2019-n1-Preguntas tema: La vacunación frente al virus del papiloma humano
1. Los genotipos oncogénicos del virus del papiloma humano son responsables de las siguientes lesiones EXCEPTO:
Los genotipos oncogénicos de VPH son causantes de lesiones preneoplásicas y cáncer a nivel de cuello uterino, vulva, y vagina en la mujer, de pene en el hombre y de ano y región orofaríngea en ambos sexos. Las verrugas anogenitales, que afectan por igual a ambos sexos, son producidos por genotipos mucosales de VHP de bajo riesgo (no oncogénicos).
2. Una de las siguientes situaciones no se relaciona con un incremento del riesgo de infección por VPH o de su persistencia:
La conducta sexual es un factor que determina el mayor o menor riesgo de infección a todas las edades, pero muy especialmente en adolescentes y jóvenes: la edad precoz en el inicio de las relaciones sexuales se asocia a mayor riesgo de prevalencia y el número de compañeros sexuales a lo largo de toda la vida sexual es el factor correlacionado con un mayor riesgo de infección. El consumo de tabaco, el uso de anticonceptivos orales y la precocidad sexual en el inicio de las relaciones sexuales son factores que incrementan el riesgo de infección persistente y el desarrollo de cáncer, y que deben tenerse muy en cuenta en las adolescentes y mujeres jóvenes. La utilización del preservativo reduce el riesgo de contagio del VPH, aunque solo lo evita en un 60-70% de los casos debido al contacto de zonas genitales no cubiertas por el mismo o a su uso inadecuado.
3. En relación a las vacunas frente a VPH, todas las argumentaciones son correctas EXCEPTO:
Todas las vacunas actualmente disponibles frente a VPH utilizan como antígeno la proteína estructural L1 de la cápside externa de los VPH obtenida por recombinación genética. Son vacunas inactivadas y al no contener genoma viral, no pueden causar infección ni tienen potencialidad para causar lesiones neoplásicas. La vacuna bivalente contiene como antígeno proteínas estructurales L1 de los genotipos de VPH 16 y 18 (oncogénicos), y la tetravalente de VPH 16 y 18 (oncogénicos) y de VPH 6 y 11 (no oncogénicos). La nonavalente amplía los que contiene la tetravalente con la adición de los genotipos VPH 31, 33, 45, 52, y 58. Las tres vacunas se administran por vía intramuscular y están autorizadas en Europa para hombres y mujeres.
4. Todas las siguientes pautas de vacunación frente a VPH son correctas, EXCEPTO:
• Con la vacuna bivalente y la nonavalente las niñas y niños de 9 a 14 años de edad (ambos inclusive), deben recibir solo dos dosis de 0,5 ml por vía intramuscular a los 0 y 6 meses. El intervalo mínimo entre dosis es de 5 meses. Si se administrara la segunda dosis antes de este intervalo, deberá administrase necesariamente una tercera dosis, con un intervalo mínimo de 3 meses en relación a la segunda. A partir de los 15 años de edad la pauta de vacunación consiste en 3 dosis de 0,5 ml administradas a los 0, 1-2, 6 meses. • Con la vacuna tetravalente las niñas y niños de 9 a 13 años de edad (ambos inclusive), deben recibir dos dosis de 0,5 ml por vía intramuscular a los 0 y 6 meses. El intervalo mínimo entre dosis es de 6 meses. Si se administrara la segunda dosis antes de este intervalo, deberá administrase necesariamente una tercera dosis, con un intervalo mínimo de 3 meses en relación a la segunda. A partir de los 14 años de edad la pauta de vacunación consiste en 3 dosis de 0,5 ml administradas a los 0, 2 y 6 meses.
5. En la vacunación del adolescente frente a VPH, todas las recomendaciones siguientes son correctas EXCEPTO:
Dado que la alta eficacia protectora de las vacunas disponibles está vinculada a que la persona que se vacune no esté infectada por alguno de los genotipos de VPH que estas contienen, la mayor efectividad se obtiene cuando se vacuna a la población antes de que se haya producido una infección por papilomavirus. Teniendo en cuenta que la infección por los VPH mucosales, oncogénicos o no, se produce precozmente con el inicio de la actividad sexual, es precisamente en la adolescencia y específicamente en las edades más tempranas de la misma ( 11-14 años) cuando deben instaurarse las campañas de vacunación a nivel poblacional. No obstante si la persona ha iniciado ya relaciones sexuales, puede vacunarse sin necesidad de cribado previo, ya que este no seria coste-efectivo. El calendario común de vacunaciones para 2018 del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), establece la vacunación sistemática en todas las Comunidades Autónomas de España, de todas las niñas a la edad de 12 años, y no establece ninguna recomendación de vacunación en varones.