XXIII Congreso de la SEMA
Luis Rodríguez Molinero
Presidente del Comité Organizador.
Adolescere 2016; IV (2): 7-9
XXIII Congreso de la
Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA)
Los días 4 y 5 de marzo se ha celebrado en Valladolid el congreso de la SEMA. Es la vigesimotercera vez que los profesionales de la salud se reúnen, en un congreso, para tratar temas que afectan a los adolescentes.
La adolescencia no es la pubertad, aunque tiene que ver con ella. Termina de forma imprecisa cuando termina el desarrollo biológico y se adquiere la madurez que permite autonomía e independencia de los jóvenes respecto a sus padres. Resaltar los cambios biológicos, psicológicos y sobre todo culturales que influyen en esta etapa de forma determinante es una obviedad, porque desde un punto de vista clínico, solo a una parte pequeña de los adolescentes le afectan estos cambios.
Nuestro Sistema Nacional de Salud no contempla esta etapa de forma integral en sus programas de salud ni en su cartera de servicios. Lo que quiere decir que aún no comprende en términos de salud lo que significa ser adolescente en esta sociedad. Los profesionales que trabajamos con adolescentes nos encontramos permanentemente con este problema.
Durante jornada y media se han tratado temas de actualidad. Se ha puesto al día la enfermedad meningocócica por el Dr. Ruiz Contreras. Enfermedad de baja incidencia y alta mortalidad, pero que trasciende a la opinión pública en cuanto se produce un caso, haciéndonos recordar que es una enfermedad prevenible y que actualmente tenemos a nuestra disposición formas de evitarla.
Hubo una Mesa de Actualización de temas como la cefalea, el Síndrome Ovario Poliquístico (SOP) y las alteraciones médicas de los trastornos del comportamiento alimentario. La cefalea es un motivo de consulta diaria, cuya actualización viene bien para recordar que el ámbito ideal de tratamiento es la atención primaria y se deben evitar derivaciones innecesarias. La Dra. Muñoz Calvo nos recordó la importancia del SOP para evitar las complicaciones en caso de un diagnóstico tardío. Y el Profesor Argente nos comentó las consecuencias médicas de los problemas alimentarios de los jóvenes que adelgazan de forma desmesurada y obsesiva.
Hubo tres talleres simultáneos que tuvieron una acogida excelente, y llenaron todas las salas al límite de su capacidad. El deporte y el certificado de aptitud deportiva por el Dr. F. Centeno, actualizó la necesidad de valorar las condiciones para realizar deporte, sobre todo cuando se trata de competir, en una sociedad cada vez más exigente desde el punto de vista judicial. La sexualidad y la orientación sexual fue tratada magistralmente por el Profesor Félix López, sin prejuicios, con la maestría de quien ha pensado mucho e investigado el tema, hasta donde actualmente se sabe. Toda una lección de tolerancia y respeto hacia minorías que tienen otra forma de vivir la sexualidad con los mismos derechos que los demás. El Doctor Terán, con 25 años de dedicación al tratamiento clínico de las adicciones a drogas, expuso con claridad cuáles son las drogas de más uso, las más peligrosas, las que más preocupan al Observatorio Nacional de Drogas y finalmente algunas orientaciones de cómo enfocar a estos pacientes.
El adolescente con enfermedades crónicas, que está condenado a vivir con su enfermedad casi toda su vida y que pasará del pediatra al médico de adultos también fue motivo de atención a través de dos situaciones concretas: las enfermedades reumáticas (Doctor López Robledillo) y la diabetes (Doctora Florinda Hermoso). La transición del pediatra al médico de adultos debe hacerse organizadamente, ya que la atención pediátrica está pensada para atender al niño que crece, que cambia, que tiene una sensibilidad exquisita al dolor y a la discapacidad, y que no es un “adulto pequeño”. Si no se hace inteligentemente, veremos cómo los adolescentes vuelven a la consulta del pediatra, porque no se encuentran a gusto en el especialista de adultos.
Es difícil hablar de adolescentes sin nombrar TDAH y sus complicaciones. Ya nos gustaría no tener que contemplar durante un tiempo largo este tema. La realidad es contundente. Los prejuicios y la poca información científica siguen persistiendo entre los profesionales. El viejo mito del sobrediagnóstico persiste, y lo prueban las preguntas al respecto. Efectivamente, “ni están todos los que son, ni son todos los que están”, En otros términos, todavía no hemos llegado a diagnosticar todos los casos que epidemiológicamente deberían estar diagnosticados. No es fácil el diagnóstico del TDAH, sobre todo cuando va asociado a comorbilidad (alteraciones del ánimo, conducta o aprendizaje) y mientras eso sea así, tiene sentido seguir contemplando el tema en nuestras reuniones científicas.
Se presentaron dos casos clínicos. Un adolescente con alergias al látex y a algunas drogas ilegales, que tenía relaciones sexuales y consumía cannabis. Había presentado en varias ocasiones cuadros de anafilaxia siendo ingresado en UVI en una ocasión. La exposición fue interesante resaltando que algunas drogas se comportan como alérgenos potentes y pueden poner en riesgo la vida, independientemente de los problemas derivados de su uso o abuso.
El segundo caso clínico era de una adolescente que consulta urgente por pérdida de peso importante, debido a un caso de anorexia prepuberal. Esta situación lleva al ponente a reflexionar sobre los mitos de la atención psiquiátrica.
De las 63 comunicaciones que se presentaron, dos fueron elegidos para exposición oral. Uno de ellos era un trabajo sobre una serie de adolescentes oncológicos del Hospital de Cruces (Bilbao). Pocas veces se trata el tema del cáncer, y ésta fue una oportunidad de oír el tratamiento, evolución y vivencias del cáncer a una edad en que todo debería ser estudio, juego y diversión. La otra comunicación era un estudio epidemiológico de hábitos de salud en la provincia de Valladolid, sobre una muestra de más de 1.500 adolescentes entre 13 y 18 años. Una visión completa de la situación transversal de los jóvenes de esta provincia.
Las 61 comunicaciones restantes fueron a posters que se clasificaron por temas y se expusieron todos durante 30 minutos. Poco tiempo para la calidad de las presentaciones. Nunca habíamos tenido tantos. La calidad de ellos ha dado prestigio al Congreso. Y lo mejor: han sido realizados por profesionales en formación, lo que garantiza un interés por la adolescencia.
El Profesor Félix López tuvo una nueva intervención sobre el buen trato al adolescente. No basta con “no pegar”. Hay que atender a las necesidades para garantizar un buen desarrollo. Toda una reflexión inquietante y autocrítica de lo que estamos haciendo y lo que deberíamos hacer para lograr un trato que garantice el bienestar del adolescente.
Finalmente llegamos al colofón del Congreso: la conferencia magistral: El adolescente en la literatura. La adolescencia ha sido tratada en la literatura de formas muy diversas, siempre en relación con sus características (rebeldía, inconformismo, decepción, enamoramiento, belleza, juventud) y a veces con nostalgia por los que quisieran que el reloj biológico se detuviera en esa edad.
Los escritores suelen ser un poco autobiográficos cuando escriben sus relatos. Leer relatos sobre adolescencia supone entender otras adolescencias, incluso la del propio escritor. Para los clínicos, que nos surtimos de las realidades humanas, la literatura es una forma más de entender las diferentes formas en las que transcurre una etapa que debería ser necesariamente bella.
Escogimos al escritor Gustavo Martín Garzo para poner colofón al congreso. Él fue psicólogo clínico, y a la experiencia profesional une la maestría del escritor. Un sabor agradable y hermoso para un Congreso en el que pusimos ilusión y trabajo.
Nuestro agradecimiento los asistentes, que con su presencia justificaron el esfuerzo de la SEMA al organizar este Congreso. El próximo congreso será en Sevilla en 2018 y el año que viene 2017 el curso en Madrid.
Muchas Gracias.