El pasado y la situación actual
El pasado y la situación actual
German Castellano
Coordinador Internacional de la SEMA
Pediatra acreditado en Medicina de la Adolescencia
La Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA) se fundó en 1.987 gracias a la iniciativa del Dr. Blas Taracena del Piñal que tuvo la clarividencia de comprender que la Adolescencia necesitaba una atención diferente y multidisciplinar, y que sin pretender la exclusividad el pediatra se encontraba en una situación óptima para atender a los adolescentes por el conocimiento que tiene de ellos desde edades tempranas, de su familia y del medio que le rodea.
Han pasado muchos años y paralelamente al crecimiento de la SEMA se ha producido el de las diferentes sociedades homólogas de países hispano-americanos, Portugal e Italia. Es obligado reconocer el notable desarrollo que ha tenido la Adolescentología en muchos países de habla hispana desde hace muchos años con profesionales expertos, excelente acogida por las autoridades sanitarias y desarrollo de programas con aplicaciones en la práctica diaria.
También es obligado mencionar el alto desarrollo de la Adolescentologia en EEUU. En Training Opportunities in Adolescent Medicine 2014 se ofertan veintiséis lugares acreditados para la formación y se puede obtener en www.adolescenthealth.org.
El fruto de ese trabajo, generoso y con un importante componente social, son las entidades que aparecieron en Suramérica y Europa con carácter transnacional como CODAJIC (Confederación de Adolescencia y Juventud de Ibero América y Caribe) y CAA (Comité de Adolescencia de ALAPE). Ambas entidades aglutinan a los colegas adolescentólogos de todos los países, unos como representantes oficiales de las sociedades pediátricas y de adolescencia y otros que encuentran en los eventos organizados por esas sociedades un lugar de interés para la formación y una relación cercana.
En Italia (Catanzaro) se organizan periódicamente Joint Meeting on Paediatric& Adolescent Medicine a los que concurren miembros de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia y en los cuales interviene la Sociedad Italiana de Medicina de la Adolescencia.
También participan ACSA&STE. ONLUS (Associazione Catanzerese per gli Studi Auxologic e per lo Studio delle Talassemie e Emoglobinopatie y MAGAM (Mediterranean and Middle East Action Group for Adolescent Medicine) acogiendo a profesionales europeos, de Suramerica, Centroamérica y Caribe, países mediterráneos y de Oriente Próximo que pertenecen a la sociedades nacionales o secciones nacionales de adolescencia de cada país.
Desde hace pocos años se suma a esa oferta científica el Curso de Diplomatura organizado por el Comité de Adolescencia de ALAPE (CAA) de forma virtual y que han seguido numerosos colegas. A los largo de estos años han aparecido diversas publicaciones relacionadas con la Adolescentología pero es obligado referirse al libro” Medicina de la Adolescencia. Atención Integral “publicado por la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia primera edición en 2004 y segunda edición en 2012 en la que intervienen cualificados profesionales de España, EE.UU. diversos países latinoamericanos así como de Portugal e Italia, y que es sin duda una referencia internacional.
De lo anteriormente expuesto se deduce que la colaboración y las relaciones internacionales en el amplio capítulo de Atención Integral al adolescente viven una época muy fructífera favorecida por las nuevas tecnologías que permiten intercambio de información y conocimientos aplicables rápidamente en cualquier lugar.
Proyectos
El campo de la adolescentología al igual que otros de la medicina se basa en tres pilares fundamentales: formación, asistencia e investigación.
El Comité de Adolescencia de ALAPE, CAA, está compuesto en 2013 por veintiuno países y CODAJIC agrupa a catorce países. En ambos está incluida España. Es obvio que las diferencias existentes entre esas naciones son muy grandes en los aspectos sociales, económicos, políticos, sanitarios y estructurales de todo tipo pero hay puntos comunes en los que se debiera trabajar y que planteamos a continuación.
Formación
• Oficial
De entrada admitamos que los países europeos están sometidos a unas normas rígidas en lo referente a Medicina de la Adolescencia, la acreditación en esa disciplina no está generalizada, y por lo tanto no siempre existen servicios hospitalarios y extrahospitalarios donde los médicos residentes puedan formarse. El desarrollo de la Adolescentología en Suramérica es mayor que en Europa y en muchos países está aprobada a nivel estatal la especialidad y la acreditación o titulación correspondiente a través de la residencia en hospitales y/o servicios cualificados.
• No oficial
Mientras los estamentos oficiales se definen sobre la especialidad pensemos que no es imposible acordar programas de formación entre los países que no tienen reconocida la especialidad y buscar alguna entidad que otorgue una validez o acreditación como se hace en los Cursos de Diplomatura antes mencionados. Esta actuación sería la muestra de lo importante que es la colaboración internacional.
El Grupo de Trabajo de Formación y Acreditación de la SEMA, liderado por la Dra. MI Hidalgo ha elaborado un programa de formación que someterá a las autoridades sanitarias con el fin de conseguir oficialmente la implantación de la Adolescentología. El trabajo se titula “Acreditación y Formación de Profesionales. Área de Acreditación especifica en Medicina de la Adolescencia” y puede ser un modelo en esa materia.
Asistencia en la práctica
Consideramos que es imposible unificar modelos asistenciales ya que dependen de múltiples aspectos diferentes en cada nación pero si puede pensarse en proyectos comunes internacionales en cuestiones concretas realistas, necesarias y alcanzables como paso previo a otras intervenciones:
• Consulta joven o servicios amigables para adolescentes
Es deseable que en los centros de salud exista al menos una consulta especializada y diferenciada, en horario a discutir según posibilidades. La implantación de una red de consultas de estas características sería muy positiva
• Atención y formación a las familias con adolescentes
Las familias con adolescentes necesitan formación que se puede ofrecer a través de las AMPAS (Asociación de madres y padres de alumnos) en centros docentes u otros lugares.
• Formación a sanitarios
Las sociedades internacionales como el Comité de Adolescencia de ALAPE, CAA, y CODAJIC pueden asumir e sa función en los diferentes países. Teniendo en cuenta que se deben optimizar los recursos organizativos y económicos no tiene sentido que ambas sociedades compitan en el mismo terreno, se deben limitar campos y actuaciones en aras de la eficiencia.
A lo largo de estos años la SEMA ha contribuido a la formación a través de sus congresos, cursos y publicaciones como ADOLESCERE. En los numerosos eventos también participaron colegas de EEUU como los Dres Silber, Brown, Ammerman, la Dra. Cruz de Cuba, las Dras. H Fonseca, P Fonseca y el Dr. P Moleiro de Portugal, así como el Dr. G.Girard, de Argentina, y los Dres G. Raiola y Vincenzo de Sanctis de Italia,y la Dra. S Guijarro de Ecuador.
Investigación
Es deseable que la investigación sea considerada como una actividad normal dentro de las actividades de las sociedades de atención integral al adolescente ya que es el camino para el progreso y desarrollo.
En el Comité de Adolescencia de ALAPE, CAA, existe un grupo de investigación liderado por el Dr. Diego Salazar, de Chile, que en 2008 culminó el trabajo “Riesgo psicosocial en la adolescencia”, validado oficialmente y aplicándose en algunos países.
En 2008 se inició otro trabajo que lleva por nombre “Inventario de afrontamiento ante los problemas en la vida con adolescentes”. En 2009 el proyecto iniciado se titulaba “La investigación de la familia y de sus relaciones con el cuidado de la salud” acompañándose de textos tan relevantes como “Algunas bases teóricas de la investigación cualitativa”. En 2011 el proyecto iniciado fue “Construir y validar una batería para medir el estado de salud en adolescentes atendidos en centros especializados”.
Paralelamente a estas actividades se realizaron cursos sobre “Metodología de la investigación” con el fin de formar a los intervinientes en los proyectos de investigación aprovechando las reuniones científicas anuales.
En nuestro país se han realizado varios estudios sobre la situación de los adolescentes abarcando gran variedad de temas realizados en centros sanitarios y también por entidades oficiales como INJUVE, Fundación para la ayuda contra las drogas, FAD, y otras.
El futuro
El ritmo de crecimiento de la Adolescentología es más lento en Europa que en Suramérica, Centroamérica y Caribe, pero ese inconveniente se subsana en gran parte por la gran facilidad de comunicación a través de la Red. El trabajo de la Dra. Mónica Borile ha permitido la existencia de un grupo de profesionales sanitarios y no sanitarios en el cual la comunicación., el intercambio de conocimientos e incluso el debate encuentran excelente acogida y respuesta. Se accede a ese colectivo previa propuesta de algún miembro.
A través de Facebookadolescenciaalape la participación es libre y en junio de 2013 sumaba más de 1.300 participantes que intervienen y opinan sobre temas de adolescencia.
Se van extendiendo los estudios de todo tipo, nacionales e internacionales sobre diversos aspectos de la adolescencia que contribuyen a enriquecer el conocimiento y la formación de los profesionales. El último se está iniciando en Portugal “Serviços amigos dos adolescentes e jóvenes” y pretende construir y validar un instrumento que permita evaluar las opiniones de los adolescentes sobre los centros en que son atendidos así como las características de los mismos.
En nuestro país la SEMA ha establecido grupos de trabajo sobre Formación y acreditación, Drogas, TDAH, Endocrinología, Sexualidad y Ginecología, Ciberacoso y Colaboración internacional y pretende a través de Facebook aumentar el contacto y difusión con profesionales a nivel internacional.
El nombramiento en 2013 en la IAAH (International Association for Adolescent Health) de la Dra. Mª Carmen Calle, de Perú, como Vicepresidenta para Hispanoamérica, es una excelente noticia que puede reforzar la marca latino americana con 500 millones de personas hispano-parlantes dentro de una sociedad internacional como la IAAH de marcado carácter anglosajón.
Debemos ser capaces de compartir proyectos comunes a nivel internacional referentes a algunos aspectos de la práctica diaria, como la actividad asistencial, ya que en investigación se han llevado a cabo esa colaboración. Reconociendo las diferencias entre países hay aspectos de la consulta diaria que son comunes a todas las nacionalidades y seria muy interesante comparar experiencias y resultados.
Es necesario promocionar la Adolescentología entre los profesionales sanitarios y especialmente entre los pediatras ya que pediatría es crecimiento y este no ha acabado a los 14 años. Además las sociedades de pediatría nacionales deben tener conocimiento de la existencia y funcionamiento del Comité de Adolescencia de ALAPE, CAA, a la que pertenecen ellas. Compartimos el Plan de Trabajo del CAA para 2013-2015 que va en la misma línea que comentamos.
Creemos que el futuro es esperanzador por todo lo anteriormente expuesto en esta editorial y porque es muy evidente la calidad y el interés general de las aportaciones científicas en los múltiples congresos o reuniones científicas. Una cuestión a mejorar es la planificación en lo posible para evitar coincidencias de fechas. Por otra parte es necesario facilitar la asistencia y el protagonismo a los jóvenes colegas que serán la garantía de un futuro brillante.
Me gustan más los ensueños del futuro que las historias del pasado
Jefferson
Reedición de ADOLESCERE
Alimentación en la adolescencia. Mitos y realidades
Luis Rodríguez Molinero
Pediatra. Doctor en Medicina. Acreditado en Medicina de la Adolescencia. Máster en sexualidad humana. Centro de Salud de la Huerta del Rey. Valladolid.
Después de varios años de ausencia, ADOLESCERE retorna su camino. Los profesionales de la salud interesados en la adolescencia como dedicación preferente queremos expresar en esta revista todo aquello que sucede entorno a la salud del adolescente: novedades científicas, nuestras inquietudes, reflexiones, experiencias clínicas, cursos o acontecimientos relevantes. No es el mejor momento para iniciar nada, pero nos sobra optimismo e ilusión a quienes desde hace tiempo hacemos de esta dedicación un motivo apasionante de vivir el trabajo.
Los pediatras dedicados a la adolescencia arrastramos una frustración crónica, que la edad de asistencia oficial termina a los 14-15 años, justamente cuando mas asistencia necesitan los adolescentes. Los que empezamos la especialidad cuando esta edad terminaba a los 7 años, hemos tenido que formarnos en la nueva asistencia y nos coge ya entrenados. Nunca entenderemos bien esta singularidad profesional de unos límites tan restringidos que impedían una asistencia, al menos, distinta a la que se hacía en otros países de nuestro entorno. Un vez más nos encontramos a la cola de innovaciones y progresos sociales. No es de extrañar las dificultades asistenciales a la hora de poder planificar una asistencia a la adolescencia acorde con los tiempos y, lo que es más preocupante, que el “enemigo” lo tenemos en casa al encontrar reticencia de no pocos pediatras a la hora de solicitar la ampliación asistencial de esta edad. En una reunión reciente de una de las dos asociaciones de pediatría de atención primaria, al exponer esta cuestión alguien con responsabilidades de gestión me contestó que “había otras prioridades”.
Este problema no es baladí. En nuestro entorno socio-político-cultural internacional, nuestros colegas atienden estas edades, y por eso no podemos “competir” con ellos, siempre nos llevarán la delantera. En la Declaración de Santiago (1999) que se realizó en el seno del Congreso organizado por la SEMA (Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia) en el primer punto decía: “Aceptar como edad de la adolescencia la segunda década de la vida (10 a 19 años) según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Debe hacerse de forma flexible, pues hay evidencia de comienzo puberal antes de esa edad y problemas que no se resuelven antes de los 20 años“. Aquella declaración fue firmada por el Comité de la Adolescencia de la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE)(1).
Hasta ahora la asistencia al adolescente se reparte entre Pediatras, Médicos de Familia, Internistas, Generalistas, y diversas especialidades relacionadas con la salud mental, endocrinología, alergia, neumología, etc. No es de extrañar que el adolescente esté necesitado de un profesional que le dedique tiempo, sea accesible, le atienda de manera integral y coordine su atención. Ampliar la edad asistencial de forma oficial es un viejo sueño que deseamos ver cumplido para las generaciones sucesivas.
Ser innovadores supone pagar un precio como le ocurrió en los años 50 del siglo pasado a Gallagher en Boston cuando reivindicaba esta edad como digna de una atención especial (2). ¿Qué fue lo que a Gallagher le movió a mediados del siglo XX a decidirse por considerar que la adolescencia era una etapa del crecimiento especialmente sensible a los problemas de salud?. Fue la conciencia de las siguientes circunstancias: 1) los cambios demográficos y sociales que hicieron que el adolescente se hiciera visible y se transformase en un objeto de interés; 2) los cambios en la Salud Pública que permitieron la transformación de niveles del área de la medicina curativa para áreas de la medicina preventiva y rehabilitación; 3) la investigación científica produjo importante información acerca de la biología de la pubertad y la adolescencia. Es así como en 1951 el primer Programa de Medicina de la Adolescencia fue establecido en Boston, por el Dr. Roswell Gallagher.
ADOLESCERE, quiere ofertar el deseo de “modernizar” o mejor dicho, poner al día, la asistencia pediátrica y en especial al adolescente, acorde con la nueva morbilidad. El Libro Blanco de la Pediatría Española y sus Áreas Específicas, recoge las actividades que se desarrollan en nuestro país. Muchas de estas actividades son de carácter voluntarista, pero reconocidas por su labor social oficialmente y a nivel internacional. Poco a poco en España se está comprendiendo este trabajo y para ello contamos con un cuerpo doctrinal formativo en la 2ª edición del Manual de Medicina de la Adolescencia. Atención Integral publicado recientemente.
Los tiempos cambian mas rápido de lo que creemos y tendremos oportunidad de responder a estas preguntas:
¿Debe considerarse la Medicina de la Adolescencia como una especialidad en el sentido tradicional? Si lo es ¿deben los adolescentes ser atendidos solamente por especialistas?.
¿O es que, sólo ciertos problemas de salud del adolescente requieren cuidados especializados? ¿Cuáles son esos problemas?.
¿Podría la formación de la especialidad desalentar a los pediatras y médicos generales y hacerles abandonar el cuidado médico de los adolescentes?.
¿Es posible entrenar una entidad suficiente de sub-especialistas en medicina de la adolescencia? ¿Qué clase de entrenamiento? ¿Clínico? ¿Entrenamiento en Investigación? ¿En Docencia? (3).
Para poder contestar a estas preguntas puede ser útil usar una perspectiva sociológica acerca de las especialidades médicas. Dos teorías son pertinentes al "caso" de la Medicina de la Adolescencia: la teoría de las actitudes profesionales con respecto a especialidades nuevas, y la teoría de procesos de segmentación (4).
Quiero terminar como Saramago terminó su discurso en la Academia Sueca que le concedió el Nobel. “Quizá esto sea poca cosa para Uds. pero para mi es todo”.
Bibliografía
- Declaración de Santiago de Compostela. R. Prieto de Sosa*, R. Tojo Sierra**, J. Cornellà i Canals***. An Esp Pediatr 1999;51:345.
- Shearin RB. Adolescent Medicine in the United States -Past, Present and Future. Pediatrics Digest 1977,19:13-7.
- Silber, TJ. El futuro de la atención médica de los adolescentes. Revista Mexicana de Pediatría 1994; 61:54-56.
- Silber, T.J.José. Medicina de la Adolescencia: una nueva subespecialidad de la Pediatría y la Medicina Interna en la América del Norte. Adolesc. Latinoam., abr./jun. 1997, vol.1, no.1, p.1115. ISSN 1414-7130.