ataques directos: insultos o amenazas, robo de contraseñas, secuestro o cierre de perfiles en las redes sociales (Facebook, Instagram, etc.), robo de recursos en juegos en línea, envío de virus informáticos para dañar o manipular el ordenador de la víctima.
    • Publicaciones y/o ataques públicos: rumores, mensajes que hieren, fotos o vídeos humillantes publicados en redes sociales, blogs, foros, o enviados a través de la mensajería instantánea o email. También, exclusión de grupos en línea con la intención de denigrar a la víctima.
    • Mediante terceros: es cuando se hace una suplantación de identidad y creación de perfiles falsos en las redes sociales o en juegos en línea para enviar mensajes amenazantes o provocativos exponiendo a la víctima al escrutinio de terceros. O sea, habrá una explotación malintencionada de los mecanismos de seguridad en plataformas de redes sociales para conseguir el cierre de su cuenta.

    Grooming

    Es una forma de acoso a un menor a través de las nuevas tecnologías pero no es entre iguales, sino el acosador es un adulto y la víctima un menor, y habrá una intención sexual explícita o implícita (Guía legal sobre ciberbullying y grooming, 2009). En esta modalidad de acoso las situaciones de peligro para los menores son más sutiles y latentes. Son acciones realizadas para establecer, de forma deliberada, una relación y control emocional sobre un menor con el fin de preparar el terreno para el abuso sexual. Los acosadores tienen preferencia por un prepúber o púber y frecuentemente son hombres casados. El menor suele ser ingenuo y no se da cuenta que interactúa con un adulto. El acosador acaba confesando su edad y pidiendo secretismo; les convence que no deben decirlo a los padres pues no lo entenderían. Logran datos personales y fotografías, que cada vez serán con menos ropa.

    El grooming es una forma de acoso a un menor a través de las nuevas tecnologías pero no es entre iguales

    Existen 3 fases. Fase de amistad: se pone en contacto para conocer sus gustos, preferencias y crear una relación de amistad y confianza; Fase de relación: incluye confesiones personales e íntimas entre acosador y menor estableciéndose una mayor confianza y el acosador obtiene cada vez más información sobre sus gustos y preferencias; Fase con componente sexual: hay petición a los menores de su participación en actos de naturaleza sexual, grabación de imágenes o toma de fotografías.

    Sexting

    El sexting puede acabar convirtiéndose en un ciberacoso. Consiste en el envío de fotografías o vídeos con contenido sexual, grabadas y enviadas por la propia protagonista (Guía sobre adolescencia y sexting, 2011). El receptor es quien hace un mal uso difundiendo dichas imágenes, cosa que no supo prever la persona que hizo el envío. O sea, en el inicio hay una voluntariedad en el envío a una determinada persona, que suele querer hacer un “regalo” a su pareja con el fin de coquetear, pero luego éste/a los difunde sin su consentimiento haciéndose viral. Puede acabar habiendo un acoso para que no se sigan difundiendo las imágenes, difícilmente controlable.

    El sexting consiste en el envío de fotografías o vídeos con contenido sexual

    Diferencias entre ciberacoso y acoso escolar tradicional

    El hecho de que no sea presencial sino virtual, ocasiona dos hechos evidentes:

    1. Un efecto desinhibidor sobre los comportamientos del acosador: El efecto desinhibidor hace que el acosador actúe impulsivamente sin medir las consecuencias de sus actos, de tal forma que el sujeto presenta:
      • Sentimiento de poder o de invencibilidad al poder engañar u ocultar su identidad, sin tener conciencia de la gravedad de sus actos y de que pueden tener consecuencias legales.
      • Dificultad de percibir el daño psicológico, emocional y moral que está ocasionando a la víctima debido a la distancia, al no estar en contacto físico con la víctima, lo que dificulta el desarrollo de la empatía del acosador facilitando que se repita el acoso.
      • Mayor probabilidad de reincidir debido a que no hay ningún adulto que intervenga protegiendo a la víctima pues los adultos del entorno, tanto del acosador como de la víctima, ignoran lo que está sucediendo.
    2. Un aumento del alcance de la victimización, aumentando a su vez el daño a la víctima. El aumento del alcance de la victimización es evidente al haber un:
      • Impacto en las redes sociales las 24 horas al día y 365 días al año.
      • Audiencia aumentada y con difusión viral, todo ello conllevando un mayor perjuicio para la víctima, y por tanto, un mayor sufrimiento.

    Factores de riesgo

    Los principales factores de riesgo son:

    • Antecedente de haber sufrido acoso escolar. Suele ser la continuidad, primero padecen bullying que luego se acompaña o se transforma en ciberbullying.
    • Ser nuevo en el centro escolar. Es importante que el profesorado vele por la buena integración de un alumno de nueva incorporación.
    • Ser diferente o tener algún rasgo diferencial, por ej. pertenecer a otra cultura, raza, o religión que la mayoría, ser homosexual, etc.
    • Alumnos con necesidades especiales, o al contrario, ser un alumno con elevados éxitos académicos.
    • Elevadas horas del adolescente conectado a internet (EU NET ADB Consortium, 2012). Según la muestra de Arnaiz (2016) la mayoría de los adolescentes utilizan el móvil entre 1 y 2 horas de media al día. Ahora bien, hay un 5% de chicos y un 12,5% de chicas que dedican un tiempo diario superior a las cuatro horas, lo que se consideraría una ciberadicción; y entre los que dedican 2 a 4 horas diarias, grupo de riesgo de ciberadicción, de nuevo las chicas superan a los chicos con un 11% frente al 8%. Ambas diferencias son significativas. En cuanto a la utilización del ordenador, sin constatar tiempo de conexión a internet, las chicas también superan a los chicos (más de 4 horas diarias el 6,8% de chicas en comparación a un 4,8% de chicos, diferencia sin significación estadística).
    • Falta de supervisión de los padres. Es bien conocido que la familia actúa como factor protector, pero la realidad es que la supervisión por parte de los padres mientras el hijo está conectado a internet es escasamente uno de cada cuatro. Esto nos lleva a plantear la necesidad de concienciar a los padres sobre la importancia de que supervisen a sus hijos, que haya más momentos de uso compartido de las TICs y coeducación para un uso responsable.

    Es bien conocido que la familia actúa como factor protector del ciberbullying

    Perfil de los implicados

    Como en todo acoso, hay que tener en cuenta el perfil de los 3 componentes: la víctima, el agresor y los espectadores.

    Víctima. Las víctimas suelen ser adolescentes con pocas habilidades sociales (HHSS) y poca capacidad asertiva. Suelen tener pocos amigos y a veces aceptan cualquier menosprecio con tal de pertenecer al grupo. Suelen ser buenos estudiantes. Hay mayor riesgo cuando el sujeto es “diferente” o nuevo en el centro con dificultades de integrarse debido a sus pocas HHSS.

    Agresor. El agresor/a suele ser un adolescente con escasa escala de valores pudiendo adoptar sin demasiada dificultad conductas de abuso, dominio, egoísmo, exclusión, maltrato físico, e insolidaridad. A veces provienen de entornos familiares sin pautas de educación moral, o de entornos con modelos de autoridad desequilibrados, autoritarios, inexistentes o permisivos pudiendo acabar los menores imponiendo su autoridad. A veces los agresores han aprendido una doble conducta en la que en determinadas situaciones muestran buenos modales, pero son capaces de actuar con cinismo y mostrar su otra cara oculta tras el anonimato virtual. Resumiendo, tienen falta de escala de valores, de empatía, falta de respeto hacia sus iguales y figuras de autoridad, pero a veces siguen un “doble juego”.

    El agresor a veces proviene de entornos familiares sin pautas de educación moral, o de entornos con modelos de autoridad desequilibrados, autoritarios…

    Observador o espectador. Es fundamental transmitir a los adolescentes su poder como grupo. Cuando uno es testigo de acoso o ciberacoso y no dice nada, está legitimando la situación, lo está aceptando como válido o correcto. Deben saber que ellos tienen poder para cambiar las cosas pues con la presión colectiva, apoyando a la víctima, pueden hacer que el agresor pierda su poder en el grupo y deje de acosar.

    Cuando uno es testigo de acoso o ciberacoso y no dice nada, está legitimando la situación

    Clínica

    Debido a que la clínica es inespecífica y que no es fácil que el adolescente víctima de ciberacoso se sincere, hace que su detección no sea fácil. El adolescente puede presentar sintomatología psicosomática diversa, baja autoestima, alteraciones en el sueño, ansiedad sin causa aparente, sintomatología depresiva, sintomatología de trastorno de conducta alimentaria, y cambios importantes en los hábitos diarios o en el comportamiento, como puede ser dificultades en la integración escolar con ausencias escolares frecuentes, bajo rendimiento académico, cambios en las amistades, miedo a salir de casa con aumento en la dependencia de los adultos.

    Historia clínica

    Se recomienda, de forma rutinaria, indagar sobre la utilización y relación que tiene el adolescente con las TICs (Salmerón, 2013; Eddy, 2012). Interesará constatar si ha sufrido intimidación a través de las mismas o, al contrario, ha intimidado o ha participado como observador (Guía de actuación contra el ciberacoso, 2012). Para facilitar que el adolescente hable de su relación con las TICs, a la vez que el profesional hace preguntas sobre deportes, hobbies, etc., debe preguntar sobre la utilización que hace de las TICs. O sea, el tiempo diario dedicado a las mismas, el lugar (casa, escuela, otros), los momentos (mientras come, está en la cama restando horas al descanso nocturno, cuando está aburrido), la finalidad (para hacer llamadas, agenda, chat), si algún amigo ha intimidado o sufrido intimidación a través de las mismas, y finalmente preguntar si él/ella ha sido víctima, si ha agredido alguna vez, o si ha sido testigo y cómo ha actuado en dicho caso (protegiendo a la víctima, apoyando al agresor o ignorando lo sucedido).

    En la historia clínica, se recomienda, de forma rutinaria, indagar sobre la utilización y relación que tiene el adolescente con las TICs

    Si se sospecha ciberbullying conviene averiguar si ha habido difamación o desprestigio, llamadas anónimas para asustar, llamadas o mensajes ofensivos o insultantes, robo de contraseña, suplantación de identidad, amenazas o chantaje, acoso sexual, difusión de fotos o vídeos privados, trucar fotos para difundir e humillar, agredir y grabar para luego difundir (“happy slapping”), etc. (Garaigordobil, 2014).

    Los sentimientos de la víctima y de los observadores suelen ser parecidos. Suelen presentar rabia e ira, a veces miedo, tristeza, vergüenza e incluso sentimientos de culpabilidad pues la víctima puede acabar pensando que se lo merece y el observador, que no estuvo a la altura de las circunstancias apoyando a su compañero. Otras veces rencor y deseos de venganza, pero rara vez indiferencia. Una cosa es que digan que les es indiferente, pero otra que realmente sientan indiferencia.

    En el caso del agresor los sentimientos pueden oscilar entre sentirse fuerte, superior a los demás y contento de saber que el otro sufre, a sentir cierta culpabilidad, nerviosismo, rencor u odio (Garaigordobil, 2014). Pero en otras ocasiones los sentimientos serán de simple indiferencia, pues carecen de empatía. Cuando se le pregunta al agresor por qué lo hace muchas veces contestan para divertirse, porque considera que la víctima es tímido, feo, inferior, homosexual, diferente, etc., o porque considera que se lo merece. Otras veces es para evitar ser víctima o para ser amigo del líder que también lo hace.

    Intervención

    La primera medida es lograr que el acoso cese cuanto antes. Siempre que sea posible se deben eliminar los comentarios ofensivos, pero habiéndolos previamente guardado como prueba, por si en un futuro se realiza una denuncia. Tanto a la víctima como al agresor se les indica que eliminen al otro de sus redes sociales. Si se conoce al acosador, se recomienda ponerse en contacto con él y sus padres o responsables. Si se desconoce su identidad se debe denunciar lo ocurrido a la plataforma digital para que estén informados y para que eliminen los comentarios ofensivos de la red (Protocolo de actuación escolar ante el ciberbullying, 2011).

    La primera medida es que cese el acoso. Siempre que sea posible se deben eliminar los comentarios ofensivos, pero habiéndolos previamente guardado como prueba, por si en un futuro se realiza una denuncia

    Es obligado ponerse en contacto con el centro escolar pues puede haber otros menores implicados o afectados, y también es posible que el ciberbullying detectado vaya acompañado de un bullying presencial. El centro escolar debe disponer de un protocolo de actuación que tiene que aplicar de inmediato. Si la escuela no responde de forma positiva se contactará con la Unidad de Participación Ciudadana de la Policía Nacional (en Cataluña, Policía Comunitaria o Mossos d’Esquadra Comunitària) o con Inspección del departamento de enseñanza. La denuncia se utiliza en última instancia pues habitualmente con las mencionadas medidas se logra el cese del acoso y además no suele haber repercusión legal ya que ambos implicados son menores. En cambio, si se llega a la vía judicial, la víctima puede sufrir revictimización que a la larga puede ser aún más perjudicial.

    Prevención

    Prevención primaria. Para prevenir es necesario educar en la utilización responsable de las TICs. Los padres deben ser conscientes que ellos son el primer modelo y el más importante para sus hijos. Las recomendaciones en el buen uso de las TIC son:

    Los padres deben ser conscientes que ellos son el primer modelo y el más importante para sus hijos

    • Proteger la intimidad y respectar la intimidad de los demás

    • Tener precaución con los desconocidos

    • Siempre utilizar un lenguaje correcto, no ofensivo

    • Ante insultos o amenazas, no responder sino conservar las evidencias

    • No difundir imágenes comprometedoras

    • No compartir contraseñas

    • Si uno se siente acosado, acudir a un adulto responsable

    • Saber que el uso inadecuado de las TICs conlleva responsabilidades personales

    En todo control de salud se debe preguntar sobre las TICs, su utilización y relación con las mismas; y si alguna vez se ha sentido intimidado o acosado, o a algún amigo/a le ha sucedido o si él/ella ha intimidado o ha realizado un mal uso de las mismas.

    Prevención secundaria. Es la detección precoz y para lograrlo, siempre que un adolescente presente la mencionada sintomatología inespecífica es preciso preguntar sobre el ciberacoso, en un clima abierto y sin juicios, intentando lograr que se sincere.

    Prevención terciaria. Es cuando ya está consolidada el ciberacoso y se interviene para minimizar los daños, asegurando que todos los implicados reciban la atención sanitaria que precisan, pudiendo ser necesario atención en salud mental sobre todo cuando hay depresión con riesgo de autolisis. Es necesario proporcionar asistencia a todos los implicados intentando evitar judicializar el conflicto, buscando la mediación y conciliación y reparación del daño ocasionado.

    Conclusiones

    La utilización de las TICs es cada vez mayor y a edades más tempranas por lo que los profesionales de la salud que atienden a niños y adolescentes deben educar en el buen uso de las mismas y tener presente la prevención de sus riesgos: la adicción, el ciberacoso, grooming y sexting.

     

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