Autoregistros


Autoregistros

por
Estudiante, 14 años

 

En la entrevista clínica no siempre conseguimos oír y escuchar lo que realmente pasa por la mente de la persona con la que hablamos. Hay silencios, frases que no se terminan, miedo a decir algo o a no ser comprendido, expresiones contradictorias, torpeza expresiva, pensamientos delirantes… a estas dificultades se añaden las derivadas de su nivel de inteligencia emocional o cognitiva.

Nunca hemos dicho que sea fácil hablar con adolescentes. Afortunadamente tenemos recursos. El primero es ganarse la confianza y “adivinar” lo que se nos quiere decir. Lo segundo es empatizar y acercarnos a lo que está pasando por su mente. A algunos adolescentes les han pasado cosas muy duras que les han cambiado la comprensión del mundo y les dificulta las relaciones con los demás y sobre todo con los adultos que han sido los que les han traicionado.

Uno de los recursos disponibles que suele dar buenos resultados son los autoregistros. Son narraciones de lo que puede ocurrir a lo largo del día o de la noche y que pueden tener relación con estados emocionales o pensamientos disruptivos. Algunos adolescentes tienen muchas dificultades tanto para hablar como para escribir y esto dificulta el componente terapéutico.

Adjuntamos una narración breve, fotografiada de un cuaderno de una persona de 14 años con numerosos acontecimientos negativos tanto en su vida familiar como personal que estaban impidiendo su buen desarrollo psicosocial. Es un ejemplo, incompleto, de emociones descritas que nos ayudan a comprender los estados por los que pasa a lo largo de un día.

 

Comité editorial de Adolescere

 

Escrito original de la paciente