2018-n3-Preguntas tema: Asma y adolescencia
1. Señale cual de estas actuaciones pueden incrementar las crisis de asma en el adolescente:
Estas son algunas de las actuaciones no apropiadas que podrían incrementar las crisis de asma:
- Evitación de la medicación de base. Los adolescentes obvian la utilización de antiinflamatorios o corticoides inhalados ya que no observan efectos inmediatos.
- Abuso de la medicación de rescate, con lo cual es normal que precisen con más frecuencia broncodilatadores de rescate.
- Uso inadecuado de la medicación, tomando fármacos antiinflamatorios para la tos o para control de rinitis como tratamiento de rescate.
- Olvido de las normas de evitación de desencadenantes. El adolescente procura evitar ser distinto de su grupo de amigos. Si todos fuman ¿por qué no voy a hacerlo yo también?.
- Incapacidad para valorar los signos de alarma. El reconocimiento de su “nuevo cuerpo”, puede provocar que en ocasiones no sean capaces de valorar los signos de alarma.
2. Indique la respuesta falsa en relación a los Factores de Riesgo (FR) que más frecuentemente actúan sobre el control del asma en el adolescente:
Los factores de riesgo que más frecuentemente pueden actuar sobre el control del asma en la adolescencia son el tabaquismo, la obesidad y la ansiedad / estrés. Dificultarán también el manejo del asma las comorbilidades asociadas o la existencia de broncoespasmo con el ejercicio. Es muy importante no evitar la práctica de ningún deporte y explicar al adolescente que un tratamiento adecuado evitará la aparición de los síntomas.
3. En referencia al diagnóstico del asma en el adolescente:
El diagnóstico de asma en el adolescente no es distinto que en el niño mayor o en el adulto. Para ello lo fundamental será realizar una historia clínica adecuada, es decir, metódica y minuciosa. Podemos encontrarnos la dificultad de que los adolescentes a veces no son nada colaboradores. Para ello se debe utilizar una historia clínica estructurada específica del adolescente enfocada a valorar las características y gravedad de las crisis, los periodos intercrisis, identificar factores agravantes o precipitantes, estimar el impacto de la enfermedad en el paciente y evaluar el desarrollo de la enfermedad. Para realizar un diagnóstico correcto será imprescindible llevar a cabo una espirometría forzada, un test de broncodilatación y, sería conveniente un estudio alergológico. Una vez que se ha realizado un diagnóstico correcto a continuación deberemos clasificar la gravedad del asma. El diagnóstico diferencial en estas edades se debe realizar fundamentalmente con la disfunción de cuerdas vocales y la tos psicógena.
4. Indique la respuesta falsa en relación con el tratamiento del asma en el adolescente:
Es importante que antes de iniciar la pauta de tratamiento se explique al paciente adolescente en qué va a consistir exactamente. Antes de aumentar la dosis o número de fármacos en el tratamiento de mantenimiento comprobaremos que la adherencia al tratamiento, la técnica inhalatoria y las medidas de evitación de desencadenantes sean correctas. Igual que en los niños, en los adolescentes los β2 adrenérgicos de acción larga no deben utilizarse nunca en monoterapia, siempre asociados a glucocorticoides inhalados (GCI). Se indicará la inmunoterapia como tratamiento cuando no es posible evitar la exposición al alérgeno, cuando no se consigue un adecuado control de los síntomas de asma con la medicación adecuada o cuando éste provoca efectos adversos o es rechazado por el paciente o su familia. Los fármacos biológicos con anticuerpos monoclonales dirigidos a dianas específicas del asma han supuesto un avance muy importante para el tratamiento de esta patología. El omalizumab es un anticuerpo monoclonal anti Ig-E. Es el primer tratamiento biológico desarrollado para el tratamiento del asma alérgica grave.
5. Indicar cuál de las siguientes afirmaciones es falsa respecto a la educación del adolescente con asma:
La educación no solo se basará en enseñar unos conceptos y habilidades. Será necesario aplicar técnicas de motivación precisas para que el adolescente comprenda su enfermedad, reconozca sus síntomas y participe activamente en su control y tratamiento. Con el adolescente nunca se debe emplear un abordaje del tipo prohibicionista, ya que se puede provocar un efecto rebote. El objetivo general es conseguir que el adolescente sea capaz de controlar su enfermedad y que realice una vida normal para su edad, incluyendo la actividad física, el deporte, los estudios o trabajo y la relación con su entorno. Ningún paciente debe salir de la consulta del médico en la que se le ha propuesto una medicación inhalada sin que el profesional haya enseñado y comprobado que maneja la técnica correctamente. Todos los profesionales que tengan relación con el adolescente y su asma deben haber recibido una formación adecuada y de calidad.